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La historia ni los personajes me pertenecen, yo solo traduzco.
Personajes Principales: Quinn Fabray-Puckerman, Beth Puckerman, Noah Puckerman Jr., Jasper Puckerman, Rachel Berry, Finn Hudson
Menciones: Quinn/Puck, Rachel/Puck, Rachel/Quinn
Personajes Secundarios: Mike/ Matt / Artie / Tina / Papás de Rachel
Clasificación: PG-13
Resumen: Sucede después de Funk. Rachel consiguió huir del infierno de Lima inmediatamente después de la graduación y nunca miró a atrás, rompiendo el corazón de Quinn en el proceso. Ahora, diez años después ella regresa y Quinn le demostrará las consecuencuias y pedazos de lo que dejó atrás. Tratando desesperadamente todo el tiempo de no volver a caer en los brazos de su ex-novia.
Capítulo 1
Cuando a Quinn Fabray Puckerman le llegó la invitación de la reunión de reencuentro diez años después de McKinley se burló y la tiró a la basura. Casi todo el mundo sabía lo que había pasado con ella y ella sabía lo que les había pasado a cada persona que le importaba de la secundaria.
Finn fue a OSU y conoció y se casó con una chica llamada Kelsey y regresó a Lima para enseñar gimnasia y ser el entrenador de McKinley. Santana y Brittany milagrosamente lograron salir y vivian felices en Boston una como cirujana y la otra como profesora de danza. Tina y Artie seguían en Lima y tenían su propia farmacia. Mercedes se casó y se mudó a Nueva York igual que Kurt quien conoció a su pareja ahí. Una vez que Mercedes y Kurt se reencontraron comenzaron su propia línea de ropa que estaba empezando a ser reconocida por todo el mundo. Mike y Matt había jugado futbol en la universidad antes de que cada uno se casara y se regresaran de nuevo a Lima. Matt era dueño de una parte de una concesionaria de Chevrolet y Mike era gerente de un banco.
En cuanto a Rachel… Rachel Berry [la estrella]? Rachel tenía un Grammy, dos Tony, una nominación al Oscar, un Emmy, un fracaso matrimonial y dos albums en su haber… y en su puño un pedazo del corazón de Quinn que había arrancado brutalmente del pecho de la rubia.
Quinn se quedó mirando unos momentos la invitación que había tirado antes de que unos gritos interrumpieran su trance y la regresaran a la realidad. La realidad, en esta ocasión, había tomado la forma de su hijo menor que acababa de despertar de su siesta. Se alejó de los recuerdos de la líder de las Cheerios y de la diva morena y regresó a su papel de madre, Quinn se dirigió al dormitorio de sus hijos. Jasper la miraba con lágrimas en los ojos y la amplia sonrisa que siempre ponía al mirar a su madre. Quinn le sonrió a su bebé de cuatro años que se encontraba sentado solo (un avance y milagro) y lo levantó y le secó las lágrimas. Deseó que no heredase la complexión de Puck porque sería aún más difícil cargarlo a medida de que creciera, según decían los médicos y terapeutas. Sin embargo, Quinn tenía la esperanza de que el pequeño continuara mejorando y que cargarlo no fuera un asunto a considerar.
El reloj de la pared con temática de carro de carreras mostraba las 13:30, es decir, que Quinn tenía una hora y media para ir a la tienda antes de que fuera la salida de la escuela. Cepilló el cabello de Jasper, tomo su bolso y la pañalera del pequeño y se deslizó dentro de sus zapatos. Se aseguró de dejar bien cerrada la puerta de su casa y miró alrededor un poco nerviosa antes de ir a su furgoneta, que se veía andaba en las ultimas, y aseguró a Jasper en su asiento. El camino a Pick-N-Save podía hacerlo con los ojos cerrados, así mismo conocía perfectamente los pasillos de aquel negocio, solo tenía que asegurarse de llevar su tarjeta de empleado para asegurar el 10% de descuento de apoyo.
Después de dejar bien asegurado a Jasper en un carrito y comprobar de nuevo que tenía su cartera asintió a cada cajera con una pequeña sonrisa.
"Hey jefa" todos la saludaban.
"No se puede estar lejos ni por un dia, ¿verdad?" una joven recién salida de la secundaria, Nicole, le preguntó con una sonrisa.
"Es solo que, los hecho mucho de menos a todos ustedes" respondió la rubia, con tono divertido. La chica le sonrió una vez más antes de alejarse, el gerente de la tienda apareció iba hacía una de las cajas registradoras. Él le sonrió y le dio unas palmaditas a Jasper en la cabeza, lo que le valió un gorgoteo del pequeño.
La rubia de nuevo emprendio su camino por la tienda y estaba en el pasillo de comida en caja cuando Jasper comenzó a gemir y a tratar de llegar con insistencia hacía su pañalera.
"¿Qué necesitas bebé?"
Jasper balbuceaba incoherencias.
"Usa las palabras" le dijo Quinn. Tomó unas cuantas cajas de macarrones con queso.
"Quiero!"
"¿Qué quieres?" Quinn empujo el carrito más adelante y tomó dos cajas de Hamburger Helper
"Joo"
"¿Qué jugo, de manzana o naranja?"
Jasper guardo silencio por un segundo y Quinn le repitió
"Dime bebé, manzana o naranja?"
"Maanzan!"
Quinn sonrió y besó la frente de su hijo. "Ese es mi pequeño. Vamos progresando, no?" Detuvo el carro y rebuscó en la pañalera, sacó una caja de juego de manzana y le colocó el popote. Jasper se concentró por un momento en intentar juntas sus manos y sostener el jugo. Quinn esperó a que lo asegurara bien y pudo llevarlo a su boca para beber alegremente.
"Que se le dice a mamá?"
"Mmm!"
"No, anda"
Con la atención en su hijo, Quinn perdió la concentración en su camino y solo levanto la vista hasta que chocó con otro carrito. El pequeño choque provocó que Jasper dejara caer su caja de jugo y empezará a llorar; "maldición" gruñó Quinn en voz baja.
"Lo siento mucho" dijo en dirección hacia el otro cliente con el carro mientras se arrodillaba para recoger la caja de jugo. No debía desperdiciar, limpio el bolso, la pañalera, levanto la caja de jugo y limpio el popote rápidamente con su camisa. No era lo más limpio, pero una caja más de jugo significaba un gasto extra de 35 centavos y quizás no suena a mucho, pero con el tiempo si lo era.
"Está bien" dijo una voz femenina.
Quinn finalmente levantó la mirada hacía la otra mujer y la sonrisa que tenía intención de regalar se convirtió en una mirada de incredulidad. Esto no era lo que necesitaba en este momento. O más bien nunca.
"Rachel…"
"Quinn… hola, ¿cómo estás?"
"Yo estoy…" Quinn respiro hondo, 'agotada' pensó. 'Náufrago en mis emociones' pero eso no era realmente apropiado para esta forzada conversación. 'Tan cansada y ocupada que tengo suerte si puedo dormir cuatro horas sin interrupción' pero eso era hablar de más. "Bien" dijo después de otra respiración. "¿Cómo estás tú?"
"Lo estoy haciendo muy bien, gracias" dijo Rachel con una sonrisa. "Veo que vas con las manos llenas"
Quinn miró a Jasper que estaba chupando de nuevo de su caja de jugo, con los ojos un poco rojos por su pequeña y casi rabieta. Rachel no sabía de Jasper. No sabía de Noah Jr.. Ella apenas y conocía a Beth. No sabía nada de la vida de Quinn. No habían hablado desde la graduación. 'Manos llenas' era un total eufemismo.
"Sí" fue lo único que atinó a decir. "Un poco"
"Estoy en la ciudad tomando unas pequeñas vacaciones y por supuesto, para la fiesta de reencuentro" le dijo Rachel sin dejar de sonreír, obviamente sin percatarse de la mirada 'que me trague el infierno' de Quinn. "No he hablado con nadie en mucho tiempo, sería maravilloso ponernos al día."
"Todo está igual a como lo dejaste" No pudo evitar sisear Quinn, se escuchó el suficiente veneno en su voz para que los hombros de Rachel cayera un poco y su sonrisa se desvaneciera.
"No esta exactamente igual" dijo Rachel en voz baja.
"Puckerman!"
Quinn se dio la vuelta al escuchar su apellido de casada y su jefe se acercó a ella.
"¿Puedes venir el sábado?" le preguntó el anciano.
Quinn vio la mirada de Rachel dirigirse a la tarjeta de identificación del hombre que tenía grabado 'Pick-N-Save'.
"Yo… no lo sé" dijo Quinn, "Tendría que preguntarle a mi niñera"
"Tenemos que tener que terminar el inventario e ingresarlo al sistema. Eres la mejor que tengo para ese trabajo, lo sabes. Obtendrás el doble en el tiempo extra"
Quinn suspiró. Necesitaba el dinero y sabía que alguien del pueblo podría ver por sus hijos, tendría que revisar su lista de amigos para ver quien estaba disponible.
"Está bien, lo haré"
"Eres mi salvavidas cariño, dile a cualquiera que te cobre que te haga un 10% de descuento adicional, de acuerdo? La cena todavía es para el miércoles?"
Quinn asintió con la cabeza y sonrió con aprecio. Su jefe sabía de su historia. Conocía su situación. Era como el padre que nunca tuvo. Él y su esposa invitaban a su familia a cenar una vez a la semana, el solía decirle lo mucho que le recordaba a su hija que hacía tiempo se había ido de la casa. Le aseguró la administración de la tienda si podía conseguir algunas clases de la universidad. Ella lo apreciaba mucho, pero no creía que eso de ser gerente estuviera en su futuro. Clases universitarias era lo último que pasaba por su mente. Incluso si lo lograra, 'Gerente de Pick-N-Save' no era el puesto que quería para el resto de su vida.
La rubia casi había olvidado que Rachel estaba ahí hasta que se volvió a girar y vio que la morena la seguía mirando. La expresión en el rostro de Rachel era ilegible. Acababa de enterarse de información que Quinn no quería que ella supiera. Antes que nada…
"Así que, tú y Noah?" pregunto finalmente Rachel.
Quinn tragó saliva. Puck no era algo de lo que hablaba. No más. Así que todo lo que hizo fue asentir.
"Eso es… bueno, me alegro por ustedes" dijo Rachel con una sonrisa. "Estoy feliz por ti, ¿cuándo se casaron?"
Quinn se quedó atónita. El pensamiento, de que que si Rachel no sabía que se había casado, eso significaba que no sabía… cualquier otra cosa, la golpeo. La rubia se preguntó exactamente con qué frecuencia hablaba Rachel con sus padres. No era como si no lo supieran. Todo el mundo lo sabía.
"Un año después de la graduación" dijo Quinn. "quedé embarazada de nuevo y ya que íbamos a seguir teniendo hijos pues decidimos casarnos. Hablando de eso, me tengo que ir. Pronto es la salida de la escuela y tengo compras que hacer. Ha sido bueno verte" Claro, la respuesta era solo para apaciguar la curiosidad de la diva, Quinn apretó el manillar del carro y fijo su vista hacia adelante. Una quemazón familiar se intensifico detrás de sus ojos y por su visión periférica pudo ver a Jasper sonreír, la sonrisa de su padre, y empujo el carrito hacía adelante para alejarse de más preguntas que pudiese hacer Rachel. Alejarse de cualquier recuerdo que pudiera salir.
La detuvo una mano suave y pequeña en su brazo, "Quinn no te he visto en diez años! Ya sé… sé que las cosas no quedaron en los mejores términos, pero me gustaría verte mientras estoy aquí. Quieres cenar esta semana?"
"Tengo tres hijos Rachel, no puedo salir a cenar"
"No puede Noah quedarse con ellos?"
Silencio. Un silencio ensordecedor se instaló en cuanto Rachel miro a Quinn a los ojos. Ahora llenos de lágrimas, aun así la rubia sonrió un poco.
"No, no puede" dijo en voz baja. "Me tengo que ir"
Quinn ignoro a Rachel llamándola mientras caminaba hacía la sección de productos lácteos y se limpió las lágrimas que habían escapado de sus ojos. Evitaba la mirada de Rachel cuando se topaban en algún pasillo y consiguió todo lo que necesitaba. Rachel la rodeo un poco mientras Quinn estaba en la caja e intentaba desesperadamente cubrir el plástico 'Tarjeta de Identificación de Beneficios del Estado de Ohio' que le entregaba a Nicole junto con su tarjeta de empleado. Miro por encima de su hombro como Rachel caminaba lentamente con esa mirada en su cara percatándose de las tarjetas que Nicole le devolvía a Quinn. Esa mirada que Quinn había visto tantas veces cuando entregaba su tarjeta y alguien detrás de ella la veía a ella y con sus hijos. La mirada de simpatía ante una joven que era madre y recibía la ayuda de la asistencia gubernamental.
Le tomó a Quinn cuatro intentos hacer arrancar la camioneta, suspiro e hizo una nota mental para llevársela a Burt Hummel en cuanto tuviese oportunidad. Sabía que él se haría cargo de ella si era algo que podía arreglar o esperar a que pudiera conseguir las piezas de alguien más. Quinn había renunciado a su orgullo hace mucho tiempo y siempre tomaba lo que otros le ofrecían: la ayuda mecánica de Burt, descuentos en la tienda, el cuidado de los niños gratis por parte de Finn y Kelsey, las ofertas, grandes ofertas! en coches que sabía que no podría permitirse con Matt, los descuentos o lo que sea que la ayudara a pagar los medicamentos de los niños, las recetas y los materiales que necesitaba para Jasper de parte de Tina y Artie, descansos y extensiones en los pagos al banco por parte de Mike. De sus padres? Un vistazo a cada uno de los niños si llegaban a toparse en público antes de sacudir su cabeza y darse la vuelta. Era lo que generalmente pasaba, seguido de un gruñido de parte de Beth y de tomar la mano de Noah.
La rubia de verdad, de verdad que sentía pena por tu hija. No era culpa de Beth haber nacido primero y tener la responsabilidad de ayudarla con Noah. La niña de doce años de edad tenía el pelo castaño y ojos avellana oscuro, era la única que tenía los ojos de su madre y la personita mas paciente que Quinn conocía. Beth sabía cómo hacer frente a los cambios de humor de Noah y como mantenerlo calmado si era uno de esos días en lo que el chico no quería lidiar con su vida. Tenía nueve años de edad, quien querría esa vida que tenían?
La primera parada después de la tienda de comestibles era la primera, Noah subió a la parte trasera y se sentó junto a Jasper y se aseguró el cinturón. Cruzó sus brazos sobre su pecho y dejó escapar un suspiro de exasperación, indicándole a Quinn que no había sido un buen día.
"Cómo estuvo tu día cariño?" le preguntó una vez que estaba de nuevo en el trafico dirigiéndose a la secundaria.
"Bien" respondió el muchacho con un gruñido.
"Qué va mal?"
"La próxima semana es el día de las estúpidas profesiones"
"Oh" Quinn hizo una pausa, "Por qué no vemos si algunos de tus tíos pueden venir? Estoy segura que la tía Tina o el tío Artie vendrían a platicar. O tal vez el tía Mike podría hablar sobre el dinero del banco. Puedes hablar con el tío Burt o el tío Matt para que vengan a hablar de coches?"
Ya habían pasado por lo mismo el año pasado. Por suerte, Santana había llegado de vacaciones y Quinn la convenció de ir con Noah y hablar sobre ser un cirujano. Era lo mejor que hubo, dijo Noah, porque habló de tripas y sangre derramada y más sangre con mucho detalle e incluso fue al hospital de Lima para que la dejaran llevar algunos órganos conservados. Por desgracia, la latina ya había dicho que no andaría por la ciudad pronto.
"Quiero que la tía Santana vuelva a venir"
"Ella no estará aquí Noah. Lo siento, pero encontraremos a alguien más"
Quinn suspiro ante el gemido de derrota de su hijo, "Supongo que el tío Mike estaría bien si nos trae a todos mil dólares"
"Ya quisiera bebé"
Beth saltó rápidamente a la camioneta después de que Quinn se detuviera en la secundaria. La chica se despidió de sus amigas y se movió incomoda en su asiento mientras se alejaban.
"Como estuvo tu día cariño? Saludó Quinn a su hija.
"Estuvo bien. El hámster de la clase se escapó y tuvimos que perseguirlo por toda la escuela hasta atraparlo" Beth sonrió, " Y Jeremi}y Hutchins me sonrió"
"Ahora… Jeremy quién?"
La chica se rio. "Jeremy Hutchins. Se mudó aquí hace un par de meses. Bailey dice que Jessica le dijo que Nathan dijo haber escuchado a Naomi y Ashley hablando que había escuchado a Jeremy y Kyle diciendo que yo era linda, le gusto y quizás podría preguntarme si quiero ir al baile de primavera"
"Espera ahora… qué? Repite de nuevo en español"
"Jeremy se mudó aquí hacer un par de meses y me podría preguntar si quiero ir al bailer de primavera"
Quinn parpadeo un par de veces y se aferró al volante. "Un niño… te pidió ir al baile?"
"No, él podría preguntarme. Pero el baile es hasta como dentro de un mes"
"Es bueno?"
"Sí. Él es muy tranquilo"
Quinn hizo una mueca ante la idea de cualquier niño estando cerca de su bebé. Sabía que su hija tenía ya doce años y este tipo de cosas iban a empezar a suceder, pero ahora era una madre, que había tenido una hija a los dieciséis años, tenía todo el derecho a estar preocupada.
"Si te invita, quiero conocerlo"
"Mamá, es solo un estúpido baile"
"Lo sé… pero una madre nunca es demasiado cuidadosa" sonrió Quinn.
"Está bien… quiero decir… si me lo pide, quizás pueda llevarlo a casa"
Quinn asintió en silencio. Beth estaba en la edad en la que era consciente de que no vivía en la parte más bonita de la ciudad. Apenas vivían en una zona decente. A Beth y Noah no se les permitía ir más allá de dos cuadras al este, era la parte de la ciudad de donde se escuchaban cada noche sirenas de patrullas o ambulancias. Quinn sabía que a sus doce años era consciente de que todo el mundo que vivía en su barrio y en su calle alquilaban esas casas construidas por el gobierno y que todos tenían la misma tarjeta de plástico que utilizaban en las tiendas de comestibles. Quinn temía que el día que Noah comenzará a entender la situación, porque era justamente como su padre, que a pesar de su pequeña estatura, haría callar al primer niño que le dijera algo.
Una vez en casa, Noah corrió a la puerta antes de que Quinn pudiera gritarle que le ayudará con las bolsas de la compra. Beth se apresuró a tomar un par de bolsas en cada brazo para que su madre pudiera tomar a Jasper en un brazo y las bolsas restantes en el otro. Le entregó las llaves a Noah para que abriera la puerta, luego logró poner a sus dos hijos mayores en la mesa para para hacer su tarea y a Jasper en su silla con un rompecabezas mientras ella guardaba los comestibles.
"Qué quieren para la cena?" les preguntó. "Compré algunos macarrones con queso, podríamos hacer eso o unos hot-dogs. O unas hamburguesas de Hamburger Helper que les gusta.
Beth se encogió de hombres, "lo que te sea más fácil mamá" la joven le sonrió por un momento antes de volver a su tarea.
"Hot dogs!" dijo Noah con una sonrisa
"Hot dogs serán!" sonrió Quinn y se fue a las gavetas de la cocina para sacar una taza de entrenamiento para Jasper, pero un golpe en la puerta la hizo detenerse.
"Quién será…" la rubia entro en la pequeña sala y miró por la mirilla de la puerta con cautela. Gruñó cuando vio a la pequeña morena de pie afuera de su puerta. La abrío solo lo suficiente para asomar su cabeza.
"Rachel, ¿qué estás haciendo aquí?"
Rachel se puso muy nerviosa en cuanto vio pasar una patrulla casi volando por la carretera. La morena miró a su alrededor y tragó saliva.
"Te busqué en la guía telefónica"
"Mamá, ¿quién es?" gritó Beth.
Quinn suspiro y se giró lo suficiente para contestarle a su hija, "No te preocupes, ya estas tus fracciones?"
"Eso fue… era ella?" Pregunto Rachel con una pequeña sonrisa, "Beth?"
Quinn asintió. "¿Por qué estas aquí?"
"Quería verte. Estaba pensando que tal vez los niños y tu podrían acompañarme a cenar. Yo invito"
"No quiero tu caridad Rachel"
"No lo hago por caridad. Estoy haciéndolo porque quiero. ¿Dónde les gustaría comer? Puedo conseguir una reserva en cualquier lugar"
"Rachel, no…"
"Por favor Quinn. Estoy bastante segura de que necesitas y mereces un descanso"
Quinn sabía por la mirada de la morena, que era sincera. Era la mirada que Rachel no tenía en su rostro cuando terminó las cosas con ella. La rubia pensó rápidamente sus opciones ya pesar de haber pasado ya diez años el deseo de hablar con alguien que no supiera ya todo de ella fue superior al rencor; además de que aceptar le permitia ahorrarse una comida.
"A ellos les gusta comer en Denny" dijo Quinn, "Noah es bastante delicado y es el único lugar donde come".
Rachel frunció las cejas.
"Noah Junior"
"Oh!" Rachel sonrió, "¿Será que Noah... padre, quiera unírsenos?"
Quinn nego con la cabeza, "No". Rachel parecía seguir sin saber algo mas de ella. Solía pensar que quizás si había visto a alguien mas de la escuela o que incluso sus papás le dirian algo de lo sucedido. Aparentemente no.
"Esta bien" dijo Rachel, "Denny a las seis?"
"Suena bien"
Ya sé que a muchas no les gusta el drama, pero esto no es en exceso y será breve, solo son 14 capítulos. De verdad les gustará. Disfrutenlo.
Comentarios sobre el capítulo?
La próxima actualización... maybe... the next week.
Saludos.
