The Story

-Sach, ¡espérame!- gritó una chica rubia, mientras corría por la vereda hacia una chica de deslumbrante cabellera negra que caminaba despacio alejándose del colegio.

Sacha, tal era su nombre, se paró al escucharla y se dio vuelta, mirando con sus hermosos ojos azules a su amiga mientras ella se acercaba.

-¿Por qué no me esperaste?- le preguntó indignada Anna cuando al fin la alcanzó.

- Por que te demorabas mucho y tengo ganas de irme a casa- dijo Sacha, con esa voz con un toque de arrogancia tan propio de ella. Su expresión imitaba su tono de voz. Anna hizo un pequeño gesto de fastidio, pero no le dio importancia a su amiga. Tantos años juntas le había enseñado a omitir esa parte de ella.

-No importa, vamos entonces- poniéndose nuevamente en movimiento.

Ambas eran amigas desde que Sacha había llegado desde Praga a Berlín con apenas 5 años y se había mudado a la casa continua de Anna. Ahora las dos tenían 18 años y cursaban los últimos meses de sus estudios secundarios. Las dos eran muy populares en el colegio, dado por sus…emmm…digamos "dotes naturales"…los ojos celestes, piel blanca y el increíble pelo negro azabache de Sacha; y el pelo rubio, ojos verdes de Anna las hacían muy conocidas entre el estudiantado masculino. Algo que, para Anna, no le hacía nada bien a la personalidad algo egocéntrica de Sacha. Toda la vida los padres de Sacha le habían dado lo que quería, y daba por sentada su belleza, eso, más su increíble persistencia, no le permitía dejar pasar nada y no le gustaba un "no" por respuesta. Sin embargo, nada de eso evitaba que las dos fueran grandes amigas.

Caminaban en un amistoso silencio, con Anna tarareando una canción por lo bajo, hasta que decidió por fin hablar.

-¿Qué te parece si este fin de semana nos vamos con los chicos al parque?- Sacha la miró- Vamos a aprovechar un poco de los últimos meses. Fue idea de Jürij, y a mi me pareció genial. Un poco de aire libre no nos haría mal.

Sacha analizó la idea por unos momentos. No, no estaba nada mal irse un rato y disfrutarlo entre sus amigos, antes de que se les vinieran encima los exámenes finales.

-Bueno, vamos- dijo finalmente- Pero vamos solo los de siempre, ¿eh? Nada de andar invitando a otros.

Le hizo una significante mirada a Anna, mientras ésta reía por lo bajo.

-Bien, voy a encargarme de que nadie los invite- le dijo- Pero la verdad es que todavía no entiendo porqué no te gustan. Son muy buenas personas.

Sacha dejó salir un pequeño suspiro de fastidio.

-Eso simplemente lo dices porque ahora son más famosos que nunca. Bien sabes que hace un año atrás pensabas lo mismo que yo. Solo que yo no cambio de opinión tan fácil como otros por la cantidad de plata que pueda llegar a tener una persona.

-Si, si, si- dijo Anna, aunque apenas si la escuchó- Cambiando de tema… ¿no te vi yo hoy hablando con Niko?

-Si, estuvimos hablando

-¿Y?

-Y nada, Anna. Me invitó a salir, sabes que lo está intentando desde hace rato, pero no me interesa. Así que simplemente le dije que seamos amigos.

Anna dio un suspiro. Nunca nadie era suficiente para los duros estándares de su amiga. ¿Habría alguno que quizás pudiera ser el indicado?