Prologo

Se me habían desatado los cordones. Me agache y alargue los brazos hacia ellos mientras sujetaba con la boca la rebanada de pan con mermelada que me estaba comiendo.

Tenía un poco de prisa para llegar al instituto, donde trabajaba. El camino siempre resultaba ser desapercibido. La refrescante brisa de la mañana me hacía sentir bien.

"Supongo que ya es hora de comprarme zapatos nuevos"

Tampoco es que los hubiera usado tanto, así que me parecía un desperdicio; aunque de todas formas tenía la impresión de que pasaba más tiempo atándome los cordones que caminando. Sin embargo, fueron el primer amuleto de buena suerte que compre.

"! Buenos días, N!"

"¿Eh? Oh ¿White? Buenos días"

"Siempre se te desatan, ¿eh?"

"Ya ves"

Una chica con uniforme escolar, piel clara y ojos azules me dirigió una sonrisa de oreja a oreja.

Su castaño cabello siempre lo traía atado en una alta coleta, solo recuerdo alguna vez con el cabello suelto. Su cuerpo al completo se envolvía en un aura delicada y calmada.

No sé por qué me quede mirándola tan fijamente, pero la forma en que ladeaba la cabeza me pareció bastante adorable.

Sorprendido y algo sobrecogido, mordisquee inconscientemente el pan. Maldita sea, no sabía lo mal que estaba.

"¿N? ¿No es de mala educación caminar mientras comes?"

"Si, es que no me daba tiempo"

"¿Te has vuelto a quedar dormido? Deberías levantarte antes ¿eh?, y además por la mañana lo mejor es comer un poco más que solo un pan con mermelada, ¿no crees?, si no te alimentas bien, como profesor no aguantaras tu día"

Vaya discurso. Bueno, sí que quiero controlar más mis mañanas, pero no me es fácil.

Tal como ha dicho, soy su profesor. Imparto clase de historia y literatura, a Touko White la conocí poco antes de saber que sería su profesor, con tantos alumnos, preparar las clases, me es difícil poder dormir temprano.

"Tendré más cuidado, gracias"

"La salud es primero, N"

Touko suele encontrarse conmigo de camino al instituto, y es la delegada principal. Una chica con carácter pero que todo mundo adora.

Cada día me regaña por una cosa distinta, aunque se lo agradezco; no lo hace de forma engreída, simplemente es así.

"¿Quieres algo de beber? Espera un momento"

"Ah, vale"

"Si tienes sed, dilo. Siempre tengo té"

Detuve a White antes de que sacara una botella de agua de la mochila y me termine mi tostada. Que chica tan atenta.

Sinceramente no se quien enseña a quien aquí. Debería seguir su ejemplo; supongo que eso significa que tendré que empezar a madrugar más.

Esto va a ser duro.

"Paso a paso, lo más importante es seguir avanzando ¿no?"

"¿eh?"

"Nunca cambiaras Jejeje"

Oh, no te rías, cada vez que lo haces mi corazón se acelera, esto no es bueno.