A la una de la tarde, un hombre cae en el hospital por un pre-infarto, pero es estabilizado y controlado en la sala de urgencia en la camilla 3.

El "cuarto" no es mas que una camilla separada por una cortina en los costados y el hombre se queda solo, porque no se recibirá visitas hasta las cinco.

Paralelamente una doctora llamada Mikasa Ackerman ingresa al pequeño espacio donde está el hombre y revisa sus signos vitales. Sin dirigirle la palabra. Fuera de ello, hace exactamente lo mismo con todos los usuarios, aunque a veces entrega recetas e inspecciona a los pacientes que llegan por cosas típicas como fracturas o afecciones al corazón, hasta llegar frente al Yokai (1) de la sala de urgencia, una criatura que se hace llamar Rivaille.

Ambos trabajan en la misma sala pero Mikasa tiene un talento natural para despreciarlo. Una de las razones es porque es Rivaille, la otra es porque es una interna nueva lo que la obliga a estar bajo la tutela de él, y la última es que él parece disfrutar el dejarle a su cargo los pacientes más problemáticos, los cuales iban desde el tipo maniático que se traga los tenedores plásticos, hasta una la mujer que llego con un lavamanos pegado en su mano derecha (completo). Así fue que luego de un mes trabajando allí, acabó por llenar su casillero herramientas de gasfitería y una pistola que usaría cuando por fin se volviera loca.

-Camilla 8-fue todo lo que dijo Rivaille.

Cuando llegó, vio sobre la camilla a una chica delgada que sostenía un papelero plástico porque no podía parar de vomitar. Y esa fue la primera vez que respiraba hondo tan solo para dar un largo suspiro lleno del más puro alivio.

-Hola soy la doctora Mikasa.

Sin embargo al practicar le la endoscopia se encontraron con que la entrada del estomago estaba tapada con una estructura de pelos. Enseguida ante el extraño hallazgo, a la chica se le practicó una operación en la que se extrajeron 40 centímetros de una masa azabache echa del propio pelo de la muchacha, una pelusa horripilante formada desde la más tierna niñez de la chica hasta estos momentos en que Mikasa debía hacer de psiquiatra. Otro regalo de su queridísimo superior.

-No estudie 6 años para esto- es todo lo que se dijo cuando ya iban a ser casi las cinco.

A esas alturas del día, de nueva cuenta tenía las manos resentidas por el uso excesivo de jabón. Cortesía del Rivaille. Y estaba cansada porque encima de todo, había hecho la promesa de no beber café o cualquier aditivo para mantenerse despierta.

Cinco en punto. Las puertas principales de la sala de emergencia se abren al público, entonces al hombre del infarto lo pasa a visitar una mujer que parece ser su esposa, quien lleva consigo una botella de agua y le pregunta a mikasa si él puede beber eso. Ella le contesta con un simple sí, siguiendo con sus múltiples tareas.

Cuando mikasa se retira, la mujer le sirve en un vaso al hombre y él da un beso en la frente, luego de conversar un rato y retirarse para que dejen pasar a su hijo. Cuando la mujer se retira, el hombre desea beber del agua embotellada que le había servido su esposa, pero se da cuenta que la mesilla está muy lejos de él y al no ver a ninguna enfermera cerca, intenta agarrarlo por su cuenta, sin embargo, esta adolorido y solo logra derramar todo el contenido por el piso. Mientras que esto ocurre, Mikasa busca a la enfermera a cargo de la cama 7, donde se supone había que hacer lecturas del electro, pero ninguno de los exámenes se encuentra en la carpeta.

Paralelamente la esposa del hombre del pre infarto, ya está fuera de la sala y le dice a su hijo que ya puede pasar. Y ahora Mikasa recorre las zonas cercanas a la camilla hasta que por fin alguien le dice que la enfermera está atendiendo al paciente de la camilla 1, por tanto agradece la información y camina a la camilla.

En esos momentos el hijo del hombre del pre infarto esta con su padre y le sonríe feliz porque, conociendo muy bien los hábitos de su papá, bien sabe que pudo haber sido mucho peor.

-Jean dile a tu madre que estoy bien y que...

-Claro que no…No la cuentas dos veces ¿Entiendes?

Dos camillas a la izquierda, Mikasa está esperando a que la enfermera termine el procedimiento antes de preguntarle por los exámenes. Entonces mientras él regañaba a su padre, y ella espera, otra enfermera grita desde la camilla 7:

-¡Paro!

Instintivamente Mikasa corre al igual que todos en la sala. Pero cuando ella pasa por la camilla 3 no logra ver el líquido que está tirado por el piso, se resbala y su cuerpo se va irremediablemente hacia atrás. Sus músculos se contraen automáticamente, el pulso se dispara y sus ojos se cierran y estira su brazo intentando amortiguar la caída de alguna forma, pero lejos de sentir el golpe fuerte en su cabeza o el piso duro sobre su espalda, solo siente un fuerte agarre en su cintura y brazo firme que la sostiene por los hombros. Entonces abre sus ojos y ve sobre ella el rostro sorprendido de un hombre castaño y ojos pardos hasta que a su lado resuenan las risillas de sus compañeros de trabajo. Luego ella se para como puede, completamente avergonzada. Y el sonríe de medio lado porque literalmente el amor cae sobre él. Aunque claro, ninguno de los dos lo define de esta manera inmediatamente.

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(1) Yokai: es una aparición, espíritu, demonio o monstruo en Japón.

Es una historia inspirada en algo que vi... estoy segura, pero no me puedo acordar de donde, si a alguien le suena que me lo cuente. En fin ojalá lo disfruten.

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