Two-shot basado en el capitulo 334 del manga. Contiene spoiler.

Me gustaría aclarar que he ignorado por completo el último disparo (el que le da en la cabeza), porque si no, no tenía sentido mi idea. Espero que os guste. Os dejo con el capítulo.

Disclaimer: Los personajes que aparecen en esta historia son de Hiro Mashima, el hombre entrenado para trollearnos a todos.


Cap.1: Adios

Una gran batalla se libraba en la gran ciudad de Crocus, en el reino de Fiore. Y en alguna parte de la gran ciudad, un mago salvaba la vida de la conocida como "mujer agua", Juvia Loxar, desviándola de la trayectoria de un rayo lanzado por uno de los dragoncitos que atacaban la ciudad. Pero a su vez, el joven llamado Gray Fullbuster era atravesado por el mismo rayo. Una, dos, tres veces había sido atravesado por estos.

- ¡Gray-sama!- Gritaba Juvia a la vez que Meredy y Lyon nombraban también al mago de hielo, quienes habían presenciado la escena. Juvia lloraba desconsoladamente mientras que Lyon corría hacia su compañero. El mago de hielo hizo un escudo para protegerse, a la vez que protegía a las chicas, que estaban ahora rodeando a Gray.

El mago de hielo tosió, recuperando la conciencia que había perdido tras ser atacado.

- Está vivo, pero hay que llevárselo de aquí.- Dijo Meredy sin perder el tiempo.- Idos, yo os cubriré e informaré a los demás de lo que ha pasado.

- Yo…- Intentaba hablar el mago herido.

- Gray-sama, no hables, no debes gastar energía.- Le dijo Juvia.

- Busca a Cheria, o a Wendy.- Le pidió Lyon.- Juvia, alejémonos de aquí.

El mago de hielo cargó a su compañero e hizo un gesto a Meredy, quien se fue en dirección opuesta a la que tomaron ellos. Corriendo todo lo que podían y defendiéndose en ocasiones del ataque de los dragones, salieron de Crocus, llegando a las afueras de la ciudad.

Las heridas de Gray habían llenado la espalda de Lyon de sangre y el mago herido había vuelto a perder la consciencia. Ya nada los atacaba, ahora huían sin saber adónde iban, aunque posiblemente esperaban llegar a otra ciudad donde Gray pudiera ser atendido.

Desgraciadamente las esperanzas de los dos magos conscientes se iban desvaneciendo ya que, en lugar de acercarse a otra ciudad, el camino por el que iban se adentraba cada vez más en un espeso bosque.

- Lyon…- Llamó Gray a su compañero.

- Gray-sama, Juvia dijo que no…

- Juvia… Pa-parad.- Pidió. Tanto Lyon como Juvia dejaron de caminar.- No quiero seguir con el camino. Seguid vosotros, por favor.

-Parece que no te has enterado de adónde vamos.- Lyon dejó con cuidado a Gray en el suelo.- Estamos buscando a alguien para que te cure, ¿cómo te íbamos a dejar aquí?

- Entonces buscad a alguien vosotros y lo traéis aquí después.- Volvió a pedir el mago herido, no sin dificultad al hablar.

- Ya he dicho que no.- Contestó rotundamente Lyon. Juvia atendía a la conversación en silencio. Sabía que si hablaba, no conseguiría retener su llanto y no quería que Gray la viera llorando, no en un momento en el que era él quien necesitaba ánimos.

- Pues vamos a quedarnos aquí un poco. Debéis descansar.- Insistió el pelinegro. Lyon iba a rechistar pero fue interrumpido por Juvia.

- Juvia cree que deberíamos hacer caso a Gray-sama.

Finalmente Lyon y Juvia se sentaron junto a Gray, no sin discutir un poco más sobre si seguir adelante o no. El mago de hielo no paraba de sangrar y, apoyado a un tronco de un árbol, respiraba con dificultad. Juvia, por su parte, intentaba limpiar las heridas al chico con agua. Ella habría seguido caminando pero también había llegado a la conclusión de que el cuerpo de Gray necesitaba un descanso, después de todo el movimiento que había sufrido al ser llevado por alguien. Además, ella no soportaba llevar la contraria al joven.

Un rato después, rato que pasaron los tres en silencio, Lyon estaba cansado de esperar, quería continuar buscando algún sitio en el que pudieran curar al mago de hielo.

- Venga, sigamos.- dijo poniéndose en pie.

- Lyon.- Lo llamó casi en un susurro. Gray cogió a su amigo por el brazo y lo miró con ojos suplicantes.- Por favor, quedémonos aquí.

Lyon, al mirarlo a los ojos, no pudo evitar sentir que se derrumbara todo. Su amigo pedía, sin decir palabra, quedarse allí, donde estaba. Pedía que lo dejaran morir en ese lugar. Los ojos del peliblanco se llenaron de lágrimas. Juvia lloraba suavemente, mirando al suelo.

- Dejad que me quede aquí.

Ninguno de los dos dijo nada. Se habían dado cuenta de que su compañero sufría, que cada momento que pasaba era una tortura y, aunque intentaba aparentar que estaba bien, sus ojos reflejaban su dolor. Posiblemente, de no ser por su resistencia habría muerto mucho antes, pero había luchado por seguir vivo, junto a su gente. Ahora se estaba rindiendo, quería dejarse morir. Eso le partía el corazón tanto a Juvia como a Lyon.

- Quiero acabar con todo aquí. Es agradable.- Juvia rompió a llorar con fuerza. Estaba dejando claro que no tenía pensamientos de seguir con vida, ni una sola esperanza.- Por favor, dejadme aquí. Es lo último que os pido.

El bosque, con su verdor se extendía, poderoso. Las criaturas que vivían en él presenciaban desde la oscuridad, impasibles, la escena que se mostraba ante ellos. El sonido del agua de un riachuelo que había cerca era la música que les acompañaba. El cielo había comenzado a teñirse de gris.

- Lyon, si yo estoy inmensamente orgulloso de ti, Ur no tendrá palabras para describir a su discípulo.- Dijo en un susurro.

- Gray...- Las lágrimas escapaban de los ojos de Lyon.

- Juvia, perdóname por no poder seguir cuidándote.- La chica se arrodilló junto a él, sin decir nada, contemplándolo. El cielo comenzó a dejar caer suavemente sus lágrimas.- Dile a todos que los quiero. Y nunca olvides que… te amo.- Con las pocas fuerzas que le quedaban, se impulsó hacia adelante y alcanzó los labios de Juvia, uniéndolos con los suyos en un beso.

Juvia sintió que se derretía. El beso era tan dulce y a la vez tan débil… Ella puso sus manos en la nuca del chico, y, tras romper el beso, continuaron con sus frentes apoyadas, el uno con el otro. Lyon por un momento pensó que su compañero, a pesar de estar en la situación en la que estaba, era el hombre con más suerte del mundo por tener el amor incondicional de Juvia y por haber podido sellar, a pesar de haber sido algo tarde, este sentimiento con un beso. Lyon podría haber prometido que se hubiera cambiado por él en ese momento.

Finalmente las fuerzas de Gray lo abandonaron por completo y, aún abrazado por Juvia, cayó hacia atrás, dejando escapar su último suspiro.


Se agradecen los review. Son lo que animan a escribir :D