POV hyde

Este fanfic salió al escuchar la canción "Simplemente amigos"
Nota: Este fanfic fue escrito el año pasado y hasta ahorita lo publico aquí en fanfiction. net


Y aquí estamos dentro en una habitación a oscuras, pero disfrutando del ambiente, siempre es así,
nuestras citas clandestinas, para poder recorrer nuestros cuerpos con tanta pasión y lujuria.

Poco a poco nos vamos deshaciendo de la ropa, nuestras manos recorren el cuerpo del otro acompañados con dulces besos
y suspiros, suspiros que dicen al silencio cuanto nos amamos.

Caemos a la cama ya sin ropa, marco tu piel con mis labios, disfrutamos el tiempo juntos
pues no todos los días podemos tenernos así, pues tu eres un hombre de otra persona ante los demás,
pero solo nosotros sabemos a quien perteneces realmente, no hace falta fingir que eres mío frente a los demás.

- hyde … - dices mi nombre en un susurro y sé lo que quieres decirme, tu mirada me lo dice.

Me sitúo entre tus piernas y entro en ti, poco a poco marcamos un ritmo mientras disfruto tus suaves gemidos y
a la vez muerdes tus labios en ciertas ocasiones, no sabes lo feliz que me hace verte y sentirte así, y
saber que nadie más podrá disfrutar de esta faceta tuya más que solo yo, pues solo yo sé como llevarte al cielo estando vivo,
solo yo puedo recorrer esta piel blanca tuya, solo yo puedo marcarte como mío,
pues sé que solo a mi es a quien de verdad amas y siempre lo harás, lo demuestras en ocasiones como esta.
A fuera solamente somos compañeros, amigos quizá, pero fingimos no ser nada más.

Poco a poco caen gotas de sudor en esa cama que es testigo de nuestro encuentro, de nuestro amor.

La habitación esta en plena oscuridad, pero podría apostar que nuestro sudor podría iluminar esa habitación,
aunque sé muy bien que iluminaría mucho más esa sonrisa que me dedicas, esa sonrisa que demuestras
cada vez que me acerco a tu oído y te susurro cuanto te amo, sonríes porque sabes que es verdad,
confías en mis palabras y te lo trato de demostrar con cada caricia, beso y embestida que te doy.

Poco a poco el reloj va avanzando y nuestros cuerpos notan ese avance de las horas demostrándolo en cansancio,
pero en nuestras mentes pareciera que han pasado segundos, como quisiera estar siempre contigo,
demostrarte cuanto te amo en cualquier momento a cualquier hora del día, pero lamentablemente no se puede todo en el mundo. Nuestras citas prohibidas se dan en las noches y la madrugada es testigo de ello.

Nuestros cuerpos ya al límite no aguantan más y nos desvanecemos, nos envolvemos en esas sábanas blancas
y dormimos uno junto al otro, hasta que los primeros rayos del sol nos despiertan, aún es muy temprano,
así que decidimos quedarnos un rato más en la cama, disfrutando de la compañía del otro, acariciándonos y
besándonos, diciéndonos el amor que nos tenemos y cuanto nos extrañamos cuando no estamos juntos.

La alarme de tu reloj suena, eso indica que llegó la hora de separarnos, pues tienes a alguien esperando por ti.
Sin querer irnos de ahí nos vestimos y nos damos la última caricia y beso para despedirnos,
pero antes de que abras la puerta y te vayas te detengo al abrazarme a tu espalda.

- Te amo Tetsu… - te lo digo acompañado de un suspiro.

- Y yo a ti – me dices a la vez que te volteas hacia mi y me sonríes.

Cruzas aquella puerta y me quedo en esa habitación por algunos minutos, mientras me alisto para salir a la realidad,
pero solo tendré que esperar unos cuantos días para que un encuentro igual a este vuelva a suceder,
como a sucedido desde hace 20 años, aunque antes no teníamos que escondernos, pero no me importa que ahora lo hagamos,
con tal de tenernos el un al otro , con tal de que no te separes de mi, yo me conformo con eso y soy feliz.