Advertencia: Intenciones, en serio que intenciones, de Slash.
Palabras: 287.
Beta: Piojito me hizo el favo de checarla :3
Nota: Adoro a Iolaus, en serio. Pero me mata la risa de Hércules (corazoncitos)

Disfruten la lectura.


Preocupaciones

―Estaba pensando...

―Cuidado que te puedes lastimar ―dijo el más grande, riendo divertido y ganándose un golpe en el brazo de parte del otro.

―Ja-Ja ―Iolaus frunció el ceño, en expresión seria, por lo que Hércules decidió prestarle mayor atención.

―De acuerdo, ¿En que pensabas?

Iolaus se rascó la cabeza, algo ausente, como si estuviera intentando acomodar sus ideas.

―Sabes que de chico te enseñan que los Dioses lo son todos y tienes que hacerles caso siempre ¿no? ―Hércules asintió, las enseñanzas de antaño. Iolaus suspiró―. Pero, desde que te conozco, lo único que hemos hecho es luchar contra ellos.

―¿El punto es...? ―preguntó Hércules, sin entender a donde quería llegar. Iolaus se exasperó un poco, por lo que se detuvo, cruzándose de brazos. Hércules lo imitó, mirándolo de frente, esperando su respuesta.

―Tú eres un Semi-Dios, así que no te preocupas mucho de esto pero ¿qué pasará conmigo? No creo que ser santo de su devoción... o al menos no de la mayoría.

Hércules negó con un gesto, sonriendo. Se acercó a él, pasando luego un brazo sobre sus hombros. Iolaus le miró extrañado.

―No te preocupes, a lo mucho Caronte no te deja subir a su barca, ni por todo el oro del mundo ―Iolaus volvió a golpearle, sin verdadera fuerza y fingiendo estar molesto.

―Tonto, eso significa que no podré descansar eternamente.

―Mejor ¿no? Así siempre estaríamos juntos, porque dudo que a mi también me deje entrar, no después de la paliza de la otra ocasión ―Y volvió a reír, de manera despreocupada, soltando a su amigo y comenzando a andar.

Iolaus lo miró, un poco sorprendido por sus palabras, pero después sonrió, dándose cuenta que aquello no sería tan malo después de todo.

Fin de la historia.


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