LevixReader. Levi está en el escuadrón de reconocimiento y es el soldado más poderoso de la humanidad, un soldado que no tiene tiempo para preocuparse de algo tan banal como un "lazo" hacia nadie, al menos ya no más. El te odiará, te escupirá maldiciones y te hará sufrir más que nunca pero…¿Será que eso será capaz de cambiar?
Tu eres una soldado con un pasado oscuro que no le quita la sonrisa del día a día, te sientes identificada con el ya que su cruz es parecida.
Esta es una historia acerca del método en que los lazos entre las personas se van formando y como se fortalecen a través del tiempo, en este caso esas personas son Levi y el lector de esta historia, ósea tu mi querido lector, tu eres el protagonista.
Tuve la idea después de ver Shingeki no Kyojin y me pareció que lo más indicado seria palpar mis pensamientos en papel así que…si lo que estás buscando es leer una historia larga llena de temas serios, drama y sufrimiento, esta te gustara. Oh también esta primera parte es tan solo el prólogo, para que conozcas un poco de tu pasado en este universo y la personalidad que llegaste a desarrollar.
Prologo
Una tranquila tarde hace 20 años atrás…
Recuerdo que era tan solo una pequeña niña de cinco años corriendo entre las calles de Shiganshina, un niño y una niña gemelos que vivían cerca de mi casita me estaban molestando, llevaban haciéndolo un buen tiempo ya, pero esta vez las palabras se habían convertido en algo físico y ellos habían decidido lanzarme rocas y empujarme contra un rió.
Sabía que me odiaban desde que los conocí, mi mama me decía que era porque me tenían envidia, que mis ojos eran más bonitos y profundos que los de ellos y mi pelo dejaba una sensación suave que también lo hacía más lindo, pero yo no lo veía así, yo no veía nada especial en mí y tampoco me importaba realmente, siempre tuve esta idea de que lo bonito está dentro de ti, en tu corazón.
Llegué empapada a mi casita cuando supe que había perdido a los dos, se habían cansado de perseguirme aparentemente. Mi hogar estaba en la esquina de una calle contigua al muro de Shiganshina, era algo pequeña pero muy acogedora. Mi mama me reprimió al entrar en esas condiciones así que corrí hacia mi papa a abrazarlo, él siempre me reconfortaba cuando era regañada y viceversa. Tan solo me sonrió y abrazo con su único brazo derecho, había perdido el izquierdo en una de sus tantas batallas.
Mi papa trabajo en el escuadrón de reconocimiento hace cinco años atrás, exactamente mi edad. El salía de estas gigantes murallas con un grupo de hombres grandes y valientes para hacer misiones a favor de la humanidad, así que crecí llena de historias acerca de ellos, de lo increíbles que eran y de la cantidad de hombres que habían perdido, papa nunca me ocultaba nada, era sincero conmigo y yo lo agradecía, a mama no le gustaba ya que era muy inocente para saber esas cosas y no las entendía muy bien la verdad pero me sentía triste al saber que papa no volvería a ver a sus compañeros y que su brazo jamás volvería porque había sido devorado por un titán.
Mama y papa, ellos fueron mis primeros lazos.
-Papa…¿podrías enseñarme a pelear?-
Recuerdo que le pregunte unos meses después de que comenzaron a golpearme, no le quería decir porque quería aprender por más que me lo preguntara, el acoso se había vuelto mayor y ya yo estaba cansada de no hacer nada y huir, quería enfrentarlos.
-Está bien hija…Te enseñare- me dijo finalmente después de tanta insistencia- siempre y cuando recuerdes esto; las peleas para los titanes, jamás para los humanos-
Lo mire con decepción notoria en mi cara, pero sus palabras siguientes me animaron muchísimo.
-A menos que…debas hacerlo. –
Asentí con mi cabeza sin entender sus palabras del todo, yo solo estaba emocionada por aprender. Y así estuve un año entero practicando con mi padre, aprendí sus poses para pelear, los puntos débiles en las personas, los puntos débiles de los titanes (usando un árbol como modelo para titán) y sentí que mis brazos y piernas se hacían más y más fuertes. Ya no dolía tanto que me golpearan, y ya no tenía tanto miedo.
Aun me faltaba mucho por aprender pero…¡Tenia todo el tiempo del mundo!...
Oh vaya, que equivocada estaba.
Aquel día…Mi corazón estaba a punto de detenerse.
Estaba jugando en el patio y escuche un ruido adentro de mi casita, entre corriendo con un dibujo en la mano y todo lo que vi fue sangre en las paredes, en el piso, en los muebles…y mucha más sangre en la ropa de mi mama tirada en el suelo.
-¡M-Mama….!-
Había dos señores con sombrero y un cuchillo en una mano, uno ensangrentado y el otro no. Estaba estática ¡¿Qué estaba pasando?! ¡Mama! ¿Papa? Allí me di cuenta que papa estaba arrodillado y amarrado, me miraba con miedo, con miedo y lágrimas en los ojos.
-Oh vaya-le escuche decir a uno de los hombres con traje negro- ¿Acaso tuviste una queridita hija? Espera, esta no se parece mucho a ti. –
¿Parecerse? ¿De que estaría hablando?
-Corre mi vida….¡Corre muy lejos y no vuelvas, _!-papa grito mi nombre y me dijo que corriera-
Pero yo seguía sin poder moverme, quería acercarme a mama, pero mis pies no respondían al ver que ella no se movía, miré a papa a los ojos una vez más y…Esa fue la última vez que vi sus ojos brillar. Uno de los hombres lo apuñalo en todo el corazón, leí sus labios después de que lo habían lastimado "Corre" me seguía insistiendo, hasta que sus ojos se apagaron en su totalidad y yo seguía… tan solo parada allí.
-Bueno…la idea era no dejar testigos, no quería tener que matar a una niña, pero…- le escuche decir al otro hombre con el cuchillo ensangrentado-
Y en ese momento supe que debía correr.
Y que este mundo era realmente cruel.
Lo último que recuerdo es que pasé días hambrienta y perdida en la ciudad, ese día corrí tan frenéticamente que no me di cuenta a donde iba, la noche era muy oscura y tenebrosa, mis pies descalzos no aguantaban el dolor, pero si me detenía me harían lo que le hicieron a mama y papa. Y yo no quería ¡No quería morir!
"Morir" entonces supe el significado de que papa no volviera a ver a sus amigos.
Y llore, llore mientras corría, llore mientras descansaba de correr, llore cuando caía desmayada en un callejón por el cansancio. Estuve llorando por varios días, hasta que mis lágrimas se secaron y dejaron de salir.
Estaba tan lejos de casa que termine en el siguiente muro, papa me había hablado de eso…Me acerque a uno de los guardias desesperadamente, pidiéndole ayuda, y él me miro con cara de incomprensión por un momento.
Era un hombre alto y de pelo rojizo, parecía estoico y pensativo, yo creí que no me ayudaría hasta que una sonrisa maliciosa paso por su cara.
-Ah, estas perdida. Déjame ayudarte pequeña- sentí un impulso eléctrico al momento que tomo mi mano, pero no supe que hacer. –
Sentí un golpe en el cuello y todo se volvió negro…Cuando desperté, tenía los ojos vendados y solo pude escuchar que me estaban llevando a un lugar llamado "ciudad subterránea". Había escuchado de ese lugar por mi papa también…y temblé.
Pasaron muchos años para que pudiera salir de esa miseria, ya era una mujer. Había sido marcada, pero había sobrevivido teniendo una meta clara en mi mente…Me uniría a la tropa de reconocimiento como mi padre y encontraría a sus malditos asesinos…Les preguntare porque los mataron, para después matarlos.
Fin del Prologo
¡Bueno esto es todo por ahora! el primer capitulo se llamara "Entrando a las tropas" ya tengo una parte escrita pero, no quiero subirlo hasta que no este totalmente revisado y terminado. ¡Un poquitin de paciencia por favor!
Gracias por haber leído hasta aquí, se que esta primera parte es muy corta pero pues, es tan solo un poco de historia de su pasado.
Aclaraciones:
-A aquellos que no hayan entendido; cuando menciono "_" es porque es el espacio donde va su nombre, es decir, cuando usan su nombre en una oración, no me se el nombre de cada uno de mis lectores y como ustedes son las protagonistas, ustedes sabrán x)
-Las únicas descripciones físicas de ustedes resaltantes es que tienen un hermoso y suave cabello con ojos muy profundos.
-Eren, Mikasa y Armin probablemente son bebes en el tiempo en que comienza esta historia, así que la destrucción de Shinganshina aun no ha sucedido.
