Bien vengo con un nuevo fic, espero que les agrade, esta inspirado en un video de Etihw y Kcalb llamado miniature garden o algo asi nwn, esta algo raro y me volvió a dar flojera rectificarlo así que meh espero que disfruten aun así.

"Gray garden no es mio"

-Te prometí que destruiría todo lo que amas- murmuro el hombre de capa negra, mientras soltaba el cuello del último cadáver, el cuerpo de cabellera rubia retumbo sin vida en el ahora quemado suelo, que acompaño a otros más. –Como tú lo destruiste para mí.-

-P… pero kcalb ellos son…- gritaba la chica de ropa blanca manchada de sangre y cabello corto, negro cual carbón tratando de detenerlo.

-¿Qué, nuestros amigos?- hablo el chico mientras se acercaba a ella. –No me hagas reír Etihw-

Lo último lo pronuncio como si escupiera cada una de las silabas.

-Ellos solo eran un bello pasatiempo, un nuevo modo de destruirte. Que mejor modo que destruir algo por dentro, ya que es para lo único que sirvo ¿no?... para destruir- hiso una sonrisa torcida y dolida, continuando con cinismo -Lo admito, era algo divertido, y ¡ja! No esperaba que te enamoraras de mí, eso sí que fue sorprendente y me facilito todo-

-Kcalb… tu…-

-Te pagare con la misma moneda que tu aquel día… te hundiré en la más profunda soledad.-

-N…no- extendió su mano para alcanzarlo, pero él ya se había ido. Podía sentir las lágrimas recorrer su rostro, ahora sin poder, sola, en un mundo vacío y sin vida. Le recordaba tanto a los viejos tiempos, le recordaba a todos esos fines de guerra que solo daban inicio a otra, pero ahora aunque quisiera no podría hacer nada. Lloro amargamente, haciéndose ovillo en su lugar. Y soltó una vez más el nombre de su amado entre lágrimas.

-Kcalb… ¿Porque?-.

Entonces despertó. Todo había sido una pesadilla, todo un mal sueño. Sus ojos ardían bañados en lágrimas y también se encontraba empapada en sudor. Se sentó en su mullida cama, tomando entre sus dedos su cabeza, recordaba cada una de las muertes; había sido un sueño sumamente vivido. Sabía bien que Kcalb tenía sus razones para odiarla, si el hacía eso ella tendría que estar preparada; aun hasta esos días ella recordaba cada una de las muertes que por su culpa habían sido ocasionadas. Su concentración fue interrumpida por un llamado.

-Srta. Etihw, mi hermano le espera para desayunar- Había sido wodahs, el ángel en jefe ahora encargado de las tareas del castillo.

-S… si ahora mismo voy- contesto la peli negra mientras se levantaba e iba a tomar una ducha, sabía que si decía que se sentía mal, cierto diablo se alteraría y tendría que contarle todo.

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Soltó un suspiro al llegar a la puerta de la gran sala, sabía bien que ahí el la esperaría. Entro como si nada en el mundo ocurriese, ya se había acostumbrado sonreír. Una acción que años atrás era solo un lujo. Tomo su asiento y observo por la ventana, vio cómo su mundo ahora era la mera descripción de la paz. Demonios y ángeles jugando y riendo. Todo lo que había deseado ahora estaba ahí, una verdadera Utopía. Y todo gracias a Kcalb, quien tenia un sueño en común con ella. Era verdad esa pesadilla solo había sido un reflejo de sus temores, que jamás se volvería realidad, o eso esperaba.

-¿Pasa algo eti? - hablo el diablo, con curiosidad. Pues ahora la chica sonreía al infinito, mientras veía por la ventana.

-Solo pensaba en cuanto te amo- le contesto con una sonrisa en labios. Lo que ocasionó un gran sonrojo por parte del peliblanco. Haciendo que la chica se sintiera aún más feliz de ver a su diablo de ese modo, le hacia reflexionar que el jamás se comportaría como en su sueño. Degusto felizmente su desayuno. Entonces escucho unos pasos avecinarse, y seguidos de ellos una abertura de la puerta sumamente escandalosa.

-Hola Ethiw y Viejo- grito una chica peliverde alegremente. Seguida por una cabellera rubia que cubría un celeste ojo.

-Yosafire, ten un poco mas de cortesía- murmuro una chica que le acompañaba –Buenos días, señorita Etiw y Señor Kcalb-

-Buenos dias- contesto cortésmente la de vestimenta blanca.

-Les traíamos un poco de pay de manzana de Dialo!- exclamo la peli verde mostrándole una cesta a la pareja. –Otra vez hiso de más, asi que les trajimos un poco-

-oh ya veo, que bien- sonrio la diosa.

-Si… aquí esta, cómanlo antes de que se enfrie- murmuro la rubia tranquilamente mientras les dejaba un poco cerca la cesta.

-Si, gracias- respondio con una sonrisa melancolica la de ojos grices, recordando los cadáveres de aquellas chicas. Y resonando en su mente la sonrisa sínica, que hace tanto que no observaba. –Ahora mismo lo provaremos-

-¿Le ocurre algo srta. etihw?- pregunto la rubia, normalmente no seria tan familiar con ella, pero esa forma de ser no era nada común en ella.

-No, estoy bien- contesto con una sonrisa radiante, ya estaba acostumbrada a sonreír así.-

-Bueno- contesto la rubia –disculpen las molestias, nos tenemos que retirar-

Y sin más ambas chicas se retiraron, de inmediato apareció el Ángel de un solo ojo, quien recogió la cesta y momentos después trajo dos platos con una rebanada de pay, yéndose una ves más, dejando en silencio la sala, silencio que fue interrumpido por la chica de cabellos negros.

-¿quieres jugar ajedrez?- pregunto la chica, mientras degustaba quel rico postre. A su pregunta el chico solo asistió, y la observo atónito, normalmente no le cuestionaba si quería jugar, solo jugaban y ya.

Ella siempre había evitado ese juego, pues, el ajedrez era una guerra en donde se defendía al rey, entre piezas blancas y negras. Se sentía tan… conectada con ese juego, y a la vez le traía tan malos recuerdos. Los alfiles le recordaban Wodahs y Grora, la torre le recordaba tanto a ringatona y ahora también a macarona al solo combatir cuerpo a cuerpo, cara a cara. Sherbet y Frozen eran sus caballos, piezas en quienes confiar pese a cualquier dificultad, siempre habían sido especiales, y por ultimo Ciel… ella era la única en quien confiar en tantos tiempos de malos augurios… en tantos tiempos obscuros.

-y quieres ser las blancas o las negras- pregunto la diosa al peli blanco; el puso cara de "debes estar bromeando verdad" a lo que ella atino a darle las piezas negras.

Ella aun temía a su sueño, pero bien sabía que el si en verdad deseaba destruirla, lo demostraría en el tablero, pues como sabia ese juego era una guerra disfrazada de diversión.

Pero… y si su sueño era verdad… ese pensamiento le siguió mientras se escuchaba el caer incesante de piezas hacia el tablero.

-kcalb… a que más le temes- hablo mientras hacia su jugada.

-… a que viene esa pregunta- contesto el, interesado en la razón de que ella por primera ves jugara enserio y no solo por querer molestarle, o demostrarle que ella era mejor que el en cualquier tipo de juego aun sin proponérselo.

-uhmm… nada mas me lo preguntaba- respondio ella como si lo que hubiese preguntado no fuera nada –tenia curiosidad, Jaque-

Ella bien sabia su mayor temor de el, que compartía con ella, el miedo a la soledad, el miedo a un mundo silencioso, vacío, un lugar sin color un lugar sin vida ni muerte…

-… ya veo…- comento el haciendo un movimiento ofensivo que sorprendió a la chica. -… tablas…-

En todo el tiempo en que habían jugado el nunca había logrado ganar, y ahora que ella tenia dudas existenciales acerca de si confiar o no. Habían quedado en pates… no sabia que pensar de aquello. Entonces, el era bueno o malo. Que pasaba en verdad.

-Felicidades- comento la chica con una sonrisa –es lo mas cerca que has llegado a ganarme-

-eso es porque siempre haces trampa- se defendió el chico aun sin poder creer que había ganado.

-yo nunca eh echo trampa, solo que tu no…- "estas a mi nivel" casi decía aquello, que hace tiempo le había dicho después de sellarlo –tu no… conoces el corazón de las piezas-

-…¿que?- pregunto el con una pequeña gotita cayendo de su sien.

-El corazón de las piezas, debes saber y confiar en ellas, si no nunca ganaras- hablo ella como si en verdad le interesara el tema y le apasionara mucho.

El chico suspiro, ¿Por qué la encontraba más distante aquel día?, y al parecer no era el único puesto que Froze igual lo había notado, En el transcurso del dia, le procuro preguntar sobre aquella forma de actuar, pero ella solo lo evadia de algún modo, haciéndole sonrojar, o simplemente diciendo alguna tontería, y asi se mantuvo hasta que ambos tuvieron que separarse para ir a descansar por esa noche.

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El canto de las aves resonaba en el bello día, siendo disfrutado por Etihw.

-Veo, que aun tienes un pequeño paraíso en el cual ocultarte…- comento aquella voz ronca con desdén proveniente detrás de ella. Que mientras mas se acercaba hacia que todo se marchitara –Vaya, eres más difícil de lo que creí-

-Kcalb…-estaba otra vez ante ella esa imagen distorsionada creada por sus miedos y recuerdos.

-¿Si?- contesto el sonriendo de lado. -¿Acaso, se le ofrece algo?-

-T…Tu… no…- susurraba la chica, mientras se levantaba pesadamente de lo que antes había sido un pastizal. –Tú no eres el verdadero kcalb-

-¿Y porque tan segura?- comento el un poco más serio alzando una ceja. –Solo soy el lado que él ha reprimido, pero también el mas fuerte, ya que yo no temo a nada, pero aun así soy real, si no fuera real, crees que podría hacer esto-

Fue un movimiento veloz, un movimiento que la había tomado con la guardia baja y que ahora le había hecho volver a caer sobre el ahora seco pastizal y cubrirlo de un color carmín.

-Sabes… hace tiempo pensé en robarte tu poder, para así, crear mi propia utopía, sin un dios caprichoso quien me molestara y me diera ordenes… pero… entonces interrumpió mi hermano…- su semblante se ablando al decir este comentario. Mientras la chica se procuraba sanar sus heridas – al inicio me pareció una ironía luz y oscuridad coexistiendo, pero después decidí hacer esto… hundirte en la más profunda soledad… y sin nada que puedas hacer… Destruir algo por dentro es siempre la mejor opción, admito que lo de Ilvis fue todo un problema, pero después de todo, "nuestro mundo" regreso a la normalidad -

Escupió las últimas palabras como si de ácido se tratasen. Aquello no tenía sentido, pero aun asi lo decía, de un modo dolido y a la vez irónico. La chica cada vez sangraba más, como si la herida de su corazón no dejara sanar la herida exterior.

-bueno… lo mejor será darle fin a esto…- murmuro el peli blanco, haciendo aparecer unos extraños símbolos bajo de ella, aquel, era el ritual que hace tanto había intentado hacer, y que había fallado, ahora le quitaría todo poder que ella tuviera, o al menos ese era el plan…

-Kcalb… yo… en verdad….te… ame-Ella callo luego de que aquel símbolo dejara de brillar, su piel parecía volverse como tiza, sus ojos ahora se habían cerrado para no abrirse nunca más… El ser creado de poder puro ahora se había esfumado.

El entonces le observo, viendo como caía, pero como acto reflejo, como si su anterior ser fuera solo una niebla o un sueño del cual se acabara de despertar, la fue a sostener… ¿Qué había hecho? Había asesinado a la persona que amaba. No entendía la razón… él no había querido ¿o sí?, siempre había temido a su pasado pero jamás había creído que este lo dominase. Ahora ella se encontraba entre sus brazos; dormida, fría, tranquila… muerta… quiso sonreir ante la ironia de que el único momento que había tenido de paz con ella era porque ella ya no estaba.

-Y yo a ti...-

Pero, no podía morir tan fácil, ella había resistido cientos de ataques provenientes de él; de seguro solo necesaria descansar, como tantas veces hacia después de una pelea, para que así volviesen después los días felices que a veces tanto le molestaban, pero que en el fondo siempre le reconfortaban.

Entonces miro a alrededor… todo estaba vacío, obscuro, el castillo que antes los dos habían habitado, se encontraba rodeado de una espesa niebla, como si esta no quisiera que él lo viera. Ahora quizás él tenía el poder de un dios… pero para que lo quería si no estaba ella con él. Tomo el cuerpo "dormido" de su damisela y la llevo al castillo. Hace tiempo Etihw le había narrado la historia de una chica que dormía entre rosas por cien años… quizás ella solo necesitaba un pequeño reposo igual. En fin y encuentras, el tiempo ya no era un problema.

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Despertó de sobresalto, y se tomó su cabeza entre sus manos… esta vez había sido una pesadilla muy realista, quizás solo era un reflejo de sus miedo que había hecho que estos aumentaran aún más. Ya era de mañana y al parecer el clima no se encontraba tan bien, se encontraba con grandes nubarrones negros. Dándole un toque tétrico a su "Jardín Gris" . Quizás lo mejor sería ir a ver a su otra mitad, que quizás esperaba a su llegada en la sala del trono.

Al abrir la puerta noto una gran frialdad en la sala, nadie se encontraba ahí, avanzó hacia la su asiento, quizás ella pronto llegaría, las horas pasaban y aún no ocurría nada, wodahs le había ofrecido el desayuno pero el se negaba a comerlo sin etihw, pero ella seguía sin aparecer...

observo por la ventana y noto algo peculiar, una densa niebla abrazaba el castillo y el sol había sido ocultado por unos nubarrones que amenazaban con una tormenta que lo más posible es que no ocurriese... De algún modo... Esto se parecía a... Su pesadilla.

Se levantó inmediatamente de su silla y fue corriendo hacia la habitación de la diosa, ahora recordaba. El clima se manejaba por una estabilidad constante. Eso significaba que si una parte se descompenzaba repercutirá en el clima.

-ETIHW abre la puerta - grito el chico mientras golpeaba a este objeto, se podía sentir un gran frío proviniendo de adentro. - De una maldita ves dejame entrar-

Pero nada ocurría... Eso ya era el colmo... Si bien el era un diablo el era conocido por "destruirlo todo" ahora tendría que hacer honor a su apodo.

Cuando finalmente abrió encontró Ante el, a la chica envuelta en blancas sabanas, de tal modo que sólo se veían los ojos sentada en su cama a su alrededor se encontraban varios cristales flotando, como si le protegiesen.

-e...etihw...- Comento el chico mientras estiraba su mano para tocarla, los cristales le impidieron pasar haciendo que su guante se quemará dejando ver sus garras.

La chica permanecia en silencio solo observándolo…

-Que ocurre Etihw… déjame entrar-

-Que haces aquí…- hablo por primera ves la chica con una voz tan fría como la habitación, hace tanto que el no escuchaba algo así.

-vine a verte… estaba preocupado- murmuro el chico.

-… ya veo…- murmuro la chica –no es necesario… aquí estoy segura-

-Segura de que- Exclamo el chico intentando hacerla recapacitar, esa no era Su Etihw… -Aquí solo estarás sola-

-De ti…- Estas dos palabras fueron la gota que derramo el vaso, para que el chico actuara, aun pese a que sabia que dolería con gran esfuerzo cruzo la barrera. Algo había asustado a su eti, hasta el punto de alejarce de el pero el no lo dejaría. Se poso frente a ella y la miro directo a los ojos, cada segundo que estaba ahí mas daño le era otorgado.

-¿porque?- pregunto con autoridad, mientras la miraba a los ojos. Ella temblaba, no sabia desde cuando le había tenido tanto miedo, simplemente quisas tenia miedo a la traicion. Se veía imponente… -si es asi, entonces… tendre que…-

Ella cerro fuertemente los ojos temiendo a lo que ocurriría a continuación. Entonces sintió algo calido, Kcalb le estaba abrazando, y comenzó a decir.

-Te prometí que destruiría todo lo que amas, pero ahora quiero ser aquello que amas- murmuro el hombre de capa negra, mientras aspiraba aquel aroma que le encantaba, apegado a él, y ocultando su sonrojo en el hombro de ella.-quiero construir tu mundo, como tú lo hiciste para mí; así que por favor, no me temas-

La chica no sabía que hacer o decir, era la primera vez que el hacía algo así, asi que correspondió al abrazo y como arte de magia los cristales cayeron. Ambos cayeron en la cama, el se encontraba un poco débil y ella no había logrado dormir. Era lógico que ese era su Kcalb, y no aquel con el que había soñado; después de todo, solo había sido una pesadilla…

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¿o no?

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~en otro lugar~

-oh… ya veo, este es el poder de un Dios… supongo que aprenderé a ocuparlo… - sonrió entre las sombras una chica de trenzas

Espero que les haya gustado nwn… este si se portan bien, les hago un prologo nwn, :D asi que esperenloo :D… claro si se portan bien Xion-chan14