El arpegio de Natsuki
(Antecesor de "Estocolmo")
Los personajes utilizados no me pertenecen, son propiedad de Sunrise inc. La trama y el escrito aquí presente quedan bajo mis derechos intelectuales. La interpretación queda bajo responsabilidad el lector, al continuar leyendo aceptas mi deslinde de responsabilidades.
Aclaro que este fic es uno de algunos capítulos que desconozco aun cuantos serán, algo como una de las alucinaciones que desencadeno la demencia de Natsuki, esta es una adaptación de un escrito mío que hice a los 13 años, lo siento si la trama y el estilo es algo diferente a mi estilo actual, tengan piedad de mí porque lo dejare lo más apegado que pueda a su original impreso.
Espero sea de su agrado.
El suave frío de la mañana toco ligeramente mi ser, esa mañana me sentía extrañamente cansada realmente. Mi paso perezoso se dirigió monótonamente hacia el baño en donde como de costumbre se encontraban listos mi tenis en color morado y mi equipo de triatlón, me acicale apenas nada el cabello, mirando la nada, aun me sentía como zombi.
Me senté un momento, era como si aquella rutina que hacía desde mi adolescencia esta madrugada me hiciese sentir algo apática. –Tal vez será idea mía…- pensé por un momento y al fin decidí a continuar; correr un poco y descansar tras llegar de mi caminata de 5 kilómetros; usualmente mi hora de salida era a las 5:45 a.m para llegar a casa por ahí de las 9:40 a.m o un poco más temprano , es ridículo pero una llega a pensar que eso de la edad es broma pero es verdad, desde hacía algunos años las energías que tenía ya no eran las mismas como si el sueño no me diera el descanso que este siempre me había brindado.
Cerca de las 5:50 a.m o más tarde al fin y con tranquilidad me dirigí hacia el camino que tomo todos los sábados, excepto los domingos que es quizá el único día que me dedico a mi misma. Entre el asfixiante trabajo en la firma y los problemas que he tenido últimamente con lo del insomnio, cuando logro dormir el descanso no me ayuda mucho, andaba todo el día mal encarada y con un pésimo humor, exceptuando claro, si se trataba de chicas lindas.
Subí despacio por la ligera e inclinada cuesta calentando los músculos de las piernas el sendero lucia extrañamente desolado y en especial a esa hora de la madrugada, el sol aun no parecía clarear, de hecho el cielo se percibía nublado, podría haber asegurado que llovería, hasta me vi tentada a regresar por un rompe vientos, pero seguramente me vería seducida por el cálido abrigo de mi hogar, no estaba dispuesta a ceder más a la debilidad de la edad y así continúe mi recorrido.
El camino lo sabía de memoria creo que eso me ayudo, esa madrugada en especial estaba perversamente oscura, mis pies conocían el camino más que mis ojos, sabía exactamente a donde ir, primero trotaba por un sendero donde no era muy estable el terreno, las incontables piedras por todos lados y qué decir de los agujeros de las tuzas, de todas formas un cerro no es muy tomado en cuenta exceptuando la épocas de elecciones, fuera de eso, el olvidado cerro esta casi vacío a no ser por algunos otros pocos corredores como yo, los cuales esta mañana no veía por ningún lado.
Era extraño, pero un ligero movimiento en mis ojos me perturbo de pronto, me detuve, apreté mis parpados y sujete mi cabeza, mire a mi alrededor, examine aun con calma mi entorno… estaba en un lugar alejado y solitario, muy lejos de mi usual camino, asombrada mire a la distancia la silueta de alguien, me parecía conocido.
-seguramente es uno de mis vecinos- susurre apenas para mi, buscando un poco de tranquilidad. Y sin pensarlo estaba corriendo en dirección a la silueta, pero cerca de 10 metros me detuve de golpe, estaba tan lejos y en una zona que desconocía, se me heló la sangre, sentí un vacío brutal en la boca del estomago, un frío invadió mis huesos…la cercanía de aquella persona me hizo estremecer, algo andaba mal…quede en completo silencio como si el mas mínimo ruido fuese a delatarme, tenía un nudo en la garganta, podía escuchar los latidos de mi corazón golpeando mis oídos, una sensación de peligro comenzó a invadirme, pero aun así logre con sobrehumano esfuerzo estar en silencio y reprimir incluso el más pequeño movimiento.
Para mi horror vi que de las manos del perfil…. arrastraba algo, lo mire con sumo cuidado, el paso de aquella cosa era casi forzado, arrastraba una de sus piernas, mientras la otra se mecía monótonamente de adelante hacia atrás, en una de sus manos, entre sus crispados y delgados dedos portaba un inmenso machete, podría asegurar que el rostro tenía un matiz algo melancólico, el perfil de su rostro apenas se percibía en el reflejo del astro nocturno, por unos instantes me quede de pie, tenia horror que aquella cosa me viera, su paso ceso, a escasos metros de haber casi, pasado desapercibida mi presencia… su rostro se balanceo despacio hacia donde yo me encontraba, como si barriera cada centímetro hasta que sus ojos se posaron sobre mí, la oscuridad que todo lo cubría era demasiada espesa para poder divisar incluso mas allá de 30 o 40 metros y eso ya forzando la vista, ¿Cómo me había visto?
Tal y como lo hace un animal al percatarse de su vida peligra decidí en una fracción de segundo que debía correr y eso es lo único en que pensaba….correr.
Mis pies aunque cansados y entumidos por el frío me alejaron de esa cosa, no sé cuánto tiempo corrí pero juraría que ese tiempo se hizo casi eterno, casi desfallecido mi paso al fin mire atrás y el paisaje era aun más desconocido que antes, y pese a que me sentía más perdido, lo que me reconforto fue la lejanía de aquel lugar –demasiado torpe, uno de sus pies esta lastimado, idiota- jadee burlonamente recuperando el aliento, sentía la espalda como si de repente alguien se aferrase a mi cuello, era un frío como esa sensación de que alguien te observa sin que una sepa de donde viene aquel sentimiento opresivo, me puse de espaldas contra un pino y deje mi cuerpo arrastrarse hasta descansar en el suelo, lo ocurrido me parecía más una pesadilla, extrañamente y por raro que parecía ese día en especial me sentí fuera de mi, todo a mi alrededor me parecía ajeno, distante, pero seguramente se debía a lo que hace unos minutos me había pasado, por un momento cerré los ojos, me sentía tan agotada, intente mantenerme despierta pero la baja temperatura inclemente termino por vencer el miedo.
Una punzada en el tobillo me despertó, toque con mis dedos en busca de la zona, donde sentía la molestia, pero el dolor aumento cuando mis yemas rozaron la inmensa bola que ya se había formado, sin duda eso era más que una simple torcedura, probablemente la adrenalina del momento había ocultado el dolor, es ese estado me seria aun mas difícil el regresar a casa, mantuve mi peso en mi pie sano y al recargar mi peso, palpando el daño un crujido y la sensación de piedras rozando mis huesos me hicieron tragarme un grito, me detuve petrificada, si esa cosa aun me estaba buscando, lo más probable era que me escucharía y con mi pie en ese estado… entre en pánico, estaba indefensa y nadie sabía en donde estaba, me toque el rostro, pese al frío estaba sudando, tal vez por el los nervios y en parte creo que el dolor de mi pie no ayudaba.
Con desesperación busque una vara lo suficientemente grande y robusta de pino que soportase mi peso, tal vez en aquel momento agradecí que hubiera gente repulsiva que tiraba chatarras en el bosque, para mi suerte encontré una varilla de construcción, debía ser cautelosa, pues en uno de sus extremos sobresalía un inmenso relieve de acero, con paso cauteloso y cuidando que mi pie no hiciera esfuerzo me encamine aun sin saber a dónde me dirigía, a ese paso preferiría morir de frío o hambre pero no a manos de aquel ser –cállate natsuki, te precipitas, idiota…eres una cobarde- me dije internamente, algo malo me pasaba, ¿desde cuando corría en vez de enfrentar algo?. Tal vez alguien me ayudaría, se que desde que comencé a vivir aquí, que hay gente que aun vive lejos y que gusta de estar solo en lo más espeso del bosque, con un poco de suerte seguramente encontraría a alguien…
El roce constante de la varilla, mi peso y mis manos entumecidas hicieron que de a poco, una molesta ampolla se formara, claro que aun no se vería el daño en mi palma y dedos, pero seguramente por la mañana del siguiente día sí, si es que había mañana a este paso, los parpados de mis ojos se cerraban contra mi voluntad, hice un esfuerzo y logre mantenerme despierta, tras caminar por un rato encontré una extraña formación de rocas, eran puntiagudas y otras como grandes cuadros de 40 centímetros, increíblemente formaban un tipo de circulo, me acerque
Un mar de aves salieron volando a grandes números, me cubrí con las manos y me eche hacia atrás, el sonido de tanto revoloteo fue abrumador, por un segundo me sentí en peligro, pero tan rápido como inicio termino, el silencio que asfixiaba el ambiente era incomodo y molesto, más de lo que podía soportar -malditos pájaros…- me estaba hartando de tener esta maldita sensación todo el rato, una vez asimilado el susto me levante y sujete mi varilla, con cuidado me acerque al círculo de rocas de nueva cuenta, esta vez sin sorpresas, dentó de aquel circulo había uno más elaborado con bellas y pequeñas obsidianas talladas a mano que brillaban por la luna, tome asiento en una roca que no fuera afilada y guarde una de las esferas negras para meterla en mi bolsillo, pude percibir una fuerte corriente de aire, me acerque un poco más, en el proceso una de las esferas fue empujada por mi pie inutilizado, esta callo golpeando el fondo un largo tiempo después, me aferre a la varilla y forcé la mirada, para mi sorpresa había un tipo de peñasco que se podía ver aunque muy lejos de donde estaba mi casa. Más concretamente estaba aun excesivamente lejos, si no mal recordaba aquella vista estaba a mas de 10 kilómetros del sendero donde que conduce a la pista de triatlón donde suelo correr…aun así, no podía darme por vencida, ¿qué clase de kruger se daría por vencido por un tobillo fracturado? Si me esforzaba seguramente llegaría antes del medio día. Me dispuse a caminar, acomode la varilla y me di la vuelta, pase la formación de rocas y en ese momento me di cuenta que aunque había muchas aves extrañamente no había signo de suciedad de estas, tal vez era algo que no logre comprender en ese momento, hay tantas cosas que la ciencia no puede explicar, en fin no tenía tiempo de introspecciones, me resigne a mi largo camino y me puse en marcha hacia mi libertad.
En mi camino encontré una cueva algo oculta, me dispuse a revisar su interior lo mejor que me dejaba mi tobillo, fuera de esta había un par de zapatos, eran de color negro y de casquillo metálico, estaban bastante acabados pero aun parecía que alguien los usaba, una sensación de opresión me saco de mis pensamientos, sabía que esa…cosa estaba ahí, detrás de mí, no moriría ese día, tome la varilla y me di vuelta, no sé si el ruido de un hueso al romperse fue porque mi pie se termino de seccionar venciéndose o si fue el rostro de esa cosa, que cayó de bruces al suelo… -estoy jodida…- masculle con rabia, mi pie se había fracturado por completo y de no acomodarlo un poco, ni siquiera podría moverme, no tenia opción, lo tome, apreté la mandíbula y lo acomode en su sitio lo mejor que pude, mire con resignación que lo que sea que fuere esa cosa se estaba poniendo de pie, llevaba un abrigo amplio con una capucha, que le caía hacia la espalda tras el impacto, un trozo de su mejilla estaba abierto, dejando ver sus dientes, que ahora parecían sonreír de forma burlona, era aterrador como algo tan bello como la luz de la luna me daba esos detalles, los rayos blancuzcos brillantes reflejaban el liquido carmesí que corría despacio por el fino rostro, y era reflejada en los dientes que daban su perfil un momento mientras daba vuelta a la cabeza hasta quedar de frente a mí, se irguió y avanzo a paso lento, pesado… sus ojos se clavaron sobre mí, eran tan profundos, casi sentí estremecer con tan solo esa mirada, en su mano aun sostenía su machete, sin quitarme la vista de encima empuño la hoja hacia el cielo, lo último que recuerdo es aquel sonido, como si masticase piedras cuando el filo de aquel arma golpeo mi rostro.
Abrí mis ojos, uno de ellos escurría sangre, podía sentir aquel terrible ardor, eran tan intenso e insoportable, toque mi rostro y en el encontré los estragos del golpe que había recibido, una grieta recorría mi frente hasta el lado derecho, también mi nariz estaba rota pero el sangrado había parado, tenia pequeños cortes y tierra entremezclada, me había arrastrado como a su antigua víctima, un liquido pestilente penetro por la abertura en mi nariz, había perdido el olfato por unos segundos, pero la peste de aquel liquido me hizo sentarme resintiendo el dolor de mi pie fracturado, se me revolvió el estomago, era algo podrido, una manta o algo parecido me cubría, la tome, pero al mirarle de cerca vi con horror que era el cuerpo que había arrastrado antes de mí, no tenia cabeza y estaba abierto con un corte bastante recto, no tenia órgano alguno, lo arroje hacia atrás mío, mire alrededor y note una esencia familiar, estaba muy cerca de mi pista de triatlón, me arrastre por varios kilómetros, esta vez sin encontrar algo con que levantarme o mantener mi peso, de nuevo solo había una calle vacía y obscuridad, nadie, ni un miserable vecino o alguien que me ayudara, maldición desearía tanto escuchar ese molesto –buenos días natsuki- me levante como mejor pude, arrastrándome hasta un árbol, y le use como mástil, una vez de pie deje mi peso sobre mi pie y di un salto, mismo que me hizo morder mi lengua para amainar el dolor, me daba espacios entre uno y otro movimiento, por primera vez cruzar una calle se me hacia una eternidad.
Llegue a la pared de la esquina y empuje mi hombro contra esta, haciendo de palanca hasta que logre descansar un poco, alterne mi peso entre la pared y un salto terriblemente doloroso pero breve, al llegar sentí con alivio que todo al fin terminaba, hurgue en mis bolsillos y con un pulso de los mil demonios al fin abrí la puerta de mi casa, algo me detuvo, era esa horrenda sensación otra vez, mi espíritu se estremeció de nueva cuenta me había quedado helada en mi posición, aunque pude haber entrado no lo hice, luche en contra de mis miedos y me erguí, respire hondo y mire con el rabillo del ojo hacia la entrada de la calle, allí estaba "eso" de pie, podía ver su sonrisa asomándose por el golpe que le había propinado, mi respiración se agito, nuestras miradas se cruzaron, pero permaneció inamovible, en tranquilidad y serenidad, lo mire con furia, lo rete con una mueca pero no recibí respuesta, no traía su arma, me sentí aliviada por esa parte, sus ojos brillaron perversamente o quizá ya estaba alucinando, pude escuchar que un mascullo escapo de sus labios, era tan extraño no pensé que tuviese sentimientos pero aun así no deje de mirarlo, se dio la vuelta y me dejo ahí, parada, esperando…hasta que se marcho de la calle y lo vi perderse entre los pinos y la obscuridad. Aparte los ojos, me había dejado vivir, pero… ¿Por qué? La luna apenas se había movido nada desde que la había mirado hace tantas horas, los ladridos y aullidos de los perros por toda la zona me animaron a entrar al fin, no tenía ya intenciones de permanecer más fuera. Entre a mi hogar, el calor de mi recamara fue mi mayor satisfacción, al fin podría dormir tranquila, tome asiento en el borde de la cama y una vez dispuesto todo, reuní el valor para inyectar la anestesia local, espere un rato, pues la cabeza me punzaba y me daba vueltas apenas entro la aguja, deje que hiciera efecto y al fin acomode mi hueso en su lugar, drene la sangre que había alrededor, lo entablille y vende una vez desinfectado, así como la profunda herida que cubría mi rostro, lo demás lo podría dejar para después.
Cerré la puerta y me deje caer sobre mi cama, el reloj que yacía en mi cómoda cayó al suelo quedando suspendido por el cable, en un balanceo que francamente no me importaba en ese momento, solo quería dormir, de todos modos podría ir al doctor después que me entregase a mi sueño…
Me di vuelta en aquel solitario lugar, con terror sentí el frío, la soledad, estaba otra vez en aquella pesadilla, tras de mi estaba "eso" de pie me tomaba por la espalda y sus manos oprimían con suma facilidad mi cuello, la agonía de sucumbir bajo aquel ser me supero, era sin duda más fuerte y resistente que yo, perdí el conocimiento y solo pude ver sus pies, entre una borrosa y bizarra imagen…
Me senté abruptamente en la cama, mire a mi alrededor, todo había sido un sueño, toque mi cara, y una mancha carmesí se impregno en uno de mis dedos, era sangre pero parecía haberse coagulado hace mucho tiempo, seguramente había sangrado un rato después de acostarme, no sabía cuánto tiempo había dormido, busque con la mirada la hora, pero mi despertador estaba colgado, ya no me importaba saberlo, una de mis manos tenía un hueco casi partiéndola por la mitad… pero no había dolor -¿me cubrí de su golpe?…-
-no…esta vez te he dado…jajaja-
El eco de mi propia voz me asusto, era como escuchar a alguien desconocido hablando por mí, con mi voz… me lleve las manos la cabeza tratando de acallar esa carcajada… ninguna de mis heridas sangraba, me levante arrastrando mi pie con cautela, el olor penetrante de sangre invadió mi cuarto, podía oler la sangre desde lejos algo usual para mi desde niña... Mire mi sudadera y estaba cubierta de manchas oscuras carmín, me la quite con rapidez, la guarde en una bolsa de platico y la arroje a la basura -¿Qué rayos está pasando…. acaso no estaba soñando, todo esto….fue real?- jadeaba pesadamente, estaba en shock…me pase las manos temblorosas sobre el rostro… - volverá por mi…lo se…- tome mi cabeza con pánico, ya no podía ocultarme de…mi…
Un hueco en mi mejilla detuvo todos mis pensamientos, despacio elevé la mirada, camine al espejo del baño, mis ojos estaban tan brillantes…radiantes esmeraldas…observe la grieta de mi rostro, no era tan profunda, aquel envidiable brillo de mis ojos era de libertad…
Mi cara era un desastre que no se reflejaba en el espejo, pero sentía claramente la textura de cada corte y golpe en mi cuerpo y rostro…todo estaba en mí… en mi mente… pero qué más daba.
De todas formas no podía esconderme mas ya de mí, tarde o temprano me daría cuenta…
Esas heridas inexplicables que aparecían en mi, brazos, piernas, torso…las marcas de rasguños y mordidas, el olor de perfumes dulces llego uno a uno a mi memoria, pero es que eran tan divertido cuando luchaban, esas voces tan melodiosas pidiendo una segunda oportunidad…pronto llegaría el atardecer y comenzaría mi hora favorita.
Camine hasta el desván, extraje mis fieles armas, un pañuelo de seda rojo, cloroformo, mis botas de casquillo y mis aditamentos, tenía una cama especial para ella, pulcra y limpia en mi sótano, merecía lo mejor de lo mejor, allí en mi estudio y cocina, tenía ya todo preparado para su prolongada estadía las colchas de su color favorito, su comida preferida pero que luche por su aliento más que la anterior, si… mi próxima inquilina, ojala que sea aun más linda en persona, la he seguido por tanto tiempo -ojala tuviera el valor de invitarle un café y que ella me dijera que si…eso sería tan…-
-estúpido e imposible…te has visto natsuki? ¡Solo hazlo a mi forma y calla¡ -
-solo quiero….que me pida que no le haga daño, que la deje vivir…que luche por alejarme cuando este sobre ella… que me haga enfadar, que me haga reír..Pero que me haga sentir algo…lo que sea…pero algo- no tendría el cariño de nadie jamás, odiaba el amor y no creía en el. Debía seguir el plan de siempre.
Ahora que lo pienso... -¿hace cuantos años que llevo haciendo esto? –
Sonrió y emprendo el camino, el dolor de mi pie se ha ido, al fin ha dejado de luchar la cordura, pobre necia que ha sido rabiosamente terca hasta el final, está en mi sangre, era claro que el apellido saldría a relucir tarde o temprano
-tres años…nat…- respondí al fin para mí.
Aun debía de esperar a ese mirar carmín, era ya inevitable rescatarme de mi propio monstro, debía estar en ese estacionamiento en cuarenta minutos, aun podría pasar a beber un café y un bocadillo, antes de que saliera de su trabajo, ella iría a su auto, veinticinco segundos después quitaría los seguros y la alarma mientras caminaba, diez segundos después y abriría la cajuela para subir el trabajo que solía llevar a casa cada domingo, ahí es donde mi compañía irrumpiría su rutina…. Tome mis llaves y Salí de casa, tan impecable como siempre…adoraba mi vecindario vacio, perfecto mara estar en paz y sin preocupaciones, saque mi jeep y me dispuse a ir tras esos hermosos ojos carmín… -pronto Shizuru…pronto-
Continuara…
Notas finales: aun sigo en el proceso de mis fics pendientes, no abandonare ningún proyecto que he prometido (lo digo por ti especialmente fanshiznat jaja) un saludo cordial a todas/os quienes leen y me regalan unos minutos de su tiempo.
Agradecimientos: a una bella cortesana que me ha hecho compañía a la distancia esta madrugada, mientras escribía la parte final, su compañía entre textos me ha sido de gran inspiración.
Dedicatoria: Fue mi primera historia en el mundo de la escritura, la cual no habría sido posible de sacar de mi cabeza sin usted.
Q.E.P.D
M.S.H
