Bueno. He decidido hacer mi primera historia con varios capítulos. L a verdad es que sigo sin saber muy bien cómo va esto pero vamos que aprendo enseguida.
Me alegraría muchísimo que dejasen sus reviews aconsejándome sobre cómo hacer o continuar la historia, al fin y al cabo, fans de estos personajes somos todos no? =)
Dicho esto solo me queda decir que estos personajes no me pertenecen y que solo lo hago por amor a la escritura y a la historia de estos.
En fin!
Empecemos!
Memoria.
Capítulo 1. La explosión.
La explosión se produjo y ambas salieron despedidas por los aires.
Cheetah aterrizó en unos cubos grises de basura y allí se quedó inmovil a la vista de todos los viandantes quienes se encontraban formando un corro observando a la villana. Su pecho no se movía sin dar así señales de respiración alguna. La gente de la ciudad de Nueva York no sabía cómo tomarse el estado de la tigresa, quizás aún le quedaban fuerzas para levantarse, nunca se sabe qué esperar de los villanos, sus retorcidas mentes son una caja de sorpresas.
¿Es.. está muertá papi?
Fueron las palabras de una niña cuya voz fue la única en atreverse a describir lo que todos creian que se había producido.
No lo sé, cariño, no lo sé – Respondió el padre.
Cheetah había salido mal de aquella explosión pero… ¿Dónde se encontraba Wonder Woman? ¿Por qué no se encontraba allí cerciorándose de su victoria?
La princesa tuvo peor suerte en su aterrizaje. El impacto de la explosión la lanzó por los aires; rompió con su cuerpo una ventana de una vieja fábrica en desuso clavando en él millones de cristales y haciéndo que estos penetrasen aún mas hondo cuando este contactó con el suelo. Intentó levantarse y para ello se apoyó sobre su mano derecha; se cortó la palma de su mano; chorreaba sangre, sin embargo eso a ella no le importaba. Ella tenía la obligación de ponerse en pié. "Las amazonas somos unas guerreras" se decía a sí misma; "Aunque mi cuerpo me lo pida no pararé en mi lucha hasta que no haya dado mi último suspiro en la batalla" Consiguió levantarse y acto seguido intentó caminar pero sus piernas no respondieron como quería y volvió a caer a travesando la misma ventana por la que había entrado. Sin poder evitarlo se desmayó y dejó que su cuerpo se dejara llevar por el dictamen de la gravedad.
El golpe en la cabeza fue brutal, y más brutal fue el lugar en el que aterrizó, se trataba de un callejón escondido de la vista de cualquiera que se empeñara en buscarlo. Allí quedó nuestra heroína, inmóvil, ensangrentada, magullada, débil y a la espera de un urgente rescate.
