Alpha y Omega
(Max x Handa)
Parte 1
(Casa de Matsuno Kuusuke)
Eso parecía ser un cuarto normal… un cuarto común y corriente, de cualquier muchacho de secundaria… con una cama, una mesa de noche con una lámpara… un estante donde podía verse algunos cuadernos y un balón de fútbol… algunos posters en una pared… y en un perchero un sombrero con forma de gato y que terminaba en una especie de trenzas… con cambios de color que iba del naranja claro hacia el turquesa y se iban repitiendo unas cuantas ocasiones en el diseño, junto a otro sombrero en forma de gato, que era blanco en su totalidad, y con encajes de flores naranjas, turquesas y amarillas claro en el mismo.
En el piso de esa habitación, se encontraba tirado como si fuera algo que ya se recogería a posteriori, un uniforme amarillo con turquesa… pero que no era el típico uniforme formal de Instituto… nada de eso, era un uniforme deportivo que tenía escrito en donde iría la solapa el término "Raimon".
Pero desde ya eso era algo raro… raro ver que a juzgar por ese gorro, al ser ese el cuarto de Matsuno Kuusuke, o "Max", como le decían sus amigos… era raro ver a ese muchacho sin su gorro característico.
Y es que no lo necesitaba, porque estaba tirado en su cama, enterrado su rostro en la almohada blanca que usaba para dormir. Pero no estaba durmiendo… no tenia las sábanas puestas sobre su cuerpo, no se había cambiado de ropa… ni siquiera usaba su gorro de dormir… era claro que ese muchacho no estaba dormido.
El aire en esa habitación se podía sentir pesado… y se oían como lamentos que rompían el aire de vez en cuando…
- Handa… idiota… Handa…
Estaba furioso, porque había tenido que pagar una buena parte de sus ahorros para enterarse de algo que su propio amigo Handa Shinichi le pudo haber dicho en persona… no… no estaba furioso por el dinero, total, eso lo robó de sus padres… ¡Era el secreto! ¡Era el secreto que Handa no confiase en él!
Tenía un papel que tenía la noticia que lo devastaba:
"Hospital General de Inazuma – Departamento de Oncología
Paciente: Handa Shinichi
Diagnóstico: Se ha observado un carcinoma de Timo, con compromiso parcial de la Tiroides. La Resonancia Magnética ha indicado un…"
A Max no le importaba un pepino los detalles de la Resonancia, sólo se quedaba con lo importante del informe. Su amigo Handa… su mejor amigo… tenía cáncer. Y eso lo enfurecía… no sólo el hecho de que a Handa le quedaría poco… sino el secreto, que su amigo no confiara en él.
Se supone que si eran amigos… que si ese castaño pasaba tiempo con él desde que ingresó a la Secundaria Raimon… se lo diría…
¿Y si Handa no se lo dijo por miedo a preocuparlo? El orgullo de Max no le dejó pensar en esa posibilidad… pero es que era más doloroso el saberlo por sobornar a un empleado descontento del Hospital Inazuma que por su propio amigo. Si Handa se lo hubiera dicho… pues los dos hubieran llorado tal vez, Max lo hubiera consolado y luego irían a hacer todas esas cosas que los adolescentes deberían hacer pero los adultos dicen que son perniciosas: Tomar, fumar… y quien sabe algo más. Eran deportistas, sabían que eso era algo malo… pero tiempo era lo que menos tenían… porque hay realidades más allá del fútbol.
- Handa idiota… - decía Max con los ojos vidriosos de tanto llorar en silencio - ¿Acaso no confiabas en mí? ¿Acaso crees que por tener un maldito sombrero de gato no puedo ayudarte?
Max vio que en su mesa de noche, cerca de la lámpara estaba su teléfono móvil. Se limpio las lágrimas con la manga de su polo y tomo el teléfono y exploró la lista de contactos… necesitaba ayuda… alguien que pudiera ayudarlo a ver a Handa.
Y entonces recordó que una vez, había oído que el padre de Gouenji era médico. Asi que si quería una opinión médica tenia que llamar a ese delantero, para que le haga el contacto con su padre… porque aunque Handa fuera un idiota por no decírselo, Max seguía siendo su amigo… tenía que ayudarlo… tenía que hacer que pase mas tiempo con él…
Max tomó el móvil y marcó a Gouenji. El sonido de los timbrazos se hacía eterno… uno… dos… tres… cuatro timbrazos… y el número seguía timbrando…
"- El número que usted ha marcado se encuentra fuera de cobertura…"
- Joder… - masculló Max. Tiempo era lo que menos podía perder en una situación como esa – Intentó entonces marcar a su capitán… a Endou, porque sabía que donde estaba él, tendría que estar Gouenji.
Volvió a timbrar… y los timbrazos parecieron eternos.
"- El número que usted ha marcado se encuentra fuera de cobertura…"
- Jodeeer…
Max tiró el teléfono por un lado y volvió a hundir la cara en la almohada. Se sentía frustrado… no sólo porque su amigo Handa se moría, sino porque parecía que su otrora Capitán, se había olvidado de que sus ex jugadores tenían necesidad de su apoyo moral… Max sentía… algo como llamarse rencor, porque necesita apoyo… y su propio ex capitán no se lo daba…
- Si Mamoru no nos va ayudar… rayos… ¿Porqué tuvo que ser Handa? ¡Diablos! Handa… tú… no te mereces esto… ¿Acaso nuestro capitán no nos ayudará? Justo cuando lo necesitamos… necesitamos al capitán ahora… ¿Endou… acaso nos ayudarás?
- No… - dijo una voz seca resonando en el cuarto.
Matsuno se sorprendió de que alguien mas esté en su habitación y de un brinco saltó de su cama y se puso a la defensiva. ¿Quién era? ¿Cómo logró entrar?
Miró a todos lados pero no lograba identificar la fuente de ese sonido. Su corazón latía muy deprisa, sus ojos estaban muy abiertos, en general estaba ansioso, y con adrenalina corriendo por su sangre por si se presentaba algo que él tuviera que enfrentar.
Y en ese momento lo vió. Era un sujeto vestido con un traje bastante raro y de pelo rosado. Lo miraba en silencio… Matsuno supuso que ese sujeto era el que había hablado.
- Endou Mamoru no va a ayudarlos…
- ¿Quién eres tú?
- Yo soy Alpha… - dijo el extraño – Matsuno Kuusuke, ¿cierto?
- ¿Quién diablos eres? ¿Cómo haz entrado aquí?
- De donde yo vengo, sus puertas y cerraduras no son límites para cumplir nuestra misión…
- ¿Qué quieres de mí?
- Vengo a cumplir una misión. Matsuno Kuusuke, necesito la ubicación actual de Endou Mamoru.
- ¿Quieres saber donde está el capitán? ¡No! ¿Porqué tendría que decírselo a una persona tan rara como tú… ¿Qué quieres de nosotros?
- Tengo una misión… la destrucción del Fútbol. Esa es la misión a la que fui encomendado.
- ¿Destruir el fútbol? ¡No digas tonterías!
- La destrucción del fútbol… ese deporte que causa la miseria de la humanidad…
- ¡Estás demente!
Matsuno se convenció que ese ser era un ente hostil, porque primero, hablaba mal del deporte que a él le gustaba y sobre todo porque decía algo tan absurdo como que su misión era ubicar a su capitán, algo que viniendo de un tipo que quería destruir el fútbol, era a claras luces un riesgo elevado al que no podía exponerlo.
- Matsuno Kuusuke… ¿Te gustaría saber que es lo que provoca la confianza en el soccer?
- ¿Eh?
Alpha sacó una especie de botón o circulo de mediano tamaño, como una tapa de un balde de pintura, con un botón que presionó, convirtiéndose en una especie de esfera o balón de fútbol de colores y lo disparó hacia Matsuno.
- Modo de transporte…
El balón brilló como una explosión y entonces transportó a Matsuno y Alpha, cegándolos en el proceso con ese intenso brillo. Cuando la luz se fue apagando, Matsuno pudo ver donde estaban… en una escuela secundaria.
- ¿Dónde estamos?
- En el momento en el que verás… que el soccer no cambia nada.
Había un gran grupo de estudiantes vestidos todos de negro en el campo de fútbol de Raimon, mientras que se podía ver una especie de tabladillo donde antes estaba uno de los arcos y sobre ese tabladillo estaba el Director de Raimon junto a un féretro decorado por múltiples flores y una bandera con el símbolo de Raimon.
- El dolor… de perder a un miembro de la familia de Raimon… es algo que no puedo describir sin que se rompa un poco mi pecho… sentir… que los caídos… no importa la situación, siguen siendo los miembros de Raimon. Este… es un buen soldado que perdió la lucha, no por torpeza o debilidad, sino porque el enemigo fue mayor… el enemigo fue más poderoso que él… aunque presentó buena lucha… Handa Shinichi… tus amigos… tu escuela… no te olvidaremos.
- ¿Qué es esto? – dijo Matsuno asustado.
- Handa Shinichi… perdió la vida, por ese cáncer tiroideo… y nadie pudo hacer nada para ayudarlo… porque ese era su destino… - respondió Alpha.
- ¿Mi amigo ha muerto y tienes las agallas de mofarte de él? - Matsuno hizo el ademán de golpear a Alpha, levantando su puño.
- No… - dijo Alpha deteniéndolo – No es una burla… es mostrarte… el destino… que no puede ser cambiado… que es inexorable.
- ¡Basta, basta! ¿Quién eres? ¿Qué diablos quieres con el capitán y con Handa? ¡Responde!
- Soy Alpha… de Protocolo Omega… mi misión es sencilla… destruir el fútbol… porque nuestros Jefes del Futuro, dicen que es un peligro… es básicamente cambiar el destino de la humanidad.
Matsuno dio una risotada.
- ¿O sea, que mi amigo muera es un destino inexorable, y tu estupidez de destruir el fútbol es cambiar el destino? ¿Eso es lo que pasa? ¿¡Acaso tu haz matado a Handa?
- No… - dijo Alpha – No he matado a nadie de tu época... pero vengo a proponerte que negocies conmigo…
- ¿Y qué diablos podría negociar contigo?
- La vida de Handa… - dijo Alpha.
- ¡Jajajajajaa! ¿Cómo voy a negociar su vida si me haz mostrado que está muerto? ¡Idiota!
- Mis Jefes pueden autorizar que su destino cambie.
Matsuno se quedo helado. ¿Sus Jefes? ¿Acaso estaba viendo a un ente que podía controlar el futuro y el destino? ¿Acaso estaba ante un mensajero de Dios? Sólo Dios era el único que podía cambiar el destino… o al menos eso es lo que siempre él creyó. El hombre no podía cambiar el destino… porque era hombre… un ente limitado, imperfecto que no podía hacer esas cosas.
- ¿Puedes… salvar a Handa?
- ¿No querías preguntar quien era?
- Mira… me da igual… que seas un ángel, un demonio, un alienígena o algún humano que vino del futuro o de algún otro maldito lado… pero si puedes… cambiar el destino de Handa… yo…
- Matsuno Kuusuke, justo como el Jefe informó… esa es tu debilidad.
Matsuno se convencía en su interior que ese tipo podría ser un ángel o un mensajero de Dios. Sólo Dios podía conocer el interior de las personas. Pero estaba claro que un ser superior no podría ser tan arrogante… ese no era un ángel… era un mensajero del demonio… porque a final de cuentas el demonio se presentó como ángel vestido de luz.
- Si… es más que un amigo… - dijo Matsuno - ¿Puedes salvarlo?
- Sólo si escucho el motivo de porqué quieras salvarlo. Muchos pedirían por su vida primero…
- Handa… yo… él es un amigo… - dijo Matsuno como sintiéndose humillado – Siempre fuimos amigos… pero fue hasta hace 1 año… que yo... empecé a sentir… algo…
- ¿Algo mayor que la amistad?
- Sentía que… Handa… era dejado de lado… que necesitaba de alguien que lo guiara en como ser un miembro de Raimon… que no acabase como Kageno… que no sea una sombra…
- O sea, que estabas enamorado de tu amigo…
- ¡No, no es eso, idiota! – dijo Matsuno sonrojado – Sólo es que…
- ¿Entonces porqué te sonrojas? Si no es algo de lo que debieras avergonzarte…
- Yo… es que…
Matsuno tragó en seco considerando que ese ser llamado Alpha podía leer en su psique más claro que en el agua clara. En pocos minutos había descubierto el secreto mejor guardado de ese mediocampista… algo que había incluso ocultado al propio Handa… que en el fondo estaba atraído por él… por amistad o por deseo, no importaba, pero Matsuno estaba atraído por Handa.
- Vale… - dijo resignado – Si… Handa… lo quiero más que como un amigo… así que te digo… ¿Puedes salvarlo?
- Puedo salvarlo… puedo cambiar el destino… - dijo Alpha – Pero tu tienes que darme algo a cambio… tienes que "vender" tu espíritu de Raimon.
- Estás diciendo… ¿Qué le tengo que vender mi alma al demonio?
- Es algo que tu gente pensaría…
- ¿Qué tengo que hacer entonces? ¿La ubicación de Endou?
- No quiero la ubicación… sólo quiero que su vida tenga fin… - respondió Alpha.
Matsuno tragó en seco. ¿Acaso… estaba diciendo que quería matar a Endou?
- ¿Te… refieres… a matarlo…?
- Que sea su sangre sobre los balones de fútbol que ensució…
- ¡No digas tonterías! ¿¡Cómo puedes decir eso?
- ¿Tengo que mostrarte cómo el fútbol de ese chico maldijo a toda una generación?
Matsuno seguía mirando retadoramente a Alpha mientras la escena que era el funeral de Handa seguía como congelada en el recuerdo del tiempo, petrificada como en tonos grises y sepias de lo que sería un homenaje a ese chico de Raimon que tal vez nadie conocía con tanta exactitud.
- Aunque parezca arrogante… sip, porque no sé que tiene que ver eso con lo que dices…
- Muy bien, te mostraré como puede destruirse varias vidas… - dijo tirando un balón hacia Matsuno, el balón que brillaba.
- Modo de Transporte…
Un brillo intenso los cegó y aparecieron dentro de un closet, en una habitación oscura.
- Habla sin miedo… no nos oirán… - dijo Alpha.
- ¿Dónde estoy?
- Estás en una de las habitaciones del Fútbol Frontera Internacional…
- ¡¿Eh?
- Así es, estas en la habitación No. 10, del portero suplente de Inazuma Japón, Yuuki Tachimukai. Escucha con atención, Matsuno Kuusuke.
Alpha guardó silencio y se pudo oír la voz dentro de la habitación. Ellos no podían ver nada, solo podían ver ligeramente luces y oscuridad por las rendijillas del armario.
- Aún… no es perfecto… aún no puedo… lograrlo. Endou-san… yo…
Matsuno se sorprendió. Ese ruido… esos lamentos… él los conocía. No… no era que conociera a ese portero suplente… pero por Handa conocía esa clase de lamentos… y lo que significaban…
- Tsunami-san… Endou-san… yo… ni siquiera sé… porque estoy… en la selección… yo… soy un portero debilucho que… Endou-san… ayúdame… quiero ser fuerte… pero no puedo… no sé como…
- ¡Basta! ¡Basta! – dijo Matsuno - ¡Deja esta farsa de una vez…!
- ¿Eso acaso no complace tu deseo de curiosidad, Matsuno Kuusuke?
- ¡No, no, no! ¡Nunca me convencerás que Endou es un mal capitán!
- No veo que entiendas… - dijo Alpha – De todos modos… no puedo desperdiciar tiempo en viajes sin sentido… así que lo diré directamente…
Alpha tomó el balón y lo volvió a activar:
- Modo de Transporte…
La luz brilló cegando a los dos personajes y los puso en el campo de juego de Raimon de noche, una noche donde brillaban las estrellas, la luna y los grillos se lamentaban. Matsuno estaba parado frente a una portería y Alpha mirándolo como si fuera el delantero en un partido.
- ¡Matsuno Kuusuke! ¿O debería decir Max? ¿Por qué malgastas tu habilidad deportiva en un deporte tan mundano como el soccer? – dijo Alpha apuntándole.
- Me uní a eso porque me pareció interesante…
- No tenías que hacerlo uniéndote a un villano como Endou…
- ¡Deja de decir esas cosas! ¡De ninguna manera!
- Endou Mamoru… ha pecado… y los archivos del tiempo lo prueban. Incidente 001-EM-02342, Kageyama Reiji perdió a su familia por culpa de la intervención de Endou Daisuke, quién despojó del puesto de portero en la selección Japonesa a su padre, provocando la ruina de esa familia.
- ¡Ese era el abuelo, no era Mamoru!
- Incidente 002-EM-45451, Kudou Fuyuka que sufrió un Síndrome de Estrés Postraumático tras la aparición de Endou Mamoru. La chica tuvo un trauma por la muerte traumática de sus padres, de modo que su padre adoptivo decidió eliminar los recuerdos con Hipnoterapia, implantando recuerdos falsos. La aparición de Endou Mamoru y el no aceptar que Fuyuka ya no lo recordaba, provocó la reaparición de los recuerdos y condujo a su colapso emocional…
- Endou… no… - dijo Matsuno como sorprendido.
- Incidente 003-EM-78511, Yuuki Tachimukai fue declarado como desaparecido por 2 meses tras la visita de la Inazuma Caravan a la Secundaria Yokato en Fukuoka. El citado, se unió a la caravana en circunstancias extrañas… actualmente sufre un colapso emocional, el que viste, por no superar al que consideraría su maestro…
- No… eso es mentira…
- Incidente 004-EM-55045, Matsukaze Tenma… provocó una interrupción de graves consecuencias por su admiración a Endou Mamoru… Incidente 005-EM-55997, Tsurugi Yuuichi quedó lisiado tras un incidente relacionado y originado por una interrupción con Endou Mamoru.
- ¡Cállate, cállate, cállate! ¡Callaaaa! ¡Endou no es malo! ¡No lo es!
