"Tus mejillas lucen alarmante rojas, Serena." advirtió su madre, poniendo el bordado bajo su regazo para observar mejor a su hija."Y tus ojos están muy brillantes, espero que no te esté dando una fiebre."

Serena sonrió.

"He estado en el jardín de la iglesia, jugando con los niños," explicó. "Alexander quiso jugar al criquet, pero después de unos cuantos minutos se vio claramente que Chibiusa no podía atrapar una pelota y que Robín no podía golpear ninguna. Entonces, nosotros jugamos al escondite, pero Alexander pensó que esto era algo que estaba por debajo de su dignidad ahora que tiene nueve años hasta que yo le pregunté cómo debía sentirse su tía a la edad de veinte y nueve. Yo estuvo allí todo el tiempo jugando, por supuesto. Nosotros teníamos una excelente diversión hasta que Andrew sacó su cabeza por fuera de la ventana de estudio y nos preguntó, retóricamente, supongo, que si creíamos que él podría conseguir alguna vez terminar su sermón con todo el ruido que estábamos haciendo. Entonces Lita nos dio un vaso de limonada y mandó a los niños a la sala para leer silenciosamente, pobres, y volví a casa.

"Creo," dijo su hermana mayor Rei alzando la vista de su libro y observando a Serena sobre la moldura de sus gafas, "que no llevabas puesto el sombrero mientras jugueteabas con nuestra sobrina y sobrinos. Eso no es un rubor. Es una quemadura del sol."

"¿Cómo puede uno meter la cabeza en pequeños escondrijos si con un sombrero se aumenta dos veces su tamaño?" preguntó Serena razonablemente. Comenzó a arreglar las flores que había cortado del jardín durante el camino a casa, en un jarrón con agua que ha traído con ella de la cocina.

"¡Tu pelo se parece a un nido de pájaro!" añadió Rei.

"Eso se arregla enseguida." Serena aliso su rubio cabello con ambas manos y rio."Ajá, ¿así está mejor?"

Rei sacudió la cabeza antes de devolver su atención al libro no sin antes sonreír.

De nuevo había un silencio agradable en la habitación mientras que todas ellas estaban concentradas sobre sus quehaceres. Pero el templado silencio del gorjeo de pájaros y del zumbido de insectos que venía más allá de la ventana abierta, fue roto después de unos minutos por el sonido de los cascos de unos caballos y el ruido sordo de ruedas sobre el camino empedrado a lo largo de la calle del pueblo con dirección a la Hyacinth Cottage. Había más de un caballo, y las ruedas eran pesadas. Debía ser el carruaje de Park Schofield, la Hacienda del Barón Tenoh, que estaba a unas dos millas de distancia, pensó Serena distraídamente.

Ninguno de ellos hizo una mención en particular sobre el carruaje que se acercaba. Lady Tenoh lo usaba a menudo cuando iba de visita, aunque un arpón de pesca hubiera sido un objeto menos malo, o un caballo o sus pies. Rei a menudo describía a Lady Tenoh como frívola y ostentosa, y no era una descripción inexacta. También era amiga de Serena.

Luego se hizo obvio que los caballos iban más despacio. Las ruedas del carro chirriaron como protesta. Las tres mujeres alzaron la vista.

"Creo," dijo Rei, mirando detenidamente, otra vez sobre sus gafas, hacía fuera de la ventana."Que Lady Tenoh debe venir hacía aquí. Me pregunto a que deberemos el honor. ¿La esperabas, Serena ?"

"Supongo que debería haber cambiado mi cofia después del almuerzo," dijo su madre."Envía a la Sra. Skinner al piso de arriba para traerme una limpia, Serena ."

"La que llevas puesta está bastante bien, mamá," le aseguró Serena, terminando el arreglo floral rápidamente y cruzando la habitación para besar la frente de su madre."Sólo es Michiru."

"Por supuesto que sólo es Lady Tenoh. Ese es el punto entero." dijo su madre exasperada. Pero no renovó su súplica de mandar a buscar otra cofia.

Esto tampoco ayudó a adivinar el por qué de la visita de Michiru.

"Me atrevo a decir que ella viene a preguntarte porque rehusaste su invitación" dijo Rei, repitiendo su pensamiento."Creo que no aceptó tu respuesta y ahora ha venido en persona. Pobre Serena. ¿Deseas irte rápidamente a tu habitación y le digo que pareces haber cogido un poco de viruela?"

Serena se rio mientras que su madre levantó las manos horrorizada.

En realidad Michiru no era célebre por tomar un no por respuesta. Independientemente de cualquier cosa que hiciera Serena, casi siempre ocupada enseñando en la escuela del pueblo varias veces por semana, visitando y ayudando a ancianos y enfermos, a una nueva madre, a un niño enfermo o a un amigo, visitando la vicaria para divertir y jugar con los niños, desde su punto de vista Andrew y su hermana Lita, los descuidaban demasiado con la excusa de que los niños no necesitaban a los adultos para jugar con ellos cuando se tenían unos a otros. Daba lo mismo lo que hiciera Serena , Michiru simplemente decidió creer que languidecería esperado que alguien aparecería con una diversión frívola.

Por supuesto, Michiru, era una amiga, y Serena disfrutaba pasando el tiempo con ella y sus niños. Pero había límites. Seguramente venia para renovar en persona la invitación que un sirviente había traído por escrito ayer. Serena, había contestado redactando con palabras discretas pero firmes su negativa. En realidad, ella había rehusado firmemente hacía un mes entero cuando fue preguntada primero.

El carruaje frenó ante la puerta del jardín con mucho ruido y alboroto, indudablemente llamando la atención de cada aldeano ante el hecho de que la baronesa se estaba dignando dirigir una llamada a la Sra. Tsukino y a sus hijas en Hyacinth Cottage. Se escucharon sonidos de abrir y cerrar puertas y luego a alguien, probablemente el cochero, ya que seguramente no sería la misma Michiru, golpeando imperiosamente sobre la puerta de la casa.

Serena e suspiró y se sentó en la mesa, su madre guardó el bordado y se ajustó la cofia, y Rei, con una sonrisa afectada, bajó la mirada a su libro.

Unos momentos más tarde Michiru, Lady Tenoh , entraba en la habitación detrás de la Sra. Skinner, el ama de llaves, que había abierto la puerta para anunciarla. Vestía, como siempre, de manera absurda para estar en un pueblo. Mirando con minuciosidad su aspecto parecía como si ella fuera a pasear por Hyde Park en Londres. Las plumas brillantes agitadas en lo alto de su sombrero, dando la ilusión de la altura. Los impertinentes agarrados en una de sus enguantadas manos. Pareció llenar la mitad de la habitación.

Serena sonrió con afecto divertido.

"Ah, estás allí, Serena ," dijo grandiosamente después de inclinar su cabeza amablemente a las otras damas y preguntando cómo estaban.

"Aquí estoy," coincidió Serena ."¿Cómo estás, Michiru? Toma la silla junto a la de mamá."

Pero su señoría rechazó la invitación con un movimiento de sus impertinentes.

"No tengo tiempo," dijo."No dudo en que tendré una de mis migrañas antes de que termine el día. Lamento que me hayas hecho hacer esta visita necesaria, Serena . Mi invitación escrita debería haber bastado, tú sabes. No puedo imaginarme porque contestaste con una negativa. Haruka cree que eres tímida y que sería mejor venir en persona para convencerte. Él a menudo dice cosas ridículas. Sé porque rehusaste, y he venido aquí a decirte que a veces tú también eres ridícula. Es porque Taiki y Amy vienen, por eso y por los motivos por los que te peleaste con ellos después de que Seiya muriera. De eso hace mucho tiempo, y tienes tanto derecho venir como ellos. Seiya era, después de todo, el hermano de Taiki, y aunque él se ha ido, pobre hombre, todavía estás, y siempre lo estarás, unida por el matrimonio a nuestra familia. Serena , no debes ser obstinada. O modesta. Debes recordar que eres la viuda del hermano de un Vizconde."

Serena probablemente nunca lo olvidaría, sin embargo a veces deseaba poder hacerlo. Había estado casada durante siete años con Seiya Kou, hermano de Taiki, Vizconde de Elrick, y primo de la Lady Tenoh. Se habían conocido en Park Schofield, en la primera fiesta que Michiru había celebrado después de su matrimonio con Haruka, Barón Tenoh y que había durado varios días. Había sido un partido brillante para Serena , hija de un caballero de clase media que se había visto obligado a convertirse en profesor de pueblo para aumentar sus beneficios.

Ahora Michiru quería que su amiga asistiera a otras de sus fiestas de varios días.

"En verdad, eres muy amable por preguntarme," dijo Serena. "Pero realmente no iré, tú ya sabes."

"¡Tonterías!". Michiru levantó los impertinentes hacía sus ojos y miró con ellos alrededor de la habitación, una gesto que siempre divertía tanto a Serena como a Rei, que sumergió la cabeza detrás de su libro para ocultar su risa."Desde luego que quieres venir. ¿Quienquiera no lo desea? Mi madre estará allí con Hotaru y el señor Lewis Wiseman, la fiesta es en honor de su compromiso, aunque desde luego ya ha sido anunciado. Incluso Héctor ha confirmado su presencia, sin embargo sabes que resulta difícil convencerle para que disfrutemos de su compañía a menos que uno de nosotros le fuerce a hacerlo."

"¿Y Darien también?" preguntó Serena . Hotaru era la hermana pequeña de Michiru, kunzute y Darien, sus hermanos. Darien había sido amigo de Serena desde que su primer encuentro en aquella fiesta, casi su único amigo sólo durante los pocos años de su matrimonio.

"Por supuesto que Darien también viene" dijo Michiru."¿No me sigue a todas partes y pasa el mayor tiempo conmigo más que con alguien? Siempre te llevaste a las mil maravillas con mi familia. Pero aparte de ellos, esperamos una gran muchedumbre de invitados distinguidos y agradables y tenemos muchas actividades encantadoras planificadas para el entretenimiento de todo el mundo para la mañana, el mediodía y la noche. Debes venir. Insisto absolutamente en ello."

"Oh, Michiru" comenzó Serena ," realmente…"

"Serena , debes ir" le instó su madre, "y divertirte. Estás siempre tan ocupada en ayudar a otras personas."

"Podrías aceptar ahora," añadió Rei, echando de nuevo un vistazo sobre sus gafas antes de quitárselas hasta que su visitante se hubiera marchado y ella pudiera devolver íntegramente la atención a su libro."Sabes que Lady Tenoh no se marchará de aquí hasta que hayas aceptado."

Serena, la miró, exasperada, pero los ojos de su hermana simplemente centellearon tras las lentes. ¿Por qué nadie invitó nunca a Rei a diversiones así? Pero Serena sabía la respuesta. A la edad de treinta y cuatro años, su hermana mayor se había adaptado a la edad madura y a una soltería plácida con el apoyo de su madre y sin ninguna mirada pesarosa a su juventud. Este era el camino que deliberadamente había escogido después de que el único galán que había tenido alguna vez resultara muerto en los años de la Guerras de Napoleón contra España y Portugal, y ningún hombre la había hecho cambiar de opinión desde entonces, aunque unos cuantos lo habían intentado.

"Usted tiene toda la razón, señorita Tsukino, " dijo Michiru , los penachos de su sombrero inclinados con aprobación en la dirección de Rei."La mayor parte de la provocación ha pasado. Zafiro ha sido siempre algo impulsivo."

Zafiro Moon Vizconde Mowbury, era un ermitaño estudioso. Serena no pudo imaginarle haciendo algo impulsivo.

Michiru tamborileó sus dedos enguantados sobre el tablero."Él no tiene absolutamente ninguna idea de cómo actuar, el querido desdichado," dijo."Ha tenido la audacia de invitar a un amigo suyo para que venga aquí con él, asegurando al hombre que la invitación vino de mi. Y él muy atentamente me informó de esto hace sólo dos días y es demasiado tarde para mí invitar a otra señora disponible."

Ah! Todo estaba repentinamente claro sobre la invitación escrita que Serena había recibido ayer por la mañana, al día siguiente seria en evento social y el desastre se había vislumbrado en el horizonte del mundo de Michiru.

"Debes venir," dijo Michiru otra vez."Estimada Serena , definitivamente debes. Podría ser una desgracia inconcebible verme forzada a celebrar una fiesta de varios días en la que los números no son. Posiblemente no puedes desearme esto, especialmente cuando está en tu poder salvarme."

"Sería una vergüenza terrible," estuvo de acuerdo la madre de Serena , "cuando Serena no tiene nada particular que hacer durante las dos semanas próximas."

"¡Mamá!" protestó Serena . Los ojos de Rei todavía centelleaban sobre el borde de sus gafas.

Suspiró en voz alta. Había estado bastante determinada a resistirse. Se había casado hacía nueve años. En ese tiempo ella había sido emocionalmente indescriptible. Aparte del hecho de que ella había estado locamente enamorada de Seiya, se había sentido contenta ante la perspectiva de ascender a círculos sociales más altos. Todo había estado bien durante unos años, tanto con su matrimonio como con lo que conllevaba. Y luego todo había comenzado a ir mal. Ella todavía se sentía desconcertada y dolida cuando lo recordaba. Y cuando ella recordó el final... Bien, ella lo había bloqueado con eficacia como la única vía para salvar su cordura y recobrar sus ánimos, y no necesitaba ningún recordatorio ahora. Realmente no quería ver a Amy y a Taiki de nuevo.

Pero ella tenía debilidad por las personas con problemas y contratiempos. Y Michiru realmente parecía tenerlos. Expuso con toda clase de argumentos que su reputación como anfitriona la obligaba a hacer todo lo meticulosamente correcto. Y, al fin y al cabo, ellas eran amigas.

"Quizá," sugirió con esperanza, "puedo permanecer aquí e ir a Schofield a ratos para unirme la fiesta."

"Pero Haruka tendría que mandar el carruaje para traerte a casa todas las noches y enviarlo para llevarte todas las mañanas," dijo Michiru dijo."Sería demasiado inconveniente, Serena. "

"Yo podría caminar", sugirió Serena

Michiru se llevó una mano al pecho como si su corazón latiera fuertemente.

"¿Y llegar cada día con un dobladillo polvoriento o fangoso y las mejillas rosadas y el pelo revuelto por el viento?" dijo Michiru."Eso no estaría bien. Debes venir para quedarte. Así es como debe ser. Todos nuestros invitados llegarán pasado mañana. Tendré el carro preparado para enviarlo durante la mañana de modo que puedas instalarse temprano."

Serena comprendido que el momento para su firme negativa había pasado. Parecía que estaba condenada a asistir a la fiesta campestre en casa de Michiru. Pero cielos, ella no tenía nada que ponerse, ni dinero para salir precipitadamente a comprar un nuevo guardarropa, estaban a cincuentas millas de cualquier lugar donde poder hacerlo. Michiruhabía vuelto de una temporada en Londres, donde ella había ido a patrocinar a su hermana y la presentación a la reina. Todos su invitados, ¡excepto Serena!, probablemente venían desde allí también, trayendo sus galas y sus modales de Londres. Esto era la causa de sus pesadillas.

"Muy bien," dijo. "acudiré."

Michiru olvidó su dignidad suficientemente para dar unos ligeros toques pero bruscos en el brazo con sus impertinentes.

"Sabría que vendrías," dijo."Pero lamento que me hayas forzado a gastar una hora entera para venir aquí. Hay tanto por hacer. Podría estrangular a Zafiro. De todos los caballeros que podría haber invitado para venir aquí con él, tuvo que escoger al que probablemente podría poner a cada anfitriona en un aleteo. Y me ha dado sólo unos días de anticipación para prepararlo."

"¿El Príncipe de Gales?" sugirió Serena con una risa.

"No, no puedo decir que alguien no codicie su presencia," dijo Michiru, "aunque supongo que podría ser un golpe enorme tenerlo. Esto no sería lo peor, sin embargo. No, mi huésped inesperado va a ser el Duque de Bewcastle."

Serena levantó sus cejas. Había oído hablar del Duque, sin embargo nunca le había conocido. Era enormemente poderoso y tan frío como el hielo, o eso se decía. Podía comprender la consternación de Michiru. ¿Y ella había sido la escogida para equilibrar números con el Duque de Bewcastle? La idea estuvo haciéndole cosquillas hasta que comprendió que esa era otra razón más por la que debía permanecer en casa. Pero ya era demasiado tarde.

"Oh!," dijo su madre, mirando infinitamente impresionada.

"Sí," Michiru estuvo de acuerdo con los labios fruncidos y los penachos moviéndose. "Pero no debes preocuparte, Serena. Hay otros caballeros a quién encontrarás atractivos y que están destinados al placer de bailar contigo. Tienes ese efecto agradable sobre los caballeros que conociste en tu juventud. Podría sentirme mortalmente celosa si todavía no estuviera casada con Haruka, él puede ser horriblemente provocativo cuando yo decido organizar una de mis diversiones. Resopla y retumba y me da a entender que está menos enamorado con la perspectiva de disfrutar. De todos modos, me atrevo a decir que no necesitarás intercambiar una sola palabra con su gracia si optas por no hacerlo. Es un hombre célebre por su arrogancia y reserva y probablemente no notará que le has abandonado."

"Prometo," dijo Serena , "no caer a sus pies, pero mantendré una distancia decente."

Los labios de Rei se curvaron en otra sonrisa satisfecha cuando sus ojos se cruzaron con los de su hermana.

Pero el problema era, pensó Serena, que debería ser cuidadosa si no podría meterse en más de un problema. Estaría más contenta quedándose en casa, pero esa no era una opción. Estuvo de acuerdo en ir Schofield durante dos semanas.

"Ahora tengo números pares otra vez" dijo Michiru, "puedo empezar a perdonar a Zafiro. Esta será la fiesta campestre más famosa. Me atrevo a decir que será tema de conversación en los salones de Londres durante toda la próxima temporada. Seré la envidia de cada anfitriona en Inglaterra y los que no invitamos suspirarán por una invitación el próximo año. El Duque de Bewcastle nunca va a ninguna parte más allá de Londres y sus propias haciendas. No puedo imaginarme cómo le convenció Zafiro para venir aquí. Tal vez ha oído de la superioridad de mis diversiones. Tal vez..."

Pero Serena había dejado de escuchar por el momento. Las próximas dos semanas estaban destinadas a ser todo menos placenteras. Y ahora había provocación añadida al tener al Duque de Bewcastle como acompañante, se sentiría tímida innecesariamente, pero, como Michiru acababa de comentar, era improbable que él notara su presencia o como se sentía ella. Odiaba sentirse tímida. Era algo que nunca había sentido hasta unos cuantos años atrás, fue después de su matrimonio cuando repentinamente se convirtió en objeto de persistente chisme desagradable aun cuando ella luchó con fuerza por evitarlo. Después de enviudar, se había jurado que nunca volvería a ponerse en semejante posición y que no saldría nunca más de su mundo familiar.

Por supuesto, ahora era bastante más mayor. Tenía veintinueve años largos. Nadie esperaría que ella se comportara como los jóvenes. Debería comportarse como una persona adulta, sentarse cómodamente y disfrutar de todos los acontecimientos más como espectadora que como participante. De hecho, sería muy divertido dedicarse sólo a eso.

"¿Podemos ofrecerle una taza del té y unos pasteles, Lady Tenoh?," preguntó su madre.

"No tengo un momento de sobra, Sra. Tsukino," replicó Michiru"Tengo una casa llena de invitados que llegarán pasado mañana, y mil y un detalles que atender antes de su llegada. Ser una baronesa no es todo encanto. Debo estar preparada."

Ella inclinó su cabeza regiamente, besó la mejilla de Serena apretándole el brazo calurosamente, barriendo la habitación con las plumas de su tocado que se mecían y agitaban, moviendo de un lado a otro los impertinentes y haciendo susurrar faldas.

"Podría valer la pena recordarlo para una futura vez, Serena," dijo Rei, "resulta más fácil decir sí a Lady Tenoh la primera vez que ella hace una pregunta, ya sea por escrito o en persona."

Su madre estaba junto a ella.

"Debemos subir a tu habitación en este momento, Serena ," dijo ella, "y ver cuáles de tus vestidos necesitan de un arreglo, un adorno o limpieza. Dios mío, ¡el Duque de Bewcastle, y no digamos el Vizconde Mowbury y su madre y el Vizconde Kou y su esposa! Y Lord y Lady Tenoh, desde luego."

Serena? escapó al piso de arriba para ver si una docena de prendas de vestir más o menos arrebatadoras y elegantes se habían materializado en su guardarropa desde que ella se había vestido esa mañana.