Capítulo uno - weren't made for each other.

Si realmente uno tuviera notas mentales dentro de uno, la vida sería mucho más fácil. Piénsenlo, cosas como "no hagas (...) porque (...)" o "no confíes en las personas que..." y ejemplos de ese estilo, son la clase de ayuda memoria que las personas necesitamos para no equivocarnos tanto.

Si me preguntaran cuáles son las indispensables para mi caso diría que dos. La primera sería "No comas el sándwich que ya vomitaste" y la segunda sería "No hagas eso cuando se trate de Sasuke".

Si me dieran la opción de una tercera... "Aprendé a decir a NO".

Ése sería mi abc, mi padre nuestro y blah blah blah. El problema es que el abecedario lo aprendí de chica y después no le presté más atención, no soy de lo más religiosa para rezar todas las noches y explicar los blah blah blah tomaría mucho tiempo jajajajajaja.

Lo mejor que puedo hacer es relajarme y dormir. Mañana empieza otra vida.


Pregúntenme cuál es mi punto débil. Háganlo y yo contestaría que son las mujeres. Ahora, pregúntenme cuál es el punto débil de las mujeres que me conocen y ellas seguramente les dirán que soy yo.

Ding dong.

Ese es el llamado de alguna de ellas a la puerta. Señores, brindo con ustedes por otra noche de diversión para mí.

- Buenas noches, Sasuke. - me dice y me sonríe de manera seductora.

- Pasá. - y ni bien ella entra cierro la puerta - Ponete cómoda. -

Ella deja su bolso en el sillón y comienza a desabrocharse el abrigo.

- Supuse que no sos de los que les gustan mucho los preámbulos - susurró y dejó caer el sobretodo que llevaba puesto.

Observé su figura un par de segundos mientras ella caminaba hacia mi cuarto y pensé para mi mismo que era ella la que no tenía muchos preámbulos, o por lo menos no quería tenerlos conmigo.

Como les dije antes. Uno, yo soy lo que ellas quieren y dos, brindo por una noche divertida.


- Sakura. -

Mmmmm

- Sakura. - siento cómo alguien me sacude.

Mmmmmmm

- Sakuraaaa, levantateee. -

Aff.

- ¿Qué Ino? ¿Qué? - le dije con tono fastidioso y mirándola de la peor manera posible.

- Levantate - dijo con una sonrisa inocente como si nada hubiese pasado. - Tu mamá vino y ya preparó el desayuno, no hay que dejar que todo eso se enfríe - concluyó con tono afligido.

- No tengo hambre, desayuná vos si queres. -

Su cara se transformó inmediatamente.

- Ah no, no, no, no, no, no y no. Ya es la segunda vez que lo hace y no voy a tolerarlo. Te lo dije. Te lo dije a vos y se lo dije a él. ¡Siempre lo mismo! -

- Ino... -

- No, "Ino" nada. Le dije que no se acerque a vos y a vos te dije que no seas estúpida y que la cortes ¿lo dije o no lo dije? Sí que lo dije, pero claro, los señores no me escuchan. Hacen lo que se les canta. -

- Ino. -

- No terminé. Ahora me va a escuchar el idiota ése, lo voy a matar y cortar en cuadraditos - dijo y sacó el celular.

- ¿Qué estas por hacer? -

- Ya te dije qué voy a hacer, lo voy a matar - marcó un número.

No iba a dejar que lo haga, me levante de la cama y me fui directo a sacarle el teléfono. Otra vez se le desfiguro la cara y antes de que alcance el teléfono cortó la llamada y lo guardó.

- Tengo que irme, vengo en un rato. - dijo en un murmullo y salió corriendo de la habitación.


Pendejo, pendejo, PENDEJO. Lo voy a matar, le voy a desfigurar la cara a golpes y nunca más nadie lo va a reconocer.

No soy alguien que reaccione de ésta manera. Pero hoy Sasuke tocó fondo.


Alguien toca la puerta. Hn.

Una, dos, tres veces. Hn.

Alguien toca muy fuerte mi puerta. Cuatro, cinco, seis.

Mierda, alguien va a romper mi puerta a golpes. Me levanto como puedo de la cama y voy a la puerta. La abro y

- In- - no completo el nombre de ella y, en cuanto reacciono del golpe que me dio en la boca, me doy cuenta que estoy en el piso.

Es la segunda persona que conozco que puede golpearme y derribarme.

- ¿¡QUÉ MIERDA TE PASA A VOS, SE PUEDE SABER!? -

- ¿Qué te pasa a vos nena? ¿¡Por qué me pegas!? -

- Ayer la dejaste, AYER. Enfermo. -

- Pará, pará. Baja el tono. Sos mi mejor amiga pero no te permito que me hables así. -

- ¿Y cómo querés que te hable? Vos te das cuenta que... -

Ahora lo que sea que Ino estaba por decir quedó inconcluso en cuanto sus ojos se posaron en la chica con la que pasé la noche. No le sacaba los ojos de encima, ambas permanecían en silencio.

- Va a ser mejor que te vayas. - dije mirando en dirección a la chica. - Después terminamos de arreglar las cosas. -

Ella sólo asintió, tomó su abrigo, su bolso y se marchó.

- Era una prostituta. – espete mientras cerraba la puerta.

- Ay, Sasuke, no necesitas pagarle a una mujer para llevarla a la cama. Jamás creería que esa chica era prostituta. -

- Ese no es mi problema. Lo que sí me incumbe saber es el porqué de la piña que me diste. - agregué.

- Pasaba a decirte buenos días. - dijo mientras la ironía rebalsaba por cada una de las letras de esa frase.

- Si fueras más clara, por favor... -

- Estoy consolando a mi mejor amiga, voy a llamarte y decirte de todo y me atiende una mujer... -

- ¿Y con eso qué? - le pregunté alzando una ceja.

- Cortaron ayer y ya te estabas encamando con otra. Sos un enfermo. - me dijo con desilusión.

Creo que Sakura no tuvo ni chance de hablar.

- ¿La dejaste hablar siquiera? -

- No hacía falta, estaba tirada en la cama, no quería comer... -

La duda se dibujó en mi cara, pero así y todo, escuchaba a medias lo que decía Ino.

- Así que me enoje, te llamé, contestó una mina, me enoje más y vine para acá. -

- Ya dije que era una prostituta... - me quedé callado por un segundo. - Me pidió que fuéramos amigos. -

- ¿Quién? ¿La prostituta? - se echó a reír a carcajadas. - ¿Vos me querés tomar de pelotuda o qué?

- Sakura. -

Su cara se transformó en un perfecto reflejo de la sorpresa, los ojos abiertos por completo no se escapaban de sus cuencas por poco y la boca formó una "o", dejando su expresión al descubierto.

- ¿Qué? -