28. A tender girl picking flowers.
Suzi alzó la mirada cuando Joseph la llamó mientras la saludaba con el brazo. Se giró y le miró sonriente, aún con los girasoles en la mano, y se acercó a la valla donde estaba su marido esperándola. Dándola un beso en la frente, le cogió las flores que le había tendido y, mirándolas triste, las apretó un poco más fuerte contra su pecho; fue entonces cuando la pequeña Holly salió de la puerta, gritando el nombre de su padre mientras corría hacía él para abrazarle. Joseph se rio ante la efusividad de su hija, y juntos entraron de nuevo a la casa.
Suzi sonrió y se quitó el sudor de la frente con la mano. Se incorporó y se sacudió la tierra de las rodillas, observando orgullosa su pequeño campo de girasoles. Era el pequeño tributo que Joseph y ella le hacían a Caesar, un recordatorio del viejo amigo que ya no estaba con ellos. Dejando las herramientas que utilizaba para cuidar las plantas, entró en la casa y, mirando una vez más al campo de girasoles, sonrió triste y cerró la puerta.
Quizás, con un poco de suerte, Caesar les acompañaría alguna vez para cenar.
