Hola, aquí les traigo una nueva historia. Espero que les guste este capítulo. Espero publicar cada semana, dependiendo cuántas ideas surgen en mi cabecita.

Primera advertencia: Esta historia contiene YAOI, (chicixchico). Escenas violentas, peleas sin sentido. Universo Alterno. Sadomasoquismo, etc.

Los personajes no me pertenecen, son de su creador, Takahashi sensei.

Sin mas preambulos, aquí esta la historia. Disfruten.

PURIFICA MI ALMA

Capítulo 1: CUMPLEAÑOS

Se detuvo abruptamente cuando el camión a su izquierda estuvo a escasos segundos de impactar contra su cuerpo. El conductor del auto salio a toda prisa para ver al muchacho que había estado a punto de atropellar.

—¡Santo Cielo! ¿Estas bien? ¿No te paso nada?— Se veía preocupado y un poco alarmado. El chico era muy joven y parecia ser un estudiante de secundaria.

— Si, no se preocupe. A sido mi culpa.—Y es que el muchacho había estado muy distraído para notar la señal del semáforo en rojo.

El hombre asintio, aliviado de ver al chico sano y salvo. Se dio media vuelta y se subió al carro.

Por otro lado, en cuanto vio que el hombre se iba, Yami volvió a sostener una larga caminata, motivo por el cual llegaría a casa en menos de cinco minutos. Tenia que llegar pronto, ya que era el cumpleaños numero quince de su hermano Yugi, y no quería faltar a la fiesta que su madre y abuelo hacían en su honor. También habían invitado a unos de sus amigos, quienes estudiaban en el mismo grado que su hermano. Al único que realmente conocía bien, era a Joe. Puesto que él había reprobado dos años seguidos, por consecuencia, había terminado haciendose amigo de Yugi, a quien la amistad de Joe le venia como anillo en el dedo. Puesto que Yugi había estado sufriendo agresiones por parte de un compañero que era mucho mayor que él. Por fortuna, él junto con Joe, hicieron todo lo posible por sacar del camino de su hermano a ese Bravucón llamado Ushio.

Al llegar a casa, encontro que Yugi estaba en la sala, con los ojos vendados y rodeado de la gente mas cercana a ellos. Su abuelo estaba en una esquina, acomodando en una mesa todos lo regalos que sus amigos le habían obsequiado, así como su madre que estaba acomodando una charola con bebidas de soda para todos.

—¡Hola Yami!— Dijeron todos al unisonio en cuanto lo vieron entrar por la puerta, excepto Yugi, que al escuchar el nombre de su hermano se quito la venda que llevaba puesta en los ojos.

—¡Yami, que bueno que llegaste! —Se levanto del sillón en el que estaba sentado para ir a donde su hermano y darle un fuerte abrazo de oso. El cual fue correspondido por Yami.

—¿No soy yo quien deberia darte un abrazo, Yugi?—Le pregunto al pequeño, pues era su cumpleaños y era mas que obvio que su sola presencia lo hacia feliz. Eran como los mejores amigos, después de todo.

Yugi alzo la vista y le sonrió enormemente.

—¡Es que solo faltabas tú!

—Ya veo.—Se aparto un poco para poder sacarse la chaqueta azul de la escuela y ponerla sobre la mesita de vidrio. —Entonces manos a la obra. Que empiece la fiesta.—Le sonrió.

En ese momento Yugi fue fuertemente abrazado por detrás, al tiempo que se escuchaba el sonido de una canción que salia de un estéreo.

Entre los invitados estaban Joe, Tristan, Tea y Bakura. Ellos habían sido los mejores amigos para Yugi desde que entro al jardin de niños. Yami sabia que su hermano estaba enamorado secretamente de Tea, pero ella era una chica que solo lo veia como un buen amigo. Ademas, él sabia que a la castaña le gustaba él. Eso era algo que había descubierto por medio de su amigo Joe, pero no estaba por demás decir que él era homosexual.

Solo su familia sabia de su orientación sexual. Aunque por fortuna, ellos aceptaban su orientación de buena menera, y estaban muy dispuestos a recibir a cualquier chico del cual se enamorase. Era su vida después de todo, y Yami, quien era un buen chico, merecia ser feliz.

—¿Yami?

Era Tea quien le estaba hablando. El la miro con una ceja levantada.

—¿Que?

—¿Quueres bailar?

Aquel ofrecimiento no se lo esperaba. Pero, se dijo, no era bueno para bailar. Tea era una experta en el tema y no quería quedar como un novato.

—No, Gracias. Estoy algo cansado.—mintio, pero para su suerte, Tea le sonrió comprensiva.

—Esta bien.

Las horas pasaron rápido. Yugi había bailado con Tea, quien era un poco mas alta por lo tacones que usaba, dificultando el baile, pero divirtiendose al fin. Joe estaba sentado sobre la mesa, platicando con Bakura, quien el estaba enseñando su nuevo collar que su padre le había regalado hace una semana por su cumpleaños. Tristan estaba en el baño, así que el solo se dedicaba a ver a los demás, mientras se bebia un vaso de refresco.

—¡El pastel! ¡Hay que partir el pastel!—Exclamo el rubio, luego de haber visto la hora. Ya era un poco mas de las cinco de la tarde, por lo cual tenían que rebanar la torta.

—¡No! ¡Primero la piñata!

—¡No seas bruto Tristan! ¡Aqui solo hay grandes! ¿Como va a ver piñata?—Replico Tea, con los brazos puestas en su cadera como jarra.

Tristan hizo un puchero, pero no dijo nada. Era un poco grande que los demás, pero al menos no tanto como la Garden, quien hacia temblar a cualquiera cuando ésta se enojaba.

Todos se rieron, excepto Yugi, quien no había entendido la broma. Estaba claro que ninguno de ellos era un niño, pero sabia que su hermano y los demás lo consideraban a él como si lo fuera. Era un poco bajito para su edad, y tenia la carita un poco mas aniñada que Yami. Pero el era inteligente, y por consiguiente el sabia que no era un niño. Solía entender cosas de los adultos, aunque no pensaba decirle eso a nadie. Ya que estaba contento si pensaban que él no entendía cosas como el sexo o los fetichismos.

—¡Pide un deseo, Yugi!— exclamaron todos en voz alta, rodeando la mesa en la que se vislumbraba un enorme pastel con una velita en el centro que tenia la forma del numero 15.

Yugi sonrió y cerro los ojos, empezó a pensar su deseo unos segundos, y después soplo la velita hasta que ésta se apago. Después hubo aplausos y abrazos por parte de sus amigos, a los cuales Yugi correspondio de buena manera.

—¡Feliz cumpleaños!

—¡Felicidades, Yugi!

—¡Enhorabuena, amigo!

El agradeció que todos ellos hubieran venido esa tarde para estar con él. Era un día especial, no todos los dias se cumple 15 años, después de todo.

A partir de ese momento, Yugi abrió los regalos y vio uno en particular que no tenia remitente ni una nota. Supuso que se trataria de Joe o de Yami.

Abrió el regalo y encontro una flor y una carta.

—¿Y esto?— agarro la carta y la rosa la puso sobre la mesa. Empezó a leer.—:

Yugi.

El motivo de esta carta es para comunicarte de que estas invitado cordialmente a la fiesta que la familia Kaiba esta organizando en honor al nuevo prototipo de videojuegos que estan saliendo a la venta la semana que viene. La corporación Kaiba esta al corriente de tu participación en los juegos de duelo de monstruo de hace un año.

El evento se realizará en la mansion Kaiba, en nombre de todos los ejecutivos y socios de KaibaCorp. Tu hermano y abuelo también están invitados, si así lo deseas.

Se realizara este Sábado, 8 de junio.

Confió en que aceptaras asistir.

Atentamente.

El presidente de KaibaCorp.

Kaiba Seto.

Cuando termino de leer, se pregunto que tipo de videojuego había inventado Seto. Seguramente algo virtual, ya que su compañía estaba asociada con las computadoras virtuales de la red. ¿Pero iría? ¿Que tal si era una trampa como la que hizo hace un año para recuperar a su abuelo, y quitarle la carta del dragón de ojos azules?

Seto Kaiba había perdido y el sabia que perder había sido lo peor que le había pasado. El era orgulloso después de todo, pero ahora no tenia motivos para tenderle una trampa. Ya que él no tenia nada que Seto quisiera arrebatarle. Hace un año que no había vuelto a utilizar la carta de exodi ni su baraja de cartas porque su abuelo había estado a punto de sufrir un ataque al corazon.

¿Pero que mas daba? Incluso podria ir con Yami, ya que estaba convencido de que él no lo dejaría ir solo.

Pensó en muchas cosas mas, hasta que dieron las siete de la noche y todos se fueron a sus casas. El se despidió de todos ellos y Yami también.

—¿Estas bien, Yugi?—le pregunto Yami, después de haber recogido algunas cosas que estaban tiradas en la sala. Los regalos se quedaron alli, y llevaron los platos y vasos a la cocina para lavarlas mañana.

—Oye, Yami...

—¿Si?

Yugi saco la carta de su bolsillo y se la dio a Yami, quien con gesto inquisitivo la tomo entre sus dedos.

—¿Que es esto?

—Es de la corporación de Kaiba. Nos invitó a una fiesta porque dice que va a presentar su nuevo juego.

—¿Enserio.?— Yami se sorprendió un poco. Ya que Kaiba no hacia juegos desde que Yugi lo había venido con Exodia. —¿Cuando es?

—El sábado. Pero Yami...

—Iremos.

—¿Que!?

Yami leyó la carta en silencio, siendo observado por Yugi, quien no comprendía hasta que punto se había vuelto loco.

Yami termino de leer con un suspiro pesaroso.

—¿Y bien? —El menor hablo por primera vez. Estudiando el perfil de su hermano, quien se mantenía en una pocision seria. Su respuesta no tardo en ser escuchada.

—Se que esto puede ser una trampa. Pero jamas lo averiguaremos si no vamos. —Profirio, con la barbilla erguida y los labios en línea recta.— No tienes que ir si no quieres. Pero yo, tengo un poco de curiosidad de saber que clase de juego creo esta vez.

—Entonces iré también. No te dejare solo en esto —Le sonrió, como pocas veces solía hacer. Era una mirada segura y decida que Yami correspondio con .

—El sábado entonces.

XxX

Continuara...

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