Disclaimer: Kingdom Hearts no me pertenece, pertenece a los estudios Square Enix y Disney Interactive Studios.

Rating: M

Pareja: RikuxSora, RoxasxSora. Una de las dos será unilateral, sólo no sé cuál.

Aclaraciones:

"Hablan los personajes".

'Pensamientos'.

Nota de la autora: Yeah, mi primer fic de Kingdom Hearts, soy tan feliz de poder hacerlo. Disfrútenlo.

Summary: Se fue a Islas del Destino porque necesitaba alejarse del ajetreo de Midgar, su hermano lo envió hasta la isla y su hermana le dio una compañía inesperada: -Y él es Sora, mi hijo.


Yunmoon Projects

Presenta:

CRONOGRAMA

Capítulo 1 – Islas del destino

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Puede que el día que terminó de cansarse de Midgar fue, precisamente, esa tarde. Roxas miraba por la ventana de su habitación el exterior, la ciudad; sin embargo, todo se veía mal y él, sinceramente, no quería seguir viéndolo, por lo mismo sabía que no valía la pena que dejara de mirar, por el simple hecho de que sus pensamientos le traerían esa imagen, él odiaba la imagen de la ciudad. Desgastada, oscura, húmeda; peligrosa. No es que odiara Midgar, después de todo era lo único que conocía, por eso mismo sabía que tenía que salir de ahí, encontrar otro lugar. Empero, no tenía otro lugar, con sus dieciocho años recién cumplidos podría pensarse que tenía la libertad para hacer lo que le viniera en gana, el problema es que no era así.

¿Entonces qué hacer? Podría morirse de aburrimiento en lo que se abría la temporada de exámenes de las facultades del área… aunque odiara la idea de estudiar en Midgar no tenía otro lugar y él no iba a dejar de estudiar; Cloud lo mataría por el simple hecho de tener el pensamiento. De cualquier forma, lo probable es que le salieran rices en la cama mientras pasaba el tiempo y él seguía odiando ver el paisaje ruin y desolado que era Midgar.

Tal vez y sí que lo odiaba un poco.

Cuando Cloud volvió, entrada la noche, lo encontró recostado bajo la mesa de la sala, con los pies sobre el sofá y viendo la tele de cabeza, el mayor elevó una ceja antes de jalarlo del brazo y sacarlo de ahí; se miraron a los ojos antes que la expresión de Cloud fuera indescifrable, como siempre y Roxas se sentara en el sofá y tomara el mando de la televisión comenzando a cambiar canales

-No quiero preguntar… ¿pero qué hacías ahí? Pensé que el psicólogo de la secundaria había dicho que ya estabas bien… al menos eso creí.

-Estaba aburrido… nunca hay nada que hacer.

-Entonces mueve tu flojo trasero y ve a conseguir un trabajo de verano.

-Los trabajos de verano apestan. –Soltó sin si quiera mirar a Cloud. –Aquí apestan, hay que hacer un montón de trabajo horrible y mal pagado, es un asco.

-Los trabajos de verano que tanto 'apestan', fueron los mismo que te pagaron la matrícula de la escuela y prontamente la de la universidad. –Cloud se dejó caer en el sofá, movió la cabeza de un lado a otro, probablemente tenía dolor de cuello. –Y si no te parece entonces sigue dejando la marca de tu trasero en estos sillones…

-Te equivocas… -dijo Roxas, mirándolo con un ceño fruncido. –Mi cama también está sufriendo el ataque de mi trasero.

Cloud frunció el ceño, ya no tan divertido con la broma, de todas formas, Roxas se colocó detrás del sofá y comenzó a darle un masaje en los hombros, no era tan mal hermano como para no notar que Cloud estaba muerto, como de costumbre, el trabajo en la fábrica, luego el de repartidor, más el de vigilante nocturno, todo eso lo debía de estar matando. Sin embargo Cloud nunca se quejaba.

Roxas besó su nuca, como siempre lo hacía cada vez que le daba un masaje, Cloud se dejó caer en el sofá, disfrutando del frote de sus manos contra la tensión acumulada después de una ardua jornada de trabajo. Probablemente tomaría el puesto en esa librería que Rinoa le había dicho, e incluso podría irse con Cid a ser su ayudante en ese loco taller suyo inventando todas esas mierdas.

-Lo que no te gusta es Midgar… ¿cierto?

Soltó Cloud, de repente, a Roxas no le gustaba decir nada sobre Midgar, después de todo era su casa y Cloud no parecía odiarla, por eso mismo él sentía que tampoco tenía derecho a hacerlo… pero ahora que su hermano lo soltaba…

-No lo sé.

Porque afirmarlo hubiera provocado que Cloud pensara en cambiar de casa, las cosas ya estaban bastante flojas para que se pusiera de exigente, así como no le importaba vivir en una casa sucia, pequeña, gris y acabada; tampoco le importaba vivir en una ciudad grande, sucia, gris y acabada. Nunca sintió que necesitara mucho… Pero no le vendría mal un cambio de aires, aunque fuera sólo por las vacaciones.

-Uhm… Aerith mandó esto… tal vez quisieras tomar la oferta.

Roxas elevó una ceja con curiosidad, dejó el masaje de hombros de Cloud y tomó la carta que el rubio le había extendido; era un sobre amarillo pastel con un simple: Para Cloud y Roxas. La carta ya estaba abierta, supuso que Cloud la había leído hace ya varios días atrás. La caligrafía se distinguía a la perfección, era la letra suave y pulcra de Aerith, su hermana mayor, leyó el sobre lentamente, luego giró sobre sí mismo y recargó su cadera contra los hombros del mayor.

-¿Nos invita a Islas del Destino? ¿Es enserio?

-Bueno… sí, de hecho… no es la primera vez. Cada verano, desde hace cuatro años, Aerith nos invita a pasar tiempo en su casa.

-Y… me lo dices ahora… ¿por qué…?

-Pareces desesperado por salir de Midgar, supuse que querías tener unas vacaciones fuera da aquí… además, tú no conoces a Aerith, ¿cierto?

-No… cuando nací ella ya tenía quince… luego se fue con Zack…

Cloud se levantó del sofá, Roxas perdió el equilibrio por un segundo antes de recobrarlo y separarse del respaldo, ambos se miraron por un momento, luego Roxas se encogió de hombros y le devolvió el sobre.

-Bueno, si quieres ir dímelo, Aerith quería que le avisara antes de… media noche…

Las palabras de Cloud y sus gestos sólo le hicieron comprender una cosa.

-¿Desde cuando tienes esa carta?

-No lo sé, hoy… ayer… tal vez hace una semana…

Roxas evitó rodar los ojos ante eso, Cloud, por otro lado, mantenía una mirada tranquila, el maldito idiota siempre estaba tranquilo y sin embargo era un sensiblero como ningún otro y además se asustaba con las películas japonesas de terror, pero por fuera siempre parecía muy tranquilo, muy serio y muy estoico. JA! No era más que una fachada que Roxas estaría feliz de revelar, pero para no quedar él mismo como idiota se quedaba callado.

-Bien… pues… ¿tú que dices? Aerith tiene familia y… no sé si que yo fuera…

-Ah… ella quiere que conozcas a su esposo y también a su hijo, así que no creó que se enoje, de hecho, ella parecía entusiasmada ante la idea de que fueras, no te conoce mucho y se siente mal porque somos hermanos.

Roxas aceptó el argumento, pero aun así no estaba seguro de quedarse en casa de Aerith, ella ya tenía una vida en Islas del Destino, que él fuera a entrometerse, ¿no resultaría molesto para la familia? Bueno, tampoco es como si se fuera a quedar para siempre, sólo sería parte del verano. La idea de estar bajo los brillantes rayos del Sol, en la arena, con una hermosa vista del mar fue suficiente como para que le diera lo mismo.

-Bueno… yo podría ir… una semana, tal vez…

-Sobre eso… Aerith te quería para todo lo que restaba de vacaciones… bueno, si quieres.

-¿Todas las vacaciones?

-Bueno… sí. ¿No quieres?

-No es que no quiera… pero es mucho tiempo.

-Da igual, -soltó Cloud, estirándose un poco, -ella dijo que fueras todas las vacaciones y tú quieres descansar de Midgar, así de fácil. Ve a empacar tus cosas, te vas pasado mañana en el primer ferri.

Sin más discusiones Roxas aceptó.

-0=0-

Cuando Roxas subió al ferri pensó que, probablemente, debió de haber avisado a sus amigos que se iría de Midgar por una temporada… pero llegó a la conclusión que se tendrían que enterar tarde o temprano, cuando llamaran a su casa y Cloud respondiera… sólo esperaba que fuera sutil aunque sabía que la sutileza casi nunca estaba en Cloud.

El viaje en ferri sería bastante largo, pasaría un día y medio en el ferri y sólo haría una parada y eso sería hasta que pasara un día. Soltó un suspiró y entrecerró los ojos.

Cloud le había hablado un poco de Aerith, así como de Zack. Aerith era una chica amable, tranquila y risueña, a la cual nunca le gustó Midgar. Zack, por otro lado, era hijo de un guardia de Midgar, siempre pensó que trabajaría como guardia también, hasta que conoció a Aerith, se enamoraron, tuvieron un hijo cuando Aerith sólo tenía 17 y se fueron de la ciudad. Al parecer no supieron nada de ella hasta que mando una postal de Islas del Destino. Roxas recordaba a su padre no le gustaba hablar de ella.

Y al parecer a Cloud le daba igual.

Su madre, por otro lado, también hablaba poco de Aerith, pero era porque ella no la conocía mucho. Aerith era sólo su media hermana, Roxas nunca conoció a la madre de Aerith, al parecer había muerto dos años después que Aerith nació. Sin embargo, Rikku, su madre, siempre fue muy alegre y positiva, hasta que también murió.

Desde entonces su padre siempre se mantuvo estoico, hasta que hace tres años su padre murió.

Roxas se acomodó en su asiento y decidió alejar todo eso, sólo quería disfrutar de sus vacaciones, estar en una isla, con el clima tropical y conocer a su hermana sería una buena experiencia para esas vacaciones. O al menos eso esperaba. No quería ser un entrometido en la vida de Aerith y Zack, aunque, al parecer, Aerith estaba emocionada de conocerlo… palabras exactas de la chica cuando Cloud le pasó el teléfono.

Le hubiera gustado ir acompañado de Cloud, pero bien sabía que él no se movería de Midgar, tenía trabajo que hacer y tomarse una vacaciones hubiera significado perder al menos uno de ellos, en la posición en la que estaban no podían permitirse ese tipo de lujos, Cloud ganaba muy poco en todos sus trabajos y aunque Roxas le había dicho que él también podía trabajar Cloud se había negado inmediatamente.

Cloud no había podido estudiar… por lo mismo deseaba que él si terminara sus estudios.

Maldito buen hermano que tenía, Roxas no podía evitar quererlo como lo hacía. Cloud siempre era callado y tranquilo, pero, sin duda, trabajaba duro para él; Roxas trataba de regresarle todo estudiando duro y haciendo las tareas de la casa, claro, nada comparado con lo de Cloud, pero realmente lo intentaba.

Iba a extrañarlo estas vacaciones.

No supo en qué momento se quedó dormido, pero si supo que estaban a dos terceras partes del camino porque el ferri estaba detenido, se estiró antes de mirar por la ventana, todo estaba oscuro y una luna grande y azul se dejaba ver por la ventana, dudo en salir del compartimiento, finalmente le dio pereza, se quedó en su asiento mirando el cielo, en Midgar podía ver ese cielo… pero no esas estrellas. La noche era oscura y densa, pero Roxas se encontró demasiado impresionado con la vista que no volvió a dormir hasta que unas nubes claras comenzaron a cubrir el firmamento.

Cuando abrió los ojos un paraíso tropical ya lo acompañaba.

Casi soltó un grito de niña al ver el mar abrirse por todas direcciones. El agua absorbía los rayos del sol creciente y las sombras de los árboles y palmeras cubrían la tierra y la arena. Era mejor de lo que esperaba. Vio su piel y se sintió abochornado al notar que era muy blanca, ahí la gente debía de tener un color bronceado y menos enfermo que el suyo. Se estiró en su lugar y comenzó a levantarse cuando el ferri se detuvo.

Podía sentir el clima en el aire, era brillante, cálido y despejado… tan diferente de Midgar.

En cuanto puso un pie fuero un par de brazos lo rodearon, estaba tan confundido que se separó con más agresividad de lo que quería, pero estaba asustado. La chica que le sonreía dos pasos lejos de él le devolvió el alma. Era Aerith y estaba mucho más linda y agradable que en las fotos. Su rostro suave y definido le mando un ligero rubor, no se parecía mucho a Cloud o a él, debía de parecerse mucho a su madre.

-¿Roxas? Espero no haber cometido un error, aunque te pareces mucho a Cloud.

-Sí… yo soy Roxas.

-¡Eso es genial! Yo soy Aerith. Estás tan… grande, la última vez que te vi estabas así de pequeño. –Ella se señaló la altura de las rodillas y, por alguna razón, Roxas se sonrojó. –Y Cloud me llegaba a la cintura, ahora debe ser muy alto, ¿cierto?

-Ahm… sí, es un poco más alto que yo.

-¡Maravilloso! ¿No te estoy incomodando, cierto?

-No, para nada. Sólo que… esto es… nuevo para mí.

-¿Hablas de mí, del clima o del lugar?

-Todo. –Y cuando decía todo, decía… 'todo'. –Es muy diferente a Midgar.

-Totalmente… me hubiera gustado que Cloud estuviese aquí. Me ha contado de su trabajo como guardia nocturno… Debe ser difícil.

-Ah… supongo.

-Bien, vamos, te llevaré a mi casa para desempacar y que descanses. El viaje desde Midgar es muy largo. La primera vez que llegue me dormí todo el camino y Zack tuvo que hacerse cargo del bebe, fue tan adorable cuando desperté. Pero es un secreto, Zack no sabe que desperté.

-¿Cómo está tu familia?

Aerith sonrió. –Ellos están muy bien, Zack es genial, nos cuida y nos da todo lo que puede. Uh… conocerás después a mi querido bebe, después de todo es mejor verlo que describirlo. Realmente te pareces un montón a Cloud, los mismos ojos… el mismo cabello. -La castaña le despeino con suavidad el cabello rubio, Roxas se sintió bien por el tacto. -¿Cómo está Cloud? Era tan lindo de niño, aunque siempre se iba con Leon… eran un par de traviesos.

Roxas elevó una ceja, ¿Quién era Leon? Nunca había escuchado hablar de él. De todas formas le restó importancia, no tenía por qué saber sobre todos los amigos de Cloud, igualmente su hermano no sabía sobre todos sus amigos. Aerith comenzó a caminar y él la siguió por atrás.

-Él está muy bien, creo que se comunica contigo de vez en cuando, ¿no? –Aerith asintió, -bueno, trabaja, y tiene amigos… Rinoa es su amiga y Tifa quiere salir con él, pero Cloud sigue sin enterarse o lo sabe y no le importa. Bueno, de hecho creo que… no le interesa tener familia por ahora.

-Ya veo. ¿Entraras a la universidad este año, cierto? ¿A dónde piensas ir?

-Quiero ir a una Universidad a Ciudad de Paso o Villa Crepúsculo. Aún no estoy seguro.

-Villa Crepúsculo es adorable, es una ciudad tranquila y linda, la universidad ahí puede gustarte mucho… si lo que buscas en un lugar tranquilo para estudiar… por lo visto no quieres quedarte en Midgar.

-No… no lo sé… yo…

-¿No te gusta?

Aerith le miró con una sonrisa cómplice, Roxas negó. –No me gusta mucho… pero Cloud…

-Oh bueno… Cloud es un hombre que vive en la rutina, su cronograma no le permite salir de ahí… además… creo que él aún espera que Leon regrese… aunque ya hayan pasado más de catorce años.

De nuevo Leon… ¿Quién era Leon?

-¿Quién es Leon?

El rostro de Aerith cambió a una mueca de desconcierto. -¿Cloud nunca te ha hablado de él?

-No, nunca ha mencionado a un Leon.

La mueca en el rostro de Aerith cambió drásticamente, ahora se veía desolada y triste. –Bueno… tal vez aún es difícil para él hablar de Leon, aunque era su mejor amigo. Hagamos esto, cuando vuelvas con Cloud, si él no te dice nada de Leon, entonces lo haré yo, ¿te parece?

-Oh… bueno.

-No me parece que Cloud no te cuente de él, bueno… ¿Tú le hablas sobre tus amigos, cierto? –Roxas asintió levemente. –Pues él debería de hacer lo mismo, después de todo Leon y Cloud eran muy unidos; los mejores amigos en todo el lugar, Tifa siempre quería ir con ellos, pero para los dos… con que estuvieran juntos era suficiente. ¡No permitían que nadie más se metiera en sus aventuras!

Woo. Sonaba tan… poco Cloud. -¿Y dónde está Leon? Yo nunca he conocido un Leon en Midgar… bueno, ninguno que hable con Cloud… ¿o es que ya no se hablan?

-No… Leon se fue hace mucho tiempo de ahí… pero ya te dije, pregúntale a Cloud, si él no quiere contarte, entonces yo lo haré. –La sonrisa de Aerith volvió en ese momento. –Pero vamos, mi casa queda por aquí. Pronto veras que la isla es realmente pequeña, pero un encanto.

Como Aerith lo dijo, la isla era un encantado, un brillo dorado parecía cubrirla, el Sol era un poco molesto, después de todo en Midgar siempre hacía frío. Pero dejando fuera ese pequeño detalle todo era sorprendente, la gente, como supuso, tenía un brillo dorado en su piel, se veían sanos y felices, por lo mismo le pareció extraño notar que la piel de Aerith era blanca, igual que la suya. El centro de la isla tenía tiendas por aquí y por allá, era un centro pequeño comparado con la ciudad, pero ese tamaño era más que suficiente. Un restaurante, una tienda de helados, tiendas de ropa y joyerías, nada diferente de lo normal, pero de alguna forma se sintió mejor. Un destello plateado robo su atención y volteo. Un chico de cabello plata y una chica de cabello rojizo caminaban tomados de la mano, ella tenía un tono rosado de piel y él un tono claro, muy claro. Le pareció un poco inusual para esa isla, pero lo ignoró y continuó mirando otros lugares.

-Puede que no sea impresionante como Midgar, pero… es lindo, a su manera. Aquí casi todos se conocen, por eso es lindo vivir en un lugar así. En Midgar era fácil perder una cara y no volverla a ver. Todas las personas que ves ahora es probable que las conozcas más adelante. Por cierto, Zack ayudó a diseñar este lugar. ¿No es bonito?

-¿Es arquitecto?

-No, ingeniero civil… aunque ahora trabaja en la administración de un pequeño negocio.

-Oh.

-Mira, este es nuestro lugar para tomar helado, traigo a mi bebe a veces.

-¿Cómo es él?

-Oh… es un encanto. Es un niño bien portado, sonriente y lindo. Pronto lo conocerás, vamos, vamos.

Pronto pasaron las tiendas y varias casas pequeñas se alzaron por todas partes, era un lugar pequeño, con casas pequeñas y lindas, brillantes como toda la isla. Se detuvieron en una grande y supuso que Zack la habría construido, Aerith entró suavemente.

-Uhm… creo que no hay nadie en casa, vamos Roxas, te llevaré a tu cuarto.

Caminaron al piso de arriba, Aerith abrió la puerta junta a las escaleras, una habitación más amplia que la suya fue mostrada, aunque con muchas cosas menos, la cama pegada a la pared, un armario, una cómoda y un escritorio.

-La puerta que esta al fondo es el baño, la que está al lado de la tuya es de…

-¡Estamos en casa!

El grito infantil llamó a la atención de ambos Aerith sonrió con alegría y tomó su mano. –Vamos abajo.

Abajo, como sospechó, estaba Zack, tenía un ceño fruncido bien marcado. Y se veía muy molesto, Roxas se preguntó si debería marcharse, pero Aerith lo empujó a la sala.

Zack no estaba solo.

Alguien más estaba ahí.

Los ojos inmensos y azules de un niño se fijaron en él, luego viajaron a Aerith y finalmente a Zack. Roxas no sabía que estaba pasando.

-Él es Zack, mi esposo. –Señaló Aerith al adulto. –Y él es Sora, mi hijo.

Sora lo miro, sus ojos inmensos aún confusos y ligeramente asustados, tenía un cabello curioso, picos castaños que parecían tratar de revelarse. Aerith se acercó al chico. –Sora, el de aquí es Roxas, es mi hermano, ¿por qué no le das un abrazo?

Los ojos del castaño tomaron un tonó oscuro, como de confusión.

-¿Por qué lo tengo que abrazar? No quiero hacerlo.

Roxas sintió un ligero burbujeo de fastidio.

Estás iban a ser unas largas vacaciones.

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Uhm… esta va a ser una historia larga, confusa, tal vez fastidiosa, va a ser lenta y tendremos muchos problemas porque estoy fascinada con el angust y el drama, ¿no es genial?

Bien. Como me recomendó una amiga que dijera antes que nada: No esperen actualizaciones rápidas, porque no tengo tanto tiempo, sin embargo no duden que voy a seguir esta historia como todas las que poseo. (Excepto las de Naruto, estoy en Hiatus porque no sé cómo continuarlas).

Esta historia realmente va a ser compleja y larga, porque mis planes para ella son largos, largos capítulos que van a atormentarlos. Por ahora ya va el primer tormento. ¿Qué pasa con Leon y Cloud? Pues les diré que no se tocara ese tema hasta muy avanzada la historia, después de todo los primeros capítulos de toda historia casi siempre son de introducción.

Bien, supongo que es todo lo que puedo decir de esta historia por el momento… ¡Espero que disfruten cada capítulo!

Shao~ shao~