Introducción
Sasuke por fin se daba satisfecho. Había conseguido consagrar su venganza, la "venganza" por la que había sacrificado tantas cosas para luego enterarse de que Itachi, su hermano, había hecho lo que hizo por órdenes de los Sabios de Konoha y además, siempre le había estado cuidando desde las sombras, incluso cuando mató a Orochimaru y lo absorbió, su hermano, antes de morir, había eliminado a Orochimaru de su organismo, librándolo así de que este pudiese tomar el cuerpo de Sasuke. Cuando Sasuke supo la verdad, se prometió que destruiría Konoha, se unió a Akatsuki y atacó la villa. Esta no quedó destruida del todo pero los Sabios, Danzô, y muchos ninjas murieron en el acto. Así Sasuke dio por dada su venganza y entonces solo le quedaba una última promesa; resurgir su clan.
Ahora casi quince años después, Sasuke paseaba cerca de lo que antiguamente había sido la villa oculta de Konoha y que ahora no era más que un puñado de casas medio derruidas donde vivían bandidos, ninjas… Como siempre que paseaba por allí no pudo evitar desviar la vista hacia aquel lugar, se acercó con paso penumbroso y antes de leer la inscripción inspiró varias veces, por fin se atrevió a mirar las letras en las que apenas se podía leer: "Aquí yace un gran ninja que lo dio todo por su pueblo, el ninja numero uno en sorprender a la gente: Uzumaki Naruto. Su camino del ninja será recordado eternamente."
Sasuke se quedó en silencio, sin poderlo evitar, empezó a llorar en silencio, como cada vez que leía esa inscripción. Notó un fuerte peso en la espalda y sin pensárselo agarró el bulto.
-¡Otra vez leyendo eso! -dijo una vocecilla- ¡vas a gastar la lápida!
-Hm. -rió amargamente.
-Ya está la cena
Sasuke se giró no sin antes despedirse de Naruto. Echó a andar a paso ligero hacia su hogar, donde le esperaba su familia.
Fin de la introducción
