-Sofia-
Habían pasado ya 9 años desde que me convertí en princesa, y luego de mi cumpleaños número 17, me disponía a asistir a mi último día en la escuela real.
James y Amber, quienes habían terminado la escuela antes, por ser un año mayor, estaban dedicados a sus respectivos deberes; James al ser el heredero al trono, pasaba todos los días al lado de su padre, el rey Roland, para familiarizarse con lo que pronto sería su trabajo; Amber, además de pasar sus días tomando el té con sus dos mejores amigas, la princesa Cleo y la princesa Hildegard, como era tradición, se preparaba con los conocimientos necesarios para llegar a ser una buena reina, en caso de que se casara con un príncipe heredero, o su hermano por alguna razón, no pudiera dirigir Encantia.
A pesar de la ajetreada vida de sus hermanos, y sabiendo que en un año le esperaría lo mismo, seguían siendo tan unidos como de costumbre, en especial Amber y Sofía, ya que tenía mucho más tiempo libre que James.
"Sofía" Llamo Amber a su puerta, pero esta había entrado antes de que Sofía alcanzara contestar
" !No vas a creer de lo que me acabo de enterar¡ " Dijo emocionada a su hermana.
"De que se trata" Pregunto Sofía entre risas. Con los años ya se había acostumbrado a la exagerada forma de reaccionar de su hermana. Se sentó junto a ella en su cama.
"Sé con toda seguridad que ni te lo imaginas" Colocó sus manos sobre las de Sofia. Esta entorno sus ojos, con su suave y eterna sonrisa. "Se trata del pronto compromiso de Hildi y Zandar" Rio de emoción con solo pronunciar las palabras.
"Pero no era que la princesa Hildegard, no quería tener nada que ver con Zandar, ósea, siempre rechazó sus propuestas" Dijo confundida, aunque contenta de que a Zandar por fin haya obtenido la recompensa de años de esfuerzos.
"Eso es lo más sorprendente Sofia, ni Cleo ni yo sabíamos algo al respecto, todos creíamos que Hildi le era indiferente. Hubieses visto la cara de todos cuando Zandar y Hildi se presentaron al té de la mano para comunicarnos la noticia" Suspiró "Es tan emocionante. Por supuesto que con Cleo ya nos estábamos poniendo de acuerdo con respecto a nuestros vestidos, y como ayudaríamos a Hildi a elegir las cosas para su boda. Será extraño tener que visitar a Hildi en Tangu, pero estoy segura que será una reina excelente"
"Eso no lo dudo Amber" Sonrió. Pero su sonrisa duró solo unos instantes, se sentía feliz por sus amigos, pero recordó que su querida amiga Vivian tenía fuertes sentimientos hacia Zandar desde hace algunos años.
"Oh Sofia, ya quiero que llegue el día de mi boda" Exclamo sacando a Sofia de sus pensamientos "Aunque no me llama mucho la atención convertirme en reina. Es mucho trabajo, las lecciones ya me están hartando, mi único escape son mis idas a visitar a mis amigas, y pasar un rato con mi hermana favorita" Sofía rio.
" ¿Qué hay de James? " Preguntó Sofia. Sintió extrañeza al pronunciar el nombre de su hermanastro, haciendo memoria, hace casi 1 año que no lo veía, pues el rey le había encomendado ocuparse de las relaciones externas, visitando cada uno de los reinos que nos rodeaban, firmando tratados, haciendo negocios que favorezcan nuestra economía, además de relacionarse con la nueva generación de reyes y reinas que pronto serían sus aliados cuando este ocupara el trono.
"James" Amber mostró nostalgia en sus ojos, pero con una sonrisa dijo "Él es mi gemelo, pero no puedo tener la misma relación contigo por el hecho de que es un chico" Ambas rieron "De veras lo extraño"
"Lo sé" Dijo Sofia, sentía como un nudo se colaba por su garganta.
"Muy bien. Es hora" Señaló Amber "Debes ir a la academia. La fiesta de despedida es lo más emocionante" Abrazó y besó a su hermana en la mejilla "Suerte Sofia"
Al llegar notó que todos los preparativos estaban listos. La fiesta de mi último año. Suspiró.
"Hola Sofia" Vivian se acercaba, lista para un fuerte abrazo "¿Cómo estas Sofia?"
"Muy bien, solo siento un poco de nostalgia"
"Todos nos sentimos así" Sonrió, aunque Sofia logró notar una cierta melancolía en sus ojos, de seguro se había enterado de lo de Zandar "Estoy bien Sofia" Dijo al notar como su amiga la escudriñaba con la mirada "Fue una sorpresa pero estoy bien" Sofia la volvió a abrazar
Se unieron a los demás. Luego del discurso de las hadas y ya empezado el baile, Sofia recordaba con añoranza todas las aventuras que vivó con sus amigos, que ya no los vería todos los días, que al salir de esas puertas, dejaría atrás su etapa de niña, tendría su baile de presentación, pero esta vez sería presentada como posible casadera, como lo habían hecho con Amber el año anterior "Ojalá estuvieras conmigo Clover" Dijo para sí misma. El conejo tuvo una larga vida, y la acompaño en momentos muy importantes, pero hace dos años falleció de vejez, su gran amigo y compañero.
La fiesta terminó entre abrazos, besos y muchas, muchas lágrimas, pero fue cuando en su carruaje le dio la espalda a la academia que sintió el verdadero dolor de despedirse de una etapa de su vida, la cual había sido hermosa y le dejaba una gran huella en su corazón que jamás se borraría.
"Oh te extrañe tanto" Escuchó entre el bullicio que había en el gran salón. Su madre reía, y entre las voces reconoció una que no escuchaba hace mucho. Corrió desesperada, y al entrar al gran salón comprobó que sus sospechas habían estado en lo correcto "James" Articuló. Entre su padre y su hermana, se encontraba un chico de cabellos rubios, con su sonrisa radiante. Sofia no pudo evitar notar cuanto había crecido, lo diferente que se veía, aunque siempre había sido guapo, ahora estaba más tonificado, y por supuesto, se había convertido en un hombre. Su corazón se aceleró de manera extraña, pero lo asocio a la emoción de verle después de tanto tiempo "!James!" Gritó y se abalanzó sobre el dándole un fuerte abrazo.
"Hola Sofia" Dijo entre risas, aunque con una voz más grave de lo que ella recordaba. Su olor era el mismo, al igual que sus ojos, pero su esencia imponente, daba cuenta de que en realidad algún día, este chico al cual tenía entre sus brazos, se convertiría en rey.
"No lo puedo creer" Se separó Sofia para verlo a la cara y después volverlo a abrazar "Como te extrañé James"
"Y yo a ti Sofia" Sonrió. Dándole un vuelco al corazón de Sofia.
"Es increíble" Amber la sacó de sus pensamientos "Por favor dime que no te volverás a ir" Sofia se apartó solo un poco para que Amber también pudiera abrazarlo.
"Tranquilas chicas" Interrumpió su padre "James no volverá a irse" Sonrió colocándole una mano en el hombro a su hijo "Pronto, al encontrar esposa, James tomara mi lugar. Ya estoy muy cansado, y un retiro de vacaciones con Miranda me haría muy bien, con lo que he visto mi hijo está listo, ahora solo falta el último paso para que sea el rey de Encantia y por lo que supe, muchas princesas de los reinos que visitó quedaron encantadas."
Sofia sintió la presión en su pecho, ¿había escuchado bien? ¿Matrimonio? James se casaría y por alguna razón el hecho le producía dolor. -No- Pensó – No puede casarse. No aun. Se vio sorprendida con sus propios pensamientos, la importancia que le daba, claramente estaba celosa, celosa de que una mujer se le acercara a James, a su James, pero lo peor es que su James, era a la vez, su hermanastro.
-James-
Por fin en casa, después de casi un año lejos de su familia y de sus amigos. Amber había corrido a él con lágrimas en los ojos, su hermana gemela, caprichosa y engreída, había llorado por él. La abrazó lo más fuerte que pudo después de estar tanto tiempo separados. La familia se reunió en el gran salón para darle la bienvenida, pero cada cierto tiempo se daba cuenta que sus ojos buscaban algo en la habitación, y no fue hasta que se topó con esos ojos azules que se dio cuenta de que era. Sofia, su hermanastra, de pie en la entrada al gran salón, su cara roja y su respiración agitaba –debió haber corrido- Pensó. La miro de los pies a la cabeza, y se preguntó, en qué momento se había vuelto tan bella, era toda una mujer, su esbelto cuerpo, su piel aterciopelada –su cabello está más largo- Sonrió, y ella le respondió –pero su sonrisa es la misma – pensó mientras se le abalanzaba encima.
Su olor dulce, era el mismo. Sintió como la ansiedad lo invadía, volvía a tener los mismos pensamientos que provocaron su leve alejamiento cuatro años antes.
A sus quince años no se percató cuando comenzó a tener interés en su hermana menor, de un momento a otro se dio cuenta que siempre la miraba, pensaba en ella a cada momento y no sabía el por qué. Su hermana estaba en pleno desarrollo y era hermosa, siempre lo había sido "Puede ser la pubertad" Se dijo así mismo, quería convencerse que eran solo sus hormonas las que hacían que se fijara en ella por estar cerca de él. Pero fue cuando apareció en sus sueños que se dio cuenta de que tal vez era algo más, tal vez era amor; ya había tenido de esos sueños antes, era normal en un chico de su edad, pero que apareciera precisamente ella en uno, lo hacía diferente.
Después de darse cuenta de lo que había empezado a sentir por ella, se dio cuenta de que era demasiado tarde, se había enamorado profundamente de la chica que consideraba como su hermana "Es un error" Dijo "Somos hermanos" –pero no de sangre- decía su corazón "Debe acabar" Repitió tratando de convencerse. Con el tiempo se fue alejando de su hermana, mas tiempo con sus amigos, menos tiempo pensando en Sofia. Y así había logrado apagar el sentimiento, aunque no extinguirlo.
Al momento de sentir sus brazos alrededor de su cuello, sintió como un golpe en la cara lo pronto que esos sentimientos comenzaron a aflorar nuevamente. La abrazo más fuerte, vio sus grandes ojos azules, sus mejillas rosadas y sus labios. Pero fue al ver la cara que puso Sofia cuando su padre hablo de su próximo casamiento, que el sentimiento arremetió contra él dejándolo sin aliento –había una posibilidad- susurraba su corazón. Volvió a mirarla y se dio por vencido. Su corazón mandaba más que su mente, sus intentos por olvidarla habían sido un completo fracaso, no le quedaba otra opción. Sofia lo miró y sonrió. –Como no puedo amarla con una sonrisa tan bella- decía su corazón "Me he dado por vencido" Pensó y apretó el brazo que reposaba sobre su diminuta cintura.
Entre a mi habitación con toda la intención de descansar del largo viaje, pero el rostro de Sofía en esos instantes aparecía en mi mente a cada momento. Al no poder conciliar el sueño fue a la cocina por una taza con chocolate caliente, estaba caminando en el pasillo hacia su alcoba, cuando ella apareció, su camisa de dormir, que aunque no se ceñía al cuerpo era provocadora a sus ojos.
"Oh James. Pensé que ya estarías durmiendo" Se sonrojó –que linda- pensó, antes de darme cuenta de que no traía camisa, solo unos pantalones de pijama. Sonreí. Al parecer algo le provocaba después de todo.
"No podía. A pesar de sentirme cansado al llegar aquí se me ha ido. ¿Y tú?"
"Lo mismo" Rieron "Sabes que Zandar y Hildegard se comprometieron" Dijo tratando de romper el hielo
"Si me enteré por Amber, ya sabes cómo es" Entornó los ojos "Vamos a mi habitación" Sabia que se estaba arriesgando con tal proposición "Aprovechemos el tiempo y pongámonos al día de las cosas que han pasado" Notó un pequeño rubor en Sofia.
"Si" Se volteó y entró a su cuarto.
Se sentaron en su cama en silencio. Pero la conversación fluyo rápido con todas las anécdotas del viaje de James y el último año en la academia de Sofía.
"Se siente extraño volver después de tanto tiempo" Sonrió "Conocí tantos lugares y tanta gente Sofía. Jamás pensé que diría esto pero, estoy ansioso por convertirme en rey" Vio la incomodidad en su rostro "¿Qué ocurre?"
"Nada" Fingió una sonrisa "Solo pensaba en lo que dijo papá, de que tienes que casarte primero"
"Ah eso. La verdad es que lo sabía desde hace mucho, pero deberías saber que mis ansias de ser rey no me ciegan en lo absoluto. Aun no tenido la oportunidad de tener novia, pero cuando llegue la indicada tomare las medidas para que se convierta en mi esposa, y como un extra, conseguiré lo que mi padre quiere y me convertiré en rey" Sofia sonrió levemente, sus mejillas estaban rosadas, más de lo normal "No te preocupes por mí, cuando llegue el momento, serás la primera en saberlo" Soltó con picardía.
"James yo…" Se detuvo "La verdad es que… estoy cansada, creo que iré a mi cuarto"
"Está bien" Dijo tratando de ocultar su decepción, y frenando el fuerte impulso que lo hacía querer permanecer el resto de la noche con ella.
"Nos vemos mañana" Lo abrazó y lo besó en la mejilla. Ambos se ruborizaron, sin poder aguantarse las ganas lentamente fue acercando su rostro al de Sofía, esta permaneció quieta con la respiración entrecortada. Iban a besarse y ninguno de los dos podía creerlo, un pequeño roce al principio y luego para sorpresa de James, fue Sofía quien profundizó el beso. Solo un toque de sus labios bastó para acelerar sus corazones, se separaron lentamente. Ambos deseaban más de los labios del otro, pero las cosas se hacían con calma. Se miraron a los ojos un buen rato, ninguno hablaba, hasta que el silencio se vio roto por aquellas palabras que tanto deseaba escuchar "Te amo James" Sofia se sonrojo aún más y James no pudo ocultar su sonrisa.
"Te amo Sofía" Posó su mano en la mejilla de Sofía. La felicidad era tremenda, sus sueños se habían hecho realidad, el rendirse ante su corazón dio resultado, tenía enfrente a la mujer que amaba y esta le correspondía.
Sus labios se juntaron casi por impulso, esta vez el beso fue más largo. De seguro ninguno de los dos olvidaría jamás, la noche en la que su amor fue correspondido.
James deseaba que Sofía se quedara, y ella deseaba quedarse, pero el solo hecho de permanecer mucho tiempo solos en su habitación y de noche, daría pie a sospechas. Su relación seria un secreto al menos por un tiempo, ya que la situación era complicada. Ese fue el acuerdo que trazaron sus miradas.
"Te amo" Dijeron al unísono, antes de que Sofia regresara a su cuarto.
Se dejó caer en la cama, sentía como su corazón intentaba salir de su pecho con cada latido –por fin- pensó –va a ser difícil, pero si logro que nuestros padres entiendan… no, nada me separara de ella, no después de hoy- sonrió.
"Te amo James" Las palabras resonaban en su cabeza, y con estas hermosas palabras rondando sus pensamientos, se dispuso a dormir, mañana seria otro día, pero al menos, estaría con su amada Sofía.
