ASÍ ES LA VIDA

Matìn vive en un barrio común, con vecinos comunes y chismes de barrio comunes. Nada fuera de lo normal, como por ejemplo el chisme que le había contado su madre sobre la pastelera de la esquina.

Elizabetha es una bella muchacha y hábil pastelera que tiene su pequeño negocio en la esquina principal. Todo en su vida marcha de maravilla, menos el amor… Ella está profundamente enamorada de Roderich, un cliente habitual de su pastelería ¿Cómo no amarlo? Refinado, educado, apuesto y, por si fuera poco, músico. Pero Roderich solo la quería como una amiga, porque él quería a Gilbert, un musculoso y atractivo bombero que vivía en el barrio y que solio rescatarlo de desafortunados "accidentes", por lo menos, una vez por semana. Pero Gilbert solo consideraba a Roderich como un mero conocido porque Gilbert amaba a Elizabetha, la pastelera de la esquina… y Martín reía con ganas con los fallidos intentos de conquista del peculiar triangulo.

Pero también estaba el chisme de la otra esquina. Ahí vive Yao Wang; un chino que vende ropa, valga la redundancia, china. A todos en el barrio les cuenta entender a Yao, pero no precisamente por su escaso español. Martín sabe que en el fondo es un buen hombre y tampoco juzga sus peculiares gustos, después de todo, no hay nada escrito sobre ellos, pero tal vez Yao se excede un poco con ese dicho. O eso cree Martín, ya que el chino tiene un Panda ilegal en su casa llamado Ivan y pues… A Yao le gusta su Panda ¿Si me explico?

Y bueno ¿Qué puede decir Martín sobre él? Él no cambiaría su vida, tiene un novio, Manuel, que presume que besa muy bien ¿Cómo no lo va a querer? Pero Martín sabe que cuando no están juntos Manuel besa otros, pero bueno así es la vida ¿Qué se le va a hacer? Así no mas es la vida…

¿han escucha "así es la vida" del grupo "Glup!"? pues escúchenla y entenderán como se me ocurrió este fic.

¡Gracias por leer!

Onny.