Hola, se que no ha pasado mucho desde que terminé "El Organillero" pero no me pude resistir mas, tenía que subir mi nueva historia cuanto antes. Esta vez le quise dedicar un fic al Dr. Chipotle Jr. así que aquí lo tienen, no se que tal les vaya a parecer puesto que mi inspiración no ha estado muy buena ultimamente. En fin, espero que les guste.
El Tigre: Las Aventuras de Manny Rivera es propiedad de Jorge R. Gutiérrez y Sandra Equihua.
La Hebilla del Dragón
Capítulo 1: El Artefacto Nomed
La Ciudad Milagro, un lugar inmundo de crimen e infamia, llena de peligrosos villanos y siempre amenazada por monstruos y caos. Esa era la definición que siempre se había tenido de aquel lugar, de un sitio nefasto indigno de cualquier persona trabajadora y honesta. Precisamente por eso había surgido la necesidad de súper héroes quienes protegieran a los indefensos habitantes y pusieran un alto a la delincuencia que atormentaba a la ciudad.
Al paso de los años la Ciudad fue haciéndose un sitio más o menos decente y sin darse cuenta todos sus habitantes se acostumbraron a la vida ahí. Los súper héroes y la policía lo tenían todo bajo control y salvo por uno que otro criminal que de repente huía y causaba estragos como El Oso, nada pasaba. No había nada que el hampa pudiera hacer ahora, o eso era lo que creían.
A pesar del aumento en la seguridad y de todas las medidas que se tomaban no habían logrado detener el desarrollo de las mafias en los alrededores. Había maldad en cada rincón de la ciudad y especialmente en las afueras, donde los traficantes habían abundado de tal forma que finalmente se habían establecido en un enorme mercado negro donde los villanos podían ir a adquirir accesorios bélicos y otras cosas.
La mayoría de los locales eran de pura basura pero existían las excepciones, algunos eran atendidos por genios en el mal que buscaban algo más que dinero por sus productos. Entre ellos estaban los hermanos Lenny y Glen Nomed, los más antiguos de todo el mercado y sin duda los que tenían la mercancía más selecta para los verdaderos maestros criminales.
Durante bastante tiempo el local de los hermanos Nomed había permanecido cerrado y eso era inquietante puesto que todos los que trabajaban ahí sabían que cuando los hermanos hacían eso era por que preparaban algo en verdad grande. Tal vez un robot asesino gigante o un rayo súper sónico capaz de destruir cualquier cosa, nadie lo sabía, pero seguramente cuando abrieran tendrían un nuevo objeto que llamaría la atención de los mas prestigiados malvados.
Y en efecto todos tenían razón, los hermanos Nomed traían algo entre manos y el día en que por fin se dignaron a abrir presentaron un artefacto que, ellos aseguraban, era único. Varios malhechores se acercaron al local Nomed y para sorpresa de todos, se retiraban decepcionados. Nadie se explicaba como era que nadie había comprado aún el nuevo artefacto que prometía tanto.
Definitivamente no era el precio, de hecho, el nuevo producto era casi regalado. La verdad era que algo muy extraño estaba sucediendo puesto que ni Lenny ni Glen se mostraban interesados en vender pronto su nuevo invento, era como si estuvieran esperando a alguien digno. Pero eso no podía ser, después de todo una venta era una venta, y la adquisición se le había negado incluso a la misma Sartana de los Muertos, ¿Qué era lo que pasaba por las retorcidas mentes de los hermanos Nomed?
El rumor sobre la tienda y su misterioso producto corrió mas rápido de lo que se esperaba y pronto llegó hasta los oídos de uno de los villanos más jóvenes de la ciudad, el Dr. Chipotle Jr. El niño se emocionó sumamente al enterarse que unos de sus ídolos, quienes le habían proporcionado a su padre los materiales necesarios para sus inventos en incontables ocasiones, tenían nuevo material que parecía estar por fin a su alcance.
El Dr. Chipotle Padre acababa de ser arrestado por lo que Diego vivía nuevamente solo en su guarida secreta acompañado de su monstruo de guacamole. El pequeño pasaba por momentos difíciles sintiéndose verdaderamente solo e inutil, su monstruo era la única compañía que le quedaba ahora y había sido su apoyo cuando se decía a si mismo que nunca sería el gran villano que soñaba ser.
Pero esta vez la suerte parecía sonreírle, al fin una oportunidad, estaba seguro de que si obtenía el nuevo artefacto Nomed lograría su objetivo. El Dr. Chipotle Jr. tomó su alcancía y se dirigió al mercado negro al que nunca había ido solo. Al principio le dio un poco de miedo entrar puesto que estaba consiente que la peor escoria de la Ciudad se resguardaba ahí, pero al fin se decidió y entró, después de todo, el pronto sería tan temido y respetado como el que mas.
El lugar estaba a reventar y a Diego le costó un poco de trabajo llegar hasta el local que buscaba. Notó como un sinfín de miradas lo seguían y hasta podía jurar que había escuchado unas cuantas risas burlonas al verlo ahí. Una vez que llegó se sintió frustrado al darse cuenta que era demasiado bajo para alcanzar el mostrador, aunque claro estaba que eso no lo iba a detener. Con la ayuda de su brazo robótico logró trepar hasta una altura adecuada para realizar el negocio, sabía que se veía ridículo pero no le importaba.
Detrás del mostrador se encontraba Glen Nomed leyendo la revista mensual de súper villanos donde, casualmente en la portada aparecía el Dr. Chipotle Padre, lo que llenó de orgullo a Diego. El niño hizo un pequeño ruido como si tosiera para llamar la atención del adulto, Glen dejó a un lado su revista y se dirigió al Dr. Chipotle Jr.
-¿Puedo ayudarte enano?- le preguntó fríamente.
El Dr. Chipotle Jr. estaba tan entusiasmado que ni siquiera tomó en cuenta la forma en la que Glen Nomed se había referido a el, solo pensaba en que estaba hablando con su héroe y que tal vez pronto tendría su nueva arma.
-Si, escuché que tienen un nuevo artefacto y quisiera comprarlo- dijo el muchacho.
Glen alzó un poco las cejas aún con su expresión seria, aparentemente creía que lo que su diminuto cliente le había dicho era una clase de broma.
-Ah, con que quieres comprar nuestro último juguete… ¿y se puede saber quien eres tú?- preguntó Glen.
-Soy el Dr. Chipotle Jr. genio del mal- le respondió Diego.
-¿Dr. Chipotle Jr.?, no me suena- dijo el adulto.
-Soy el creador del monstruo de guacamole, también soy hijo del perverso Dr. Chipotle Padre- insistió el Dr. Chipotle Jr.
-¿Y ese quien es?- preguntó Glen.
-El villano mas malvado de Ciudad Milagro, creador de horribles criaturas monstruosas, el científico loco, con un bracito igual que el mío, está en la portada de la revista que leías- exclamó el niño.
-Ah, ¿ese?, perdón, solo leo los anuncios. En fin, volviendo a nuestro asunto, ¿Qué te hace pensar que eres digno de nuestro aparato?- le dijo cortantemente.
-Bueno pues, soy joven, soy malvado y tengo dinero- le respondió tímidamente mientras le mostraba la pequeña alcancía en forma de chile jalapeño que llevaba.
Una sonrisa se dibujó en la cara de Glen y luego una pequeña risotada salió de su boca. Era obvio que el niño le parecía divertido o tal vez patético. El Dr. Chipotle Jr. se sintió ofendido ante esta reacción.
-Por lo menos quisiera verlo- dijo al fin.
Glen lo meditó unos momentos y pareció considerar que el momento de diversión que le había dado Diego bien le hacía merecedor de conocer el objeto que tanto ansiaba. Abrió una repisa cercana a el y sacó un pequeño objeto metálico color bronce, le sacudió un poco el polvo que traía encima y se lo enseñó al Dr. Chipotle Jr.
Finalmente el misterio estaba resuelto, aunque no había resultado precisamente lo que el chico esperaba. El maravilloso artefacto solo era una simple hebilla en forma de cabeza de Dragón, que sin duda no serviría de nada más que de un adorno de villano. El Dr. Chipotle Jr. miró extrañado al adulto que seguía sosteniendo la hebilla.
-Es broma, ¿verdad?- preguntó
-Yo nunca bromeo- respondió Glen
-Pero si solo es una hebilla de metal, ¿de que serviría?- preguntó el niño.
-¿No lo supones?, tengo entendido que una hebilla se ha convertido en la pesadilla de los villanos en la Ciudad- dijo Glen.
El Dr. Chipotle Jr. no entendía lo que el otro le decía, pero finalmente la respuesta llegó a su mente.
-La hebilla mística de El Tigre- respondió.
-Exacto, así como esa hebilla le da poderes a ese papanatas de Manny Rivera, esta hebilla puede hacer poderoso al que la use, claro que no son precisamente poderes buenos, está hecha para el mal- dijo Glen con orgullo.
-¿Cuánto?- preguntó diego ya completamente seguro de que esa hebilla debía ser suya.
-No te adelantes niño, por el hecho de traer una ridícula alcancía no te la vamos a vender así como a si, si aún no la hemos vendido es por que no se la daremos a cualquiera, solo a los que sean verdaderamente capaces- dijo Glen.
Entonces el Dr. Chipotle Jr. comprendió que todo había sido una ilusión, era cierto, si no se la habían vendido a otros era casi imposible que a el si. Completamente triste asintió con la cabeza y se dispuso a marcharse resignado cuando Glen lo llamó.
-Espera un momento, no te vayas aún, nunca dije que tú no fueras lo suficientemente digno- dijo el adulto.
-¿S…s…significa que…?- dijo Diego emocionado.
-Así es…puedes llevártela, no tienes que pagarme nada, ya obtuve lo que quería- le dijo Glen mientras le ponía la hebilla en las manos al niño quien se fue corriendo de ahí gritando de alegría. En eso Lenny Nomed salió de detrás de la tienda viendo contento a su hermano.
-Muy bien hermanito, elegiste al mejor- le dijo -Sin duda el perfecto para nuestro plan-
-Oh si- dijo Glen mirando a Diego corriendo a lo lejos –un perfecto tonto jajaja-
Continuará………
Corto, extraño, simple, lo se. De todos modos espero que les haya gustado y que dejen sus comentarios. Así incio una nueva etapa que espero disfruten, nos vemos/leemos.
