¡Esta es mi primera historia! Por fis, no sean demasiado crueles en sus comentarios.

Los personajes pertenecen a diversas autoras (Joanne Kathlin Rowling y Stephenie Meyer). Sólo la trama es fruto de mi imaginación (loca, desquiciada y descontrolada).

Esta historia se ha escrito para la diversión de los demás y la mía. Se escribió sin ánimos de lucro. ¡Disfruten!

…...

Prólogo

Era una mañana de domingo normal para los Cullen. O bueno; tan normal como puede ser para un vampiro, incluso si éste es un vampiro vegetariano. No acudían a misa, no desayunaban, ni dormían hasta tarde (técnicamente ni duermen...).

Jasper y Emmett jugaban a la videoconsola, Esme garabateaba en un cuaderno, Edward tocaba el piano, Bella y Rosalie trataban de despertar a Jacob y Nessie, que seguían dormidos en la cama y Alice bailoteaba de aquí para allá, arreglando la casa que ya estaba en perfecto estado. Lo único que valía la pena destacar es que iban a ir a cazar en cuanto despertaran Jacob y Nessie. La sed ya les estaba molestando demaisado.

Un día cotidiano como cualquier otro, de no ser por la visita que iban a recibir en breve. Una visita que Alice no pudo prever, por haber sido una decisión tomada de una manera tan repentina.

Todo ocurrió en un instante. Un corazón y una respiración que antes no estaban aparecieron en el porche de la casa. Unos pies (humanos, sin duda) se acercaron a una lentitud exasperante hasta la puerta.

Desde el mismo momento en que se apareció, los Cullen estuvieron advertidos de su presencia. Todos a una dejaron lo que estaban haciendo y se agruparon en el pasillo de la entrada. Jacob se despertó definitivamente y bajó junto a Nessie. Se situaron detrás de los demás, y Jacob puso a Nessie entre Rosalie (la más rezagada) y él mismo. Edward guardaba silencio, sin duda estaría leyéndole la mente al visitante, y Bella extendió su escudo sobre todos.

–No veo nada –murmuró Alice.

Se preocuparon más de lo que ya estaban.¿Quién podría ser?

Unas manos tocaron con firmeza la puerta. Carlisle abrió la puerta y dejó que toda la familia viera a aquella extraña mujer. Vestía una ¿túnica? verde oscuro sin adornos y un sombrero picudo, como el de los disfraces de bruja que se llevaban en Halloween. Tenía un rostro severo y serio, con gafas cuadradas y el cabello recogido en un rodete. Abrió ligeramente los ojos al ver a toda la familia en el pasillo.

–Buenas tardes. Busco a la familia Cullen.

–Somos nosotros, señora. ¿Podemos ayudarle en algo? –respondió Carlisle en tono cortés.

–¿Puedo pasar? No es un tema que debamos tratar en la entrada.

–Claro –y se apartó educadamente para dejarla pasar.

Se reunieron todos en el salón y tomaron asiento. Edward se quedó en pie, como en estado de shocky Bella tuvo que empujarle delicadamente del brazo para que se sentara. La mujer empezó a hablar, y ni siquiera Emmett tuvo nada que decir ante sus palabras:

–Bien, mi nombre es Minerva McGonagall. Directora, y profesora, de la Escuela Hogwarts de Magia y Hechicería. He acudido a ustedes por la... gravísima situación en la que se halla el mundo de los magos y el de los muggles.

Bella retiró el escudo de su mente y le mostró a Edward sus pensamientos:

Tras vampiros y hombres-lobo, no debo extrañarme ante magos y escuelas de magia. ¿O sí? ¿Dice la verdad?¿O es una vieja chiflada?

–Lo que dice es verdad, o, al menos, ella sí cree que es verdad –musitó Edward, tan bajo que solo un oído vampiro podría captarlo.

Mientras, Rosalie había salido del trance y declaró:

–Si eso es cierto, ¿por qué no nos muestra algún hechizo? –fue para todos audible, el ligero toque de burla que Rose añadió a sus palabras.

La profesora McGonagall frunció ligeramente los labios. Presentía que ella y aquella muchacha rubia de deslumbrante belleza no iban a llevarse bien. Sacó una especie de palito. Pulido, eso sí, pero seguía siendo un palito. Alice se inclinó hacia delante y preguntó curiosa:

–¡Oh! Huelo a algo raro... ¿Qué se supone que es?

McGonagall abrió la boca para contestar, pero para su sorpresa, fue Edward quien contestó, lacónicamente:

–Una varita mágica. Contiene en su interior una fibra de... corazón de dragón.

¿Sabrá algo de magia?

–No, profesora.

Practica Legeremancia, eso seguro.

–No tengo ni idea de qué puede ser.

McGonagall estuvo a punto de pensar en algo más, antes de recordar el pedido de Rose:

Accio cuaderno.

Y por arte de magia, literalmente, el cuaderno en el que Esme había estado garabateando levitó hasta donde estaba la profesora.

–¡Guau! –exclamó Emmett, sonriente como un niño pequeño.

La familia tuvo claro que la profesora no bromeaba. Rose, aún así, decidió retarla un poco más.

–¿No puede hacer nada más, profesora McGonagall?

El comentario estuvo a punto de acabar con la paciencia de la profesora. Con un movimiento de la varita, prendió fuego al armario durante un minuto y después lo apagó, apareciendo el armario tal y como estaba antes*. Rose parpadeó sorprendida.

–¿Y bien? –dijo fríamente.

–¿Cómo... cómo se le ocurrió recurrir a nosotros? –preguntó Jasper.

-Muy buena pregunta -pensó Edward.

Si los Vulturis se enteraban de que había humanos (aunque fuesen magos) enterados de la existencia de los vampiros, no dudarían en echarles las culpas a ellos.

Los labios de la profesora temblaron un poco mientras hablaba:

–Mi predecesor, el director Albus Dumbledore, sabía de su existencia. Nos dijo que si en Hogwarts llegaba faltar él, que pidiéramos vuestra ayuda, porque Quien Ustedes Saben reclutaría vampiros para su propio ejército también. Sólo ustedes pueden ayudarnos. Existe únicamente una familia de vampiros que se abstengan de la sangre humana que tengan tantos dones y tantas posibilidades de vencer a otros con facilidad: la familia Cullen.

–¿Quien-Nosotros-Sabemos? Me temo que no lo conocemos, profesora.

–Es el mago oscuro más poderoso de los últimos 50 años. Incontables de magos y brujas murieron a sus manos. Ni siquiera los mejores sobrevivieron. Pero hace 16 años, un niño llamado Harry Potter, le derrotó. Nadie sabe cómo, excepto quizás Dumbledore, porque Harry apenas contaba con 1 año. Sin embargo, ese mago ha vuelto al poder y su próximo objetivo es Hogwarts.

–¿Y ese tal Harry Potter no podría con los vampiros? Por cómo nos lo describe, parece ser un alguien capaz de vencer a un vampiro.

–Pero ese poder que posee Potter sólo funciona contra el Señor Tenebroso.

–Oiga, y ese Señor Tenebroso... ¿no tiene nombre?

McGonagall se había mantenido desde el principio de la reunión seria e imperturbable, pero al oír esa pregunta inocente, pareció perder parte de su aplomo. Los labios y las piernas le temblaron al hablar.

–Sí, lo tiene. La gente tiene demasiado miedo a pronunciar su nombre y ahora además es tabú. Al pronunciarlo desaparecen hechizos protectores. Su nombre, antes de transformarse en lo que es, no es tabú. Se llamaba Tom Riddle.

–¿Y qué quieren de nosotros? –preguntó Carlisle.

–Desearíamos que vinieran al castillo y nos ayudaran en su protección.

Carlisle se quedó pensativo. No quería negarse al pedido de alguien que le exponía que había un problema en el que ellos podíancolaborar para solucionarlo. Mas pensaba en Jasper y en los demás. ¿Soportaría el olor de la sangre humana?

–Nuestra escuela acoge a los alumnos durante nueve meses y se van por vacaciones de Navidad, Pascua y verano –aclaró la profesora.

Al oír esa información, Jasper se sobresaltó y entrecerró los ojos.

–Profesora, quizás seamos una familia que se abstiene de la sangre humana, pero la tentación estaría las 24 horas del día y, algún día, atacaríamos a alguien –advirtió Alice. Pensaba, como Carlisle, en su compañero.

–Tendrían una torre entera a su disposición. Pediría al profesor Flitwick, de Encantamientos, que echase un conjuro aislante a la torre. No olerían ni sentirían siquiera nada fuera de la torre. Si lo desean se pueden ocultar allí hasta la noche, porque lo que necesitamos es que patrullen por el castillo.

–¿Y nuestras presas? –inquirió Carlisle.

Los Cullen se inclinaron hacia delante. Querían oír la respuesta de McGonagall a una pregunta fundamental para ellos.

–Para ustedes, hemos llenado nuestro Bosque Prohibido de ciervos, venados y demás.

Jacob y Nessie había permanecido en silencio hasta entonces.

–¿Qué ocurrirá con nosotros? No me dan ganas de llevar a Nessie al foco de una lucha. Además, no sé si sabe que yo soy un hombre-lobo.

–Es usted un metamorfo, para ser exactos. No creo que los alumnos tengan por qué enterarse de su condición y de la de los Cullen.

–¡No llevaré a Nessie a una guerra! ¡Ay! –Nessie le había pisado con toda la fuerza que era capaz de ejercer. A ella le apetecía ver el castillo y más trucos de magia.

–Estoy de acuerdo con Jacob, profesora. No llevaré a mi hija a una guerra –repuso Bella.

McGonagall parecía estar controlándose para no estallar.

–¡La señorita estará en peligro aquí también! ¿No han visto la niebla que cubre todo Washington? ¡Los dementores se están reproduciendo! En apenas unos meses, Quien-Ustedes- Saben llegará hasta aquí. Si su hija está aquí para entonces, la usará para chantajearles a ustedes, a que se unan a ustedes o que nos traicionen a nosotros. ¡Estará más segura en Hogwarts! –expuso con expresión impaciente– . Y creo que ya ha cumplido los 17 años ¿no? En el mundo mágico ya es una adulta capaz de tomar decisiones propias.

En ese punto toda la familia soltó una risita ante la desconcertada profesora.

–Profesora, las apariencias engañan. Puedo aparentar 18 años humanos, pero dentro de un mes cumpliré 8 años desde que nací.

–¿Cómo? –decir que McGonagall estaba sorprendida era quedarse cortos.

–Cosas de ser una semi-vampira –se encogió de hombros.

Todos se quedaron en silencio. Sabían que Carlisle querían que votaran. Edward les leyó la mente a todos e hizo un rápido recuento.

Temo no poder controlarme, Edward –el voto de Jasper: no

–No habrá buenas consecuencias si nos quedamos aquí, Edward –el voto de Alice: sí.

–Tenemos que ir –el voto de Esme: sí.

No voy a ir a otra estúpida guerra –el voto de Rosalie: no.

–¡Vamos! –el voto de Emmett: sí.

–Es más seguro para todos ir, Edward –el voto de Carlisle: sí.

Vamos, papi, vamos... –el voto de Reneesme: sí

–Si es realmente más seguro para Nessie... –el voto de Jacob: sí.

El voto de Bella y el suyo propio eran parecidos al de Jacob.

–Cuente con nosotros –dijo finalmente.

...

*= no sé si lo recuerdan, pero es el mismo hechizo que Dumbledore le mostró por primera vez a Riddle.

…...

¡Hola! Éste es mi primer fic, beteado por Ale Whitlock (una excelente beta, por cierto). Tengo otra más en curso, pero esa es una adaptación. Siendo como es mi primer fic de mi propia autoría, espero sus reviews con ansias.

Saludos,

lady Evelyne

P.D. →Ya lo saben: pulsen el goblito y dejen reviewsitos.