¡HOLA A TODOS! Ésta es mi primera historia SF, y se centrara en mi personaje favorito de esta saga de CAPCOM, la grandiosa Chun Li, espero y este fic sea de su agrado :) No olviden revisar!
DESCARGO DE RESPONSABILIDAD: LA HISTORIA Y PERSONAJES ORIGINALES PERTENECEN A CAPCOM, SÓLO LAS IDEAS Y TRAMAS DE ESTE FANFIC ME PERTENECEN.
PREFACIO:
El ciclo de la vida se resume en 4 etapas simples, nacer, crecer, reproducción, y muerte. Así de sencilla es la vida humana. Pero dentro de toda esa simplicidad, nadie nos cuenta lo maravilloso que puede llegar a ser este lapso de tiempo.
La vida es a veces tan impredecible, que no nos damos cuenta de en qué momento las cosas se nos escapan de las manos, y de pronto después de la tempestad, las piezas se acomodan, y viene la calma, como si todo estuviese previamente planeado.
Todos nacemos con un plan destinado, pero de nosotros depende como llegar a ello.
CAPÍTULO 1: MONOTONÍA
-New York, Estados Unidos de Norteamérica-
Amanecía y el cielo despertaba en tonos púrpuras y azules, el Sol salía caluroso y se veía en las ventanas el rocío de la brisa matutina.
Era como cualquier otro amanecer de un día domingo, y por obvias razones la alarma sonó está vez a las 8:00 am.
Chun Li apagó la alarma, y se estiró en su cama aún adormilada. Se puso sus pantuflas, tomo una muda de ropa interior limpia, una toalla de tela, y fue rumbo al baño a darse una ducha matutina.
Mientras sentía el agua tibia golpear su cuerpo suavemente, entró en un estado de tranquilidad que en cuanto terminó la ducha, se sintió fresca y relajada.
Salió en bata de baño hacia el armario, donde tomó una blusa casual, jeans, y un par de tenis cómodos.
Cepilló su cabello y lo peinó en una coleta sencilla, dejando atrás su peinado tradicional dividido en dos partes y adornado con listones.
En cuanto terminó su arreglo personal, se dirigió hacia la cocina y tomó un par de panecillos dulces con un poco de jugo natural de naranja.
Mientras desayunaba se preguntaba que haría hoy en su fin de semana de descanso, y decidió que hoy estaría fuera de casa la mayor parte del día, ya que la oficina le impedía salir a la ciudad a distraerse. Así que, cuando terminó su desayuno tomó las llaves del auto, las puso en el bolso, tomó unas gafas de sol que acomodó en sus ojos y se dirigió al estacionamiento.
Cuando salió del edificio saludo amablemente al vigilante y fue hacia su coche un modesto Audi rojo.
Entró en el auto y puso una estación de radio agradable donde escuchaba música clásica.
Mientras conducía se dio cuenta de los enormes anuncios espectaculares publicando obras de teatro, marcas de pasta dental, maquillaje, y demás mercadotecnia, ella se preguntaba desde hace cuanto tiempo estaban ahí y no los había notado.
Condujo cerca de cuarenta minutos, debido al tráfico por el fin de semana, hasta que llegó a un centro comercial afamado y estacionó ahí el auto.
Entró en el centro comercial y llegó a una tienda departamental, decidiendo que ya era hora de complementar su guardarropa. Ya en la tienda escogió 2 vestidos casuales, unas cuantas blusas, un par de jeans, y algunas otras cosas y accesorios que le iban a combinar bien con ropa que ya tenía en casa. Trato de ganar tiempo en los vestidores probándose demasiadas prendas solo por mera distracción. Cuando terminó, pagó la cuenta con su tarjeta de crédito y salió de ahí cargando tres bolsas con sus pertenencias nuevas.
Eran ya las 2:00 pm cuando salió de la tienda, así que decidió caminar a un restaurant chino que estaba ahí dentro en el centro comercial.
Al llegar al restaurant, se encontró con una amable empleada que la saludó en chino mandarín:
-Ni-hao Señorita, ¿mesa para cuántos?
-Individual por favor. –Contestó Chun Li cortésmente.
-Tenemos una mesa disponible junto al ventanal. ¿Le parece bien?
-Sí, está perfecto.
-Muy bien, pase por favor. – dijo la empleada con una sonrisa.
Chun Li siguió a la empleada que la condujo hasta su mesa que estaba decorada con un sencillo pero elegante centro de mesa hecho con flores de cerezo.
Enseguida llegó el mesero que le mostró la carta, ella no demoró en ordenar y pidió un plato de Chop Suey con una limonada fría, a lo que el mesero le respondió que su orden llegaría en unos quince minutos. Así que, Chun Li tenía un breve lapso de tiempo en el que tendría la mente totalmente despejada, cosa que le desagradaba bastante.
Se estrujo las sienes fuertemente con las yemas de los dedos tratando de recordar algún pendiente de la oficina, pero sus esfuerzos fueron en vano, en el trabajo todo estaba en orden, desde que la organización criminal Shadaloo fue destruida, en las oficinas de la Interpol todo estaba tranquilo, no había en realidad muchos casos serios que tuvieran que ser resueltos con urgencia.
Tomó su bolso y sacó de ahí su teléfono celular y checó los mensajes y las llamadas, esperando encontrar alguna novedad, y al revisar todo con detenimiento, se quedó igual que al principio. Nada.
Devolvió su celular a su bolso y empezó a tamborilear la mesa con sus dedos a un ritmo constante, y con bastante impaciencia, así que miró por el ventanal que estaba justo a su lado derecho y se quedó observando a la gente que había afuera.
Por ser fin de semana había demasiada gente que se amotinaba en las calles de las aceras, miró a una mujer que llevaba en brazos a un bebé pequeño, a un grupo de jovenzuelos que bromeaban y se empujaban entre sí, un anciano caminando con un niño más pequeño, a una pareja de enamorados que se tomaban de la mano, en fin, todo tipo de personas había en las anchas avenidas.
Decidió detenerse en su observación y tuvo que afrontar los pensamientos que la aglomeraban cuando no tenía la mente ocupada. Ella estaba muy sola.
Desde la muerte de su padre Dorai, el único pariente que tenía, ella había quedado completamente sola, pero ella siempre había sido una mujer fuerte e independiente, y nunca permitió que la pérdida y el dolor la derrumbaran, y entre sus fieles amigos que la estimaban demasiado, el trabajo en la Interpol con el caso Shadaloo, y los torneos de lucha la mantuvieron ocupada durante todo ese tiempo del duelo por su padre, lo que hizo que pudiera afrontar más fácil la muerte de Dorai. Pero ahora, que ya habían pasado dos años de que M. Bison y sus secuaces de Shadaloo habían sido derrotados, todas las cosas habían tomado rumbos muy diferentes, los torneos de lucha habían perdido relevancia, y cada uno de sus principales amigos ya tenían una vida construida, Guile y Julia tenían ya un tiempo de matrimonio y formaron una familia con sus dos hijos, Ken Masters y Eliza igualmente se habían casado y tenían un hijo, Fei Long iba de un lugar a otro con su carrera en pleno apogeo en el cine, y la vida de Ryu era un total misterio, solo se sabía de vez en cuando de él, y seguía por el mundo buscando técnicas para perfeccionar el Satsui no Hadou.
Ella se alegraba de corazón por lo bien que les iba en la vida a sus amigos, y ellos le mandaban constantemente sus saludos por cartas y correo electrónico, pero se veían muy poco por cuestiones de trabajo y tiempo.
A Chun Li no le disgustaba la rutina, pero se preguntaba cuándo iba a terminar la monotonía de su vida, si tendría fin algún día, o seguiría así para siempre.
Entonces recordaba las palabras que su padre Dorai le decía en vida:
-Hija, en este mundo, el trabajo y el reconocimiento no lo es todo en la vida, debes de darte tiempo para ti misma, para disfrutar de todo lo que te rodea, desde el Sol que acaricia tu piel cada mañana, hasta la Luna que vela tu sueño. No sabes en qué momento tu vida va a terminar, por lo que debes vivirla intensamente, pero no de manera libertina como lo hacen los tontos que desperdician su existencia en vicios y bajos instintos, sino con libertad, en armonía con la naturaleza y los que te rodean. -
Ella siempre guardaba en su interior todos los consejos que Dorai le había dado mientras vivía, e igualmente recordaba la preocupación de su padre porque ella no se quedara sola y encontrara a una pareja para compartir su vida.
Chun Li nunca realmente había tenido un enamoramiento profundo o a alguien que en verdad atrajera. Ella tuvo solo 2 noviazgos, uno durante su etapa de estudiante en la Universidad y otro durante su etapa laboral en la Interpol, pero por cuestiones de tiempo y falta de interés, solo fueron romances fugaces. Ella solamente se había interesado verdaderamente solo por dos hombres en toda su existencia, su amigo de adolescencia, Ryu, que incluso se había ilusionado en tener algún romance con él, pero debido a su estilo de vida nómada y además a su carácter tímido y reservado, supo que no tendría algún futuro con él.
Pero además de Ryu, hubo otro joven que llamó la atención de Chun Li, más de lo que estaba dispuesta a admitir.
Barcelona, España 10 años atrás. –
-¡¿Hay mucho entusiasmo verdad?! – Preguntó Chun Li.
-Sí, ahora viene el principal evento del día, parece que el torero, es un tal Vega, es uno de los mayores ídolos de este país, ¿Lo sabías?- Dijo Ken con bastante asombro leyendo un folleto que llevaba en la mano.
-Eso es de verdad emocionante – Intervino Ryu con entusiasmo.
- ¡Miren¡ - Señaló Ken interrumpiendo a Ryu –Aquí viene con toda la cuadrilla.
-¡Fantástico! – Exclamó Ryu.
-Creo que esta tarde va a ser inolvidable.-
Y efectivamente, Ken Masters no se equivocaba, cuando decía esta predicción.
En cuanto el torero salió, toda la gente que se encontraba en la plaza de toros enloqueció entre aplausos y gritos, vitoreando a coro el nombre del matador.
Cuando la luz del Sol, dio su reflejo directo al torero, la multitud frenética, en especial las mujeres, gritaron con más fuerza el nombre de Vega.
El matador dio un paso y saludó a las masas de gente, y mientras movía su brazo en señal amistosa, fijó sus ojos en Chun Li, quien lo miraba atónita.
Chun Li al ver a Vega, se quedó en un estado de shock, al contemplar a ese hombre que era poseedor de tal belleza.
Vega, un joven de 18 años en ese entonces, alto, bien proporcionado, vestía un típico traje de luces de torero, en tonos púrpuras con naranja, su cabello dorado de un tono similar al que tienen los rayos de Sol al medio día, le llegaba hasta su esbelta cintura y caía en cascada únicamente peinado con una delicada trenza, que ondeaba libremente con el viento.
Sus facciones, eran sin duda una verdadera obra de arte, eran varoniles pero a la vez delicadas, como si hubiese sido esculpido por Miguel Ángel o Augusto Rodin. Su mandíbula fuerte, hacía juego perfecto con su nariz recta, sus labios carnosos y de color rosa delicado, y sus ojos profundos de un color azul intenso, hacía un bonito contraste con su piel bronceada. Sin duda su rostro era hermoso, simétrico, inolvidable.
De aspecto elegante, con una personalidad devastadora, su cuerpo de apariencia fuerte y varonil junto con su hermoso rostro, hacían de él un hombre bellísimo, era la persona más hermosa que Chun Li haya contemplado jamás.
Vega dio una mirada retrospectiva a su alrededor y miró ahí a Chun Li que se encontraba en un palco de la plaza. Ahí fue la primera vez que los ojos de ambos de encontraron. El, al ver el rostro sorprendido de Chun Li y al percatarse que ella lo veía con semejante atención, le dedico una sonrisa seductora, que provocó que Chun Li, muy nerviosa, se sonrojara.
-Chicos, se dan cuenta, me está mirando. – dijo Chun Li nerviosa a Ryu y a Ken que solo observaban la escena en silencio.
Vega, al darse cuenta que su encanto había tenido los efectos que él esperaba, sonrió y se acercó hasta el palco donde Chun Li se encontraba.
Cuando llegó hasta ella, le sonrió y retiró la rosa que él sostenía con sus labios.
-Linda señorita- dijo Vega con su voz ronca y su marcado acento español –Me permito ofrecer la corrida de hoy en su honor.- Dicho esto le sonrió y le dio la rosa que llevaba en sus labios.
Chun-Li soltó una risita nerviosa, y contestó:- Oh! Muchas gracias!-
y su rostro se ruborizó por completo. Vega le devolvió la sonrisa y le lanzó una mirada asesina a Ryu y a Ken.
Después hizo una breve reverencia a Chun Li y dio media vuelta hacia el ruedo.
-¿Viste? El muy tonto nos estaba mirando muy mal. – Dijo Ryu con un tono un tanto molesto.
-Tal vez piensa que estamos enamorados de Chun Li – Contestó Ken más relajado.
-¡Es un hombre excepcional!- Exclamó Chun Li dejando escapar un largo suspiro y acercando a sus labios, la rosa que Vega le había obsequiado.
Ella se estremeció al recordar a Vega en su mente, pero enseguida salió de su ensoñación cuando el mesero llegó con su orden de comida.
-Señorita, aquí está su orden.- Dijo el mesero con cordialidad.
-Gracias.- Respondió Chun Li aliviada.
-Buen Provecho. – Dijo el mesero y así retirándose dejando a Chun Li sola de nuevo con sus pensamientos.
Chun-Li tomo un sorbo de su limonada, y sintió enseguida que se refrescó un poco de ese calor tan bochornoso de ese día.
Tomo un poco de salsa inglesa y le agregó a su plato de Chop Suey, dio las gracias en silencio, y empezó a darle pequeños mordiscos a los vegetales, sin comer mucho aún.
Mientras comía, se preguntaba porque las cosas seguían así como hasta ahora, se preguntaba cómo era posible que la mayoría de las personas que estimaba ya tenían una vida hecha, se cuestionaba de como ella no podía tener una vida así.
Tenía un trabajo muy bien remunerado, tarjetas de crédito, cuentas bancarias a su nombre, un modesto departamento, un auto moderno… En fin, tenía una muy buena estabilidad económica, pero a pesar de ello sentía que algo le faltaba.
Ella era una mujer joven, 25 años para ser exactos, inteligente y sobre todo muy bella, por lo que pretendientes no le faltaban, pero ella, por una u otra razón, se sentía incapaz de corresponderles.
Se encontraba tan sumida en sus pensamientos que perdió el apetito, así que llamó al mesero y pidió la cuenta.
Condujo hasta su apartamento de manera lenta y con música a un volumen alto, lo suficiente para distraerla de sus pensamientos.
Cuando llegó a su departamento, saco las llaves de su bolso, abrió la puerta y encendió las luces. Colocó sobré el sofá de la sala las bolsas de compras y tomó una botella con agua de la cocina y corrió a entrenar un rato, en un pequeño gimnasio improvisado que había construido dentro de su departamento.
Entrenó toda la tarde, hasta que se sintió lo suficientemente cansada para seguir, cuando se sintió agotada se dirigió directamente hacia el baño y tomó una ducha rápida.
Cuando terminó su ducha, se puso su camisón de dormir y sus pantuflas.
Se sentó en el borde de su cama y empezó a cepillar su cabello, vio el reloj, y marcaban las 10:00 pm, suspiro y se metió a la cama.
