"Bañera"
-¡Demonios!- grito Asami por enésima vez, mientras abría la puerta del baño con Korra siguiéndola. Asami manoseaba su cabello con ira y preocupación; durante una batalla contra un grupo de seguidores de Amon, su cabello se había llenado de tierra, había quedado pegajoso por el lodo, e incluso se quemo en algunos lugares. Se sentó al borde de la bañera, tratando de desenredarse el cabello con los dedos, sin mucho éxito.
-Korra, pásame el cepillo que esta arriba de la repisa del espejo.
Las chicas se encontraban en la mansión Sato, que inusualmente estaba sola, sin sirvientes, solo ellas dos, solas. Asami daba instrucciones a Korra sobre que productos pasarle para tratar de arreglar el desastre que había en su cabello, al fin y al cabo era su casa, la conocía quizá mejor que la palma de su mano. Después de un rato, Korra estaba inclinada en la bañera, donde Asami se había metido (cuidando que la Avatar no la viera), cepillándole el cabello con cuidado. Pero las losas blancas del piso estaban salpicadas de agua y en un descuido Korra cayo dentro de la bañera llena de burbujas con Asami. Sus bocas de juntaron en un brusco beso, con solo espuma amortiguando. Las mejillas de Korra se tiñeron de rojo.
-Yo...yo…- balbuceo Korra, los labios de Asami ahogaron sus palabras en un suave beso, la avatar lo devolvió, sintiendo el deseo apoderarse de ella, subiéndole por la espalda. Las dos se encontraban empapadas y llenas de espuma, pero Korra seguía con la ropa puesta. Poco a poco, la avatar se fue desprendiendo de su ropa celeste, quedando tan solo con la ropa interior. Korra se acerco a Asami, devorando su cuello, mientras la otra abría la boca reprimiendo un gemido, las manos de Asami se deslizaban por la espalda de Korra, enviándole una oleada de calor por el cuerpo. Quedaron cara a cara en el suelo, con sus cuerpos rozándose, embistiéndose una contra otra, rodando el piso frío, haciendo que se le erizara el cuerpo. Korra pasó sus morenas manos sobre los senos de Asami, haciendo que esta susurrara su nombre.
-Korrrrrrrra…- la invadía la excitación.
Asami pasaba sus manos por las piernas de Korra que estaba ocupada, devorándole la espalda, lamiéndola. Los labios de la morena empezaron a bajar por el cuerpo de Asami, haciéndola sentir deseada; comenzó con su boca, siguió con su cuello, hizo una parada en su clavícula, pasando por sus pechos, bajando hacia su estomago, la uñas de Asami se clavaban en los hombros de Korra, mientras abría la boca desesperadamente pidiendo más. La de ojos zafiros sostenía a la pelinegra contra la pared, Asami sintió su oportunidad y pego a su compañera contra la pared.
-Es mi turno…
Y así ambas pasaron la noche, besándose hasta que se les hincharon los labios, tocándose hasta que sus articulaciones se cansaron. Y con un último beso Asami se despidió de Korra, esta paso sus morenas manos por el ahora desenredado cabello de Asami.
-Vaya que lo desenredamos…- dijo mientras depositaba un cabello color carbón detrás de la oreja de la muchacha de ojos verdes. Asami cerró la puerta principal, cerrando los ojos, deseando revivir la sensación de anoche, y entonces se quedo dormida,
