Edward era el amor de Bella, hasta que un día tuvo que marchar dejando tan solo una nota. No había rastro de la familia Cullen en Forks. Bella decide afrontar la situación como si nada hubiera pasado, pero en el lugar, el día y el momento más inesperado, el destino se tropieza con ella. Un destino del que ya no podía huir, un destino del cual ella debía tomar el rumbo. ¿Sería el amor tan poderoso como para desencadenar la locura en nosotros?