Los personajes de Ranma 1/2 son propiedad de Rumiko Takahashi, esto lo hago sin fines de lucro
SIN TI
CAPITULO 1- Abre tus ojos
Veía sus facciones fijamente, solo se concentraba en ello, su menudo y frágil cuerpo se encontraba recostado en esa improvisada cama y él solo la esperaba mientras sostenía su mano, nada más en el mundo le importaba, nada en lo absoluto le interesaba, solo lo que ocurriera con ella, solo le importaba ella, ya que ella, era todo su mando para él.
Desde que avivaron la esperanza en su desolada y angustiada alma, sentía que eso era lo único que lo ataba a una posibilidad de seguir viviendo sin terminar enloquecido, consumido de la culpa, del dolor, de angustia… a pesar que todo lo arrastrara a un desafortunado destino, uno que nunca imagino ni quiso para él, pero ya ni eso importaba, solo que ella se encontrara bien, que respirara el mismo aire que el suyo, volver a ver esos hermosos ojos castaños que tanto amaba, sentir su voz y que ese fuerte y apasionado corazón volviera a latir en su cuerpo.
Desde que la tuvo fría en sus brazos, con su piel pálida, su cuerpo entumiéndose poco a poco, la sangre ya no corriéndole por las venas, sus pulmones ya no cargándose de aire, sus labios ya no diciéndole nada que ni siquiera un suspiro pasaba por ellos, sus ojos sin brillo, sin vida, muerta, así es como la tuvo…desde ese momento sintió como algo se le rompía, como una parte de su vida se iba con ella, como un vacío lo inundaba, él simplemente no podía ni sabía cómo seguir sin su Akane.
Todo era su culpa, ¡su maldita culpa! ella se arriesgó por él, a ella la secuestraron por él, ella murió por él…y él, el solo era un idiota que la insultaba y menospreciaba, no consideraba ese sacrificio verdaderamente merecedor, nada en el mundo justificaría su sacrificio, ella, el ser más importante en el mundo para él, ella le daba color a todo en su vida, alegría, esperanza, amor…sin ella todo era gris, nada tenía sentido, no era más que un alma errante vacía, desolada, abrumada.
Aunque…tampoco es que pudiera ahora estar a su lado, ni disfrutar sus gestos, ni sus risas, ni sus enojos…ni sentir su perfume, su aroma, su respiración agitada, su esencia, su aura ardiente…nada de eso podría disfrutar ya, pero él ya no importaba, se conformaba con los esperados resultados, lo único importante en ese momento era que su Akane regresara, y pudiera formar la vida que egoístamente quisieron arrebatarle a causa de sus problemas, ella merecía ser una chica normal, con una vida normal, pero sobretodo con eso…con vida…
Esperando ver señales en sus pálidas facciones, la veía detenidamente, prácticamente ni pestañaba, veía de forma penetrante y expectante esperando por los resultados, la angustia e impotencia lo estaban consumiendo y desesperando, no podía seguir así, necesitaba ver algo, una señal, un signo, lo que fuera, pero que reaccionara, sino ya no habría esperanza, ya no había nada…absolutamente nada…
Apretó su mano con más fuerza, de forma inconsciente como queriendo darle fortaleza, avisarle que él estaba, que la esperaba, que no se rindiera, el nudo que se le estaba formando en la garganta apenas y lo dejaba pasar aire, trago en seco, y sintió como la saliva se la raspaba, se mordió el labio inferior para controlar el sollozo, eso no podía estar pasando, ella debía reaccionar, sintió algo húmedo caer por sus mejillas, mas no le importo, ni siquiera retiro esas molestas gotas saladas que manifestaban su estado y destruían su ya insalvable orgullo, sonrió con amargura para sus adentros, maldito fuera su orgullo que siempre le impidió ser sincero con ella, que le impidió demostrarle lo que significaba realmente en su vida.
—Vamos Akane…tu puedes…—expresó con la voz angustiada, el sollozo salió sutil de sus labios, tampoco le importo ese hecho.
Más su expresión paso del dolor y la desolación, a la sorpresa, para luego abarcarlo la dicha, la felicidad de ver que si estaba reaccionando, que su Akane estaba volviendo a la vida, fue como salir de un lugar pantanoso, lleno de tinieblas, y regresar a ver la luz, la esperanza, la felicidad, aunque esta solo durara escasos minutos, él podía sentir que su alma respiraba en paz, la mujer que amaba estaba reaccionando, ¡su Akane estaba viva! ¡Viva!
—Mmmm...—expresó con suavidad mientras fruncía su seño levemente, para Ranma eso ya fue suficiente para rebozar su alma de dicha y su corazón saltara en su pecho con éxtasis.
—Ak…Akane…—dijo suavecito, como temiendo que su voz la molestara o le generara algún daño, mas esta salió rasposa y ahogada, aunque nadie se dio cuenta de ello, sentía que estaba por sufrir una taquicardia ante las excitadas pulsaciones de su magullado corazón.
—Mmmm…—volvió a gemir mientras sus párpados se separaban, observándose una fina franja achocolatada, pero que para él fueron motivos sobrantes para expandir su sonrisa lentamente y la viera absorto como si estuviera viendo lo más mágico del mundo.
—Akane…—dijo ahora más claramente viéndola extasiado, y sintiendo como su corazón palpitaba enardecido, no lo podía creer, realmente no lo podía creer… más si era real, realmente kami se la devolvió, ella estaba de nuevo a su lado.
— ¿Ranma?...—dijo viéndolo ahora con los ojos a medio abrir, un poco confundida, con el cuerpo pesado, algo entumido y sin comprender nada.
—¡Boba!—dijo de golpe mientras la abrazada con fuerza y cerraba los ojos hundiendo su cabeza en su cuello, saliendo esa simple palabra con otro sollozo, demostrando con su tono de voz su angustia, su dolor, su felicidad de verla viva; la abrazo fuete entre sus brazos, disfrutando que su cuerpo nuevamente se empezara a sentir cálido, que su corazón retumbara en su pecho, que su respiración golpeara su cuello, tan pocas veces la tuvo así para él, y en lo único que podía pensar era porque no aprovecho el tiempo para hacerlo tanto como siempre lo deseaba, algo tan simple como un abrazo, ¿porque fue tan idiota? tan inmaduro, tan orgulloso… ¿Porque no hizo lo que tenía que hacer y quería en su momento? Igual ahora ya era tarde para arrepentimientos, para pensar en el ayer… pero aún le quedaba el hoy, el ahora, y lo pensaba aprovechar, era su última oportunidad, esta vez sí actuaría como debía, como quería, dejando su estúpido orgullo a un lado, sobrepasaría su timidez y vergüenza y expondría sus sentimientos.
—Ranma… ¿qué sucede? ¿Qué paso con Saffron? ¿Cómo están todos? Y tu…¿cómo estás?—pregunto sonrojada mientras tímidamente correspondía el abrazo, no sabía que sucedía, pero estaba algo confusa aun, solo recordaba que Ranma peleaba con ese semidiós, y luego todo se le volvía negro y las fuerzas abandonaban su cuerpo.
—No te debes preocupar por eso…todo salió bien…—dijo en susurro en su oído, por más que trataba de controlar su voz para que saliera normal, esta sonaba muy angustiada y afectada, logrando llamar su atención e ignorando ella el estremecimiento que le provoco sentir su cálido aliento rozando su oreja.
— ¿De verdad?... ¡eso es genial!...pero…que… ¿qué te sucede?...—pregunto mientras lo apartaba descubriendo las lágrimas, preocupándose ella ahora, más al notar que él no hacía nada por ocultarlas o quitarlas.
—Nada, de verdad…Akane…—hablo suavemente mientras la volvía a abrazar, necesitaba abrasarla, sentirla, necesitaba sentir su cuerpo rebosante de vida pegado al suyo, aunque sea unos instantes, unos pocos segundos, pero no quería perder ese privilegio, esa bendición.
—Dime…—hablo en murmullo mientras ahora lo abrazaba con más fuerza, no entendía nada pero si el necesitaba un abrazo pues ella se lo daría, además para que negarlo, estaba feliz de estar entre sus brazos.
—¿Me prometes una cosa?—preguntó en murmullo sobre su oído, mientras la aferraba con más fuerza a él como si fuera su ancla a la vida, la sintió asentir así que prosiguió hablando sin abandonar su tono— me prometes que…¿nunca dejaras de sonreír?
Tras su pregunta la apartó de su abrazo y la quedo viendo, pudiendo apreciar lo hermoso que lucía su rostro con esa expresión de confusión, sin distanciarse mucho de ella pero viéndola ahora fijamente a sus ojos volvió a hablar— ¿Me lo prometes Akane?
Ellos solo lo veía sin despegar sus iris de los suyos, sus mejillas se tiñeron de rojo ante sentir su cálido aliento chocar en su rostro, en otra ocasión le diría pervertido y lo lanzaría lejos, pero en esa situación algo en su interior le decía que no debía hacer eso, que debía mantenerse serena y conservar la calma, además que ella siempre supo que él realmente no lo era. Se limitó a asentir suavemente sin dejar de verlo, cada vez entendía menos, más no quiso preguntar ni cuestionarlo por el momento.
—Gracias…—hablo en murmullo, para luego tomándola desde las mejillas con suavidad unía sus frentes, ante ese contacto ella tembló sin poder creer lo que estaba haciendo su prometido, pero él nada dijo solo mantuvo el contacto juntando valor a la par aclaraba su garganta para agregar con su cara roja ante ser consciente de lo que estaba por confesar—¿sabes?...tu sonrisa…desde que me sonreíste…me en-enamore de ti…quede completamente enamorado de ti…—dijo sintiendo su corazón latirle enardecido y cada fibra de su cuero temblar nerviosamente, pero feliz a la vez de al fin poder decirle esas palabras que guardaba desde hace tanto tiempo.
—Ra…Ranma…—fue lo único que atinó a decir sintiendo su pecho retumbar como loco, el aire por unos segundos no le paso a los pulmones, y las sensaciones que estaba experimentando en su estómago eran indescriptibles.
—De verdad…fue así desde que lo hiciste el día en que nos conocimos, solo que…no me di cuenta, luego en el colegio te volví a ver sonreír con tus amigas y…la misma sensación… y me dije '¿cómo puede haber una sonrisa más hermosa? ¿Más perfecta? ¿Cómo puede ese simple gesto hacerla ver tan…angelical? ¿tan preciosa?... ¿y porque me siento así al verla? ¿Porque ahora quiero que me sonría solo a mí de esa forma?'… todas esas dudas corrieron por mi mente, más no sabía que era, luego esa horrible sensación cuando creía que le pertenecías a otro o que alguien te alejaría de mí, la angustia y desesperación a que algo te sucediera…todo eso…y más cosas fueron ocurriendo…cuando te tenía cerca se me aceleraba el pulso…me ponía muy nervioso si me tocabas…soñaba contigo…sentía celos de cualquiera que te quisiera para él…y…y muchas veces…me pregunte…a que sabrían tus besos…tus caricias…para mí siempre fuiste la única…la mejor, la que me enamoro…la mujer que amo eres tu Akane…—le dijo al punto de la taquicardia, pero sintiendo como si se quitara un peso de encima ante estar siéndole sincero, al fin era franco con ella, y en parte consigo mismo también.
—Oh…Ranma…yo…nunca pensé…yo…—decía en medio de la conmoción y la sorpresa ante semejantes palabras, ni en sus más locos y empalagosos sueños él le dedicaba semejante confesión.
—No me tienes nada que decir…sé que…me correspondes…—la cortó en sus monosílabos con sus palabras para luego una pequeña sonrisa adornar su rostro.
—Baka presumido…—murmuro con el ceño levemente fruncido, pero sin negar nada ni alejarse de su lado.
—No cualquiera da su vida por alguien…además, tú misma me lo dijiste… ¿no te acuerdas?—pregunto juguetón, por más que ese momento para él fue su misma muerte y la desesperación lo inundo, le daba un pequeño calor recordar esas palabras previas antes de cerrar sus ojos.
—Oh…yo…yo…—desvió sus ojos apenada, intentaba decir algo mientras la acompañaba un rojo incandescente en su rostro al recordar ese hecho, más nada le salía de sus labios, muchos menos con esos hermosos iris azules clavados en los de ella.
— ¿Me lo vas a negar?
— ¡Claro que no!—expreso ceñuda regresando su mirada ante su pregunta, mientras respiraba agitada tratando buscar estabilidad emocional por más imposible que eso fuera, su cercanía no ayudaba a calmarse.
—Qué alivio…—y lo dijo de verdad, no tenía idea como lo tomaría si lo negaba, pero de lo que estaba seguro es que no sería bueno—Igual…no lo vuelvas a hacer…a arriesgarte, no lo hagas, nunca vuelvas a cometer esa locura…—pidió con seriedad.
— ¡Pero Ranma...!—iba a protestar, pero él le colocó un dedo en los labios, impidiendo que continuara, vio una sombra a los lejos, y supo que se le acaba el tiempo.
—No…no hablemos de eso ahora…—pidió desviando su vista a sus labios, sentía como le temblaban las manos, trago saliva pesadamente para luego decir sin dejar de verlos— ¿me…me dejas be-besarte?... ¿me dejas al fin darte ese be…beso que nos debemos hace tanto tiempo?…
—Ranma…—murmuro absorta a sus palabras, se le hacía todo una situación tan surreal, pero eso no implicaba que no se sintiera dichosa.
—Yo…yo hace…hace mucho que deseo…deseo be-besarte Akane… ¿me…me dejas?—volvió a pedir cada vez más nervioso—… ¿me dejas adueñarme de tus labios?... ¿de compartir nuestro primer beso?...
—Ranma…—volvió a decir mientras lo veía con una pequeña curvatura en sus labios y sus pupilas brillaban felices.
— ¿Qué?...dime…—pregunto cada segundo más nervioso.
—Ya deja de hablar…y bésame baka…—dijo con una sonrisa, más su cara era un incendio facial, y estaba segura que si estuviera parada caería sin poder sostenerse, ya que le fallarían las piernas.
Ranma volvió a tragar saliva y lentamente a medida que acortaba la distancia con cierto temor, cerraba sus ojos, desapareciendo sus iris cobalto tras sus párpados cual sol en el atardecer, posteriormente casi desfallece ante la sensación gratificante y electrizante que sintió al hacer contacto con sus rosados y tiernos labios, era sencillamente sublime, eran sus labios tan suaves y cálidos, tan delicados, tan ricos, sentía sus propios labios temblar sobre los de ella, para luego de unos segundos irse tranquilizando y entregarse de lleno a esa tan perfecta como sencilla muestra de afecto.
El la alejo escasa distancia mientras respiraba agitado, ambos no abrieron los ojos, y el ansioso de más al igual que ella volvió a unirse a esos labios rosados y deseados, más esta vez comenzó a moverlos con suavidad, repartiéndole a ella suaves y delicadas caricias, buscando dejar impregnado en su ser su sabor, su textura, su calidez, más fueron aumentando esas sensaciones tan gratificantes al sentirla imitar su acción, haciendo a ese segundo beso mucho más exquisito y gratificante de lo que llego a imaginar en su vida, bueno son cosas que imagino solo desde que la conoce en realidad, pero sin duda paso sus expectativas.
Los roses eran suaves, delicados, cálidos, embebiéndolos a ambos en un mundo aparte, perfecto, solo de ellos, suavemente él se fue separando de ella, con su respiración agitada a la par que ella misma, sentía un calor sofocante recorrerle hasta el último rincón de su cuerpo. Abrieron sus ojos apreciando en los del otro un brillo hermoso y transparente, una luz especial que les abrigaba el alma.
—Eres tan hermosa…—le murmuro en un suspiro, estaba maravillado con todo al igual que Akane, provocando que olvidara por esos breves momentos la realidad de las cosas, del cruel destino que les esperaba, era tan injusto, cuando al fin podrían estar juntos, cuando al fin se decían lo que sentían y eran felizmente correspondidos, eran cruelmente separados sin opciones a objetar o ir en contra de la realidad, ni siquiera un día entero de su amor disfrutarían, ni siquiera una hora, solo unos minutos, escasos minutos que le sabían a un suspiro—eso fue…fue…me…me gu-gusto mucho…a ti te-te…?
—Fue increíble…—le corto ella para luego sonreírle de esa forma única que lo hacía volar imaginariamente, alzó su pequeña mano y acaricio sus cabellos con ternura, para luego decir con la vista baja, avergonzada de lo que diría— espere tanto por esto…que…me parece mentira…—alzó sus ojos para verlo a los de él ahora— me…me gustaría que este momento durara por siempre…te amo…
—Y tú no sabes lo que yo deseaba volver a oír esas palabras…—y tras murmurarle eso la volvió a besar delicadamente para luego llevar su cabeza a su pecho y acariciarle los cabellos, ella acepto gustosa cerrando sus ojos y disfrutando el momento envuelta por sus brazos y su calor mientras lo envolvía con los propios tras su espalda sintiendo su corazón retumbar enloquecido y bravío en su oído. Estaba olvidada de todo ante los nuevos hechos y sensaciones, se olvidó de la pelea de él, de averiguar qué paso después, de preguntar dónde estaban, ni mucho menos porque lloraba, solo un pensamiento ocupaba su mente y su ser y ese era disfrutar a su lado ese instante, como si en su interior sospechara que eso no se repetiría, que estaba a escasos segundos de no disfrutar más su compañía.
Ranma estaba en la misma situación, solo disfrutaba el momento con sus ojos cerrados acobijándola en su cuerpo, y diciéndole en silencio con cada caricia cuanto la amaba, desbordando ese amor que llevo en secreto por tanto tiempo; sintió una presencia, abriendo sus ojos con temor a que fuera lo que sospechaba, y así era, era Cologne indicándole que el tiempo se le terminó, él la vio con el rostro compungido, no queriendo que eso sucediera, más eso no la conmovió a ella, y con la vista dura y el rostro serio le volvió a indicar que era tiempo.
La aparto de sus brazos para sostenerle el rostro, ella no se dio cuenta de la tercera persona que les hacía compañía, solo lo vio a los ojos con sus labios curvando una sonrisa.
—Akane… ¿me besas?...—pidió afligido, ella no entendió su actitud, pero sin abandonar ese gesto se acercó con sus mejillas teñidas de rojo, y tras dos segundos estaban ambos fundidos en un nuevo beso volviendo sus labios al encuentro, más esta vez fue distinto, se hizo más apasionado a los anteriores, demostrando Ranma con esa actitud el desespero de su alma, era su último beso, su último recuerdo con ella, y lo atesoraría en su corazón, por siempre ahí lo llevaría.
Tras separarse la tomo del rostro y le hablo suavemente con su respirar agitado—Akane, eres lo mejor que me paso…nunca olvides…cuanto te amo ¿sí?— y tras verla asentir le dedico una sonrisa dulce la cual fue correspondida por ella que no comprendía esa melancólica actitud de su parte ni esa falta de brillo en su mirada, para luego él decir a la par que ese gesto desaparecía y se convertía en uno de angustia— Lo siento…—para proceder a darle un pequeño golpe en su cuello y dejarla inconsciente, sostuvo su cuerpo que intento caer por la fuerza de la gravedad al suelo, procediendo a recostarla suavemente, y mientras corría unos cabellos azules de su frente decirle en murmullo— De verdad lo siento, no imaginas cuanto… nunca te olvidare…mi hermosa marimacho…—para tras darle un suave beso en la frente levantarse.
Ya dándole la cara a esa mujer, se dispuso a hablar con el rostro serio expresando desprecio y odio en sus ojos, más no dijo ni hizo nada de más de lo necesario— Ya estoy…solo…procure hacer lo suyo…— y sin más se apoyaba en la pared vigilando los movimientos de la anciana "Perdóname mi amor por esto…pero…es lo mejor…todo porque tú estás compartiendo el mismo mundo que el mío, te voy a extrañar tanto…¿qué haré sin ti? ¿qué será de mi vida su tu no estas a mi lado?...¡Ash! ¡Basta! ¡Deja de pensar en ti! Ya has actuado demasiado egoísta, ahora…solo afronta las consecuencias de tus actos, arrastrar a Akane hasta esta situación fue mi culpa…y por lo tanto…me ocuparé de los daños…siempre te amare Akane…siempre…".
Veía a la anciana proceder en lo acordado, cada movimiento de ella le partía el alma, porque sabía que significaba que poco a poco se estaba deshaciendo de él, de ellos, de sus momentos, de sus risas, sus peleas, sus charlas, los momentos difíciles y también los felices incluidos los de hace instantes, estaba acabando con lo que en ese tiempo construyeron juntos, de los que los llevo a enamorarse; no podía parar de preguntarse los porque de esa situación, de lo injusta que siempre fue con él la vida, pero era consciente que eso era lo mejor dadas las circunstancias, de eso no le cabía ninguna duda.
Mientras la seguía observando en su labor con unas sutiles lágrimas caer de sus ojos, se quedó recordando cómo fue que llegaron a ese punto y se dieron las cosas.
Continuara…
¡Hola gente de FanFiction! ¡Los extrañe! Perdón por perderme, pero a principio de año fui secuestrada prácticamente a unas vacaciones inesperadas y me tuve que dejar la compu, llegue hace un par de días a mi país y dado que cuando me fui no tenía nada terminado para publicar no pude dejarles nada, y como aun no lo termino (pero estoy en eso) les subo este capítulo que hace bastante tengo guardado, es un nuevo fic como bien se dieron cuenta, pensaba subirlo más adelante con mis otros dos fic más adelantados, pero no quise que corriera el primer mes de este 2015 sin ninguna publicación, además que siento que les debo algo para entretenerlos un rato ante mi ausencia, ya hace más de un mes que de mi ni las luces. En fin, en unos días tendrán los capítulos que cruelmente no les he dado, pero espero poder publicarlos en poco, y que no me surja nada nuevo.
Pues bueno aquí les dejo esta nueva historia, por si no se dieron cuenta este fic es un pseudo-continuación del manga, ya que altere el final original, esta idea me surgió hace unos meses cuando leí un one-shot algo similar, y esta loca cabecita enseguida empezó a trabajar y se le ocurrió esta idea, ojala sea de su agrado y pueda contar una vez más con su apoyo. Aunque voy a intentar darle más prioridad a los fic que ya tengo en curso sobre todo porque sé que han estado esperando noticias de ellos.
Bueno eso sería todo por ahora, en unos días tendrán noticias mías, ¡les mando un fuerte abrazo a todos, me despido! ¡A iniciar este año con todo!:D
Natalia Saotome Tendo
