Remodelación de la serie Penn Zero: Héroe a tiempo parcial (en España "Penn Zero: Héroe aventurero") aquí se incluirá a Stella la hermana mayor de Penn, también se incluyen ciertos añadidos de tipo romántico Rippen x Stella y Penn x Sashi
Vale espero que os guste, se que esta puesto como finalizado pero eso es porque cada capítulo es independiente de los otros, igual que en la serie.
CAPITULO 01 : NORTH POLE DOWN
- Chicos se que esta misión es muy difícil - dijo el caballero pelirrojo, mientras se acercaba a una espada clavada en roca, viendo cómo sus compañeros de equipo se acercaban a ver más de cerca - Pero momentos como estos hacen que valgan la pena - comentó agarrando la empuñadura de la espada.
- Ja ja misión cumplid ... - pero sus palabras murieron en su boca al comprobar que lo que había sacado no era una espada, sino una espátula, sus compañeros se quedaron mirándolo interrogantes - !¿Qué?! - exclamó el muchacho confuso.
El pelirrojo dejó la espada sobre la roca y se acercó a otra espada también insertada en roca - Ok aquí vamos - declaró decidido mientras estiraba la empuñadura - Y esto ... - miro la empuñadura y vio que esta vez era una escobilla sanitaria - No es una espada - anuncio con fastidio, soltándola para luego correr hacia la siguiente espada - Misión cumpli ... - esta vez sacó un ramo de flores - Oh vamos porque ?! - clamo al cielo.
De repente la pequeña hada rosada, el mago y la elfa arquera que lo acompañaban se tiraron contra las rocas más cercanas, con el fin de apartarse de la inmensa llamarada que salió del cielo, que incineró las flores de la mano del caballero. Un segundo después una sombría risa inundó el lugar, llamando la atención de los héroes que miron al cielo sorprendidos de ver al caballero de armadura roja que montaba sobre un inmenso dragón verde - La espada estaba en un sofá no en una piedra! Abre tu mente amigo! - explicó riendo mientras sacaba la espada que efectivamente se encontraba clavada en un sofá que se hallaba sobre un montículo rocoso. El caballero carmesí se rió una última vez y con una pirueta a lomos del dragón se marchó hacia él un castillo ennegrecido envuelto en una siniestra luz verde.
- Ey! nadie se roba una espada y da una vuelta con un dragón si estoy a cargo! - se quejó molesto el caballero de armadura azul - Boone vehículo - indicó al mago barbudo que enseguida lanzó un torrente de magia con su centro hechizando una gran catapulta, haciendo que esta comenzara a sonar como un coche, rápidamente el caballero, el hada y la elfa se subieron a la catapulta, la cual comenzó a correr por un camino plagado de orcos, con dirección al negro castillo.
- Flechas encendidas! - exclamó el caballero escarlata, huyendo hacia la fortaleza. Las flecha cayeron cerca de los héroes, pero no llegaron a tocarlos. La pequeña hada agarró una de las flechas y con un movimiento de majoret y un gruñido apago la flecha, algunos orcos intentaron subirse a la catapulta pero fueron detenidos por los fuertes golpes que la elfa les propinó, uno de ellos les atacó con un hacha, pero antes de que se diera cuenta el pelirrojo ya se había quedado con ella.
- Yo justo necesitaba esto - agradeció levantando el hacha, el hada que se sentó sobre la lanzadera de la catapulta con la flecha aun en sus manos, levantó su pulgar con aprobación y entonces fue cuando el joven hidalgo cortó la cuerda lanzando el hada contra el castillo, creando un sonido cómico.
- Proyectil ! - soltó el regordete orco con gafas que había en el muro del castillo. El caballero rojo se rió.
La pequeña hada lanzó una cuerda floreada que se enganchó a uno de los soportes de madera que sujetaban un torreón del castillo, corrió por el muro y de un salto con la misma flecha cortó el restos de los soportes de la torre haciendo que ésta se derrumbara, haciendo que así también cayeran el enemigo y el dragón en el foso del castillo. La caída dejó la espada en al aire y provocó una enorme ola, justo en el monto en caballero y la elfa se comenzaban a acercar al castillo.
- Este escudo servirá como tabla de surf - dijo el pelirrojo mientras saltaba hacia la ola con el escudo en los pies. El caballero pasó por el bucle de la ola, agarró la espada en el aire, siguió usando el escudo sobre los ladrillos del castillo apartando los orcos de su camino - Con permiso! Siento aplastar sus caras! - se disculpó sonriendo mientra tiraba un trozo de muro para luego agarrarse a una cuerda que uso para esquivar un caldero lleno de lava - Uh lava! - exclamó saltando por una ventana - Aterrizamos! - grito deslizándose por la habitación hasta el soporte de la espada - Y la espada mágica en su lugar - dijo sonriendo mientra dejaba la espada en su lugar con un habilidoso movimiento.
Justo en el instante en que la espada tocó el soporte una luz rosada lleno todo el lugar y transformó el tétrico paraje en un hermoso lugar de cuento de hadas. El resto del equipo fue al cuarto donde se esponia la espada
- Choque cuádruple de puños! - giraron al unísono chocando su puños a la vez.
En ese momento una luz azul intercambio a los héroes dejando así a un caballero, mago, elfa y hada muy confusos ante el acto de chocar sus puños.
En el mundo real el el cine The Oddsey, los cuatro héroes fueron sacados del mundo de fantasía hacia su propio mundo con su aspecto normal, por un rayo azul que los dejó suavemente sobre una plataforma brillante.
- Extraño mi bello facial - suspiro el ex mago acariciándose el rostro.
- Se llama barba - explicó el joven pelirrojo mirándolo tranquilo pero extrañado, llamando la atención de Boone que lo miro sorprendido.
DENTRO INTRO
Penn daba vueltas en la cama hasta que afortunadamente se despertó levantándose de un salto para ver su venta lo que lo que creía nieve, se acercó feliz a ella, pero al acercarse más se quedó perplejo viendo que la "nieve" solo caía frente a su ventana. Unos extraños ruidos provenientes del tejado llamaron su atención así que abrió la ventana y se encontró con su amiga Sashi machacando a un pobre reno de peluche gigante con un enorme bastón de caramelo.
- Te deseo felices fiesta Sashi - saludo Penn mientra mientra veía con espanto cómo caía la cabeza de reno frente a su ventana. La chica se puso del revés para ver a Penn, el cual se echó atrás algo atemorizado.
- Había algo en los ojos del reno que no me gustaba así que se los arranque - explico como si fuera algo corriente, mientras ofrecía los ojos de plástico a su amigo.
- Aaa! Gracias - aceptó con una sonrisa forzada.
Cuando la chica desapareció de la ventana Penn se sentó en su cama y encendió su MU con la intención de hablar con sus padres.
- Hola! - grito el holograma de su padre.
- Mama! Papa! Felices fiesta!- grito Penn con entusiasmo.
En el holograma su padre saltó sobre una piedra en la lava - Estamos hasta el cuello en un mar de caos y furia! Así que no podemos usar el MU - Explicó Brock mientra esquiva y golpeaba a unos tiburones alados.
- Pero si nos dejas un mensaje después del grito no comunicaremos contigo - continuó la madre mientra pegaba un puntapié a uno de los tiburones el cual bramó de dolor.
- Y ese fue el grito - aclaró el rubio señalando a la pobre criatura.
Luego la imagen se congeló con sus padres saltando, con la enorme boca de un tiburón detrás y las palabra "grabar mensaje" enfrente.
- Hola que tal?! - empezó emocionado - Solo quería saludarlos porque estamos en las fiestas, nada importante, en esta época es cuando se reúnen las familias - se aclaró la voz - Excepto la nuestra, por primera vez en la vida, porque están atrapados en el mundo más peligroso de todos, lo que es pero para ustedes que para mí, posiblemente, no es una competencia - continuo afligido - Yo solo ... solo quería decirles que ... - de repente el holograma empezó a fallar y echar chispas - Oh no oh no nooo! - se quejó mientras apretaba lo botones del MU, la imagen de sus padres desapareció, confirmado que el artefacto misterioso definitivamente se había estropeado.
Penn se vistió más afligido que antes, no sabia que decirle a su hermana ese era el único MU que tenían después de todo - Stella no va a estar contenta - se dijo así mismo.
Después bajó las escaleras y se dirijo a la cocina.
- Stella ... - pero se quedó parado ante el fuerte olor a quemado, el pelirrojo arrugo la nariz mirando a su hermana mayor.
- Lo siento Penn creo que el bacon se me quemo un poquitin - se disculpó Stella mirando la sartén - Pero a lo mejor esta bueno - dijo cogiendo una loncha y ofreciéndoselo a su gato Arquímedes, el cual bufó contra el alimento - Oh a lo mejor no - declaró sonriendo disgustada consigo misma.
- Pues yo creo que esta bien - dijo Boone comiéndose una loncha directamente de la sartén, mientras Sashi entraba por la puerta de la cocina - Pero estaría muy triste si fuera mis primeras fiesta sin mis padres ... - hablo sin pensar, con la boca llena de panceta, provocando una cara de pánico en Sashi - .. que están atrapados en una dimensión perdida ... Oh! si claro esa misma es la situación de Penn y Stella - exclamó mirando a Sashi y señalando a Stella y a Penn. Sashi se golpeó la cara ante su estupidez.
Boone iba coger otra loncha de bacon quemado cuando Stella golpe su mano con la espátula - Ay! Porque?! - se quejó este acariciando la mano dañada
- Yo me encargo de esto, ustedes vayan a fuera que enseguida los alcanzo - declaró con un tono algo molesto y una mirada asesina que logró callar las quejas de Boone.
En el patio Boone tapo los ojos de Penn con la mano y lo guió - Estas triste en las fiestas, pues el profesor Boone tiene el antídoto.
- Ok date prisa Boone porque tu mano huele a tocino - se quejo Penn provocando una sonrisa socarrona en Sashi y sorpresa en Boone.
Boone apartó la mano y se arrodillo a suelo emocionado - Quien necesita padres cuando tienes ¡skateboard trineos! - anuncio mostrando una trineos con decoración navideña con unas tablas de skate debajo. El pelirrojo sonrió pero respondió
- La mayoría.
Penn se acero al invento de Boone y se los miró con más detenimiento - Se ven lindos - manifestó Stella que acaba de llegar al jardín - Y que hay para nosotras? - preguntó mirando a Sashi que tambien parecía buscar uno para ella.
- Para ustedes chicas iba a fabricar unos skis con patines, pero sucede que el diseño fallo en las pruebas - se excuso - Todo el asunto comenzó en la colina de pruebas ... - entonces Boone contó una estrafalaria historia de cómo el muñeco de prueba chocó contra un camión haciéndolo explotar, provocando que unos cachorros huérfanos cayeran en residuos radiactivos que destruyeron la ciudad.
- Te olvidaste de hacernos los verdad? - pregunto Stella arqueando una ceja.
- Afirmativo, pero pensé que tú cogerías tu motocicleta.
Stella puso una leve cara de disgusto.
- No te preocupes, podemos compartir el mío - dijo Penn que había leído sus sentimientos.
- Gracias hermanito - le agradeció con un amoroso abrazo, que avergonzó a este.
- Esta bien, veo lo que intentan hacer chicos, pero deben preocuparse tanto por mi, porque creo que voy a omitir las fiestas este año - explicó mientras se libraba del abrazo de su hermana.
- Considera las fiestas bordadas - manifestó Sashi sonriendo y golpeando su puño contra su mano - Con varias medidas extremas.
- Pero Penn omitir las fiesta? - pregunto Stella - Se que no será lo mismo sin papa y mama pero ... son las primeras que tendremos los dos juntos después de cuatro años - suspiro algo decepcionada.
- Lo sé Stella pero a hora que usted está aquí tenemos todo el tiempo y ... bueno ... tu me entiendes verdad ? - se intentó explicar.
- Está bien Penn, lo entiendo - exhalo intentando ocultar su decepción - Y ahora será mejor que no pongamos en marcha! - Exclamó intentando cambiar el tema.
Los cuatro asintieron y se subieron a los trineos donde se pusieron en marcha rumbo a The Oddsey - Oiga señor rasurese su barba de Santa! - ordenó Sashi a un anciano que cruzaba la calle.
- Está bien - contestó el anciano sacando una maquinilla de afeitar eléctrica.
- Ese hombre es de lo más extraño - comentó Stella mientras seguían deslizándose por las calles.
Rápidamente los cuatro jóvenes llegaron a la entrada del destartalado cine justo a tiempo para ver llegar a los casi villanos Rippen y Larry.
Penn sonrió confiado y saludo a Rippen, que en respuesta gruño enfadado, por otro lado Stella también lo saludo solo que ella lo hizo con una tonta sonrisa tímida y ojos embelesados, en este caso tanto Rippen como Penn quedaron desconcertados por su actitud. Pero el momento entre héroes y villanos fue interrumpido por Larry, que apareció con llamativo jersey navideño musical cosa que pareció volver a irritar a Rippen dejando de un lado a la pelirroja. Larry sonrió tontamente y troto alegremente delante de Rippen hacia el interior de la tienda de pescado frito, esté solo entorno los ojo exasperado y siguió al pequeño hombrecito al interior.
Mientras Sashi y Boone se quedaron fuera del cine para guardar los trineos Penn y Stella entraron.
- Phyllis! - llamó Penn.
Para su suerte no tardó en encontrarla, ya que se encontraba en la entrada vestida de bastón de caramelo, con una barra radioactiva en la mano.
- Necesito un favor - pidió.
La mujer bajó de un salto detrás del mostrador - No tienes pareja para el baile, descuida voy a buscar un vestido - dijo con su peculiar acento.
- No! no! no! Siento haberte gritado! - se disculpó algo enturbiado - Eso sería una clase de pesadilla - admitió haciendo reír ligeramente a Stella - En realidad pasó algo malo con mi MU y me preguntaba si podrías revisarlo así podríamos ... no se hablar con nuestros padres en las fiestas.
- Que paso Penn? Se rompió ? - pregunto Stella preocupada.
- Pues ... no lo se simplemente estaba dejando un mensaje y de repente dejo de funcionar - explicó angustiado ante la cara de preocupación que ponía su hermana.
- El MU es artefacto delicado y misterioso - aclaró Phyllis mientras dejaba la barra luminiscente sobre el mostrador que automáticamente derritió la superficie haciéndolo caer - Solo un mano experta puede repararlo - continuo mientra Penn le entregaba el MU.
Phyllis agito el aparato y luego lo golpeó con una maza - Lo intente - se excusó mientras lanzaba el aparato a Penn quien con algo de torpeza logró atraparlo en el aire.
- Extrañan a sus padres en las fiesta? - sugirió la mujer recuperando la barra luminiscente.
- Eh! yo no - aclaro Penn
- Vamos hermanito sabes que si, no es malo estar triste por ello, yo también los extraños.
- Y quien no lo haría - interrumpió Boone llenándose la boca de tocino - Seguro que no quieren chicos - ofreció.
- Boone cierra la boca cuando comas y aprende lo que es el tacto - pidió Stella algo molesta.
Después de Stella consiguiera que Boone dejara de comer y se lavara las manos. Los cuatro héroes se subieron sobre la plataforma brillante listos para ser enviados a su misión.
- Saben que mejor vayamos a trabajar, si - comento Penn mientras se elevaban - Si, me envías a otro mundo no tendré que pensar el las fiestas - dictaminó mirando hacia Phyllis.
En el otro universo algunos personajes fueron sustituidos por los héroes, Sashi era un elfo ayudante, Boone un reno, Stella una cría de osos polar y Penn para su desgracia Santa Claus.
- No puede ser - dijo Boone al ver el aspecto de Penn.
- Eh, eh que? Que? - se sorprendió Penn al ver su aspecto - Noooooojojojo! - clamo al cielo dramáticamente.
- No dramatices Santa - añadió Stella divertida por lo ironía de la situación.
Cuando Penn se repuso, Boone no perdió el tiempo en subirse a las rodillas de Santa Penn y comenzar a pedir varios artículos absurdos como presentes de Navidad.
Ya molesto pelirrojo tiro a Boone de sus rodillas - Ah de todos los lugares - suspiro frustrado.
- Estas bien? - pido Sashi preocupada.
- Voy a estar bien Sashi podemos ... - pero no pudo acabar la frase porque tiró a su amiga a lo lejos de un golpe de su enorme barriga de Santa - Uy! lo siento - se disculpó.
- Con cuidado Santa - dijo Boone que también acabó en el suelo de un un golpe de barriga.
- Cuidado con esa barriga de gelatina Santa! No querrás mandarnos al hospital antes de comenzar a la misión - advirtió Stella apartándose lo más posible del radio de acción del prominente estómago.
- Ok! Terminemos con todo esto Sashi los detalles - pidió intentando tapar su ataque de torpeza.
El duende Sashi salió de la nieve y activo sus gafas para mostrar la misión - Ag! Muy bien, tu replazas a Santa, los elfos desaparecieron y habrá una tormenta en la medianoche, si el trineo no logra despegar antes ... cancelaremos los obsequios - explico esto últimos con angustia.
- Los obsequios cancelados! - grito Boone espantado, comenzando a hiperventilar.
- Eyeyey! - exclamó Penn poniendo su gorro en el moro de Boone - Respira en el gorro de Santa, Boone ... respira, lo haces muy bien, así me gusta.
Stella salto y se puso puso en el lomo de Boone - Tranquilo Boone y ahora te acariciare de acuerdo - explicó Stella mientras le pasaba su garra suavemente por la cabeza.
Una vez Boone se hubo relajado los cuatro comenzaron a caminar hacia lo que les pareció que era el taller de Santa.
- Cuidado no sabemos lo que nos podemos encontrar - declaró Sashi mientras los demás se colocaban a los lados de la puerta del taller, para que Boone pudiera derribar la puerta de una cornada.
- O ding dong dang! - exclamó Boone sorprendido de encontrarse el lugar en ruinas.
- Todo esto no fue causado por duendecillos travieso - dijo Sashi mientras observaba los juguetes destrozado y el papel de envolver rasgado por todas partes - Son profesionales - dictaminó.
- Mama ... - llamó una muñeca andante que andaba sin cabeza volviendo el ambiente más tenebroso.
Stella olfateo un poco el suelo como si fuera un sabueso, encontró una manchas misterios por el suelo las cuales lamió - Menta suave ¿Que podrá significar? - pregunto mirando a Sashi que frunció el ceño en respuesta.
- Hola ¿Torpin, Gases, Falti, Tontis? - llamó Penn mientra reconocía el lugar.
- Esos son enanos no elfos - esclareció Sashi
- Igual son pequeños y adorables - rebatió Santa Penn.
Pero la charla fue acallada por el repentino bamboleo de una caja de cartón cerrada. Los héroes se acercaron con cuidado a la caja.
- Oye no habrás esa caja - pido Boone anticipándose al deseo de Penn.
- Yo voy a abrir esa caja - respondió el pelirrojo.
- No abras esa caja! - reitero el reno.
- Voy a abrir la caja Boone! - respondió antes deque Sashi abriera el paquete misterioso.
Al abrir la caja se encontraron con la cabeza de un muñeco de nieve viva. La sorpresa fue tanta que los héroes y la cabeza se pusieron a gritar al unísono. Los cinco empezaron un ciclo de gritos incesante. Por suerte Sashi y Stella pronto dejaron de gritar.
- Esto ya ha dejado de tener gracia - comentó Stella.
- Ya basta de gritar! - ordenó Sashi callando de inmediato a los chicos.
Boone soltó un último chillido especialmente agudo - Lo siento - se disculpó al ver las caras de molestia de sus compañeros.
Penn sacó la cabeza del muñeco de la caja.
- Oh! Por favor no me derritan - suplico el muñeco.
- Amigo nadie va a derretirte - le calmo Penn.
- Siempre y cuando hables - aclaró Sashi mostrando un secador de cabello encendido de manera amenazante.
- Calma Sashi no hay que recurrir a la violencia - dijo Stella quitándole el secado de las manos - Por lo menos a un no - añadió con una sonrisa que enseñaba sus afilados dientes de oso.
- Uh! Les diré todo - gritó el muñeco aterrorizado - Ellas vinieron de noche, la terrible amenaza del Polo Norte las sombras azucaradas, el ejército de jengibre.
- Eso suena ... delicioso - añadió Penn ante el dulce pensamiento.
- Jajaja - se rieron Stella, Penn y Boone.
- Esta bien chicos vamos a por los duendes - anuncio Stella.
Los seis salieron del taller y se escondieron en uno de los árboles decorados que se encontraban frente la base enemiga. Sashi saco unos prismáticos para observar a los enemigos - Madre mía, están preparando la artillería pesada - anunció la secuaz.
En el interior de la base hombrecitos de jengibre se entraban preparando catapultas con gominolas, látigos de palomitas y cañones de confeti. Rippen se encontraba en medio del alboroto dando órdenes a su ejército desde lo alto de una barandilla.
- Quiero tiradores glaseados en el techo! Y asegúrense que tengan muchas chispas! - ordenó el jefe de galleta. Pero se detuvo al ver a Larry comerse sus botones de gominola - Larry deja eso la gente está mirando - pidió exasperado frotando su sien.
- Es que no puedo evitarlo, tengo tantos sabores - se excuso mientra se comía mas decoraciones de su dulce cuerpo - Soy delicioso!
- Podría comer en silencio tu ... brazo ... Ok - le ordeno algo cansado.
- Sí señor! - exclamó Larry mientras empezaba a comer su propia mano.
Entretanto los héroes, entraron en cuartel de armamento para armarse antes del ataque.
- Ok vamos a entrar por el frente - dijo Sashi mientra se subía a lomos de Boone - Cuando nos disparen con dulces, quemaremos a esas galletas.
- Esas galletas desearan no estar en mi lista de niños malos - añadió Stella lista para la acción.
- Esa fue buena - halago Penn.
- Gracias.
- O conozco una entrada trasera secreta, rescatamos a los elfos y tomamos a las galletas por sorpresa - interrumpió la cabeza del muñeco de nieve.
- Error! - replicó Sashi - Los villanos siempre vigilan las entradas traseras!
- Para las fiestas te regalaré un diccionario para que busque el significado de secreto.
- Y yo tal vez te regale una estufa para que no tengas frío - gruño Sashi.
- Chicos yo ... - interfirió Penn, pero con tan mal suerte no pudo acabar la frase por la caída de su MU del bolsillo.
Santa Penn se agacho a recuperarlo.
- No te preocupes, los elfos son los mejores reparadores del mundo, si los salvamos primero, estoy seguro que repararan lo que sea esa cosa - dijo el muñeco de nieve.
- Saben que, el plan del muñeco de nieve tienen más sentido, vamos a hacer lo que él dice, repararemos el MU y salvaremos las fiestas - dictaminó sonriendo sin pensarlo demasiado.
- Penn no estoy segura de esto, realmente nos podemos fiar de este tipo? - susurro Stella al oído de Penn.
- Stella no quieres que los elfos nos reparen el MU?
- Claro que sí ... pero ...
- Pues esta es la única forma, así que vamos a por Rippen.
- Esta bien Penn lo que tu digas - se rindió.
El muñeco les guió hasta la entrada trasera donde Sashi descabezó a los hombres de jengibre.
- No es nada agradable ¿verdad? - comentó la cabeza que rodó al lado de los hombrecillos
Stella arrancó una de las manos de las galletas con la boca y se la entregó a Penn para poder abrir la cerradura electrónica de la puerta.
En el interior de la base Rippen y Larry de galleta se encontraban revisando los últimos retoques de su plan.
- Cañones de dulce listos, entrada trasera vigilada lista, Penn Zero y su equipo escabulléndose para derrotarme listo ¡¿Espera que dije?! ¡Ah ellos! - ordenó Rippen.
Inmediatamente los hombres de jengibre salieron disparando balas de gominola. Los héroes lograron destrozar a varios enemigos, pero eran demasiados - Corran! - ordenó Penn para que escaparan de las balas de gominola - Cúbranse chicos! Bombardeo de dulces!
Una última gran gominola logro tirarlos al suelo cerca de una compuerta, los héroes se deslizaron al otro lado para cubrirse del bombardeo.
- Penn? Y tu MU? - señaló la osa mientras intentaba recuperar el aliento.
La cabeza del muñeco se giró - Esperen acaso es eso que rueda por allí? - advirtió señalando un brillo al final del pasillo.
- Exacto! - exclamó Penn aliviado.
Los cinco corrieron siguiendo a Penn, pero al llegar al final del camino se encontraron un lazo rojo en forma de cruz
- Esperen que?! - alertó Penn cuando de repente una luz cegadora les señaló y una gran jaula en forma de pino les cayó encima dejándolos encerrados. Un sonido extraño se oyó y de la oscuridad salió un cuerpo de muñeco de nieve - Aguarda tu? - Santa Penn apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando los brazos de madera arrebataron la cabeza de entre sus manos.
- Era esto lo que buscaban - dijo el muñeco mientras mostraba el MU.
- Veo que ya conocen a mi socio el ñeco de nieve - anunció Rippen saliendo de la oscuridad seguido por su dulce ejercito.
- No solo mis ojos están hechos de carbón - explicó sacándose un corazón negro del pecho, algo que pareció sentarle realmente mal - Mala idea deja, el corazón de carbón en tu pecho - se dijo así mismo entre jadeos agonizantes.
- Acaso eres estúpido ? - comentó Stella bastante enfadada por no haberse fiado más de sus instintos respecto al muñeco.
Rippen se río ligeramente mientras que los demás ni se inmutaron, eso no era nuevo tanto Stella, como él, ella tenían una particular sentido del humor que parecía no ser compartido por los demás.
- Ejem, este año no habrá leche y galletas Santa, las fiesta se cancelan - expuso Rippen en tono amenazante.
El ejército de jengibre dejó a los héroes en el almacén de Santa en la jaula , colgados a escasos metros de los obsequios que esa noche se debía repartir.
- Soy un pésimo héroe, confíe más en el muñeco de nieve que en mi propia hermana y todo porque quería reparar mi MU, espero que puedas perdonarme Stella - se disculpó Penn lamentándose de sí mismo.
- No importa Penn entiendo el porqué lo hiciste - le consoló la osezna mientra ponía su pequeña cabeza sobre su pierna, provocando así una pequeña sonrisa de cariño en Santa Penn.
- No seas duro contigo mismo - continúo Sashi.
- No hay nada más deprimente que un Santa triste, excepto tal vez un conejo de Pascuas que no pueda saltar o el hada de los dientes con una caries o un duende con resfriado ... - divago el Boone.
- Ya entendimos! - le paró la duedecilla que ya se había cansado.
- Penn cariño entiendo como te sientes, pero debes recordar que no estás solo, nos tienes a nosotros, eres mi hermano y no importa lo que pase, porque nosotros siempre nos preocupamos por ti - le reconforto Stella.
Sashi y Boone asintieron en respuesta.
- Gracias chicos ya me siento mucho mejor - respondió con una ligera sonrisa - Excepto porque arruine las fiestas por toda la eternidad y eso me molestara un tiempo - dijo volviéndose a deprimir.
- Tenemos diez minutos antes de la tormenta, todavía podemos hacer despegar el trineo - advirtió Sashi.
- Pero qué hacemos con la jaula? - preguntó Penn.
- Penn si algo bueno aprendí mirando los especiales de las fiesta es que puedes hacer lo que quieras si mantienes el espíritu de las fiestas - interrumpió Boone - Porque ...
- Boone ni se te ocurra! - replicó Stella que había advertido la idea de su amigo.
Y ignorando la petición del oso, el reno comenzó a cantar.
- En una jaula Rippen me encerró y con su jengibre pronto se marchó, pero hay tanta magia por aquí y que gran canción voy a compartir.
Con la ultima estrofa una ráfaga de nieve acompañada de brillos verdes y rojos entró en la habitación.
- Está funcionando Boone! Continúa cantando - ánimo Sashi.
- Pues nos vamos a escapar ya mismo, no hay dulces que nos bailen la canción, no tiene ni wifi, tampoco tiene baño y yo ni siquiera llevo pantalón - canto y bailo, mientras la magia empezó a hacer bailar a los dulces y juguetes de la sala.
- Si nos vamos a escapar ya mismo, no hay jaula que me atrape esta vez, luego verán los malos pagarla, yo les daré patas en los ... pies - continuo Sashi mientra los juguetes empezaban a amontonar los presentes con el fin de hacer una escalera para llegar a la jaula.
- Vamos Stella! - ánimo Boone.
- Si nos vamos a escapar ya mismo, ya verán como mis amigos y yo, saldremos de aquí y a las galletas mostraremos, que a nosotros no se nos puede combatir.
- Si nos vamos a escapar ya mismo, aunque rápido no voy a marchar jojojo que nadie se preocupe, ya no hay que dudar - añadió Penn.
- Las fiesta ... pronto vamos a salvar ... - cantaron a coro mientras un bastón de caramelo subía por la pila de presentes. Lo malo fue que cuando el caramelo entró en la cerradura y intento abrirla se rompió en pedazos provocando que la magia de alrededor se parara en seco.
- Umm creí que resultaría mejor - comentó Penn decepcionado.
Mientras tanto en la base enemiga, el ejército de jengibre se disponían a celebrar su victoria con un magnífico festín. Con una cucharilla y un adorno Rippen llamó la atención de sus secuaces para pronunciar su discurso.
- Amigos de jengibre y amiga - recalco esto último haciendo reír a la única fémina - Estoy frente a ustedes en el umbral de la victoria y celebramos con este gran banquete ofrecido por nuestro proveedor Yeti Yasco los cocineros más malvados del hemisferio Norte - habló llamando la atención sobre un Yeti peludo que comía con malos modos al lado de la mesa del buffet - Eso es bastante malvado - el dulce ejercito lo vitoreo al peludo ser con entusiasmo.
Entretanto tanto en la jaula, los héroes seguían discurriendo cómo librarse de su encarcelamiento.
- Si salimos de aquí voy a borrar esas sonrisas de su felices caras - amenazó Sashi muy enfadada.
Penn no sabia que hacer, se preguntó qué habría hecho el auténtico Santa mientras miraba unas fotografías de él entrado por las chimeneas para entregar los obsequios. De repente una idea llego a su mente.
- Ok esperen, esperen un minuto. Ok cuando era pequeño mis padres me dijeron que Santa podia entrar por cualquier chimenea sin importar qué pequeña fuera - sus compañeros se quedaron en silencio sin entender a donde quería llegar - Hola soy Santa solo tenemos que hacer una chimenea y puedo meterme por ella chicos - explico con un movimiento de brazos exagerado.
Penn estiró el brazo fuera de la jaula y recogió un rollo de papel de envolver -Ok esto servirá - introdujo el rollo entre los barrotes - Y ja! Tenemos una chimenea - anuncio moviendo sus cejas mostrando lo orgulloso que se sentía de su ingenio y con su cabeza intentó meterse por el tubo, pero nada sucedió no podía pasar por el - Ja Santa se va! - exclamó intentando volver a pasar por el tubo de un salto, pero lo único que consigue es acabar en el suelo de la jaula.
- No está funcionando, no lo hiciste bien - reafirmó Sashi con seriedad.
- Tal vez funcione si haces el Santa completo, eso de poner un juguete a los pies de un árbol, como dice mi profesor de teatro " comprométete o vete" - explicó Boone.
- No se pierde nada por intentarlo de nuevo - añadió Stella.
Inmediatamente Sashi y Penn se pusieron en movimiento. Sashi cogio otro papel de envolver y con un par de cortes y dobladas hizo una granada de mano, luego sacó la anilla y la lanzó fuera de la jaula donde al instante de tocar el suelo se convirtió en pequeño árbol de navidad de papel.
- Bueno jojojo por la chimenea ya me voy! - anunció el pelirrojo tirándose contra el tubo con un saco de presentes, esta vez cuando llegó al tubo se convirtió en una especie de gelatina que se deslizó por el tubo y salió por el otro lado en forma de cilindro - Esto dolió demasiado - se quejó adolorido. Cuando por fin llego al suelo se volvió a hinchar soplando su pulgar, para inmediatamente después dejar uno de los obsequios bajo el árbol de papel.
Mientras Penn liberaba a sus amigos en la sal del banquete, Rippen seguía con su discurso.
- Jejeje - se rió suavemente - Aun me cuesta creer, que lo hayamos logrado a pesar de Larry el más leal pero, pero si debo decirlo el secuaz menos malvado del mundo - señaló.
Para el fastidio de Rippen, Larry salto sobre la mesa y se reverencio triunfante ante el vitoreo del ejército de galleta.
- Mis dedos son de dulce! - comentó Larry mirando sus dedos medio devorados con un brillo en los ojos.
Para desgracia de los villanos la fiesta fue interrumpida por la aparición de Boone el reno que destrozó una de las compuertas con un par de cornadas.
- No le digas a mama que voy a comer dulces antes de la cena! - cito justo antes de comenzar a devorar a los hombres de galleta.
Stella que estaba encima del lomo de Boone se lanzó contra otros hombrecillos de jengibre y exclamando antes de empezar a comerlos - Hoy es el día perfecto para saltarse la dieta!
Los soldados de galletas se dejaron llevar por el pánico y se dispersaron por todo el salon envueltos en un mar de gritos. De repente el resto de compuertas se abrieron mostrando a Santa Penn con varias catapultas llenas de pastel de frutas y un ejército de cascanueces.
- Lancen pastelitos de frutas! - ordenó Penn.
La orden fue obedecida de inmediato lanzando los pastelillos sobre las desprevenidas galletas. Los soldados de jengibre que no habían entrado en pánico sacaron sus armas.
- Quieres jugar rudo! - aviso Rippen.
Varios trozos gigantes impactaron en el suelo dispersando más a los hombres de jengibre. Uno de los trozos cayó en la mesa de Rippen haciéndolo atravesar una ventana del techo.
- Penn! Los elfos! - advirtió Stella señalando a los elfos que estaban atados en un gran acebo que colgaba del techo.
Penn corrió hacia los elfos, hasta que cayó y comenzó a rodar llevándose por delante a varios soldados, cuando por fin logró recomponerse y reunirse con Sashi se encontró de frente con Larry que llevaba un cañón en su espalda.
- Cuidado chicos! Aquí hay suficiente glaseado como para convertirlos en el postre de un gigante! - amenazó apuntándolos.
- Dime cómo piensas usar esa cosa? Te comiste los dedos - cuestiono Penn.
- Bien me declaro culpable! Eran de diferente sabores, caramelo, chocolate, avellana ... - y hubiera continuado divagando si Sashi no lo hubiera noqueado con un bastón de caramelo.
- Este tipo habla demasiado - dijo la duende.
Boone y Stella liberaron a los duendes de las ataduras, tirando el gran acebo al suelo.
- Gracias Santa! Estuvimos horas atrapados ... - intento agradece un duende justo antes de ser también noqueado por Sashi.
- Crees que eso era necesario? - objeto Stella.
- Basta de parlotear! - rebatió Sashi
- Sashi tu lleva a estos elfos con los renos rápido! Boone, Stella y yo iremos a por el trineo! - mando Santa Penn mientras salían por la puerta trasera.
En el exterior se encontrar al Sr. Muñeco de nieve impidiéndoles el paso.
- Nieva en alguna parte? - preguntó amenazante sacándose su brazo y moviéndolo como si fuera una espada.
El pelirrojo se lanzó contra él exclamando - Poder de Santa! - mientras reconstruía al muñeco para convertirlo en un caracol de nieve - Adiós caracol! - se despidió antes de encontrar el trineo con los obsequios.
Enseguida se subieron y se pusieron en marcha con Boone tirando de él.
- Debemos ir a la plataforma de lanzamiento - dijo Penn señalando una alta y empinada montaña.
Boone se concentró en tirar hasta que sus cuernos comenzaron a brillar con una potente luz verde - Reno arriba! Y reno a bajo - exclamo subiendo por el aire pero bajando rápidamente - Correré el resto del camino o mejor solo caminare rápido - anunció apenas sin aire, mientras arrastra el pesado trineo por la montaña.
- Las fiestas han sido salvada! - exclamaron Penn y Stella al unísono.
Sin embargo la felicidad no les duro ya que Rippen de jengibre apareció de la nada sobre el trineo.
- Se olvidaron de la galleta! - dijo mostrando una sonrisa amenazante.
Rippen se tiró a Penn sobre el saco - Penn?! - insto Stella desde el asiento.
- No te preocupes por mi Stella yo me encargo, tu guía el trineo! - grito dando una patada a Rippen.
El hombre galleta abrió el saco y con uno de los muñecos comenzó a golpear la cara de Penn. El joven se la devolvió tirándole un tren de juguete, cuando el mayor se repuso cogió un saltador y comenzó a saltar en su barriga riendo - No sobre mi barriga de gelatina - se quejo el pelirrojo mientras se hacía con una pistola de tachuelas - Que tal un poco de brillo? Jaja si ahora brillas - se burló decorando el cuerpo de Rippen con lentejuelas brillantes. El villano se logró quitar los brillantes para luego usar un helicóptero a radiocontrol contra la barba de Penn - Ah! mi barba! - gimió. El helicóptero pasó tan cerca de Boone que casi hace que los cuatro cayeran por la ladera.
- Tengan cuidado chicos o sino los cuatro acabaremos abajo! - replicó Stella agarrado con más fuerza las riendas.
Rippen sacó un columpio del saco y golpeo a Penn, el muchacho se lo devolvió usando el helicóptero de nuevo. Rippen cayó quedando sujeto al final del trineo. Estaba a punto de darse por vencido cuando la alarma del MU sonó dándole una idea. El villano se reincorporo y se volvió a subir al gran saco de presentes.
- Oh oh, si dejo que se caiga se hará pedazos contra el hielo y no volverán a hablar con sus padres - amenazó con una gran sonrisa mientras mostraba el MU - ¡Olviden las fiestas, regresen el trineo y les devolveré su precioso MU!
Penn dudo por un momento.
- Penn hagas lo que hagas te apoyare ... yo ... yo estere para ti pase lo que pase - prometió Stella mientras ponía su zarpa sobre la mano de Penn.
El joven héroe sonrió un instante, para luego volverse hacia su enemigo - No hay trato! Salvaremos las fiestas!
Stella asintió con comprensión y con las riendas hizo a Boone saltar, haciendo que el rostro de Rippen chocará con la estalactitas de hielo que había por encima de ellos.
Tanto Penn como Stella vieron con gran pesar como la única manera de comunicarse con sus padres era destruida al impactar contra las rocas. También pudieron ver a Rippen caer y romperse en pedazos. Larry que se había devorado gran parte de su cuerpo, caminó a su lado y cogió la cabeza de su jefe para darle dos bocados - Rippen tu y yo jamás volveremos a ser tan deliciosos! - manifestó feliz haciendo rodar los ojos cansados de Rippen.
Los tres héroes se reunieron con Sashi en la cima - Es casi medianoche! Adelante! - anuncio ella. Una vez el resto de renos fueron atados al trineo el grupo se puso en marcha. Boone que iba al frente iluminó de nuevo sus astas y guió al resto de renos por el cielo mientra eran perseguidos por nubes de tormenta.
Fue entonces cuando la media noche sonó y consiguieron cumplir la misión saliendo del interior de la tomen, los elfos vitorearon desde la nieve a los héroes - Lo lograste! Salvaste las fiestas! - felicito Boone.
- Así se hace Penn!- añadió Sashi , quedando después en silencio al ver la cara de dolor de los dos hermanos al mirar abajo.
Finalmente los héroes fueron llevados su mundo y colocados en la plataforma brillante.
Boone y Sashi se fueron en silencio para dejar solos a los afligidos hermanos. Stella abrazo a su hermano con fuerza los dos querían llorar pero no querían hacerlo delante del otro para no apenarse más.
- A veces un héroe tiene que elegir y eso lo convierte en héroe - dijo Phyllis mientras apagaba un pequeño fuego de una de las máquinas.
Una vez en casa Stella y Penn fueron al sofá donde hasta altas horas de la noche repasando algunas fotos de su álbum familiar, entre ellas resalta una donde ellos eran unos niños que se abrazaban a sus padres.
" Felices fiestas mama y papa" pensaron para sí mismos.
Sin darse cuenta los dos se quedaron dormidos en el salón. Esa noche nevó y a la mañana siguiente el pueblo se encontraba cubierto por la nieve.
Cuando despertaron Penn miro bajo el árbol y como era de esperar nada había debajo. De repente un sonido conocido llenó la habitación llamando la atención de los hermanos. Penn se acercó al árbol donde detrás de él encontró el árbol de papel que Sashi había hecho en el Polo Norte y dos regalos debajo de él.
En uno ponía.
Para Penn, se te ha caído algo, Santa.
Mientra que en el otro se leía.
Para Stella, te vendrá bien uno a ti también, Santa.
Las dos cajas vibraron simultáneamente, así que que los dos abrieron sus presentes en los había un MU cuidadosamente guardado. Stella muy emocionada por tener el suyo propio lo activo.
El holograma mostró a sus padres luchando contra abetetos vivientes
- Que tal niños, por fin nos comunicamos - saludo el Sr. Zero - Esta noche no tendrás paz - dijo antes de golpear a uno de los abetos.
- Felices fiestas mis niños felicito Vonnie - Ding dong dang - hablo tirando una roca a más abetos.
Penn y Stella sonrieron para sí mismos. A lo mejor no eran las mejores fiesta pero mientra estuvieran juntos seria unas felices fiesta.
FIN DEL CAPITULO
Lo se me quedó super largo pero espero que lo siguientes no lo sean tanto, supongo que solo pasara en los capitulo de un solo contenido.
Bueno por favor comenten que me hace ilusión.
