La muchacha miraba al horizonte. Su cabello castaño ondeaba al viento. Sus ojos verdes, estaban fijos en el mar. Escuchó un extraño sonido, no presto atención. Volvió a escuchar el ruido, solo que esta vez, le pareció un murmullo. Escuchó esta vez su nombre, pero tan lejano, que no le prestó atención. Finalmente, oyó un grito, que la despertó de su trance, giró la cabeza y encontró a su segundo de abordo.

-¡Zac! ¿Se puede saber porqué gritas?

-¿Que porque grito? ¡¿Qué por qué grito?! Te he llamado cuatro veces, ¿es que estás sorda?

-Tranquilízate Zac, sabes que no me gustan los gritos…

-Katie, estamos llegando.

-Zac no me cortes, sabes que no me gusta que me corten.

-KATIE ESTAMOS LLEGANDO-repitió esta vez, más fuerte.

-Igual que tampoco me gusta que me interrumpan cuando me empano, sin razón ninguna.

-¡QUE ESTAMOS LLEGANDO!

-Ves, ya estas gritando otra vez.

-TIERRA A LA VISTA- se escuchó una nueva voz.

-Tierra…tierra a la vista…- su expresión tranquila cambió- ¡Estamos llegando y no me has avisado! ZAAAAAAAC, Yo te mato… te pedí que me avisaras, que era de suma importancia…

-Capitana- dijo otro tripulante- que no es por contradecirla pero, Zac le ha avisado 4 veces…

-Ejem, claro… pues claro que me ha avisado, y que estaba diciendo yo…. Pos eso, que muy bien Zac, así me gusta- iba diciendo mientras bajaba las escaleras hacia su camerino.

-Igualita a su padre- dijeron los dos al unisón.

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Un soldado entró precipitadamente en la sala del trono, donde se encontraba el rei, junto a su primogénito.

-Señor, se acercan piratas.

-¿Peligrosos?

-Los marineros aseguran haber visto la bandera del Aljófar Atezado.

-La capitana Sparrow… poned guardias en todas las entradas del puerto. No dejéis que el barco amarre anclas. Evacuad a toda la gente, llevadla a la montaña. En marcha.

-Si majestad.- dijo el soldado después de inclinarse. Salió de la sala todo lo deprisa que sus pies le permitieron.

-Kevin, ve a por tu hermana y tráela aquí. Tengo que hablar con vosotros.

-En seguida, padre- dijo el muchacho saliendo de la sala.

Recorrió el ala sud hasta llegar a la habitación de su hermana. Llamó a la puerta, y entró, su hermana estaba tumbada encima de la cama leyendo.

-Emily, levanta. Padre os ha llamado debemos ir inmediatamente a la sala del trono. Nos asaltan los piratas.

Emily se levantó rápidamente, su vestido azul ondeo. Ella se lo levantó y echó a correr detrás de Kevin. Llegaron junto a su padre en menos de diez minutos.

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-Capitana, el puerto esta llenos de soldados, no nos dejarán desembarcar.

Katie miró fijamente el puerto, luego con una media sonrisa dijo:

-No importa, hincad el ancla aquí mismo, iremos en botes o nadando.

Todos obedecieron sus órdenes, una vez estuvieron en el puerto, empezó la gran batalla. Katie, Zac y pocos más escaparon, dirigiéndose al castillo. En poco tiempo habían derrotado a todas las dificultades del camino, y estaban y dentro de su objetivo.

-Jhon, Miky y Amy, buscad por todo el palacio, algunas riquezas. Zac tu y yo vamos a la al del trono.

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-Hijos, quiero que sepáis una cosa. Yo soy el culale de que los piratas hayan asaltado el reino. Yo guardaba una pieza importante de un gran tesoro necesario para encontrar otro de mas grandes dimensiones… pero ahora yo ya no lo tengo necesito que lo recuperéis…

Pero justo en ese momento entraron por la puerta dos jóvenes.

-Mi señor, sentimos interrumpir esta reunión familiar pero tiene algo que me pertenece.

-Atrás- ordenó el rei al ver cómo Kevin sacaba su espada.

-Vaya, veo que es usted inteligente… bueno a lo que iba, me gustaría que me entregara lo que tan preciadamente guarda. Si lo hace por las buenas nos ahorraríamos un tiempo ingrato, si lo hace, en cambio por las malas… no nos quedará otro remedio que buscarlo por las malas, también, usted decide.

Inmediatamente, la sala se llenó de piratas.

-Siento decepcionaros, pero os aseguro que de mi boca no saldrá ninguna palabra- dijo el viejo rei con voz ronca.

-Vaya… así que elige la segunda opción, pues usted mismo. Zac, prended a los príncipes.

Cuatro piratas se acercaron por detrás a os dos jóvenes, y los atraparon.

-El rey sonrió, confío en vosotros, hijos míos- dijo sonriendo. Luego cómo si fuera una pluma, se desplomó en el suelo.

-¡PADRE!-gritó Emily.

-¡No!- dijo Katie acercándose, le tomo el pulso y seguidamente soltó su mano al suelo con rabia- ¡MIERDA! El viejo nos la ha jugado… Todos al barco.

-Katie, y ¿qué hacemos con ellos?-dijo Zac señalado a los príncipes.

Katie se quedó mirándolos, luego con gesto despreocupado dijo:

-Nos los llevamos.

CONTINUARÁ

Bueno... espero que os guste... y en ese caso, me gustaría que enviarais un review... solo para saber opiniones!!!

Gracias...

Sayuri