Remembranza:

-¡Inuyasha, ¡despierta ya por favor y ven a ayudarnos aunque sea!

-¡ya deja de molestarme Kagome!

¿Hacia cuanto tiempo habia comenzado todo esto, ¿desde hacia cuanto estabamos tras los fragmentos de la perla de Shikon, una y otra vez estas preguntas rondaban mi mente, tantos recuerdos, algunos verdaderamente penosos, otros sencillamente simples; ha pasado mucho tiempo desde que comenzo toda esta caceria, cuando no estabamos peleando contra algun monstruo, nos reuniamos en la aldea juntos con la anciana Kaede, o estabamos reparando los edificios debido a los ataques; ahora mismo era uno de esos casos, y como era habitual en mi, preferia quedarme tendido en una rama de cualquier arbol cercano haciendo guardia, por si algun espiritu maligno aparecia...

A veces mientras miraba el rojizo atardecer, inevitablemente comenzaba a recordar, Kagome, Sango, Miroku, Kirara, Kaede, e incluso Shippo, todos ellos ahora forman parte de mi vida, y aunque me cueste admitirlo, yo no seria el mismo si ellos no estuvieran...; mientras observaba la puesta del sol, veia a Kagome, esforzandose en ayudar a los aldeanos, siempre con su sonrisa y su tipico entusiasmo, sencillamente no podia quitarle los ojos de encima, y sin que yo me diera cuenta me habia sonrojado, por suerte nadie me estaba viendo o hubiera sido demasiado desagradable. Cuando Kagome finalmente termino su labor se acerco hacia donde me encontraba, ella vestia su habitual uniforme de escuela, con la diferencia de que ahora llevaba el pelo recogido, lo cual la hacia ver aun mas hermosa; totalmente exhausta se dejo caer y se recosto sobre la corteza, con los ojos cerrados, ella comenzo a hablarme con un tono suave y gentil

-dime Inuyasha, ¿en que piensas mientras estas recostado sobre las ramas, varias veces te he visto y tu mirada parecia totalmente perdida

Sin saberlo, acababa de notar que ella se habia vuelto mucha mas perceptiva, es como si su sexto sentido se hubiera desarrollado totalmente y pudiera percibir las emociones o sentimientos de las personas con solo observarlas..., al menos eso me parecia...

-en nada... ya deja de molestarme...

-acaso...¿sigues pensando en Kikyou?

Definitivamente...ella habia acertado...

Desde que Kikyou habia vuelto a la vida, desde aquel abrazo engañoso, desde aquel beso sublime...no habia dejado de pensar en ella..., durante un tiempo Kagome habia tomado su lugar..., sin embargo ella al volver y toparse en mi camino nuevamente..., es como si mi corazon hubiera vuelto a la vida...es como si volviera a ser el de antes, con las mismas ilusiones de volver a tener un futuro, de tal vez...ser feliz..., aunque a ciencia cierta, no se si Kikyou seguira sintiendo lo mismo por mi..., a pesar de saber que fue el mismo Naraku el que nos tendio aquella trampa hace 50 años, no se si ella seguira guardandome rencor..., sinceramente la comprendo.., pero no por eso he dejado de sentir lo mismo que sentia hace 50 años, como aquel dia, en que dulcemente la ayude a descender de aquella barca, en la que inocentemente se tropezo y fue a parar a mis brazos, desde aquel dia, supe que Kikyou era una mujer muy especial, y que jamas volveria a encontrar otra mujer como ella...

-¿Inuyasha?

Nuevamente vuelvo a la realidad...

-creo que tu silencio me da la razon, aun la sigues amando

Su tono habia cambiado, ahora parecia un poco mas triste; decidido a no quedarme, descendi rapidamente de la rama

-ya deja de molestarme ¿quieres, es asunto mio lo que yo piense o haga...

En mi estupido enfado, no habia medido la frialdad de mis palabras, volteo para mirarla y observo a una Kagome, con una expresion totalmente triste..como si estuviera a punto de llorar...

-Ka...Kagome...

Balbuceo, tratando de mostrar un minimo arrepentimiento...

-¿sabes, tienes razon, uno no tiene derecho a meterse en asuntos privados ajenos

Ella se pone de pie y dandome la espalda, comienza a caminar lentamente hacia la cabaña donde se encontraba el resto del grupo

Kagome...yo...

-Inuyasha... ¡ABAJO!

Instantaneamente, mi rostro golpea contra la dura y escarpada tierra, mis ojos que antes denotaban preocupacion, ahora solo miran a Kagome con cierto resentimiento

-Inuyasha, eres un idiota y jamas cambiaras...

-¡vete, no te necesito, de todos modos, queria estar solo...

Respondo con rabia...;sin mas, me pongo de pie y me dirijo a los saltos hacia un peñasco, la noche ya era total... y como no habia arboles se podia observar el brillo de la luna llena plenamente...

-Kikyou...

Murmuraba para mis adentros...; me recoste sobre el borde de dicho peñasco, y me quede observando la hermosa luna, en cuyo centro se reflejaba el precioso rostro de mi amada sacerdotiza; estaba realmente preocupado, pero al no poder percibir su peculiar y delicioso aroma, tipico de una rosa, no podia saber en donde enontrarla o hacia donde dirigirme siquiera...

Hace 2 dias..., han pasado 2 dias desde la ultima vez que pude encontrarla...

FLASHBACK:

Una ardua batalla se libraba contra unos misteriosos cuervos rapaces que atacaron la aldea de la vieja sacerdotiza Kaede sin previo aviso, estas creaturas parecian insignificantes en un primer momento, eran totalmente oscuras, con garras y alas muy filosas como si fueran cuchillas, tenian ojos de un color carmesi brillante, eran muy veloces para la vista humana y al parecer nadie los controlaba, por desgracia en los primeros minutos del ataque no estuvimos presentes, por lo que agarraron desprevenidos a varios aldeanos, entre ellos varios niños lastimosamente; el panorama nos horrorizo demasiado, varios cuerpos desgarrados y regados por toda la aldea, y sus edificios teñidos con la sangre de sus ocupantes, los cuervos no parecian hambrientos, sino que solo se dedicaban a matar y desgarrar a sus presas. Al observar rapidamente la situacion, todos nos pusimos en movimiento para defender a los sobrevivientes; en un primer momento supusimos que se trataba de una obra de Naraku, por lo que una decidida Sango tomo con ambas manos la mano del monje, quien estaba a punto de utilizar su tecnica especial para absorber a las creaturas

-espere su excelencia, no sabemos si esto es obra de Naraku, es mejor no arriesgarse

-de acuerdo...

Mientras Sango y Miroku se encargaban de erradicar los cuervos que sobrevolaban los tejados de las cabañas, Kagome y yo protegiamos a los aldeanos, haciendo que se refugien en la enorme cabaña que se encontraba detras nuestro; Kagome rapidamente disparaba flechas purificadoras contra dichas creaturas, las cuales arrasaban bandadas completas, lo que demostraba irrefutablemente que eran espiritus malignos de todos modos; en un momento noto que un cuervo se aproxima a una indefensa Kagome, sin desenvainar mi espada, utilizo mis garras para borrarlo, Kagome al percatarse, me agradece con una gentil sonrisa en su rostro, sin pensar mas sigo erradicando a los cuervos que intentan atacar a los pobladores que tratan desesperadamente de llegar al refugio; de repente una mujer que es atacada por varios cuervos tropieza y cae, y cuando pareciera que toda esperanza esta perdida para ella, logro tomarla en mis brazos y a los saltos me dirijo hacia donde se encuentra Kagome, al bajarla, a los gritos me suplica

-¡por favor, mi hijo, es pequeño busquenlo por favor, tiene una cicatriz en su frente, ¡por favor!

-Inuyasha, rapido, ve por donde vino esa mujer, tal vez este escondido...

-enseguida

Rapidamente corro en la direccion de la que provino aquella mujer, sin embargo en el camino me encuentro con unos cuervos, me preparo para exterminarlos cuando noto que de un niño pareciera como si estuvieran absorbiendo algo, tristemente aquel niño tenia una cicatriz en su frente como la que su madre habia descrito, por sus picos abiertos entra lo que pareciera ser un alma, veo que hacen lo mismo con muchos niños mas, que por desgracia al igual que el ya estan muertos, solo con los niños no con los adultos, sin embargo sea lo que fuere que esten absorbiendo no iba a dejarlos con vida, me cercioro de que no haya nadie cerca, desenvaino mi espada, la cual toma su enorme forma habitual

-¡malditos sean desgraciados, de esta no saldran con vida! ¡¡¡¡VIENTO CORTANTE!

Con agitar solo una vez a Colmillo de Acero, todo lo que se encontraba frente mio es borrado.

A pesar de nuestros esfuerzos algunos cuervos escapan graznando y volando en direccion oeste hacia el bosque; al volver al refugio, le doy la triste noticia, tanto a Kagome como a la mujer, la cual obviamente estalla en un llanto sin consuelo al igual que el resto de las mujeres que perdieron a sus niños y esposos; al reunirme con el resto del grupo, me doy cuenta que no fui el unico que presencio dicho acto extraño, Sango y Miroku tambien se percataron de ello

Miroku:

-estos cuervos solo absorbian lo que parecia ser el alma, pero solo de los pequeños, pero...¿por que?

Sango:

-quien quiera que este detras de todo esto, no tiene ningun perdon

Kagome:

-si hubiera sido obra de Naraku, hubiera enviado por lo menos sus insectos para vigilar, pero no lo hizo, asi que no sabemos si todo esto fue obra de el...

Inuyasha

-no percibo su olor... sin embargo hay algo que todavia me inquieta..., ¿que era lo que absorbian esos cuervos y por que solo los pequeños?

Miroku

-no lo se...a mi tampoco me gusta nada todo esto...

Kagome

-es mejor por ahora ayudar a la anciana Kaede a reorganizar a los sobrevivientes y prepararnos para pasar la noche...

Sango

-es verdad, Kirara y yo te ayudaremos tambien

Miroku

-yo ire a ver al pequeño Shippo, de seguro aun sigue escondido en aquel tronco de arbol al ver tantos cadaveres de niños, Inuyasha, ¿por que mejor no haces guardia hasta que se pueda estabilizar la situacion, es probable que los responsables de esto vuelvan

Inuyasha

-si...tienes razon...

Sin mas salgo de la cabaña, la noche ya habia caido... y en el cielo nocturno se podia observar una preciosa luna llena que que iluminaba toda la aldea, sin rumbo, me dirijo hacia el arbol mas alto, cuando de pronto, mi nariz capta aquel peculiar aroma, tan suave y embriagante... no podia equivocarme...era ella definitivamente,

-Kikyou...

Suspiro al viento...

No se encontraba muy lejos, corriendo lo mas rapido posible me dirijo hacia el lugar del que proviene aquel delicioso aroma..., una serpiente cazadora cruza frente mio, definitivamente estaba cada vez mas cerca. Muy cerca de la aldea, se encontraba Kikyou recostada en un arbol, de seguro debia de estar muy debil, puesto que las serpientes cazadoras constantemente le traian almas, las cuales depositaban delicadamente sobre su cuerpo; de seguro Kikyou percibio la batalla, por eso se acerco a la aldea, de una manera muy sigilosa.

Irradiando una tenue luz, su cuerpo se alimentaba de las almas de los pobladores caidos, las cuales aun rondaban por el lugar antes de partir al mas alla, dichas almas eran capturadas y depositadas por las serpientes; ella permanecia como un angel con los ojos cerrados, recostada sobre la corteza de un viejo arbol, se veia tan fragil y tan inocente, seguramente trataba de ahorrar energias, su blanca y palida piel resaltaba en la oscuridad del bosque, y su delicado cabello suelto se encontraba tendido hacia delante, lo que la hacia aun mas hermosa; y su rostro, al igual que siempre, no expresaba señal alguna de vida, parecia como si estuviera sumida en un sueño eterno, lentamente me fui acercando, obnubilado ante tanta belleza, ante tanto misterio..., por alguna razon me atraia irresistiblemente, repentinamente en su bello rostro se dibuja una sonrisa

-veo que aun sigues con vida...

-esos insignificantes montruos jamas podrian haber acabado conmigo

-¿que haces aqui Inuyasha? ¿acaso vienes a copadecerte de mi debilidad?

-deja de decir tonterias Kikyou, he venido por que... he percibido tu aroma...ademas...tenia tantos deseos de verte...

-¿verme? ¿para que querias verme?

-Kikyou...tu lo sabes ¿verdad, sabes que aun sigo amandote como aquel dia en que me prometiste que me transformarias en humano para poder estar juntos...lo sabes ¿no?

Mientras pronuncio estas palabras me iba acercando hasta quedar frente a ella, me arrodillo para estar a su altura, en ese momento ella abre los ojos, y mirandome con una expresion de total frialdad responde

-Inuyasha...el pasado no se puede borrar, por mas que nosotros lo intentemos, lo hecho hecho esta, no se puede cambiar, es por eso que se debe aprender a convivir con el u olvidarlo como en mi caso...

Conocia demasiado bien a Kikyou... ella haciendo prevalecer su orgullo por sobre las cosas jamas admitiria abiertamente que aun sentia lo mismo por mi, ademas ella tenia una muy particular manera de amar..., sin embargo habia una manera de probar si lo que decia era verdad...

Mirandola con cierta ternura y tristeza, la rodeo con mis brazos

-¿q...que haces Inuyasha? ¡¡sueltame, ¡te digo que me sueltes, ¡¡YA BASTA!

Sin hacer caso de sus golpeteos en mi espalda o de sus reproches, no la soltaba, seguia abrazandola con tanta ternura y delicadeza

-Kikyou, yo en verdad te amo...sigo amandote y jamas te olvide, tampoco quisiera olvidarte, puesto que tu sola existencia es la que le da sentido a mi vida, tu eres la dueña de mi corazon...

Poco a poco la sacerdotiza fue cediendo, sus manos que antes golpeaban mi espalda ahora no hacian mas que acariciarla dulcemente, sus reproches habian cesado y su precioso rostro ahora se recostaba en mi pecho, ella cerro los ojos y solo se dejo llevar por la situacion; las serpientes cazadoras giraban en torno a nosotros.

Entonces me separe de ella...y sin poder resistirme a aquel angelical rostro, acerque mis labios a los de ella, y dulcemente la bese, ella correspondio a aquel beso; aun con los ojos cerrados y sin soltarme...se aferro mas a mi...

-Kikyou...

-creo que ya es suficiente por hoy Inuyasha...ella de seguro te esta esperando...

-yo...quiero quedarme contigo aqui...

-es triste ver como cedes tan facilmente ante una minima muestra de afecto fingida...

Al decir esas palabras, se aparto de mi, sin embargo...sabia que ese abrazo y ese beso no habian sido fingidos para nada...ella aun sentia algo por mi, aunque no sabia si ese sentimiento era tan fuerte como el de hace 50 años...

Se puso de pie, tomo su arco y flechas

-Inuyasha...el pasado no puede convivir con el presente y lo sabes, seria mucho mejor para ti si escogieras el olvido...

-sabes que eso es imposible Kikyou...yo te amare por siempre... y lo sabes...

-eres el mismo idiota que hace 50 años...no cambiaras jamas...por cierto...ultimamente he percibido una extraña energia que se aproxima del oeste..., no es maligna, pero tampoco puedo asegurarte que sea benigna, es muy extraña...tal vez tu amiguita sepa algo...

Sin decir mas...Kikyou se marcho con sus serpientes cazadoras, las cuales la seguian fielmente

-¡espera Kikyou, no te vayas...

Trate de detenerla, pero una extraña neblina aparecio repentinamente, ocultando tanto a ella como a su delicioso aroma; resignado decidi volver a la aldea, al llegar a la cabaña donde supuestamente se encontraban los demas, noto que habia alguien sentado en la entrada, al acercarme me percato de que es Kagome, quien estaba sentada con su cabeza sobre sus flexionadas rodillas

-Kagome...¿que haces aqui todavia despierta?

Sin responderme me mira con cierta tristeza y desencanto, acaso...¿me habria visto?

-Kagome...

-habia percibido la energia de Kikyou, ademas sus serpientes cazadoras merodearon por la aldea durante un buen rato, llevandose las almas de los muertos...

Ella rapidamente se levanto y entro en la cabaña...

Kagome...no podia mirarla siquiera a los ojos... es por esa razon que esa noche dormi afuera...

FIN FLASHBACK

-Kikyou...

Mientras miraba la hermosa luna, veia pasar varias siluetas...que cruzaban el hermoso y estrellado cielo nocturno...me esforze por tratar de descubrir quienes eran; por el apestoso olor y por la forma en que su larga cabellera ondulaba al viento, pude cerciorarme de que se trataba de Sesshoumaru y sus compañeros, se dirigian en direccion al oeste, sea lo que fuere que percibio, le atrae mucho mas lo que hay alli que venir enfrentarme...

De repente escucho el crujir de una rama detras mio..., me pongo en guardia a punto de desenvainar mi espada...cuando veo que la que aparece es Kagome

-Inuyasha...¿que haces aqui?

-solo mirando el cielo nocturno

Mas calmado...bajo mi guardia y vuelvo a recostarme, caminando lentamente Kagome se sienta a mi lado

-¿sabes, yo...queria pedirte perdon por lo de esta tarde...

-esta bien, no tienes por que disculparte...en realidad yo...fui muy rudo contigo...asi que...perdoname...

No es mi estilo andar disculpandome...es por eso que pedi perdon demasiado sonrojado, cuando giro mi cabeza para verla, ella me mira con extrañeza y pone una mano en mi frente y otra en la suya...

-¿¿¿Q...QUE HACES?

-no, no tienes fiebre, ¿estas bien, no es tipico de ti andar disculpandote

Sonrojado y malhumorado, quito su suave mano de mi frente...

-ya deja de molestarme ¿¿¿¿quieres?

Ella esboza una preciosa sonrisa en su rostro..., al mirarla mi malhumor habia desaparecido; esa hermosa sonrisa en su rostro, esa ojos llenos de vida y felicidad...

-Kagome...yo...

-¿pasa algo Inuyasha?

Ella me miro un tanto desconcertada...era tipico de ella, puesto que era una chica muy inocente y a pesar de ser bastante perceptiva en los temas referentes a los sentimientos, habia cosas que ella aun no podia captar...

¿Que era lo que sentia por Kagome, ella le daba alegria a mi vida y por mas redundante que sea le daba vida a mi vida...Kagome...

Mis ojos se perdieron en los suyos...mi rostro mostraba cierta preocupacion e incertidumbre..

Fue entonces cuando inconcientemente mis fuertes brazos la rodearon

-Inuyasha...no...

Su voz era suave y casi apagada..., sin embargo ella se aparto de mi abrazo y con un tono demasiado enojado y una mirada llena de completa furia me reprocho

-¡eres un IDIOTA, ¡maldito mujeriego, hace 2 dias estuviste con Kikyou y ahora en su ausencia ¿yo soy su reemplazo?

Al parecer despues de todo..si nos habia visto..., no pude siquiera decir una palabra...tenia razon...aunque, estaba completamente seguro que lo que sentia por Kagome tambien era algo fuerte...no sabria explicarlo...pero al menos lo sentia asi...

Ella me dio la espalda y cuando parecia que iba a retirarse, una fuerte rafaga de viento nos sorprende y tanto ella como yo nos percatamos de una muy fuerte energia maligna.

Rapidamente levanto mi mirada y veo que una extraña arma cae del cielo y se clava firmemente en la tierra, frente a Kagome

-¡¡KAGOMEEEEE! - Grito desesperado -

-estoy bien Inuyasha...

-jaja.. no por mucho mi señora...

Una sombra zurca el cielo y se posa sobre la extraña arma clavada en el suelo, cuando puedo ver bien, veo que se trata de una guadaña, cuyo filo estaba totalmente ensangrentado y en el centro (donde la parte filosa y el palo se unen) una perla de color rojo brillaba. Aquel extraño personaje lanzo una fuerte carcajada

-¿QUIEN ERES MALDITO? – interrogo fuertemente –

-¡ja ja ja, seria muy descortes si no me presentara, muy bien...mi nombre es Shiki, para servirles...

CONTINUARA...