En un gran edificio con la forma de un medieval castillo, se encontraban varias personas pero no todas. La razón de que en Fairy Tail haya pocas personas, es por el concurso para pasar a clase S y muchos se fueron a hacer misiones en solitario. Menos los más viejos y una rubia que bebía su malteada, hablando animadamente con su amiga, Mirajane.
—qué raro que no hayas ido con Natsu y Happy...
La rubia de nombre Lucy solo se encogió de hombros y siguió bebiendo.
—quería tomarme un tiempo libre para mi, pero después iré a uno solitario y fácil para mi —se río la joven maga viendo la tabla de anuncios.
—yo tengo uno con buena paga y es el más fácil de los que hay en el tablón —habló la peliblanca sacando un papel de abajo de la tarima.
Lucy lo agarró entre sus manos y leyó lo que pedían.
—piden un mago para encontrar a un niño perdido —susurró la maga celestial —wow, así que son 100.000 Jewels... —se quedó pensativa si aceptar el trabajo, pensó que buscar a un niño seria fácil con sus espíritus así que sonrió —esta bien Mira... Anotame en esta misión...
La mujer asintió con una sonrisa y sacó un cuaderno donde anotó el nombre de Lucy en tal misión.
—bueno mejor me voy preparando —dijo ella a la vez que acababa su bebida y se levantaba —nos vemos en unos días Mira...
La joven asintió y se despidió de la hada con una sonrisa que transmitía amabilidad.
Esa sonrisa, esa sonrisa fue la última que pudo apreciar Mirajane de su amiga Lucy.
