Titulo; 566
Pairing; Acesan / Lusan
Tiempo; AU!moderno, Mugiwaras reunidos sin cocinero aun.
Tipo; Shot (Dudosa continuacion)
Intro; "Al ataque", Tanto Ace como Luffy buscan reclutas, uno para su banda ilegal y el otro para su corazón, ¡Por favor no peleen, son hermanos!. Lusan vs Acesan
Notas; ¿Tenia…sed de Lusan, pero termine con otro bando?, en especial va para Naghi, quien me convenció con sus investigaciones sobre el paradero del vago rubio.. ¡Calma!, apenas el inicio de la 2nda semana!
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Conocieron a Sanji en su propia casa, en el primer piso que funcionaba como un local de comestibles, un restaurante de tres estrellas, con una tercera parte como bar y otra un café, donde un sillón individual de estampados dorados no se comparaba con la brillante cabellera de un rubio bajo la luz de tungsteno.
Los hermanos D. esperaban tener una buena primer impresión con el chico, y que mejor que salvar su aliento.
Cuando Portgas, perseguido por Monkey buscaban un descanso de su jornada, entraron al agradable establecimiento, escucharon de su tercer hermano que si mencionaban que trabajaban para la comunidad (siendo bomberos), sería posible que obtuvieran un descuento, un regalía o una patada en el culo.
La primer puerta por la que entraron daba directamente al café, algunos escritorios individuales con sus sillas eran la mejor vista a la ventana principal, mientras que las sillas y mesas bajas decoraban la cómoda sala de reuniones, la alfombra carmesí ocultaba algunas manchas de crema derramada.
Ace dejo su ropa de protección en un perchero, Luffy hizo lo mismo, aunque el último se quitó sus botas ya que usaba unas cómodas sandalias al mismo tiempo.
Al fondo se encontraba la barra, tras ella un joven de filipina negra le ofrecía ciertas herramientas que otro joven necesitaba en su postura inclinada contra la máquina de mezclas frías que reparaba, sus glúteos eran lo primero en contemplar al acercarse a la caja, sus pantalones grises se ajustaban con perfección a la curvatura de sus piernas sobre una silla que le ayudaba a alcanzar la parte posterior del aparato.
Si el peli-negro careciera de prisa por supuesto que provocaría algunos ruidos con su garganta, sin embargo, el pecoso se introdujo en una relatividad en la que el moño del mandil del chico frente a él se ondeaba con lentitud, la postura del desconocido se volvió recta (inclusive eso entre los pilares del bombero), su camisa blanca no ayudaba a modelar su verdadera silueta pese que perdonaba ese detalle por la melena clara del chico que se ocupaba en encender el aparato que curó.
-Pedazo de mierda eres Bartolomeo, No quiero que tu club venga a este lado del barra, si vuelve a pasar lo mismo usaré tu paga para el mecánico.- Miro al peli-verde por encima de la silla que necesito para trabajar, aunque el castigado no dejaba de ver al rubio como una deidad, tan por encima suyo.
-Siiii,~- afirmo con energía – Digo, por supuesto Blackleg-sempai, ¡No más amigos en el café!- Le despidió tal como un comandante, recolecto todas las herramientas regadas en el suelo y se perdió tras una puerta.
El joven del mandil seguía sin voltear, lavo sus manos y sirvió el primer vaso de prueba, después se percató de los dos chicos peli-negros que le miraban embobados.
-Bienvenidos al Merry-flotante, hermano del Baratie- Por educación vocalizo lo que su anciano padre le obligaba a recibir a las personas, incluso a los hombres, por loco que luciera el viejo quería que saludase lo que sea que entrara por la puerta. – Por el día de hoy solo hay bebidas y licuados fríos.- No solía mirar a sus clientes masculinos a los ojos cuando les dirigía la palabra, salvo que cierto pecoso al frente suyo no respondía, sus ojos se encontraron con aquellos cafés junto a una sonrisa que crecía con lentitud, aunque el chico de la cicatriz contemplaba el menú del techo con hambre.
-Lo-lo que tengas seria genial, para ambos, por favor- Portgas debió darse un puñetazo a si mismo por no pedir a lo que venía, igualmente cuando el chico le dio la espalda, se percató que no llevaba su nombre en su mandil rosa, ¿Ahora como usaría su nombre con juegos de palabras? Eso le funcionaba al mayor con las mujeres, las calmaba en esos casos en que era su turno de cuidar las victimas del fuego si sus hermanos se le adelantaban.
Ace contaba con su desbordante determinación para sus propósitos, y este caso era muy lento para su gusto, el único punto negativo que parecía atravesarse era su hermano copeando lo que él hacía, imaginando que hacer con la cintura del joven. Al mayor le sorprendía como el sombrero de paja lograba disimular con "torpeza", pese que tendría los mismos propósitos en su mente.
Luffy volteo a verle, sus cejas fruncidas mutuamente soltaban chispas al choque de sus pensamientos que competían por lo mismo, mientras el rubio preparaba algunos alimentos en bolsas, silenciosamente los hermanos se atacaban con vencidas por sobre la barra, sus manos chocaban cada vez que el cocinero no los miraba.
'¡Esta vez no, Luffy!, ¡No será tu "nakama"!'
'¡No hagas eso Ace!, ¡si vas a llevarlo a nuestra casa, que sea por mí!'
De alguna manera los hermanos se comunicaban tal como gemelos, con… diferentes planes.
Blackleg les ofreció dos cafés fríos a base de hielo y chocolates congelados junto a una bolsa muy voluminosa de alimentos empaquetados, claramente la bolsa de papel dictaba "Sabo", Monkey la arrebato directamente con las manos del rubio, rosando con las suyas. - ¿Cómo conoces a mi hermano?- Por incomodidad del oji-azul, el menor no soltaba sus manos que sostenían la comida.
-Por tu camisa supuse que lo conocían,- Sacos sus dedos de entre los del moreno y señalo la prenda roja de Luffy con el escudo de su vocación. - En una hora más vendrá por esto, así que creí que podrían dárselo, lo pagó por adelantado, lo demás va por cuenta del imbécil de colmillos que no ha vuelto.
El cocinero se apoyó en su pierna izquierda, obligando a su cintura se desnivelara para darles una coqueta silueta a los hermanos que aún no se retiraban, Ace escucho el "tomen asiento" que el chico les invitó para que dejaran avanzar la invisible fila de clientes.
Luffy se lanzó a un sillón con la comida de Sabo en su regazo, tomo la bolsa transparente con un pan horneado con jamón, el que era para Ace, esa seria su venganza.
El hermano mayor caminaba de reversa sin perder al oji-azul, sin embargo tuvo que sentarse cuanto el rubio tomo el primer vaso que sirvió, el café de prueba de la maquina recientemente en función, se llevó un periódico bajo el brazo para sentarse en un sillón dorado que tenía un pequeño cartel de "reservado".
El sombrero de paja seguía embutiéndose los panes y galletas de la bolsa, por lo que debía actuar antes de que el estómago de Luffy volviera a ser plano y atractivo. Tiro la pajilla de su bebida y se tomó todo junto con la crema grumosa, se fue con sigilo hasta el chico de mandil rosado, el que bajo su periódico para ver al cliente que le miraba como si le desnudara con morbo.
-Te ves como un feliz imbécil con rabia- Le contesto primero, con poco humor de soportar hombres, - Si Quieres algo más pídeselo al mierdillas del novato, ¡Barto, deja de hablar con el cocinero, atiende el frente!-.
Con vergüenza el pecoso limpio su barbilla junto a sus labios llenos de crema, pero la honestidad del rubio no le repelería tan fácil, bueno, tal vez si porque su lengua se durmió por la frialdad de su bebida, así no combatiría con más fuego, el cual sería el estilo de ambos.
Cuando el chico punk entro al frente, el oji-azul entre gritos de regaño tomo otro trago de su café, debía tomárselo ya que no desperdiciaría más de unas cuantas gotas de esas caras mezcladoras, una de diseño en prueba, limitado, por sus chocolates escondidos dentro del hielo molido.
Los prototipos ocasionaban accidentes, tales como el atragantamiento de solidos por una garganta fría sin sensibilidad.
Blackleg se hundió en su asiento, buscaba aliento con su boca, a bocanadas que no funcionaban y su nariz que tampoco colaboraría, Ace reacciono en su modo-paramédico, ¡De algo servirían sus cursos de primeros auxilios!, esos a los que debía ir de madrugada arrastrando a un costal roncador llamado Luffy.
Jalo el mandil rosado del chico para llevarlo al suelo, con prisa grito el nombre de su hermano para que le secundara, el cuerpo en pánico del rubio si apenas le ayudaba cuando trato de tener su mentón levantado para mejorar el paso, su especialidad estaba en la compresión del pecho, y tal como se esperaba, con solo unos golpes los fuertes pulmones del chico fueron un bonus para terminar con su sufrimiento, de la boca del oji-azul emergió el pedazo de cacao tan maldito que resultó ser una pieza problemática de la máquina.
Cuando Blackleg busco el aliento para agradecer al peli-negro, el sombrero de paja se lanzó sobre el cuerpo del cocinero sin lastimarlo, para usar su boca por sobre la del ya salvado chico que no necesitaba un respirador orgánico tan adherido a él.
De un puñetazo Portgas aparto a su hermano después de que termino con ese beso de vida. –Lo siento, uhm,- Le tendió su mano para ayudarle a volver a su sillón.
-Sanji….Gracias- Respiro con profundidad, de mala gana le agradeció y miro penosamente al bombero, cuando volteo donde el moretón en el rostro del Luffy, mordió sus labios, algo que intensifico la sed del D.
Bartolomeo al final apareció junto al sombrero de paja para ofrecerle una bolsa de hielo, con extraños ruidos de admiración el peli-verde comenzó a llamar a los bomberos como sus "senpai" tal como se decía en su país.
Con otro desayuno de cortesía los hermanos alargaron su visita, en su fluida conversación bromeaban insistiendo en que podían robarse uno de los botes de su abuelo para ayudar al cocinero en sus soñadas aventuras al mar abierto, el sombrero de paja presumía a Nami y Robin como parte de su grupo de amigos, incluso que le prestarían un submarino si él lo quería, el chef comenzaba a tener interés en los chicos sin contar con todos los lujos con los que contaban, por ello no recibían una paga fija de su trabajo comunitario, tenían suficiente pero de amigos ni se diga.
La narcolepsia de los chicos les ataco por igual, desfallecieron en sus asientos hasta que el susodicho hermano mayor les arrastro fuera del establecimiento.
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Ace se sentía cada vez más y más satisfecho de su primer impresión con Sanji, el que ahora visitaba la estación central a la que estaban asignados los hermanos, el cocinero les traía lo que cotidianamente Sabo pedía entre comidas y paquetes para su hambre entre los traslados, Portgas calculaba la hora en que el tez blanca les visitaba para siempre estar presentable y provocador.
El cargar las mangueras extra al camión mostraba el poder de sus músculos, el tener a sus colegas en fila en sesión de entrenamiento insinuaba su autoridad y el lanzar a Luffy desde el segundo piso con un extinguidor no era lo más cool que usaría para enseñarle lo maduro que era, pero su torpeza y la de su hermano pequeño competían arduamente por la risa de Sanji.
¿Y Sabo?, el más listo del trio conocía al padre del chef, tampoco entraba a la competencia solo porque su trabajo era un rango mayor que el de Ace inclusive, no tenía tiempo para chicas o chicos, su era dorada no la empeñaría en conquistas, sabía que Ace usaba todas las cartas y que Luffy se dedicaba a los golpes críticos.
Llego el momento en que Garp se fastidio por las travesuras nocturnas de sus nietos, los boto del hogar que les ofreció con puño de amor y los votó tal como pájaros sobre-desarrollados en cacería de algo mayor, así lo hizo el jefe de policía creyendo que sus vagos chicos seguirían su camino.
Consiguieron un departamento que funcionaría como el segundo hogar de los hermanos pese a que empeñaban su tiempo en la estación, Luffy invitaría a sus amigos mencionados al cocinero, aunque Ace no atrajo a ninguna alma, recibía algunas regalías de un llamado Edward que le deseaba suerte y ofrecía un hogar si es que fracasaba.
Pero horas antes de ello, a Luffy se le encomendó una misión, comprar lo que necesitarían para cena, él era el único que conocía el camino a una tienda que encontró al ser perseguido por caninos que querían masticarle; Sanji le dio una lista y dinero suficiente como para comprar dos veces cada artículo, al tiempo, tras unas carreras a la par contra unos cuadrúpedos, ahora jadeante de sed, el peli-negro arrastraba los víveres colgados de sus hombros y manos, no lograba mucho ruido pese a sus sandalias rechinantes, con el último aliento trato de tomar la manija plateado con sus dientes y empujar un poco la puerta que solo abría a empujones.
-¡Aa-ce!, ¡hng!-
Su respiración se atoro en su garganta mientras que por la pequeña abertura que la puerta le dio, le ofrecía una vista directa al comedor principal, donde con claridad Ace le daba la espalda mientras más exclamaciones provenían de alguien al frente suyo.
-Esto… fue lo primero que vi de ti, - Recorrió sus manos calientes del cercano clímax, abarco toda la tibia e intacta piel del rubio hasta llegar a sus caderas e inclusive reclamar ese trofeo desnudo moldeado de una forma tan especial que atraía su cuerpo de nuevo a él, -Parece ser una trampa ser el único en reclamarte, hmn~.- Profundizaba el agarre en la cintura del rubio para seguir frotando su miembro entre las piernas del oji-azul muy cerca de su entrada, rosándola, su miembro por debajo de la mesa pedía estar completamente erecto al percatarse de que otro como él se acercaba tan peligrosamente a excitarse sin penetrarle, Sanji se encontraba a merced del pecoso, casi por encima de la nueva mesa de su departamento.
-¿Cuántas veces quieres que te conquiste, Sanji?,- Entre los besos y prendas perdidas en batallas de dominio, Blackleg termino con su pecho contra la madera, sometido por las fervientes frases del bombero. Mordió el cuello del cocinero que jadeaba permitiéndole entrar de una puta vez.
Tiro sus pantalones al suelo por completo y cargo al chef entre sus brazos mientras Sanji se atendía así mismo con exaspero, los ojos del pecoso temblaban de emoción al ver como esas manos pálidas se empeñaban en explorarse llegando ansiosamente a su interior desesperadamente quitándole el placer a Portgas de abrirse paso el mismo.
Al llegar a la habitación de una patada la puerta se abrió y cerró por sí sola, permitiéndole una digna privacidad a la pronta robada virginidad de ambos amantes, por precavido e insultante que sonase, Ace tenía sus armas en orden y fáciles de alcanzar, tomo el líquido que utilizaría para proteger al cocinero de su prisa, Blackleg le llamaba de nuevo a la cama al tirar su camisa al lado suyo, el peli-negro se despojó de su collar y botas, saboreaba sus labios que pedían más carne.
El rubio ofrecía su cuerpo al jadear el nombre del hermano D. –¡Ace!, - Gemía y su pecho se levantaba al igual que sus caderas,-Trae tu trasero pecoso a aquí.- No existió otra repetición ya que el cuerpo de Portgas se encontraba entre sus piernas, las que abrió después de masajear tanto sus escultóricas muslos así como su entrada, la cual se percibió como un parpadeo pese al largo procedimiento de molestar al rubio sin aun dejarle venirse.
Logro encabronar al tez-blanca cuando solo la punta de su miembro en su interior le emocionaba, entro con lentitud gimiendo a la par con su amante, le recibía con energía, la presión de su interior le descontrolaba tanto como las entradas y salidas de su miembro.
Más rápido, más repeticiones pidió el pasivo, por desgracia del peli-negro, el menor tenía un severo caso de querer más de lo que resistía, Portgas ofreció todas sus energías para complacer al tez blanca que cedió al mismo tiempo que esa voz tan ardiente del cocinero por magia del sexo le invocarían otra erección pese al hambre y sueño que decidieron tomar a Sanji entre brazos para descansar y prepararse para explicarle a su hermano el desastre del pasillo y todo el camino a su cuarto.
¿Qué tan cerca se encontraba Luffy de volver?.
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Estoy buscando entre mis notas alguna trama que ya escribí para acoplarlo, solo diganme si merece continuacion...
