—Siempre juntos, ¿No es así?— pregunto con los ojos acuosos, observando a la figura inmóvil que permanecía en aquel blanco colchón. Miro de reojo el intenso pitido que marcaba que aún seguía vivo, aun se preguntaba, ¿Cómo había pasado eso?
Sabía de paso la respuesta.
Él lo había metido a ese mundo.
Quería morir.
Primero: Un alumno nuevo, un amigo más
—Él es Matsuno Todomatsu— hablo la profesora con suma superioridad, todos estaban atentos a aquella figura que mantenía de igual forma su mirada hacia ellos.
—Espero llevarme bien con todos ustedes, un placer— hizo una reverencia, escucho unos cuantos murmullos por parte de las chicas, sonrió de medio lado, era lo que quería, atención
Se dirigió al asiento que la profesora había indicado, todos le veían de una forma algo curiosa, y más aquel chico. Lo miro detenidamente desde su lugar, ojos color miel, cabello castaño con un pequeño pelito rebelde. Era lo que podía notar de buenas a primeras, el chico observaba con detenimiento lo que la profesora decía, ¿Enserio estaba prestando atención? Al parecer no tanta, pues se distraía fácilmente
Es un chico curioso. Pensó Todomatsu, observando por más tiempo a aquel chico que jugaba a hacer figuras en la ventana del salón, pero desvió la mirada en cuanto sintió que el chico de ojos miel miraba hacia su dirección, ¿Por qué?
Las clases pasaron demasiado rápido en perspectiva del alumno nuevo, hasta que llegó la hora del receso; sacó su almuerzo, dispuesto a caminar hacia la salida, pero una voz grave hizo que se detuviera
— ¡Hey! Todomatsu~Kun, ¿Quisiera pasar el receso conmigo?
Se giró para encarar aquella voz grave y energética, era él, a quien había observado con detenimiento, a quien desde la primera hora le había llamado la atención, ¿Por qué? Ni el mismo lo sabía
—Eh… Está bien— contestó con su voz melosa, encaminándose los dos juntos hacia afuera.
Su nombre era Jyushimatsu Ono, hermano menor de un tal Daisuke, al parecer ya había salido de la preparatoria. Vivía con su madre, pues su padre había fallecido en un accidente automovilístico
—Mi más sentido pésame…— hablo en un hilillo de voz, no quería meterse mucho en los asuntos de las demás personas, ya lo había aprendido.
—Descuida, son… ¿Cosas que pasan?— dijo con una sonora carcajada, contagiando un poco a Todomatsu —Y dime, ¿Qué me puedes contar de tu vida?
Todomatsu bajo los palillos, al mismo tiempo que su vista, no quería hablar de ello, pero tal vez Jyushimatsu lo entendería —Vivo con mi hermano mayor, Osomatsu. Mis padres, por así decirlo, nos abandonaron a muy corta edad, dejándonos con nuestro tío Irino. Él enfermo y murió hace un mes— término de contar, volviendo a comer
Jyushimatsu guardó silencio durante unos segundos, después le sonrió algo afligido, lo que molesto un poco al chico de ojos rosáceos, no quería que le tuvieran lastima, no de nuevo. —Lo siento tanto…
Todomatsu lo callo poniendo un dedo en sus labios —No es nada, como tú lo dices, ¿Es algo que suele pasar no?
Ambos rieron, apresurando el paso hacia su respectivo salón.
Ya para terminar la última hora, había hecho un nuevo amigo.
— ¡WAAAA! Vives cerca de mi casa, ¿Nos vamos juntos?— pregunto Jyushimatsu, con una sonrisa aún más grande y los ojos iluminados de esperanza
Todomatsu asintió, despidiéndose de unas cuantas chicas que se le habían acercado.
Caminando a paso algo lento, iban hablando de cosas triviales, algunas sin sentido por las locas respuestas del oji miel. Quién a su vez hacía reír al otro castaño.
Pero este, a pesar de estar riendo por las payasadas del otro, sentía como una intensa mirada le recorría de pies a cabeza, no era verdad, ¿cierto?
Joli~
Bueh, aqui estoy con una nueva historia. Esta vez JyushiTodo, ¿Por que? pz por la simplke razón de que esta pareja se me hace muy tiernita~
Espero sea de su agrado~
By: Puka-Chan
