Hay cosas que nos vinculan con las demás personas, a veces son simple y llanos eventos que marcan la diferencia en nuestra percepción del entorno en el que vivimos. Haciéndonos compaginar con las dispares personalidades del resto de los individuos que nos rodean.

Lazos de camarería son los que se forman entre aquellos que comparten un mismo objetivo en común.

Lazos de amistad son los que se forman entre a aquellos que no forman parte de tu misma familia.

Lazos de amor… los que unen a los que comparten un mismo sentimiento por el otro.

Todos estos lazos pueden sufrir daños, ante situaciones extraordinarias, que a veces son lo suficientemente impactantes en la psique del individuo que termina por destruirlos. Pero de todos esos hay una clase de Lazo que por más que sea dañado se mantiene firme.

Los lazos familiares, aquellos que te atan con las personas que compartes parentesco sanguíneo, no importa cuánto la persona desee negarlo u olvidarlo, es algo que se encuentra muy dentro de tu corazón y alma. Siempre estará presente en tu interior, recordándote que siempre estarás vinculado con aquellos que son tu familia.


If Life 0: Lazos.


En el cielo ocurre algo curioso, casi todos los ángeles que nacen allí son considerados hermanos, ya que provienen de la misma fuente, el amor infinito de Dios, pero hubo un caso especial entre los nacimientos de los ángeles, ya que nunca están íntimamente vinculados entre ellos, pero si le preguntaran a Baraqiel y Ramiel, ambos ángeles son verdaderamente hermano y hermana.

Baraqiel siempre fue una persona alta y de complexión gruesa, pero con una personalidad calmada y respetuosa, su hermana Ramiel era bajita a comparación del resto, y de una apariencia frágil, pero su personalidad era explosiva y juguetona. Eran tan cercanos que era muy extraño que estuviesen separados uno del otro por mucho tiempo, cosa que causaba gracia en toda la corte celestial. Muchos cuestionaban esa extraña simbiosis que poseían ellos dos.

Pero a palabras de la propia Ramiel: "El trueno y el relámpago siempre van de la mano". Bajo ese extraño lema ambos ángeles hacían todo juntos, inclusive cuando fueron los inicios de la "Gran Guerra Bíblica", ambos ángeles demostraban por qué debían estar juntos, cientos y quizás miles de demonios caían ante el maravilloso poder destructivo de ambos, los relámpagos sagrados.

Fue así que muchos respetaron a la pareja de auténticos hermanos, ya no cuestionaban la decisión de ambos de permanecer juntos.

Eran tan leales uno del otro que cuando Baraqiel siguió a Azazel al caer de la gracia de Dios, que la misma Ramiel no dudo un segundo en seguir a su hermano.

"El trueno y el relámpago van de la mano"

Usualmente eso llevaría al comienzo de una leyenda, pero curiosamente ambos continuaron juntos por un tiempo, al ser ángeles caídos parte de su personalidad se torció para bien o para mal. Baraqiel desarrollo un extraño gusto por el masoquismo y Ramiel… se volvió una persona con un sentido mortal por el amor, casi siempre terminaba obsesionada por cualquier hombre que le hablase lindo. La distancia entre ambos hermanos era a veces grande y otras veces no existía.

Pero a pesar de las penurias que vivieron durante la época de la guerra, ambos mantenían ese vínculo que les unía… ellos dos eran familia.

Pasaron las centurias, hasta que llegaron a la época actual, fue entonces cuando Ramiel miraba curiosa por no decir molesta al cabizbajo de su hermano, claro enorme a comparación de ella.

¿Y bien que pasó esta vez? – la pequeña Ramiel miraba con fastidio la actitud de su hermano - ¡Vamos contesta de una buena vez!

¡He perdido a mi linda Akeno! – Baraqiel empezaba a llorar amargamente – ¡ese maldito Phenex planea separarme de ella!

¿Cómo está eso? – la pelinegra suspiraba preocupada – sé que ella es la Reina de Princesa de Carmesí de la Ruina… a menos que..

¡Ambos se han casado, y para colmo la han obligado permanecer indefinidamente en el inframundo – nuevamente el ángel del relámpago comenzaba a llorar – Yo… en verdad… quiero… recuperar a mi hija.

Si… lo sé – Ramiel se levantó levemente y comenzó a acaricia el cabello de su hermano – Ella aun no te perdona lo de Shuri, pero ambos hicimos lo posible por salvarla.

Era cierto, al final de la guerra o más bien cuando las facciones pactaron un cese a las hostilidades, la ángel del trueno decidió perseguir un modo de vida más estable, fue entonces que conoció a Hiroki Yoshida quien en ese entonces era un tranquilo oficial de la policía, increíblemente el hombre encontró el estilo de amor de Ramiel reconfortante (Ramiel le estuvo siguiendo en sus rondas todos los días), ya que el hombre había tenido demasiado desamores debido a lo absorbente de su trabajo.

Baraqiel hizo lo mismo que su hermana y termino cayendo en los brazos de Shuri Himejima, quien le salvo la vida después de un enfrentamiento con un demonio poderoso, al parecer ambos hermanos encontraron la estabilidad y paz que ellos necesitaban en sus vidas, aunque el destino se encargó de frustrarles la felicidad.

La familia de Shuri encontró aquella relación indignante y no solo eso el nacimiento de la hija de ambos fue el detonante para una lucha interna del clan Himejima, tras ese enfrentamiento determinaron que debían eliminar tal falta.

Akeno Himejima debía morir a toda costa, la tarde en que se llevaría a cabo el asesinato de la pequeña Akeno, Baraquiel contactó a su única hermana Ramiel, para que alojara momentáneamente a su mujer e hija, la ángel de trueno acepto gustosa ya que quería que su hijo conociera a su única familiar cercano a su edad.

"Ya que el trueno y el relámpago van de la mano"

Desgraciadamente la tragedia ocurrió, sesgando la vida de Shuri y haciendo que Akeno terminara odiando a su padre, devastado por su fracaso Baraquiel mantenía una distancia entre él y su hija, a pesar que ahora ella era sirviente de un demonio; al menos ella continuaría siendo feliz sin él.

Pero con todo lo que ocurrió en torno al matrimonio de Rias Gremory la situación se tornó insostenible para Baraqiel, quien se mostraba en un estado depresivo compulsivo.

¡Cielo ya llegamos! – la voz de un hombre resonó por el pasillo de la casa - ¿Tenemos visitas?

Acercándose con lentitud un hombre entrados en sus cuarentas, un poco más alto que el promedio, usando unos anteojos de armazón grueso y un cabello negro bien peinado, todo eso portando el uniforme propio de la policía de Japón, miraba como el hermano de Ramiel lloraba desconsoladamente.

Hiroki, cariño – la pequeña Ramiel se acercó a su esposo para pararse de puntillas y depositar un beso en sus labios - ¿Qué tal tu trabajo

¿Y ahora que le ocurre a tu hermano? – preguntaba Hiroki mientras miraba sollozar al su hermano político.

Pues parece que su hija se va indefinidamente al inframundo – Ramiel comentaba un poco triste a lo que Hiroki simplemente asintió – y el pobre está deprimido.

Una segunda persona ingreso al comedor de la aquella casa, un joven de unos 16 años de edad, con un cabello tan negro como el de Hiroki y una complexión que a simple vista luciría delgada pero debajo de esa apariencia se ocultaba un deportista nato, increíblemente compartía el peculiar color de ojos de su madre un discreto violeta, era prácticamente el ídolo y el amor de muchas de sus compañeras de clase.

Realmente es una mala noticia – el joven se acercó hasta donde se encontraba su madre dándole un par de enormes bolsas – me hubiese gustado conocer alguna vez a Akeno-san

Kazuki, algún día lo harás – Ramiel sonrió con bastante seguridad – Ya sabes lo que digo siempre

El trueno y el relámpago van de la mano – el joven recito de memoria aquel extraño lema - ¿Entonces el tío se quedará a cenar?

Muchas, gracias pero tendré que declinar – Baraqiel se levantó de su lugar – también vengo por cuestiones oficiales.

Ramiel suspiraba cansadamente a lo que Hiroki simplemente negaba con la cabeza, Baraqiel se acercó a Kazuki para colocar sus manos en los hombros de este.

Kazuki han decidido darte una misión por parte de Grigori – al ángel del relámpago decía solemnemente – ¿Has ido alguna vez a Kyoto?

¿Eh? – fue lo único que alcanzó a decir el joven hijo de Ramiel ante las palabras de Baraqiel.


Kazuki Yoshida se encontraba en medio de las concurridas calles de Kyoto, se le había asignado observar con detenimiento a la próxima líder de la facción Yokai, claro decirlo era una cosa pero hacerlo era otra, el joven suspiraba con bastante desanimo al verse envuelto en tal embrollo; animado por las opiniones de su tío y madre, hace unos meses atrás el joven se presentó en los cuarteles generales de Grigori para ver si era admitido en sus filas como miembro regular.

Lógicamente al ser un pariente directo de Baraqiel y Ramiel, los altos mandos (ósea Azazel) decidieron ponerlo a prueba, no tuvo problemas en superarla pero lo que realmente deseaban ver era si el chico poseía el mismo poder que sus parientes, claro ver salir relámpagos de un brillante carmesí de entre sus dedos era prueba fidedigna de su parentesco.

Bien, ahora tengo que encontrar a una pequeña Yokai en medio de esta ciudad – Kazuki suspiraba ante la magnitud de su misión – Bien… lo bueno que tan solo será por un par de días

Con un poco de ánimo en su corazón, emprendió la búsqueda de la futura líder de la facción Yokai; después de un par de horas de búsqueda infructuosa, Kazuki decidió descansar por un instante en una banca de un parque.

Disculpa, ¿te encuentras bien? – una suave voz llamó la atención de Kazuki – ¿No estás perdido?

Levantando la mirada se encontró con la figura de una jovencita más o menos de la misma edad que él, vistiendo un vestido sencillo de una pieza, un brillante cabello color negro, una tez blanca ligeramente bronceada por el sol y unos hermoso ojos castaños, la jovencita tenía una figura elegante y bien cuidada, la única palabra que la describiría perfectamente era una belleza japonesa o "yamato nadeshiko".

No… est… estoy perdido – el joven pelinegro tartamudeo un poco al notar la cercanía de la chica frente a él – Estaba buscando a alguien pero no la encuentro.

Fu, fu, fu – la chica rio elegantemente haciendo que Kazuki se avergonzará levemente – esta ciudad es muy grande y es fácil perderse

Lo sé, pero es más difícil encontrar a una sola persona – el pelinegro se rasco la cabeza – y ¿usted también está perdida?

¿Eh? – la jovencita enrojeció levemente – Yo si estoy perdida… no suelo salir mucho de mi casa.

¿Entonces porque me preguntó si estaba perdido? – el joven entre cerro sus ojos al notar que la chica se avergonzaba más

Pensé que si estabas perdido, nos podríamos ayudar – la pelinegra comenzó a jugar con sus dedos para tratar de controlar sus nervios.

Entiendo, aun así – Kazuki miraba sonriente a su nueva acompañante - ¿Quieres que te ayude?

Lo… harías – el rostro de la jovencita se ilumino de repente –

Claro que sí – el chico le tendió la mano para cerrar el trato – mi nombre es Kazuki y ¿el tuyo?

Perdona mis modales – la pelinegra se sorprendió por el leve error que cometió en un principio – El mío es Suzaku

Bueno, Suzaku-san que te parece si buscamos una estación de policía – Kazuki se levantó de donde estaba mientras aun tomaba la mano de Suzaku –

S…Si – la chica asentía ante la sugerencia de su salvador – ¡muchas gracias!

Ambos jóvenes comenzaron a andar entre las calles de Kyoto, de tanto en tanto intercambiaban palabras para llevar una conversación entre ellos, Kazuki entendió que Suzaku llevaba una vida aislada del resto del mundo, ya que la joven desconocía de algunas cosas que la gente común sabe.

No tardaron mucho hasta encontrar una estación de la policía, Suzaku se sorprendió al ver que alguien conocido para ella estaba hablando con ella.

¡Akane-san! – Suzaku se acercó a una mujer un poco mayor que ella - ¡Akane-san!

La mencionada Akane tenía una apariencia similar a la de Suzaku, salvo que el color de su cabello era de un castaño oscuro, portaba un sencillo kimono azul cielo sin ningún detalle característico, la mujer miro con sorpresa como Suzaku se acercaba corriendo hasta donde se encontraba ella.

¡Suzaku-sama! – la mujer se alegró al encontrarse con la jovencita – Me alegro que se encuentre bien

¡Gracias, Akane-san! – Suzaku sonrio ante la preocupación de Akane – Si no fuera por Kazuki-sama

Kazuki se sonrojo levemente ante el honorifico que estaban usando sobre él, la verdad es que ambos tenían edades similares, cuando la mujer llamada Akane posó su mirada sobre el chico notó que sus ojos mostraba cierta hostilidad, la mujer se acercó con lentitud al joven, mientras que este se tensó levemente ante la proximidad y hostilidad que emanaba, lográndolo disimular.

Con total respeto Akane si inclino ante Kazuki, algo que descoloco levemente al joven caído.

Muchas, gracias por ayudar a Suzaku-sama – Akane hablo tranquilamente pero se podía percibir la hostilidad en su voz – nuestra familia está en deuda con usted.

Entiendo – Kazuki endureció levemente sus facciones – no se preocupe, no busco ninguna recompensa

De acuerdo - la mujer se relajó levemente – si nos disculpas, Suzaku-sama debemos regresar.

¡Si, Akane-san! – la pelinegra sonreía asintiendo – me gustaría conocer su nombre completo, Kazuki-sama,

… - el chico guardo silencio ante la petición de la jovencita frente a él – Yoshida Kazuki.

Yoshida Kazuki – Suzaku acariciaba sus labios al pronunciar al nombre completo del joven que le ayudo – lo recordaré… por cierto yo soy

Kazuki abrió los ojos al escuchar el nombre completo de la chica, no sabía si era el destino o había algo más interviniendo en su vida, de lo que si estaba seguro es que ese encuentro no fue mera casualidad; pero sería el detonante para algo mucho mayor.

"Yo soy Himejima Suzaku… espero volverle a ver, Kazuki-sama"


"Así que pretendes ser un humano cuando en realidad no lo eres"

"Sabes que ella no es la legitima heredera, la hija de Shuri lo es"

"Nosotros los humanos no podemos convivir con monstruos como tú"

"Siempre lo he odiado, desde el día que mi madre murió"

"Usaremos la sangre de los cinco herederos para despertar al dragón durmiente"

"No importa cuántas veces lo intentes negar... tu y yo somos familia"

"Akeno… recuerda esto el trueno y el relámpago siempre van de la mano"


Nota de Autor:

* Aquí Aeretr reportandose nuevamente con otra historia, debido a la insistenica de uno de mis lectores cof "SPARK" cof, decidí crear este spin-off de Highschool DxD if: Left Behind, dado que servirá de plataforma para varios OC's que entraran en la historia.

*Tambien pretendo mostrar la consecuencias de algunos eventos que ocurrieron y ocurriran en el futuro de Left Behind, ya que los protagonistas no estarán presentes en todas partes y al final alguien tiene que hacerse cargo.

*Un poco de Informacion relevante:

Ramiel es uno de los 20 lideres de Grigori cuyo nombre significa el "trueno de Dios", dato sacado del libro de Enoch.

Suzaku Himejima no es un personaje inventado por mi, ella apareció en una novela ligera de Ichei Ishibumi "Slash/Dog".


Preview:

A veces me preguntaba por que no encajaba con el resto de las personas, por mas que lo intentaba ese sentimiento de aceptacion no aparecía... todo eso por la sangre que corría por mis venas. Highschool DxD if With Broken Wings: ~Yoshida Kazuki~