La mayoría de los personajes pertenecen a Gosho Aoyama, tanto ellos como el hilo conductor de la historia 3~ Dicho esto, espero que os guste mi fic, gracias por leer! _

Algún día llegará el día.

''Riiiiiiiiiiiiiiiiinnnnggg...!''

Sonó el despertador, ya eran las 7:00h, otro día más, otro día atrapado en el cuerpo de un infante de 7 años algo más avispado que el resto de niños. Me resigné como cada mañana y me puse en pie, dirigiéndome al baño. Crucé el pasillo y allí estaba Kogoro, lavándose los dientes con una cara de resaca y cansancio que ni en San Fermín el último día en la última corrida. Cogí la escalerita, la desplegé, me subí, me apropié de mi cepillo de dientes antes de que el atontao' de Kogoro lo cogiera por error y me lavé los dientes. Cuando acabé, y todavía con el pijama, fuí hacia el salón-comedor, donde me esperaba una de las personas a las que más quiero, aunque ella no supiera de qué modo la quería.

-Buenos días Ran.- Le dije mientras bostezaba.

-Buenos días Conan.-Me respondió con una gran sonrisa.- Recuerda que hoy vamos al parque acuático con los detectives juveniles, Agase, Sonoko y Matsuda.

Cómo iba a olvidarlo. Desde que Sonoko le presentó a ese baboso de Matsuda me pongo histérico a la mínima, Ran cree que son celos porque la considero una hermana mayor. Sonoko siempre acaba chinchando con algo como; ''Tu maridito se va a poner muy celoso cuando descubra que quedas con otro hombre que no es él''. Desde luego Ran no queda con él a solas, siempre van ella, Sonoko y el idiota de Matsuda, y yo intento acoplarme a la mínima para separarlos cuanto más mejor, ya que Sonoko lo que quiere es juntarlos.

-Sí, no se me ha olvidado.- Le dije con una sonrisa de oreja a oreja.

-Se te ve muy ilusionado, me alegro de que tengas tantas ganas de ir, espero que no hayas estado muy nervioso esta noche y hayas podido dormir.

-La verdad es que sí que me ha costado un poco dormir.-Confesé, pero no le expliqué que me costó dormir porque pensaba en como separar a Matsuda de Ran el mayor tiempo posible.

-Eso te pasa por ser tan ansioso. Eres igual que Shinichi, cuando salía una nueva novela de misterio esa noche no pegaba ojo, y al día siguiente llegaba al insti con una cara que daba pena.- Ran se rió para sus adentros y eso me supo a gloria, todavía no me odiaba por hacerla esperar como una estúpida.- Bueno señorito, acaba de desayunar ya, que te van a dar las uvas, y vete a tu habitación a vestirte y prepararlo todo.

-Valeee!- Acabé el bol de arroz y el pescado y me puse a ello. Cuando lo tuve todo listo bajé las escaleras y abrí la puerta del despacho de Kogoro para esperar dentro y...Allí estaba. Matsuda. Sentado en el sofá y mirando hacía el techo con cara de me aburro hasta el infinito y más allá. Al oír que cerraba la puerta se giró para mirar quién entraba.

-Hola Conan.-Dijo fríamente.

-Hola.- Le devolví el saludo lo más monótonamente posible. Me senté en el otro sofá, el que miraba hacia la puerta, apoyé la cabeza en mi mano y el codo en mi pierna y puse cara de pocos amigos para intentar intimidar a Matsuda y que no me hablara en el rato que nos tocaba estar a solas. No funcionó.

-¿Tardará mucho Ran?- Preguntó con cara de impaciencia.

-No lo sé, si tienes prisa lárgate.-Le dije yo cortante. Él se me quedó mirando con los ojos en blanco, supongo que pensando si de verdad era un niño de 7 años inofensivo e infantil.

-No...lo digo porque no quiero hacer esperar a los demás.

-Pues si quieres ve a donde hemos quedado y Ran y yo ya te alcanzaremos.- Le dije con indiferencia pidiendo por favor al cielo que se largara, pero para no volver jamás.

-No no, prefiero esperarla.

Estaba claro que no se iba a dejar ganar, y mucho menos por un niño de 7 años. Justo en ese momento vi abrise la puerta del despacho. Salté del sofá de un brinco y me dirigí hacia la puerta a toda pastilla antes de que Matsuda pudiera reaccionar.

-Raan, vamos vamos- Dije dando saltitos eufórico y con vocecilla de niño.-Llegaremos tarde y los chicos se enfadarán.

-Vale, vale. Tranquilo Conan. Qué nervioso estás hoy, madre mía.-Dijo ella con una sonrisa.

-Esto...Hola Ran.- Ohí de fondo la voz de Matsuda, su horrible voz.

- Hola Matsuda, con tanto brinco de Conan no te había visto-.
Y eso es lo que pretendía, que no lo viera.

-Vamos Raaan...- Insistí yo, y le agarré de la mano para arrastrarla a la puerta de la calle.

-Venga, vamos.- Dijo ella.

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Hasta aquí el primer capítulo! Subiré cada capítulo una vez a la semana, menos en el caso de que vea que la gente lo va leyendo, entonces subiré más seguido, que sé que esperar es un muermo \^0^/ Gracias por leer! Dejad Reviews constructivos! ~3