SKY SHIELDS
Disclaimer: Katekyo Hitman Reborn! (KHR) no me pertenece (personajes, las llamas de la voluntad, trama, etc), es propiedad de Akira Amano; y Naruto (los personajes de dicho anime aparecen en mis notas de autor al final de cada capítulo) son propiedad de Masashi Kishimoto (que no tienen nada que ver con la historia, aclaro). Lo único que me pertenece es la trama de esta historia y uno que otro personaje inventado por mí (Como Yukiko y Hanako que aparecen en las NA).
Summary: Tsuna junto con Kyoko y los demás se fueron a Italia dejando a Haru sin recuerdos de que alguna vez los conoció ¿Podrá Haru volverlos a recordar? Mientras tanto ella se verá envuelta en extraños sucesos con personas aún más extrañas.
Advertencia: Disculpen mis faltas de ortografía, gramática y una que otra palabra que mi compu me llegue a cambiar (que si lo hace T.T). Es el primer fic de KHR que hago, siento si me salgo un poco (o mucho) de la personalidad de los personajes.
SKY SHIELDS
Capítulo 1: El comienzo
—Es lo mejor, Reborn—
—Espero que no te arrepientas de esto, dame-Tsuna—
Haru despertó con aquellas palabras flotando en su mente, difusas y errantes. Se levantó un poco quedando sentada en su cama, miro su habitación algo desorientada. En su escritorio todavía estaban las revistas de diseño que leía hace unos días atrás, buscaba inspirarse para su nuevo disfraz, el cuaderno con algunos bocetos seguía abierto con los residuos del borrador sin quitar. Frunció las cejas, algo estaba fuera de lugar pero no podía decir el que. Sus peluches estaban ordenadamente en su cama, la ventana estaba abierta permitiendo que uno que otro rayo solar entrara tímidamente a su habitación –las cortinas no estaban completamente corridas-, y su casa estaba tan tranquila y silenciosa como todas las mañanas. Suspiro. No había nada de raro, solo eran ella y sus nervios. Se levantó, agarro una muda de ropa y se dirigió al baño para asearse con un sentimiento de vacío en su corazón como si olvidara algo extremadamente importante.
Su cabezo punzo, solo eran imaginaciones suyas.
Los días iban pasando sin que se diera cuenta, el sentimiento de vacío iba disminuyendo con el paso del tiempo pero aún seguía en su interior, persistente como si luchara por no desaparecer. Iba caminando por el mercado de Namimori, tenía que comprar algunas cosas para completar la despensa en su casa, ella era la encargada de eso desde que su padre no podía pensar nada más que en su trabajo y, pero no en menor medida, en su hija. El hombre era tan dedicado en lo que hacía que se perdía en el mundo de números e investigaciones que hacía en su trabajo, cuando eso pasaba Haru tendía a recordarle que aún era humano y tenía que comer, dormir y pasar un poco de tiempo con su hija. De hecho en estos momentos se encontraba de viaje por motivos de una investigación para la universidad en la que trabajaba, confiaba tanto en su hija y en la seguridad del pueblo –rara vez pasaba algo peligroso y extraordinario en el- que no temía dejarla sola, le llamaba cada noche para asegurarse de que estuviera bien. Las llamadas no duraban horas, tal vez algunos 10 minutos como mínimo, pero ella agradecía el gesto. Haru ya estaba acostumbrada a estos repentinos viajes, a la soledad en su casa y a las cortas pero diarias llamadas, no había mucho que pudiera contar, su vida era tan monótona que no tenía aventuras ni amigos de los cuales presumir. Su padre hablaba de los progresos de sus investigaciones y ella comentaba de los futuros disfraces que tenía planes por hacer.
Compro un poco de fruta antes de decidir que era todo por el día de hoy y marchar felizmente de regreso a casa. Una mancha café en un puesto le llamo la atención. Una mujer de cortos cabellos castaños y amable sonrisa estaba comprando algo de carne, no había nada raro en la escena ni la persona que había llamado su interés tenía algo en especial, era solo que…
—Esa mujer es muy hermosa-desu— Y con esto Haru abandono el lugar.
Cuando llego a su casa la soledad la recibió con un frio silencio, el sonido que hacia al caminar lo escuchaba tan claramente que tontamente se preguntó si no le había integrado a sus pantuflas unos altavoces, el ruido en el exterior era un poco más alto de lo normal. Pero nada había cambiado ni había nada fuera de lo usual. Sus pantuflas de conejo no tenían altavoces integrados y el ruido de afuera era de los mismos pájaros de siempre, hoy su casa se sentía tan sola como nunca antes la había sentido, desde hace días todo se sentía tan vacío que le daban ganas de llorar.
Guardo las cosas en su debido lugar, después fue al baño a buscar una pastilla para el dolor de cabeza, el espejo tenía un compartimiento en donde guardaban el botiquín de primeros auxilios y algunos medicamentos. Abrió el compartimiento, tomo la pastilla, cerro el compartimiento y miro su reflejo por unos momentos. Ojos cansados, semblante decaído y una fina línea como boca. Parpadeo varias veces confundida, frunció el entre cejo, con una mirada enfada y el dedo índice apuntando amenazadoramente al espejo empezó a decir molesta.
— Haru ya había hablado de esto contigo, Reflejo-san. Haru no puede tener ese feo semblante-desu—
—…—
—¡Claro que no-desu! Haru no está deprimida—
—…—
—No intentes cambiar el tema, Haru había acordado contigo hace mucho tiempo de que siempre que nos viéramos seria con una sonrisa y no estas cumpliendo con la parte del trato… y no, no le eches la culpa a Haru que Haru no la tiene-desu ¡tú eres la que no está sonriendo!**—
—…—
—¡Hahi! Es cierto, Haru ha sido muy grosera contigo, lo siento—
—_—
—¡Hahi! Pero no ignores a Haru-desu—
—Haru ya se disculpó-desu—
—Ahora Reflejo-san está siendo muy grosera con Haru-desu—
—Eres muy gruñona-desu—
—Pues si tú no quieres hablar con Haru, Haru tampoco quiere hablar contigo-desu—
—_—
—Hmp—
—Hmmm…—
—_—
—Hahi, Haru tiene cosas más importantes que hacer que estar peleando contigo, Reflejo-san—
—…—
—Hahi, Mirror-san (Espejo-san) no sé cómo la aguantas-desu—
Acostada en su cama, boca abajo con las piernas balanceándose en el aire, un litro de helado en las manos, jugueteando con la cuchara en su boca, un plato con casi nada de palomitas en el a su derecha, a su izquierda una caja de pañuelos desechables y la laptop en frente es la imagen que se podía ver en la habitación de Haru en donde la misma castaña lloraba a moco tendido.
La chica en la pantalla también lloraba y Haru solo quería meterse a la pantalla, darle un buen coscorrón a la incomprensible chica y abrazar a la muerte al lindo chico que solo la miraba a la chica con infinita ternura**.
—Quisiera que alguien mirara a Haru así-desu—
Las escenas siguieron pasando ante sus ojos, pronto el video había terminado, a pesar de eso ella aún seguía llorando. Agarro un par de pañuelos y se limpió la nariz y el resto de su rostro que era un desastre bañado en lágrimas, seguramente sus ojos estaban hinchados y rojos. No pensó que ese anime la haría llorar tanto. Cansada de tanto llorar decidió que mejor seguía viendo mañana el resto de los capítulos.
—Ese amor es dangerous-desu— Se dijo empezando apagar la laptop — Él también es dangerous— Cerro la tapa de la laptop y dejo su mano descansándola ahí —Y aun así ella lo ama-desu— Miro al cielo a través de su ventana, ella también quería amar con esa intensidad, seguir amando a pesar de las situaciones y los defectos, amar a una persona por cómo era y que esa persona te amara por ser tú.
—Haru debería de dejar de comer tanto helado, su cabeza duele-desu—
Después de estar encerrada todo el día en su habitación viendo anime, era una buena hora para salir al parque, caminar un poco y oxigenar su cerebro. Olvidemos el caminar, Haru siendo una antigua miembro del club de gimnasia de su antiguo colegio era una persona activa y enérgica, correr hacia el parque sonaba más excitante que simplemente caminar hacia él. Empezó a correr, el viento golpeaba su cara dándole un sentimiento de libertad, acelero más el paso, se sentía tan bien era como si corriendo podía dejar todo atrás. Soltó una carcajada. Que sentimientos tan conflictivos, en realidad ni si quiera sabía lo que estaba dejando atrás. Pero Haru solo quería seguir corriendo y, si pudiera, jamás dejar de hacerlo. Pero todo tenía que llegar a su fin. Sin darse cuenta ya había llegado al parque, había unos pocos niños y unos cuantos padres cuidándolos, jugaban por todo el parque inundando el lugar con su risa infantil, desacelero su paso quedando parada a un paso de entrar en el parque. Había niños jugando en el tobogán, otros en el sube y baja y los demás habían preferido jugar a "las traes", los padres que acompañaban a sus hijos estaban tranquilamente en las bancas, algunos veían tranquilamente a sus hijos compartiendo uno que otro comentario, otros platicaban con soltura como buenos conocidos dedicando algunas veces una mirada de comprobación a los niños. Un rechinido proveniente de los columpios llamo su atención, una solitaria figura sentada en el columpio se balanceaba con ligereza, su cabeza estaba inclinada, sus ojos fijos en el cielo.
Camisa roja, pantalón de mezclilla y tenis. No podía ver muy bien su rostro que seguía en dirección al cielo, por alguna razón a Haru esa figura misteriosa le daba mucha curiosidad. Sin darse cuenta fue avanzando poco a poco teniendo una imagen más clara; Cabello largo por debajo de los hombros de un color azul agua marina con las puntas de un tono cerúleo, estaba suelto y algo despeinado, su piel era blanca y parecía ser suave. Haru sintió un poco de envidia, tenía que admitir que la niña era un poco más linda que ella ¡pero solo un poco!
La niña bajo la cara y sus ojos se enfrentaron por fin, Haru se detuvo frente a ella anonadada. Sus ojos eran de un rosa claro empezando desde el iris cobrando fuerza y volviéndose un rosa más oscuro hasta llegar a la pupila, eran hermosos.
La chica parpadeo lindamente viendo a la castaña –que tenía la boca abierta y las mejillas sonrosadas- y sonrió provocando que el corazón de Haru parara por unos milisegundos y volviera a latir desenfrenadamente, la castaña podía sentir como su rostro se empezaba a calentar.
—Ano… ¿estás bien?— pregunto preocupada por la castaña que desde hace un momento no paraba de verla con la cara toda roja ¿tal vez tenía fiebre?
Haru se sobresaltó al sentir una fría mano tocando su frente. La chica se había puesto de pie para comprobar su temperatura, no es que Haru sospechase esto, nuestra pobre castaña tenía los ojos en espiral completamente mareada, con la cara roja que hasta un tomate vendría corriendo a competir por quien tenía el rojo más llamativo.
—Parece que no tienes fiebre— dijo aliviada quitando la mano de la frente de una mareada Haru que ya casi ni se podía mantener en pie, otra acción linda más y la castaña se iría con pase gratis a Harulandia. —Aunque sería bueno que te sentaras un poco, parece como si estuvieras a punto de desmayarte— Sentó a Haru en el columpio que momento atrás ocupaba y quedo parada a un lado por si la castaña se caía.
Minutos después Haru logro que el mundo dejara de dar vueltas y que su rostro volviera a su tono natural aunque sus mejillas aún seguían sonrosadas. Las risas de los niños ya no se escuchaban, dando una mirada rápida a los alrededores se dio cuenta que eran las únicas personas en el lugar, de pronto todo parecía desolado. Cuando sintió que tenía las fuerzas suficientes para levantarse lo hizo y dio repetidas reverencias en dirección de la niña que la miraba alarmada.
—¡Hahi! Haru siente mucho causarte estos problemas-desu—
—Olvídate de eso, estuviste apunto de desmayarte no deberías de estar haciendo movimientos bruscos— Reprendió y Haru se sintió como niña regañada, a la cual su madre la regañaba por comerse las galletas antes de comer.
—Pero Haru te causo problemas-desu—
—Y me causara más problemas si no dejas de hacer eso— Haru se enderezo automáticamente al escuchar aquel tono severo, la chica tenía el ceño ligeramente fruncido y la veía con un lindo puchero en los labios, su mirada al parecer quería mostrar severidad pero parecía más un lindo gatito enfurruñado. Haru no lo soporto más.
—¡Kya!— Gritó saltándole encima atrapándola en un fuerte abrazo restregando su mejilla con la de ella. —Eres tan linda-desu— Aceptó en voz alta.
—En realidad soy un chico— Aclaro sin importarle mucho que casi estaba siendo asfixiado y sin ofenderle el hecho de que le habían confundido con una niña. Haru lo alejo un poco de ella sorprendida. —Pero muchas gracias— El ahora descubierto chico sonrió, flores imaginarias y de vivos colores aparecieron de la nada bailando alrededor de él. El corazón de Haru volvió hacer otra carrera desenfrenada en su pecho.
—¡Hahi! Entonces eres muy lindo-desu— Volviendo a restregar su mejilla con la de él.
—Gracias—
—Soy Miura Haru-desu—
—Mucho gusto Miura-san, soy Yoshikawa Seki—
—Mou, Miura-san hace sentir a Haru muy vieja. Mejor dime Haru—
—Haru-chan—
—No Seki-chan, es H-a-r-u—
Seki hizo un lindo puchero.
—Soy un chico, Haru-chan—
—Y eres tan lindo-desu—
Y así sus destinos se enlazaron dando comienzo a grandes aventuras.
Aclaraciones **:
—Cuando Haru habla con su Reflejo. Haru se refiere a su reflejo como Reflejo-san, como Haru es mujer trata a Reflejo-san por su mismo género (femenino)
—En la parte del chico y la chica. Ese pedazo está basado e inspirado en el capítulo 7 del anime Okami Shojo to Kuro Ouji de Ayuko Hatta.
Dei: Hn, déjame ver si entendí. Te desapareces por años, no continuas con los fics que ya tienes, te traumas con un nuevo anime y encima haces un fic sobre dicho anime… acaso pase algo por alto, hn?
Kther (abrazando a Seki): Eh no creo que nop n.n, pero en realidad siento mucho haberme desaparecido, pasaron tantas cosas… uff
Sasuke: Hmp ¿Y quién es el mocoso? (Mirando mal a Seki)
Seki (Sonriendo mientras se separaba de Kther, hace una reverencia): Mi nombre es Yoshikawa Seki pero pueden decirme Seki…
Haru/Kther (Lanzandose hacia Seki): Kyaa! Es tan lindo/desu! *-*
Sasuke/Dei: ¬¬
Tobi: Tobi también quiere abrazo (uniéndose a Kther y Haru) porque Tobi es un buen chico :D
Hanako: ¡Abrazo de grupo!
Yuki (viendo como Hanako también se unía al abrazo): Hanako-baka. Hmm y quien eres tú? (dirigiéndose a Haru)
Haru: Haru es Haru-desu
Tobi: Y Tobi es un buen chico :D
Yuki: Genial otro retrasado que habla en tercera persona. Ahora tenemos 2 retrasados (Haru y Tobi), 2 bakas (Hanako y Kther), un emo (Sasuke) y un intento de mujer (Deidara).
Haru: Haru no es una retrasada-desu
Tobi: Tobi sigue siendo un buen chico n.n
Hanako: Olvidaba lo mala que era Yukiko-chan
Kther: He creado un monstruo ;_;
Sasuke: Hmp ¬¬ Y apenas te das cuenta?
Dei: Hn ¬¬ Grinch
Yuki: Que dijiste intento de mujer ¬¬?
Kther: o.o (asustada) no debió decir eso, ahora todos moriremos ;_;, solo hay una cosa que podemos hacer u.u… protejan a Seki!
Tobi: Claro n.n! Tobi lo hara porque es un buen chico, pero Tobi no sabe a qué sabe un Seki ni si quiera Tobi sabe que es un Seki o.o Tobi se volverá un chico malo por no saberlo? O.o
Seki (Frente a Yuki): Waaa! Que bonitos ojos tienes ^o^, tu cabello se ve tan genial… debes de ser una chica con mucha personalidad ^^
Haru: Hahi, no Sekki-chan ;_;
Kther: lo va a matar, una cosita tan bonita no debería desaparecer del mundo ;_; mucho menos por un grinch como Yuki
Yuki: Eres raro niño, me gustas (sonriendo mientras le revolvía el pelo)
Kther: o.o estoy segura que un lindo perrito en este mundo acaba de ser pateado ;_; pobre perrito-san
Inner: Kther ya acaba con esto, se está volviendo muy largo y a los futuros lectores los aburrirás
Kther: T_T pufff está bien. n.n queridos, hermosos y adorados lectores-san, espero que le den una oportunidad a este humilde fic y a su servidora. Sé que no soy una gran escritora, me falta muchos siglos por delante para llegar a ser una decente pero por eso les pido que me den sus lindas críticas constructivas ^^
Inner: Bueno eso sería todo para el primer capítulo.
Kther: Aww pero yo quería decir sobre los saludos…
Inner_ Oh no Kther, Seki se fue con Yuki o.o
Kther: Kyaa! No Seki-chan, Kther te rescatara!
Inner: A veces se le pega lo de Tobi y ahora con Haru T_T, pero bueno… muchas gracias por leer este fic, nos vemos en el proxmo capitulo n.n
Se cuidan, Sayito!
