—¡Marinette!—Gritó Alya.

Adrien giró su cuello nada disimulado, buscándola con la mirada.

—Llega tarde—añadió con una risita, la morocha.

—¿Buscándola, Romeo? —preguntó Nino.

Adrien ignoró a su amigo. Desde que estaba saliendo con Marinette y no podía evitar dejar salir su faceta de un tonto enamorado. Sus amigos aprovechaban cada oportunidad para molestarlo.

—Ah, sí tengo que decirte algo—dijo Alya— Marinette y yo fuimos a comprar ropa interior—Adrien se sonrojó, Nino también, pero nadie lo estaba mirando.

Se cubrió con su gorra. ¿Que estaba diciendo su novia?

—Marinette compró uno con listones y otro con encaje.

En eso, Alya se acerca a Adrien. Su cara estaba colorada. Alya rió.

—Ah, sí...También quiero que veas estas fotos—mostrándole las imágenes de su celular.

Él las tomó y de inmediato. Alya posó su palma al costado de su boca, para cubrirla y le susurró en el oído del rubio. "Son fotos de la ropa interior de Marinette"

Ocasionando que se lo devuelva enseguida ¡No quiero ver eso!

—Es porque, ¿Quieres verlo en directo? —entrecerrando sus ojos, sus cejas moviéndose, picaronamente.

—¡No!—exclamó muy avergonzado—¡No quiero verlas!

—¿No quieres ver la ropa que diseño con tanto esmero, Marinette?

—¿Eh? —articuló sorprendido.

—¿No te gusta la ropa que diseño?—preguntó Marinette, llegando con una clara tristeza reflejada en sus pupilas, al oír aquello.

—No, no es lo que piensas —se excusó volviendo a tomar el celular de Alya—¡Me gustan! ¡De verdad que me gustan! —Mientras miraba a Marinette— ¡Las atesorare por siempre!

—¿Escuchaste? —Preguntó Nino a su novia— Dijo que las atesorara para siempre—añadió —¿Qué crees que va a hacer con ellos?

—Algo pervertido de seguro—contestó Alya—Solo era mirarlas ¿Quiere quedárselas? Es mi celular...

—¡Ya sé que es tu celular! —exclamó, devolviéndoselo.

—Lo cierto es que no quieres verlas ¿Verdad? —habló su novia.

—No es así —tomándolo, otra vez.

Lo tomaba. Alya y Nino lo miraban como si fuera un pervertido y un ladrón de celulares.

Lo devolvía. Marinette ponía cara triste.

—Luego pasenme las fotos —musitó, encaminándose abatido a la escuela—Las fotos de sus diseños—añadió por las dudas.

...

Cuando se la pasaron, casi se muere Adrien, al ver que era fotos de Marinette en ropa interior.