Sentado en el borde de su cama, Eli observaba el tubo de babosas de una malvada, recogido por Pronto como un "trofeo de victoria" de su derrota de Blakk.
Le daba vuelta entre sus dedos, recordando cuantos de ellos había visto día tras día desde que su Banda se había formado y cuantos aún vería mientras se deshacían de los restantes secuaces del Doctor Blakk en BajoTerra.
Le era imposible de procesar la idea de que el mayor enemigo suyo y de su padre había sido succionado ese mismo día por un portal al mundo al que todos temían y la mayoría desconocía. Su nuevo hogar estaba relativamente a salvo y su antiguo hogar... estaba ya muy lejos de él.
Había también renunciado a todo aquello que solía ser su vida antes de convertirse en lanzador. En el momento de lanzar a Burpy para cerrar el Descenso lo había llevado a cabo más por un impulso emocional que por una idea bien planeada. Pero, a fin de cuentas, ¿qué tenía BajoTerra que le había ayudado a decidir quedarse allí?
Salió al corredor para colocar el pequeño recipiente de vuelta en la habitación de su amigo. En el oscuro refugio solo se escuchaban sus pasos con un eco al final.
Al cruzar frente a una habitación en particular se detuvo. Empujó la puerta ya semi abierta para asegurarse que quien dormía en ella no se hubiera percatado de su presencia.
Con cautela caminó hacia la cama y se hincó frente a esta. La respiración de Trixie, dueña de la habitación en la que había irrumpido, golpeaba sus mejillas gracias a la cercanía de sus rostros.
Con una sonrisa inconsciente en su rostro, Eli acercó su mano hacia ella y la deslizó por el fleco que caía delante de su frente, ocasionando sin querer una leve risa en los sueño de la chica.
-Creo que es al menos un noventa y cinco por ciento tu culpa que BajoTerra no se deshaga de mí pronto.- le susurró con una divertida expresión.
Esperando con toda su alma que aquellas palabras no la hubieran despertado, se acercó un poco más corriendo el riesgo de que lo hiciera en cualquier momento.
Rozó sus labios contra los de ella en un suave toque en lo que apenas podría llamarse un beso y se retiró sin mas, dejando a la culpable de su permanente estadía en el mundo subterráneo descansar.
Bien, puede que hoy ande medio cursi y tengo una buena explicación para eso... pero prefiero ahorrármela y evitar el bullying :3
