El conde Nefaria estaba sentado esperando con gran impaciencia al padrastro de Gene Khan; traían un plan entre manos para vengarse del muchacho que les arruino sus brillantes vidas. Ambos conocían la debilidad del "mandarín", su patético amor por la pelirroja, quien también les ha causado un sinfín de problemas; de repente una explosión ocurrió cerca de él, pero no se inmuto en cambio una sonrisa aparece en su perverso rostro. "Llegas tarde Zhang", parándose de la incómoda cama.

"Disculpa", tendiéndole la mano, "No están fácil crear un montón de distracciones en cuestión de minutos"

"Bien", aceptando su mano, "No sabía que tú eras la reencarnación del destructor del mandarín original, pero bueno ¿Qué esperamos?"

Zhang convoco un ligero conjuro y en pocos segundos una luz blanca e intensa son trasladados a un sombrío edificio donde llevarían a cabo el plan. Tan pronto se recuperaron del agitado viaje comenzaron a alistar todo para la tormenta cercana, solo era cuestión de esperar.

En un departamento en el centro de la ciudad estaba el joven Gene Khan leyendo los pergaminos que robo de la antigua biblioteca china hace pocas semanas, al leer el ultimo fragmento se levanto con tanta furia que la silla callo con gran estruendo al piso alfombrado. "¡No puedo creer esto!", llevándose ambas manos a la cabeza, "Si las escrituras son ciertas Zhang hará todo para hacerme sufrir hasta el final de mis días", yendo al buro de lado derecho de su cama, revolvió varios papeles hasta toparse con una cajita de madera donde guardaba la imagen que tanto apreciaba, su querida pepper potts. "No permitiré que algo malo te pase", le dijo a la foto mientras quedaba profundamente dormido, sin saber que su tormento apenas comenzaría. Mientras tanto en casa de pepper, la joven acababa de llegar a susolitario hogar, cosa muy común ya que su padre era del FBI; fue a su cuarto pero estaba tan distraída en sus pensamientos que no noto un par de sombras cerca de la ventana. De repente un par de manos le taparon la boca con un trapo húmedo y en pocos segundos cayó en una profunda inconsciencia, poco después se transportan al sombrío lugar. Sin ninguna consideración dejaron caer a la joven sobre el frio y sucio piso, solo se escucho un leve quejido de dolor proveniente de ella, la arrastraron hasta el centro donde había una larga cadena, la cual ataron fuertemente alrededor de su cuello, al tener todo listo se dispusieron a descansar, empezaría al fin su venganza.