Disclaimer: Los personajes no son míos.
Serie Fobias: Fics por separado, cada uno basado en una fobia distinta con parejas y tramas distintas cada una.
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ciNofobia
Primer susto.
La fobia del miedo a los perros es denominado "Cinofobia".
¿Qué tal si una jovencita italiana y con cinofobia se muda a Alemania con su familia? No hay nada malo, el problema es que el vecino que le tocó resulta encariñado con tres perros, grandes y saludablemente robustos. Oh sí, y ella aún no lo sabe.
Nuestra chica, llamada Felicia, tiene el cabello castaño y un rulito saliendo de su cabeza, ojos miel y es muy amable y simpática; además de firme, claro, ella no es ninguna debilucha.
Su hermano mayor no quiere dejarla sola mientras no conozca a nadie, aparte de preocuparse por ella detesta a los alemanes. ¿No es raro? Un día, concretamente un par de días después de haber llegado al país, ella se dirige a dar un paseo por el vecindario. Es un día tranquilo y hermoso; perfecto para caminar con su gatito llamado Feliciano.
Sonríe mientras habla calurosamente con su hermano, el cual no sonríe a cada rato y sólo se parece un poco a ella físicamente, exceptuando que su rulo sobresale sobre su flequillo y que sus ojos son verdes. Las personas vienen y van, todo está relativamente tranquilo en el vecindario.
—Lovino, no tienes por qué odiar este país —dice ella.
—No odio a este país —responde él simplemente—. Sólo no me agradan los que habitan en él.
—Debes estar bromeando —ríe y mira a su gato quien camina a un lado—. ¿Verdad que aquí es muy bonito, Feli?
El gato maúlla dándole un sí, ella sonríe y se dirige nuevamente a su hermano: —¿Ves? Solamente debes esforzarte más.
—¡Hump! No si—
—¡Aghh!
Felicia gritó fuertemente, saltando gracias al fuerte susto y tratando de escudarse con su hermano, totalmente atemorizada. Lovino trató de calmarla y saber lo que sucedía pero ella insistía en irse y sólo lo jalaba con mucho miedo, casi lloraba. Feliciano hizo casi lo mismo, manteniéndose detrás de su asustada dueña.
—¡¿Pero qué demonios sucede contigo?! ¡Dime qué pasa!
—¡Es-Es…Esos perros! —Apenas pudo articular con el miedo que le invadía.
Entonces él lo entendió. La casa a su lado tenía tres grandes perros, dos estaban recostados en el jardín, mientras el otro lo miraba con curiosidad canina muy cerca de la entrada del jardín. Lovino trató de calmarla: —No te preocupes, no te van a hacer nada, maldición.
—N-No…vámonos, Lovino, vámonos ya.
Y seguía jaloneándolo aunque sus piernas no se movieran, ella en verdad estaba asustada con sólo ver a los animales, comenzaba a llorar. De pronto se escuchó un portazo. Una persona salió de la casa apresuradamente; un joven alto, rubio y de ojos azules, el cual notándose algo preocupado preguntó casi a grito:
—¡¿Qué sucede aquí?!
Y silencio, Felicia detuvo sus lamentos abruptamente. Lovino también se vio turbado pero al darse cuenta de que sólo se trataba de otro alemán, frunció el ceño; todavía con Felicia entre sus brazos.
El hombre de no más de veinticinco años se acercó hasta los hermanos, serio y con cierta curiosidad preocupante por tal alboroto.
—¿Qué es lo que pasa?
—Nada, ya nos íbamos —respondió Lovino, cortante. Su alemán es perfecto y mantiene un acento muy neutral.
Felicia se le quedó mirando, distraída.
—A mí no me parece "nada" —respondió él mirándola, aún con lágrimas en sus ojos miel—. ¿Acaso él te está molestando?
Y ante esto Lovino no duda en hacer notar su posición: —¡Ella es mi hermana! ¿Cómo puedes decir que la estoy molestando, maldito idiota? Eres tú quien molesta.
Paciente y serio respondió: —¿Y qué quieres que piense si está gritando y llorando?
Entonces Felicia reacciona, y al darse cuenta de la situación decide actuar. Se separa de los brazos de su hermano, ya más calmada y le dice al hombre frente a ellos con un alemán que todavía denota su acento italiano: —Lamentamos haberlo molestado, señor. Pero no se tiene que preocupar, sólo me asusté un poco cuando uno de sus perros se acercó demasiado a mí. Mi hermano sólo trataba de ayudarme.
Claro que mintió, no admitiría a un extraño —y menos si este le ha parecido de un porte elegante serio y apuesto— el miedo, o tal vez pánico, que le tenía a los perros.
Entonces el hombre relajó más su rostro. Acariciando al perro que tenía a su lado dio un rápido vistazo a los otros dos animales antes de volver con los italianos y decirles con tranquilidad: —Entonces creo que soy yo quien debe disculparse por los malos modales de Blackie.
—No… N-No es necesario —y Felicia titubea, no puede controlar del todo el miedo así que se apresura en despedirse—. Mi hermano y yo tenemos mucho que hacer así que discúlpanos, hasta luego.
Lovino no dijo nada, le dio una mirada acusadora y llena de desprecio al alemán antes de ser jalado por su hermana menor rápidamente lejos de esa casa. Y de la propia, ya que su casa estaba a tan sólo tres residencias más antes de la que pertenecía a los tres perros con ese hombre. El gatito los siguió sin pensarlo. Felicia logró calmarse y se soltó de Lovino.
—Ese bastardo… —Masculló el mayor cruzándose de brazos.
Felicia lo miró desconcertada y preguntó curiosa: —¿Por qué le dices así?
—¿No escuchaste cómo me habló? ¡Ni que fuera! Él no tiene derecho a jugar de protector contigo si fueron sus malditos perros quienes te estaban molestando.
—Ellos no tienen la culpa…y tampoco él, —apenada, tuvo que admitirlo: —Fui yo quien gritó y los perros ni me amenazaron o algo.
—Da lo mismo, es su maldita culpa por dejarlos sueltos por ahí.
Ella no dijo nada, lo miró enternecida. Porque ambos sabían que los perros estaban en su propiedad, porque ninguno la atacó, y porque Lovino tenía el orgullo suficiente como para no dejar que ella se viera cobarde, miedosa e indefensa; aunque sólo fuera con los perros.
¿Qué tal? Al fin logro empezar la serie Fobias. Sólo aclaro: El miedo de Felicia no tiene que ver porque su versión masculina es miedoso, sé que la NyoItalia V. es totalmente independiente de Italia V. normal.
Publicidad no pagada: Los de la otra Dimensión II: Se acerca un capítulo importante, "Empieza una carrera contra el reloj" traerá consigo muchos más problemas. Esta vez no es juego simplemente; las ex naciones descubrirán algo que les hará querer volver a casa lo más pronto posible y detener a quienes les han robado sus puestos.
Actualizado en el 2016 para poder terminarlo con dignidad.
