SPN no me pertenece. Eric Kripe, Robert Singer, Jeremy Craver y demás que hacen esa serie posible.
Sam miró al arcángel, este lo miraba expectante nunca se le había pasado por la mente que a este le preocupara su relación...Alzó una ceja, y sonrió con obviedad.
-Somos amigos, Gabriel...¿Por que la pregunta?
Esas simples palabras fueron todo para el rubio, todo se había esfumado, quizás y era lo correcto...-No por nada..-No podía dejarlo así...Realmente, su pecho se lo exigía y era como si tuviera que seguir la frase, el destino. Chasqueó la lengua mientras bajaba un poco la mirada - Quizás es por que...Hasta un ciego se daría cuenta de lo que siento por ti...Estúpido alce...-Sin más, lo había mandado todo al carajo, ya no le importaba. Dio media vuelta y empezó a caminar, no creía que fuera a ser como en las películas de amor en donde la chica se resignaba y le contaba al tonto muchacho sobre sus sentimientos y este de inmediato antes de que esta huya, la toma de la mano y se detengan para un contacto visual intenso...No, el era hombre y sabía que eso para los hombres era mandar la dignidad, igual al carajo.
Salió del motel y caminó por el estacionamiento, sintiendo el frío en su cara, como el rubor en sus mejillas se formaban a causa de este. Suspiró, sabía que Sam nunca saldría de ahí, y mucho menos...Se enamoraría de un hombre...La espera a que este hiciera su escena de la búsqueda de su amada tomaba demasiado y empezaba a impacientarse, quizás y nunca atravesaría esa puerta...Resopló y se alejó más, más y más la neblina empezaba a cubrirlo y al estar completamente cubierto el aleteo se hizo presente. Sam salió de la habitación de aquel motel viejo y miró a su alrededor, quizás había tomado mucho tiempo en pensar que hacer, que este se fue...
Sonrió desvalido y miró al cielo. -Lo siento, Gabriel...Creo que me tardé demasiado...Sólo quiero que sepas que...- No terminó la frase y escuchó el aleteo.
-¿Saber qué? - Escuchó la voz del Trickster atrás de él y sonrió ahora con una razón. Se volteó y lo miró sonriendo, notando en sus mejillas el rubor, haciendo que sus mejillas se contagiaran igual.
-Ahora lo noto...-Miró el rostro de confusión del más bajo y de inmediato lo rodeó con sus brazos.- Ahora si lo noto...
Quizás no había sido el final de película de amor con el beso en la lluvia y el drama. Pero para Gabriel era más que suficiente saber que ahora este se daba cuenta y que aún mejor este lo aceptaba.
-Eres un idiota, sabías...-
-Lo que digas...Soy lo que tu quieras...
Las mejillas de Gabriel no pudieron estar más rojas, al igual que las de Sam.
-Te quiero, Gabriel...
