—Disclaimer

Star Trek: The Original Series [1966-1969] no es de mi propiedad. Todos los derechos son de Paramount Pictures.


ANHELO


Para un hombre como Leonard, con su corazón y vocación, el día a día era una entrega sin fin a los demás.

El único momento del día enteramente suyo era aquel que precedía al sueño; en el que, con el cuerpo cortado por el cansancio y la mente vagando en círculos sobre ninguna cosa en particular, sus manos se deslizaban, desapasionadas, a donde siempre y asían esa longitud retraída, para mecerla.

No iba a ser distinto hoy de ayer o anteayer.

A solas, Leonard se abandonó a ese antiquísimo ritual, a esa bella fórmula, con rancio hábito y ya muy vistas caricias una vez más: tomó su pene por el tronco y subió y bajó el puño por su largo hasta que llegó a ese fade-out en blanco que tanta paz y alivio le daba.

Y, sin embargo, nada volvería a ser igual.

Una de sus manos cayó por el borde la cama y la otra permaneció cerrada alrededor de su sexo, empapada de él, cuando el relámpago del orgasmo resplandeció en la oscuridad de su mente e hizo aparecer, clara, la imagen del Primer Oficial.

—Mierda —gimió.