ANTES DE COMENZAR: Os recomiendo que volváis a leer Sangre y Balas, porque he hecho cambios importantes en la historia que os van a confundir si os ponéis a leer este fic sin pasar por la versión nueva de SyB.

Advertencias: esta historia contiene escenas de sexo (explícito y no explícito) así que quedáis avisados; mi versión del universo A/B/O, es shonen-ai/yaoi, así que homofóbicos pintan poco aquí; AU, mayor OOC, spoilers, MPREG, y creo que por ahora está todo.

*Ni DMC, ni VK me pertenecen. Sólo la trama de este fic.*

- Blah, blah- diálogos.

- "Blah, blah"- pensamientos.

- Blah, blah- demonio hablando.

- "Blah, blah"- demonio pensando.

nº = notas de la autora.

-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-

1.- ¿Pasiones recién descubiertas?

Gemidos y gruñidos llenaban el apartado jardín, llamando la atención del anfitrión de la fiesta que se realizaba en la elegante mansión a sus espaldas. Había abandonado el salón de baile llevado por la curiosidad que le había causado el ver al nuevo Presidente de la Asociación de Cazavampiros abandonar su puesto tras una rápida llamada de teléfono1. Siguió los ahogados sonidos, pensando que el cazador había interceptado un ataque, y ocultó su presencia esperando sorprender a quienquiera que se hubiese atrevido a entrar en su territorio sin permiso. Aunque terminó siendo él el sorprendido cuando el metálico aroma de sangre recién derramada invadió sus afilados sentidos, pues en ese momento se encontró con el por qué de la repentina desaparición del cazador. Kiryuu estaba siendo apresado contra el tronco de un árbol por un desconocido vestido de rojo2 y, contrario a lo que se había imaginado al ver tal escena, parecía estar disfrutándolo inmensamente, si los sensuales gemidos de placer que abandonaban sus labios manchados por la sangre del extraño eran indicación alguna. Realmente lo que estaba viendo le había dejado petrificado, y casi sufrió un ataque al corazón cuando el hombre de rojo levantó un par de torneadas y muy desnudas piernas hasta colocarlas alrededor de su cintura, dejándole bien claro la clase de 'ataque' del que estaba siendo víctima el cazador3. Nunca, ni en sus más locos pensamientos, se hubiera imaginado que Kiryuu sería capaz de entregarse a otra persona que no fuese su querida Yuki (no que Kaname fuese a permitir algo semejante), y mucho menos que esa otra persona fuese un hombre. Si hubiera sido cualquier otra persona, Kaname no se lo pensaría dos veces antes de dejar solos a los amantes, pero algo en la escena desarrollándose frente a sus ojos lo había hipnotizado.

Su vista se había quedado fija en la expresión de puro placer en el rostro del joven Presidente. Ahora que no estaba Yuki cerca para distraerle, por fin pudo apreciar todos los cambios que Kiryuu había sufrido desde la última vez que se vieron. Nunca antes le había prestado atención a lo atractivo que era el cazador, al menos no más allá de su preocupación por la atracción mutua que existía entre ambos ex-prefectos, pero no podía negar que los años le habían sentado bien. Incluso puede que demasiado. Si no estuviera seguro de que era Kiryuu quien estaba siendo… complacido frente a sus ojos, pensaría que algún sangre pura desconocido se había colado en su fiesta buscando algo de 'diversión'. El peliplata seguía siendo, físicamente hablando, tal y como recordaba de sus años en la Academia, pero al mismo tiempo parecía haber adquirido una belleza salvaje y etérea4 que rara vez se veía incluso entre los miembros más agraciados de su especie. Mas no era su mejorada apariencia lo que le dejó de piedra, sino la forma en que se alimentaba del desconocido. Aunque no era la única vez que veía al ex-humano saciando su sed de sangre, esta era la primera vez en que le veía disfrutarlo libremente. Si no fuera porque se conocían desde hacía años, pensaría que el cazador por fin había aceptado que ya no era humano. Esa idea desapareció muy rápido, pues sabía que si alguna vez llegaba a mencionar semejante cosa frente a Kiryuu el chico le llenaría de balas, y el tratado de paz entre sus dos especies podía irse al traste. Algo en su interior se retorció de forma dolorosa. ¿Qué diantres le había pasado al cazador para comportarse así? ¿¡Y quién demonios era ese hombre!?

Un sonoro gemido le sacó de sus pensamientos, logrando que su cuerpo reaccionase por fin. Aunque sus pies no le llevaron muy lejos, sólo hasta un lugar donde podía ver perfectamente lo que la pareja estaba haciendo sin que ellos pudiesen descubrir que tenían público. Desde su nueva y segura posición, al fin podía ver parte del rostro del intruso. Por lo poco que pudo vislumbrar, el hombre era algunos años mayor que el cazador e increíblemente atractivo, con una coloración tan exótica como la de Kiryuu y una figura que dejaría a muchos atletas verdes de envidia. Kaname estaba seguro de que el extraño superaba en altura a Akatsuki, quien siempre había sido el más alto dentro de su círculo interno de Nobles. Viéndoles actuar sin inhibición alguna, el sangre pura fue incapaz de negarse a sí mismo que ver a los dos hombres tener sexo salvaje donde cualquiera podía encontrarles, le estaba calentando más de lo que Yuki o sus antiguos amantes de turno habían logrado. Lo que el par estaba haciendo despertaba sus más oscuros instintos5, aquellos que había estado reprimiendo durante años con tal de no asustar a su princesa y que sabía que su dulce hermana sería incapaz de satisfacer, ya que era demasiado delicada e inocente para ello6.

Hechizado les observó llegar al orgasmo, estremeciéndose ante el grito de placer desenfrenado que se escapó de entre los labios hinchados y ensangrentados del cazador. Por primera vez desde que descubrió la existencia de los gemelos Kiryuu, el castaño se permitió ver al único superviviente de esa familia como algo más que una pieza desechable de su tablero o el arma perfecta para la destrucción de sus enemigos, y esa pequeña parte de sus ser, que se había creado con el primer sorbo de su sangre bajando por la garganta del vampiro de ojos violeta, fue creciendo con su deseo recién descubierto de poseer al nuevo Presidente de la misma forma que el intruso lo había hecho. Aunque en otros tiempos hubiese aborrecido la idea del despertar de ese lazo incompleto que compartía con el Nivel D, en esos momentos sólo podía pensar en cómo ese desgraciado se estaba inmiscuyendo en su territorio, tomando algo que no le pertenecía7. Sus pensamientos siguieron yendo por esa oscura tangente, hasta que la voz algo ronca de su nueva presa consiguió capturar su atención con la misma intensidad con que sus gemidos de placer lo habían logrado antes.

- Eres un maldito bastardo, Dante- reprendió Kiryuu a su amante sin verdadero rencor detrás de sus palabras.

- Nunca he dicho lo contrario, encanto,- le respondió el mayor en un tono que dejaba muy claro lo que pensaba seguir haciéndole a su acompañante- ¿acaso niegas que lo has disfrutado tanto o más que yo, princesa?

- ¿¡Y qué esperabas después de tres semanas, imbécil!?- para acentuar su enfado, le soltó una colleja a Dante- ¡sabes que eres el único que consigue saciarme completamente8!

Esas fueron las palabras que Kaname nunca esperó oír de boca de Kiryuu. Seguro que eso era signo del fin del mundo.

- Cuidado con lo que dices, ricura,- el nuevo mote le ganó otro coscorrón- o voy a empezar a pensar que sólo me quieres por mi sangre y mi fantástico cuerpo- le pasó una mano por el pelo para apartárselo de la cara y poder ver esos ojos violeta que tanto le gustaban.

- ¿Es que hay algo más?- en un movimiento extremadamente sensual, el cazador enterró su rostro en la mano enredada entre hebras de plata y pasó su lengua de forma incitante sobre la piel del mayor, recorriendo desde la muñeca hasta el pulgar para terminar atrapando ese dedo entre sus dientes manchados de rojo. El joven Presidente, en ese preciso momento, era la definición personificada de sueño húmedo.

- Sigue hablando así, y me encargaré de que no puedas sentarte hasta que cumplas los treinta- gruñó Dante con la voz cargada de deseo.

- ¿Lo prometes?

Eso les llevó a otra sesión de besos fogosos y caricias ardientes hasta que la necesidad de respirar les hizo parar. No había ni un centímetro de separación entre sus cuerpos.

- Estás helado- susurró el mayor algo sorprendido.

- ¿Qué esperabas con el frio que hace?- de más estaba decir que la fina camisa a medio abrochar no era suficiente para proteger su cuerpo desnudo de los elementos.

Sin pararse siquiera a pensar, el mayor se quitó la gabardina y cubrió al ex-humano con ella, escondiendo la tentadora visión que era el cazador a medio vestir, y dejando al descubierto su torso y brazos deliciosamente marcados. Los ojos azules como el hielo de Dante brillaron de forma traviesa durante un momento y antes de que el vampiro pudiese reaccionar, el hombre tenía a Kiryuu sentado en su regazo, mientras él se sentaba apoyando su espalda en el árbol contra el que habían tenido sexo minutos antes. Cuando se recuperó de la sorpresa, el joven se limitó a enterrarse de forma perezosa aun más entre los brazos de su amante9. Por lo visto el hombre de rojo le había dejado más agotado de lo que pensaba. Estuvieron unos segundos en silencio, disfrutando de la mera presencia del otro, para disgusto del príncipe sangre pura, y parecía que no tenían intención alguna de moverse de allí por un buen tiempo.

- ¿Por qué has tardado tanto en regresar?- el más joven fue el primero en romper la tranquilidad de la noche- nunca tardas tanto en cumplir tus misiones.

- Esos bichos cobardes trataron de huir cuando vieron que no podían hacer nada contra mi- contestó con actitud arrogante el recién descubierto cazador10- lo malo es que tardamos tres días enteros en atraparlos y eliminarlos a todos.

- Si terminasteis en menos de una semana, ¿qué has estado haciendo durante las otras dos?- exigió Kiryuu de mal humor- al menos podrías haber llamado para avisar que no llegarías a tiempo.

- Zero se preocupa por mi- bromeó el mayor mientras le revolvía aun más el pelo a su amante, pero pronto se puso serio- hubo varios ataques a gran escala en Fortuna, tal como ocurrió cuando cumpliste dieciocho.

El último comentario llamó la atención de Kaname, mas la extraña reacción del ex-humano le distrajo antes de que pudiese deducir de qué iba la cosa. Los ojos de Kiryuu se había teñido de rojo y su rostro estaba contraído por la furia. A una velocidad que casi no pudieron seguir, agarró a Dante de su níveo cabello y le obligó a dejar su cuello al descubierto y a merced del vampiro.

- Más te vale no haberte encargado tu de Nero- gruñó de forma bestial, con sus afilados colmillos rozando la levemente bronceada piel del otro- eres mío, Dante11. Nadie que se atreva a marcarte va a salir con vida. Tu sitio está junto a nosotros.

- Nero no es uno de los tuyos12, así que no hizo falta. Las dos brujas se encargaron de vigilar al mocoso mientras yo estaba de guardia13- respondió demasiado tranquilo el hombre para tener a un vampiro amenazando con desgarrarle el cuello- controla tus instintos a menos que quieras que cumpla con lo de dejarte incapaz de andar- de repente, algo pareció clicar en su cabeza- ¿nosotros?

Eso también había pillado por sorpresa al mayor de los hermanos Kuran, ¿acaso Kiryuu se había liado con alguien más? La única respuesta del cazador de ojos violeta fue soltar a su 'presa', llevar una de las manos de Dante entre los pliegues de la gabardina y colocarla justo sobre su abdomen. Un tenso silencio invadió el lugar, y el castaño no estaba seguro de querer saber que estaba pasando, pues algo le decía que no iba a ser de su agrado. Mucho menos con la expresión de incredulidad y el brillo esperanzado en los ojos de Dante.

- ¿Cuánto…?- el ojiazul fue incapaz de terminar la pregunta.

- ¿Cuánto tiempo hace que lo sé o de cuánto tiempo estoy?- susurró Kiryuu con aire desinteresado.

- Los dos.

- Hace once días que descubrí que estoy embarazado de dos meses- le contestó al fin, como si estuviese hablando del tiempo.

-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-X-

Editado 21/11/2018

1.- Ok, la historia empieza durante la fiesta de presentación de Yuki, y ahí termina el canon de VK en esta historia. La historia comienza seis años después de SyB y casi siete desde que los Kuran dejaron la Academia. Más adelante se verá cómo Zero ha acabado de presidente.

2.- Aquí Dante va vestido como en DMC3, aunque su apariencia es la del anime/DMC1. Los links de las imágenes están en mi perfil.

3.- Como ya sabréis si habéis leído SyB, este Zero es un híbrido entre vampiro e íncubo, su parte humana devorada por completo por las otras dos. Aunque su mente sigue operando según su educación humana, sus instintos más básicos ya no lo son, así que muchas veces le veréis comportándose como una u otra de las dos especies a las que ahora pertenece, especialmente cuando Dante está de por medio.

4.- Se que es una combinación rara, pero para mí tiene sentido, ya que este Zero es un híbrido de dos criaturas que pueden ser muy salvajes a la hora de alimentarse, y que a pesar de ello son consideradas demasiado hermosas para este mundo (etéreas) por sus víctimas.

5.- Adoro la parte fría y manipuladora de Kaname, así que va a aparecer más seguido. Quien crea que vampiros y demonios están en la misma categoría que los ositos de peluche necesita replantearse sus ideas. Estas dos especies de criaturas fantásticas han sido consideradas oscuras y peligrosas desde sus orígenes, no importa lo que autores recientes quieran hacernos creer.

6.- Yuki no es mi personaje preferido, pero tampoco la odio. Lo que no me gusta de ella y de su relación con Kaname es justamente esto, que la ha sobreprotegido hasta el punto que se ha convertido en un estorbo/debilidad en lugar de una aliada poderosa.

7.- Aquí vemos la primera aparición de los instintos de Kaname. Él aun no lo sabe, pero el odio que está empezando a sentir hacia Dante está, en parte, causado porque el cazador de demonios es medio demonio, y como ya expliqué en SyB, vampiros y demonios son incapaces de compartir territorio. En este caso, y por desgracia para él, dicho 'territorio' va a ser Zero.

8.- Ok, esto no quiere decir que Zero le haya puesto los cuernos a Dante, sólo que su energía es la única que sacia por completo a su lado demoníaco. Es decir, Zero podría seguir bebiendo la sangre de quien quisiera y eso apagaría su sed, pero como los dos están 'casados' sólo Dante puede complacer todas las necesidades del Zero íncubo. Más adelante ya entraremos en detalle del por qué de ello.

9.- Puede que esto os parezca raro viniendo de estos dos, pero tenéis que recordar que llevan seis años siendo amantes, así que alguna clase de intimidad que nada tiene que ver con el sexo se ha formado entre ellos. Porque ellos todavía, repito, TODAVÍA no aceptan que están enamorados el uno del otro, eso vendrá más adelante.

10.- Por su conversación Kaname deduce que Dante es un cazador, pero no de que clase.

11.- Y aquí sale a relucir la parte demoníaca de Zero

12.- Nero es la misma clase de demonio/cambion que Dante, así que su transformación no fue como la de Zero y sólo tuvieron que evitar que atacase a personas inocentes en medio de un arranque de sed de sangre y violencia.

13.- Para saber las edades de los personajes, id al capítulo extra de Sangre y Balas.

Nos leemos,

Alanna.