Disclaimer: Los personajes son exclusivos de Clamp, pero los tome prestado para hacer esta historia n.n


N/A: A favor de la campaña "con voz y voto" porque agregar a favoritos y no dejar comentario es "como manosearme una teta y salir corriendo". Y no me gusta que me manoseen u.u


Capitulo 1

Confusiones

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Casi escupe su almuerzo cuando escucho la confesión de su mejor amiga.

—¡Sakura! ¿Estás bien? —inquirió Tomoyo preocupada por la castaña y le pasaba la botella de agua y un pañuelo.

Sakura Kinomoto de dieciséis años tomo la botella y la llevo a su boca para consumirla hasta la mitad. Una vez calmada, se dirigió nuevamente a su amiga y a miro con los ojos abiertos. Volteo al costado para observar al muchacho que hacía unos momentos le había señalado.

—Entonces... ¿te gusta ese chico, Tomoyo?

—Así es —reconoció con las mejillas sonrojadas —Sé que es uno de los más populares de la escuela y es casi imposible que se fije en mí, pero soy feliz con tan solo quererlo. ¿Acaso es una locura, Sakura? —pregunto preocupada mirando a su amiga con pena.

—¡Claro que no! —replico Kinomoto mientras negaba la cabeza y le dirigía una sonrisa de oreja a oreja —Creo que él se sentiría muy agradecido si tú le dijeras tus sentimientos. Puede incluso a llegar a corresponderte. Tomoyo es una chica muy guapa y una gran persona. ¡Te estaré apoyando!

—Muchas gracias, Sakura ¡Daré mi mejor esfuerzo! —dijo un tanto emocionada la pelinegra a su mejor amiga.

Sakura se sintió feliz por su amiga, pero ciertamente también triste. Volteo a ver a Eriol Hiragizawa y Syaoran Lee, los chicos más cotizados de la secundaria. Se rumoreaba que salían con universitarias y por ello rechazaban siempre a cualquiera que se declarase. Básicamente sería un milagro que ellos pudiesen salir con una chica de su misma edad.

Se fijó en el castaño y ojos morochos. No es que no le gustaría que su mejor amiga encontrara la felicidad con él, pero lo cierto es que dentro suyo hacia un tiempo guardaba sentimientos por su compañero de laboratorio por más que este no le digiriese una palabra de buen modo.

Syaoran Lee había sido su primer amor desde cuarto grado y siempre le había dado la suficiente pena como para reconocerlo, incluso delante de Tomoyo. Ahora ya no podría hacer nada, no le diría sus sentimientos porque no quería que su amiga sufriese. Sabía que Syaoran podía sucumbir ante los sentimientos puros y la belleza interna y externa de Tomoyo. ¿Pero sería capaz de soportar verlo tan de cerca?

Soltando un suspiro, decidió que no podía ser egoísta. Ayudaría a su amiga a conseguir el amor del chico que le gustaba pasara lo que pasara.


Era sencillo, ¿verdad? Era su compañero de laboratorio y le digirió la palabra de vez en cuando por mas cortante y frío que contestase. Pero era complicado, lo sabía; no todos los días le pides al chico que te gusta que le invitara a una cita a tu mejor amiga. En fin, Tomoyo merecía las sonrisas de quien amara más que ella, por lo que la motivo a hablarle.

—Disculpa...

—¿Acaso hay algo que no entiendes de tu parte? —espeto Syaoran sin voltear a verla, solo siguió haciendo los ejercicios en grupo, pero él había decidido que cada uno haría su parte y prácticamente le había arrojado las preguntas a Sakura sin siquiera decirle los buenos días.

—No, no es eso. Ya los termine...

—Entonces no me molestes, estoy terminándolos.

Sakura callo con pena y miro hacia abajo. Era cierto, él estaba concentrado terminando el trabajo antes que sonara la campana para que a ninguno de los dos le reprobaran. Decidió esperar para poder hablar con el joven, pero Syaoran termino unos minutos antes de finalizar la clase y cuando lo hizo fue directo al escritorio del profesor para entregar el trabajo junto con las hojas de Sakura.

La campana sonó y Syaoran se fue de allí con rapidez. Suspiro con tristeza y coloco una mano en su pecho tratando de calmar a su corazón doliente por la frialdad y la indiferencia del muchacho. ¿Qué había en él que le gustase tanto? Antes era más accesible y había tenido la oportunidad cuando era niña de ser testigo de sus sonrisas. Ahora Syaoran Lee era tan frío como un glaciar y distante.

¿Y ahora qué haré? —pensó angustiada, pero desecho la idea de rendirse. —Tengo que lograr que se fije en Tomoyo, no me importa cómo.


Syaoran salió rápidamente de clases en búsqueda de su mejor amigo. Puede que cuando conoció a Eriol no se llevaron de lo más bien, pero poco a poco una extraña y fuerte amistad comenzó a crecer entre ellos y habían llegado hasta donde estaban ahora: una amistad llena de lealtad, compañerismo y sinceridad. Por ello mismo, iba a ayudar a su amigo a entender que lo que estaba haciendo no era lo mejor.

—Eriol —lo llamo cuando lo diviso sacando sus zapatos de la entrada para colocarse los otros.

—Syaoran —sonrió el peliazul mientras terminaba de colocarse el calzado —Lo siento, estoy un poco apurado. Creo que tendrás que ir a casa solo...

—Sabes que no estoy aquí por eso —replico el castaño mirándolo con seriedad y cierta preocupación.

—Lo sé, pero quería desviar el tema por un momento antes que empezáramos de nuevo —se incorporó nuevamente y le dedico aquella mirada serena y al igual que su sonrisa —Entiende que los sentimientos puros logran conmover y movilizar al corazón...

—No me vengas con tus cursilerías otra vez —Syaoran se cruzó de brazos, exasperado por el mismo discursito de siempre —No te conviene, lo sabes. Es una mujer mayor y...

—Que tengas un buen día, Syaoran —Eriol solo volvió a dedicarle una sonrisa y se marchó corriendo hacia la salida. Se le hacía tarde y no le agradaba hacerla esperar.

Lee carraspeo con molestia y se dio media vuelta para marcharse, pero grande fue su sorpresa cuando encontró a su molesta compañera de laboratorio observándolo con las mejillas sonrojadas.

Oh no.


Ay pero los santos cielos. ¿Cómo es que había acabado así? Ah claro, como chica terca se había echado a correr detrás del muchacho para exigirle que la escuchase, pero cuando lo vio con Eriol decidió esperar a que terminaran su conversación, no había sido su intención quedarse a escuchar.

—¿T-te gu-gusta Hi-Hiragizawa-san? —murmuro sin poder creerlo. ¡Ahora entendía por qué Syaoran era tan rancio con las mujeres y siempre se la pasaba con el peliazul! Sin embargo, Eriol parecía no corresponder sus sentimientos ¡Y encima estaba con una mujer mayor! Entonces los rumores no eran del todo mentira.

Syaoran se sonrojo ante la estúpida idea, pero aquella reacción hizo que Sakura confirmara sus pensamientos.

—¡Espera, yo no...! —dio unos pasos hacia ella, lo suficiente como para que Kinomoto comenzara una carrera por la escuela. —¡Oye, no corras y ven aquí!


Había sido difícil escapar de Syaoran Lee. Ni en sus sueños más locos había creído que él la persiguiera casi por toda la secundaria, aunque le hubiese gustado que lo hiciera porque le gustara, no porque quería asesinarla para que nadie supiese su secreto.

Intentando distraerse del asunto y mientras estaba a que su hermano llegara del trabajo para cenar juntos (su padre estaba de viaje aquella semana), prendió su laptop y entro a la página de Facebook. Observo las notificaciones donde estaban las fotografías que Tomoyo le había sacado, había algunos comentarios de Rika y Chiharu. Luego chismoseo las fotos que Yukito había subido de los diversos trabajos que Touya tenía semanalmente y río ver a su hermano comentarle que lo mataría en cuanto lo viese.

Una solicitud de amistad le llego y con curiosidad se fijó quien podría ser. Prácticamente se cayó hacia atrás cuando vio que nada más ni nada menos era Eriol Hiragizawa. Antes que pudiera reaccionar o decir algo, una ventana del chat sobresalto en la pantalla y el nombre del muchacho de hace unos momentos apareció con un mensaje.

"Buenas noches, Kinomoto-san. Siento que esto sea tan repentino, ¿pero podemos vernos mañana antes de clases? Prometo que no es para asustarla."

¿Ella, asustada? ¡Puff! ¡Por supuesto que no! ¿Creía que ella había oído sobre los contactos con la mafia que tenía la familia Hiragizawa y la familia Lee? ¡Nah! ¡Esos eran tontos rumores! ¿Cierto? ¡¿Cierto?!

Pero no pudo seguir pensado, otra ventana en Facebook logro sobresaltarla y más por saber quién era el emisor.

"¿No te han enseñado a no escuchar conversaciones privadas? Date por muerta."

Enserio que deseaba que no llegara el mañana.


Al día siguiente intento hacerse la enferma, sin embargo Touya la conocía demasiado bien como para tragarse su mentira y la obligo a salir de la cama tirándola directamente de ella.

—Estúpido hermano —se sobo la cabeza dolorida y siguió en camino a la escuela con sus patines.

Lo cierto es que le hubiese gustado que al menos Touya la acompañase a la entrada como en el pasado en compañía de Yukito, pero la universidad quedaba alejada de la secundaria y no había posibilidad alguna de que su hermano mayor hiciese algo tan tonto como aquello. ¡Se moría de vergüenza de solo imaginar preguntárselo! Tendría que aguantar sus burlas por mucho tiempo, ya tenía dieciséis años y debía aprender a enfrentar sus problemas por ella misma.

Se encontró con Tomoyo en la entrada, para su alivio.

—¡Buenos días, Sakura! —exclamo la pelinegra con los ojos cerrados mientras le sonría amigable.

—Buenos días, Tomoyo —sonrió Kinomoto acercándose a su amiga.

Duro poco la tranquilidad porque cuando vio detrás de Tomoyo a los dos muchachos en la entrada y cruzados de brazos, supo que no podría escapar para siempre. Aunque nada le aseguraba que la esperaran a ella, ¿cierto?

—¡Tu! —vocifero Syaoran señalándola en cuanto logro divisarla.

Abriendo grande los ojos y con certeza que la muerte estaba cerca, Sakura de dio media vuelta y comenzó a patinar lo más rápido que le daban las piernas.

—¡No te vas a escapar otra vez! —le grito Syaoran y tomo la bicicleta de un muchacho prestada —¡Luego te la devuelvo!

Paso con rapidez al lado de Tomoyo, quien observaba todo con preocupación y curiosidad. ¿Qué era lo que estaba pasando y por qué Sakura se fue así? ¿Acaso no pensaba entrar a clases?

—Disculpa, ¿eres amiga de Kinomoto-san?

La voz del muchacho logro sobresaltarla. Cuando giro la cabeza se sorprendió al encontrarse con Eriol Hiragizawa, quien miraba hacia la misma dirección donde su amigo y la muchacha habían desaparecido.

—S-si —asintió Tomoyo con timidez y las mejillas ligeramente sonrojadas.

—Soy Eriol Hiragizawa, es un gusto conocerte...

—To-Tomoyo Daidoji.

—Daidoji-san, ¿podría decirle a Kinomoto-san que hable conmigo? Temo que Syaoran es un poco brusco para hablar, nuestra intención no es asustarla.

¿Hablar? ¿Qué intensiones tienen con Sakura? —pensó con curiosidad. ¿Qué era lo que estaba sucediendo?

—Daidoji-san —le llamo Eriol, insistiéndole.

—Oh, lo siento. Lo haré —asintió repetidas veces con la cabeza.

Hiragizawa le detuvo el cabeceo, sorprendiéndola y poniéndola más nerviosa de lo que ya estaba.

—Con asentir una sola vez está bien, ¿verdad? —Tomoyo asintió aun sin palabras, deleitándose por la sonrisa caballerosa del muchacho, sobretodo por aquellos ojos profundos que lograban envolverla en una burbuja color rosa —Muchas gracias y lamento las molestias. Hasta luego, Daidoji-san.

Vio su espalda alejarse de ella y con tristeza se dio cuenta que jamás podría caminar a su lado, solo podría observarlo desde lejos y siempre seria su espalda. Que horrible era amar de esta manera tan uniteral.

—Pero... ¿a dónde se fue Sakura y Lee-san? —inquirió preocupada, olvidándose de su amor platónico por un momento.

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¡Holis!

Primero que nada, quiero agradecer que se hayan pasado por este fic y espero que sea de su agrado y sigan leyendo los siguientes capítulos. Quiero aclarar que sera un fic corto y que no subo seguido porque todo depende de mi amiga Inspiración, así que espero comprensión y paciencia de su parte. Haré lo imposible para que esa condenada aparezca T.T

¡Y si, Sakura confundió de quien realmente esta enamorada Tomoyo!

Por otra parte, Syaoran y Eriol guardan un secreto...

Jujujuju!

Muchas gracias una vez mas por pasarse!

Saludos, ttebane!