CAPITULO 1.- UNA TRISTE DESPEDIDA Y EL REGRESO A CASA.
Era una noche muy agitada para nuestro héroe, hace no más de una hora había ganado la liga pokémon de la Región de Kalos, lo que le da la autorización de retar a la Elite 4, solo que tiene que retar a la de su Región de origen, Kanto, lo que significa despedirse de Kalos y regresar a casa.
Él se encontraba muy pensativo, estaba sentado en la última grada del estadio, donde hacía poco había peleado, pensaba la forma de como despedirse de sus amigos, Clemont, Bonnie y Serena, ya que quería partir lo más rápido posible a Kanto.
-Pikachu, mañana regresamos a casa, estoy muy emocionado, pero aun no sé cómo lo tomaran los chicos. - Dijo Ash, en tono melancólico.
En eso oyeron unos pasos que venían de atrás, al voltear vio a Clemont y Bonnie, los cuales le estaban sonriendo.
-Así que este es el adiós, eh Ash. – Dijo Clemont sonriéndole.
-¿Chicos?, así parece, me hubiera gustado pasar más tiempo con ustedes, pero tengo que volver a casa y retar a la Elite para al fin convertirme en un maestro pokémon. – contesto Ash, con determinación, pero con tono de tristeza por la despedida.
-Lo entendemos, y aun si no podemos acompañarte, te apoyaremos en espíritu jeje. – Contesto Bonnie con la sonrisa más grande que puede.
-Gracias amigos, y por cierto, ¿Dónde está Serena? – Pregunto Ash preocupado.
- La vi hace rato subiendo a la colina arriba del hotel te los concursantes. – Contesto Clemont con expresión de intriga.
-Voy a buscarla, tengo que decirle mis planes. – Contesto Ash antes de salir corriendo hacia la colina.
Empezó a subir la colina, mientras pensaba que iba a decirle a Serena, ya que desde hace tiempo Ash entendió, por las acciones de ella, lo que sentía esta por el entrenador, más él no sentía lo mismo por la chica y no quería lastimarla de más.
Al llegar a la sima, vio a Serena sentada bajo un gran árbol, con las rodillas pegadas a su pecho, viendo el hermoso lago que ahí se encontraba, mientras en este se reflejaba la luna, la cual estaba llena y a su alrededor un montón de estrellas, las cuales parecían cuidar al astro nocturno.
Ash aún no sabía cómo decirle sus planes, sin embargo, no dejaba de contemplarla, ya que, aun si no sentía más que el cariño que se le puede dar a un amigo, le parecía hermosa, en especial ante el paisaje que la acompañaba. Pero se despejo de la idea y habiendo encontrado las palabras adecuadas se acercó a ella:
-¿Puedo sentarme? – Pregunto Ash con una sonrisa.
Ella solo se limitó a asentir y volver al a ver el lago.
-Tengo que decirte algo importante, Serena. – Dijo Ash para terminar rápido lo que iba a hacer.
-Mañana regresas a Kanto, ¿No es así? – Contesto Serena, interrumpiendo a Ash.
-Así es, mañana me voy, de modo que hoy es nuestro último día juntos. – Contesto Ash con una sonrisa un poco decaída.
-Ash, hay algo que eh querido decirte por un lago tiempo. – Dijo Serena sonrojada.
-Dime, ¿qué pasa? – Contesto Ash, reflejando seriedad, suponiendo lo que le iba a decir Serena.
-Ash, desde el día en que nos conocimos, cuando niños en el campamento del Profesor Oak y me vendaste con tu pañuelo cuando me lastime, hasta el día de hoy siempre… siempre sentí un gran aprecio por ti, y ese aprecio y admiración se terminó convirtiendo en algo más. Lo que quiero decir es que… ¡ESTOY ENAMORADA DE TI ASH KETCHUM! – Dijo esto último prácticamente gritando.
Al terminar de hablar, se abalanza sobre Ash para besarlo, pero este la detiene, agarrándola de los hombros, provocando que chocaran sus cabezas. Ya recuperados Ash voltea a verla.
-Ya lo sabía, desde hace tiempo tenía una corazonada, pero lo siento, no puedo corresponder a tus sentimientos, yo no te veo de esa forma, Serena: yo solo puedo verte como una amiga, tal vez hasta como una hermana… pero no más. Lo siento si te lastiman mis palabras, pero sé que algún día encontraras a tu persona. – Dijo en forma calmada y un poco triste el entrenador.
-Ya sabía que me dirías eso, pero tenía la esperanza de que me quisieras como yo te quiero, solo tengo un par de preguntas: ¿Desde cuándo lo sabias? Y acaso, ¿tú tienes a alguien especial?- Pregunto Serena, más que nada, por curiosidad, ya que nunca vio interesado a Ash en esos temas.
-Para contestar a tu primera pregunta diré que lo sabía casi desde que iniciamos nuestro viaje, digo cuantas chicas se ponen celosas cuando apenas voy a saludar a otra chica, y la respuesta de la segunda… - Al pensar en la respuesta, este se puso todo rojo, como nunca se avía visto. – he de decir que… si, si la hay, aunque es posible que pase lo mismo que ahora, después de todo, no la he visto en 5 años, jeje. – Contesto Ash un poco nervioso.
Y así pasaron hablando toda la noche, de todos los viajes anteriores de Ash, específicamente de esa chica, de todos los amigos que hizo, y así se fue el tiempo, hasta que sin darse cuenta ya era de día, el día en que Ash regresaría a casa.
Ya habiendo arreglado su mochila, Ash y sus amigos se dirigieron al aeropuerto, donde antes de entrar se dieron un último abrazo y palabras de aliento, lamentando el no poder acompañarlo ya que los hermanos tenían que regresar a casa. Principalmente Bonnie, por ser más pequeña que su hermano, y Serena porque tenía que ir a Unova por una gira mundial.
Ya adentro del avión, Ash se puso a recordar todos sus viajes anteriores, hasta llegar a donde está ahora; también recordando lo que le dijo Serena: que no debe guardar sus sentimientos, o llegarían a lastimarlo con el tiempo. Así paso el rato hasta que aterrizo. Ya habiendo bajado, fue a recoger su equipaje, mas no espero encontrarse con cierta chica peli naranja.
-¡¿MISTY?! – Grito el chico con sorpresa.
-¡ASH! – Grito la chica mientras se abalanzaba sobre el entrenador abrazándolo, mientras este solo se puso rojo por el contacto tan repentino con la chica que había robado su corazón.
-Ajam, ¿Interrumpo algo? – Dijo alguien detrás del entrenador, interrumpiendo el momento, provocando que se separaran de repente ambos con la cara roja.
-¿Gary? – Pregunto Ash, aun avergonzado.
-¿Quién más puede ser Ashy? – Contesto Gary con su clásica pose de superioridad.
-¿Qué están haciendo aquí? – Pregunto el entrenador, esperando más a su madre que a dos de sus amigos.
-Bueno, es que tu madre tenía unos pendientes y como nosotros estábamos en el laboratorio del profesor Oak, nos pidió venir a recogerte, o que, ¿Acaso no te da gusto vernos? – Contesto Misty, poniendo al final la cara de Lilipup regañado, cosa que hizo verla más tierna a los ojos de Ash.
-¡NO!, claro que me da gusto verte, digo verlos jeje. – Dijo Ash algo avergonzado y rascándose detrás de la cabeza.
Ya habiendo recogido su maleta, los tres se dirigieron a un lujoso auto deportivo propiedad de Gary. Al llegar a este, Ash recibió la sorpresa de encontrar ahí a Tracey sentado en el asiento del copiloto. Ya habiéndose acomodado, con Gary como piloto, en cuanto a Ash y Misty sentados en la parte de atrás salieron con dirección a la casa del recién llegado. En el camino tenían una plática muy animada.
-Oye Ash, adivina quien ya tiene novia oficialmente. – Comento Gary con una gran sonrisa.
-No, no adivino ¿Quién? – Contesto el chico, más que por curiosidad, era para hacer callar rápido a Gary.
-Nuestro querido amigo Tracey, que ya tiene saliendo con Daisy casi un año. – Contesto Gary con una sonrisa, provocando con esto que el observador se sonrojara.
-Wow, muchas felicidades Tracey. – Contesto sinceramente Ash al felicitar a su amigo.
-Gracias Ash. – Contestó un poco nervioso.
-Pero dejando eso de lado, ¿qué hay de ti Ash?, ¿ya hay una futura señora Ketchum? – Pregunto Gary con tono burlón y un tanto serio.
Esto solo provocó dos cosas en el entrenador: que recordara lo que paso con Serena, y que se sonrojara al acordarse de Misty, que estaba sentada a su lado.
Pero no solo Ash sufrió un cambio de expresión, también provoco que Misty se molestara y entristeciera un poco con esto, ya que a pesar del tiempo que había pasado, ella guardaba fuertes sentimientos hacia el chico.
-Pues… ¿recuerdas a Serena? Era una chica que ayude en el campamento del Profesor Oak cuando niños.- Pregunto Ash a Gary.
-Sí, la recuerdo, habías curado su pierna cuando se lastimó, ¿Qué pasa con ella? – Pregunto Gary un poco intrigado, más que nada por haber sido alguien que conoció hace años.
-Bueno, cuando llegue a Kalos viaje con ella, y ayer… bueno… ella me confesó sus sentimientos. – Dijo Ash un poco cabizbajo recordando su rechazo hacia ella.
-Muy bien, ¡al fin una chica se atreve a decirte lo que siente por ti! - Comento Gary girando la mirada directamente hacia Misty, provocándole un leve sonrojo y una leve expresión de enojo, cosa que supo disimular hacia Ash.
-¿A qué te refieres con eso? – Pregunto Ash inocentemente, provocando que sus amigos se golpearan la cara con las manos.
-Te explicaré en su momento, amigo mío y: ¿Qué le contestaste? – Pregunto Gary retomando el tema de Serena.
-La rechacé, ya que tengo una chica en la que no he dejado de pensar por largo tiempo. – Dijo esto un poco rojo y volteando a ver levemente a Misty, la cual al notarlo ganó un leve sonrojo.
-¡Vaya!, al fin el gran Ash Ketchum maduró, ¡por fin dejo de pensar solo en las batallas pokémon y se puso a pensar en chicas! – Contesto Gary en un claro tono de burla.
Antes que Ash pudiera responderle llegaron a su destino, un salón un poco grande en Pueblo Paleta.
-Oigan, ¿Por qué no fuimos a mi casa? – Pregunto Ash un poco intrigado.
-Solo entra y lo sabrás. – Contesto Misty.
Fin capítulo 1
