Réquiem para un Amor Perdido.

Por Marce-chan

Introito

Alrededor de un año había pasado desde que Erwin Smith, el Comandante en jefe de la Legión de Reconocimiento había reclutado a Levi Rivaille sacándolo de las calles donde era reconocido como un peligroso mercenario. Su brillante desempeño e impresionantes habilidades de combate le habían valido un rápido ascenso militar al punto de llegar a ser Capitán de la Brigada de Operaciones Especiales y tener bajo su mando a todo un equipo de élite que él había seleccionado personalmente. Dicho equipo constaba de cuatro miembros: Erd Jin, su segundo al mando; Günther Shulz, Auruo Brossard y Petra Ral, la única mujer de la Legión que había llamado su atención debido a su extraordinario desempeño con el equipo de maniobras tridimensionales.

Su anterior vida como mercenario lo habían formado como un hombre algo hosco y un poco huraño y por lo mismo introvertido y bastante incomprendido por las personas que lo rodeaban, si bien era respetado por su equipo, por la Legión y por la sociedad en general, dicho respeto rayaba en el miedo y las personas interactuaban con él sólo lo estrictamente necesario; Eso a Levi nunca le molestó, contrario a lo que la gente podría pensar de él, era un ser sensible y considerado, siempre preocupado por sus compañeros y subordinados, disfrutaba de la soledad y de cosas simples como el viento sacudiendo las hojas de los árboles, las nubes surcando el cielo, la luz de la luna o el repicar de la lluvia. Pero nunca se había relacionado con nadie fuera del ámbito profesional, tenía compañeros pero nunca amigos.

Tenía el hábito de dormir pocas horas y por eso había tomado la costumbre de subir a la torre de su cuartel pasada la medianoche a hacer guardia o simplemente a pasar largas horas observando las estrellas hasta el amanecer, eso lo relajaba de alguna manera, pero esa noche particularmente no sería tan apacible como de costumbre.

-Bienvenido Capitán.

Levi, que acababa de sentarse en el borde de la torre se volvió con un respingo.

-Ral-murmuró cuando vio a la mujer acercándose a él-¿Qué está haciendo despierta a estas horas de la noche?

-Podría preguntarle lo mismo, Capitán…-respondió ella.

La mirada que Levi le dedicó la hizo azorarse.

-Disculpe mi atrevimiento… Es sólo que…

-¿Qué cosa?-preguntó Levi dándole la espalda.

-Lo he observado desde la ventana de mi habitación muchas noches y creí…

-¿Qué creíste?

Levi volvió a mirarla y Petra no pudo evitar sonrojarse.

-Que tendría frío…-murmuró ella en voz baja.

Levi se sobresaltó pero no dijo nada y se giró para mirar nuevamente hacia el horizonte. Petra aprovechó la oportunidad y comenzó a sacar cosas de la mochila que había llevado con ella, Levi no le prestó atención hasta que ella se acercó a él, estirándole una taza de humeante té caliente.

-¿Es para mí?murmuró Levi sorprendido.

-Sí.

-Gracias.

Petra lo observó sonriendo mientras él le daba un sorbo al té, se dio vuelta dispuesta a irse.

-¿No quieres sentarte?-preguntó Levi al darse cuenta.

-¿Puedo?

Levi asintió y Petra se sentó a una distancia prudente de él. Tomaron el té en silencio, observando el cielo nocturno.

-¿No vas a preguntarme por qué estoy aquí?-preguntó Levi un rato después.

Petra negó con la cabeza.

-También me gusta mirar el cielo-respondió.

Levi la miró sorprendido y la percepción que tenía de ella cambió abruptamente, antes había sido una miembro más de su equipo, nunca le había tenido ningún tipo de consideración por ser mujer, la veía y trataba como a cualquier otro recluta, pero eso cambió esa noche. Desde entonces no podía evitar seguirla con la mirada o estar al pendiente de lo que hacía, su sonrisa, sus atenciones y sus palabras amables comenzaron a serle indispensables para su diario vivir, así como el té de medianoche en la torre del cuartel. Petra lo esperaba cada noche con té caliente y pasaban largas horas hablando de la vida y de la muerte, habían aprendido a conocerse y disfrutaban de la mutua compañía, aunque nunca lo admitiera, para Levi esos momentos eran su oasis en la dura vida militar y los disfrutaba plenamente, aunque cada vez le parecían más cortos.

-¿Le ocurre algo, Capitán?-preguntó Petra una noche particularmente fría y silenciosa.

-Nada-respondió él con brusquedad.

-Capitán…

Petra lo conocía lo suficiente como para saber que mentía.

-Auruo mencionó algo curioso el día de hoy…-murmuró Levi.

-¿Qué cosa?-preguntó Petra desconcertada.

-Dijo que pronto se casarán.

-¿Se casarán?-repitió Petra sin comprender-¿Quiénes?

Levi la miro algo irritado, al pensar que estaba tomándole el pelo, pero la expresión de confusión de Petra era genuina.

-Ustedes dos-explicó.

-¿Nosotros?-exclamó Petra.

Se sobresaltó al comprender lo que Levi decía y se puso roja de la ira.

-¡Ese idiota!-exclamó-¡Es una calumnia, Capitán! ¡No crea nada de lo que dice!

-¿Ah sí?-murmuró Levi alzando una ceja.

-¡Se lo juro, Capitán!-exclamó Petra con rapidez-¡Yo jamás he pensado en algo así! ¡Jamás pensaría en casarme con él!

-Pues no le eres indiferente…

-¡Capitán!

-Es la verdad-replicó Levi-Todos en la división parecen saberlo.

-¿Y eso que importa?-replicó Petra ofuscada-¡Es sólo mi compañero y nada más! ¡Yo no siento nada por él!

-¿No sientes nada?

-Nada.

-Me pregunto cómo se hizo esa idea…-murmuró Levi más para sí que para ella-¿Segura que no le has dado pie a pensar eso?

-¡No!-respondió Petra alzando la voz-¡Él no me interesa! ¡Sería la última persona con la que pensaría en casarme!

-Entonces si has pensado en casarte…

-Capitán…-murmuró Petra sonrojada.

-¿Dije algo malo?

-No…-titubeó ella y lo miró a los ojos-¿Por qué me le pregunta?

-Curiosidad-respondió Levi encogiéndose de hombros.

-¿Le importa lo que me pase, Capitán?-preguntó Petra.

Levi no pudo sostener la intensa mirada de Petra y volvió a mirar al cielo para disimular.

-Soy tu Capitán, es todo-respondió.

-¿Es todo?-preguntó ella.

Levi asintió sin mirarla, ella se incorporó.

-Ya es algo tarde, creo que me retiro por hoy. Buenas noches, Capitán.

Después de ese episodio Levi pudo notar que Petra se portaba algo distante con él y más que molesta con Auruo. Se hallaban en una expedición fuera de los muros, cabalgaban a gran velocidad por una explanada, hasta el momento no se había registrado ningún avistamiento de titanes, por lo que iban, de cierta manera, relajados.

-¡Petra!-rogaba Auruo por quinta vez desde que salieron-¡No sigas enfadada conmigo!

Levi no pudo evitar fijarse en ella, pero ella ni siquiera se inmutó.

-¿Ahora que le hiciste, Auruo?-preguntó Günther divertido.

-¡Nada!-exclamó Auruo-¡Está enfadada por nada!

-Está enfadada porque Auruo le dijo al Capitán Levi que iban a casarse-explicó Erd.

-¿Es eso cierto, Capitán?-exclamó Günther sorprendido.

-Supongo-respondió Levi.

-¡Es la verd…!-alcanzó a decir Auruo.

-¡Cállate!-lo interrumpió Petra furiosa.

Todos se quedaron estupefactos con su reacción, incluido el mismo Levi.

-Pero Petra...-replicó Auruo.

-¡No me hables!-replicó ella sin mirarlo-¡Deja de decir estupideces!

-¿Porqué te afecta tanto el tema?-preguntó Günther.

-¿Quién dijo que me afecta?-replicó Petra.

-Tu reacción-respondió Erd.

Petra se giró para mirarlo, pero su mirada se encontró con la de Levi y se dio vuelta muy sonrojada.

-No saben de lo que hablan…

-No me digas…-comentó Günther con sorna-Hay alguien más.

Ella se sobresaltó.

-¡De eso nada! ¡Petra será mi esposa!-replicó Auruo.

-¡Jamás!-replicó ella.

-¡Ajá!-exclamó Erd-¡Si hay alguien!

La cara sonrojada de Petra fue suficiente respuesta, Günther y Erd se echaron a reír, mientras ella aceleraba el andar de su caballo hacia una arboleda cercana para evitar que la vieran, Auruo estaba anonadado y Levi no pudo evitar sentirse inquieto, se limitó a seguirla hacia la arboleda, cuando levantó la vista hacia ella, lo vio.

-¡Petra! ¡Cuidado!

Un titán de 7 metros había estado escondido en la arboleda, levantó su mano hacia Petra que reaccionó velozmente y pudo saltar del caballo antes de que fuera atrapado por la mano del titán, pero salió rodando por la velocidad a la que iba.

-¡Petra!-gritaron Erd, Auruo y Günther a la vez.

El titán arrojó el caballo muy lejos y se lanzó contra Petra, la reacción de Levi fue inmediata saltó de su caballo y al no haber árboles o edificios para usar su equipo de maniobras tridimensionales enganchó uno de sus cables hacia la pierna del titán y giró a su alrededor todo lo largo que le permitió el cable para movilizarse hacia donde yacía Petra, agarrándola firmemente de la cintura y elevándose con ella hacia la arboleda.

-Capitán…-murmuró ella al verlo.

-¿Estás bien?-preguntó Levi preocupado.

-Si…-murmuró ella, aunque era claro que no era cierto.

-¿Puedes moverte?-preguntó Levi.

-Creo que me torcí el tobillo-respondió ella-Pero puedo luchar.

Levi resopló y se detuvo en las ramas de un árbol muy alto, dejó a Petra en el suelo con cuidado.

-Quédate aquí, nos encargaremos del titán.

-¡Capitán!-replicó ella muy molesta-¡Soy un soldado! ¡Voy a luchar también!

-Olvídalo-respondió Levi tajantemente-Te quedas aquí.

-¡Pero Capitán…!

-¡Es una orden!

Petra se levantó desafiante y Levi la enfrentó, se miraron a los ojos furiosamente unos minutos.

-¡Capitán Levi!-gritó Erd.

El titán los había seguido y saltó, alzando sus dos gigantescas manos contra ellos, Levi empujó a Petra con todas sus fuerzas fuera del camino del titán, que derribó el árbol a su paso.

-¡Capitán!-chilló Petra cayendo.

Activó su equipo de maniobras tridimensionales y detuvo su caída mientras buscaba con desesperación a Levi entre la nube de polvo que se había alzado con la caída del titán.

-¡Capitán! ¡Capitán! ¡Responda!

El titán se levantó entre el polvo y se lanzó nuevamente contra ella, pero Petra estaba fuera de sí y enfrentó temerariamente al titán.

-¡Petra! ¡No!-gritó Auruo asustado.

Pero ella clavó sus espadas firmemente en los ojos del titán y le desgarró la cara por completo, estaba desesperada, si algo le pasaba a Levi sería culpa suya, cortó al titán una, dos, tres veces con toda su furia.

-¡Capitán!-lloraba a la vez que cortaba al titán-¡Capitán!

Derrotó al titán en cuestión de minutos de la forma más violenta que jamás se habría imaginado, Erd, Günther y Auruo estaban estupefactos, era la primera vez que veían esa faceta de Petra. Ella bajó al nivel de suelo y siguió buscando a Levi con desesperación.

-¡Capitán, por favor responda!

Pero nada se oía más que el vapor saliendo por la piel calcinada del titán, Petra se dejó caer de rodillas.

-Si algo le pasa yo… No podría…-lloraba-¡Por favor! ¡LEVI!

-¡Oye!

Petra se giró con un respingo, Levi estaba ahí, de pie sosteniéndose del tronco de un árbol.

-Deja el escándalo-replicó Levi bastante irritado-Tu comportamiento no es digno de un soldado.

Petra no lo pensó, a pesar de su pie lesionado echó a correr como pudo y sin que nadie lo esperara, lo abrazó.

-¡Levi!-sollozó en su hombro-¡Gracias a Dios…!

Levi se quedó inmóvil, era la primera vez que se sentía tan necesitado por alguien, que generaba una emoción tan intensa en alguien, no pudo evitar sonrojarse sobremanera, pero él era el Capitán, no podía permitirse mostrar sus emociones.

-Que no se te olvide con quien estás hablando…-murmuró.

Pero Petra no escuchaba, estaba envuelta en llanto y lo estrechaba con tal ternura que no había modo de soltarse.

-Perdóneme… Fui tan estúpida… Tan lenta… No merezco estar en su equipo…

-¡Basta!-replicó Levi impaciente-No pasó nada…

-No sé que habría sido de mí si te hubiera perdido, Levi-sollozó ella.

Levi se sobresaltó, era la primera vez que alguien, particularmente una mujer, le hablaba así, pero la mirada de sus subordinados pesaba sobre él, tomó a Petra por los hombros y la separó.

-Petra, es suficiente, debes calmarte.

Petra finalmente pudo recuperar la compostura al encontrarse con la mirada de Levi, pero al pasar la emoción sintió el dolor de sus heridas, se desvaneció inmediatamente, Levi la sostuvo, ayudándola a sentarse en el suelo.

-¿Qué tienes? ¿Estás bien?

-Mi pie…-susurró ella con la cara oculta por su cabello.

Levi tomó el pie lesionado entre las manos y lo examinó.

-Tonta-murmuró-Es lo que pasa por combatir en esas condiciones, has empeorado tu lesión.

Ella se limitó a cubrirse la cara con las manos, avergonzada.

-¡Capitán! ¡Petra!-gritó Erd aterrizando a su lado-¿Están bien?

Günther y Auruo bajaron tras él.

-Si-respondió Levi sin darle importancia-Pero Petra esta herida.

-Capitán…-murmuró Günther al verlo-Está herido...

-Sólo un par de costillas fracturadas-respondió Levi-Pero nada importante, traigan los caballos, debemos regresar cuanto antes.

Petra levantó la mirada al escucharlo.

-¿Está herido, Capitán?

-Ya dije que no es nada importante-respondió con impaciencia y se incorporó-Günther, Auruo, vayan por los caballos, Erd cuida de Petra.

Se dio vuelta, dándoles la espalda y se alejó todo lo que pudo de ella.