Esta es la historia más larga que he escrito hasta ahora
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Capítulo 1: Hijo de dragón
La lluvia caía inconmensurable, grandes charcos eran formados y ni un rayo de sol se filtraba a través de la muralla de nubes.
Ya voy, qué raro no hay nadie.
El fornido hombre rubio tenía un aspirante a bigote formándose en su rostro.
Eh, Layla ven aquí.
¿Qué ocurre?
La mujer poseía rasgos perfilados y un bello cabello rubio.
Esto es...
Un niño
El rostro de la mujer se iluminó al observar a la pequeña criatura envuelta en una manta.
Deben de haberlo abandonado.
Podría ser nuestro regalo Jude, quiero cuidar de él.
El hombre trató de replicar, pero viendo el rostro del pequeño niño no pudo evitar aceptar.
Está bien.
Has oído pequeñín desde ahora formas parte de nuestra familia.
La voz de la rubia era cariñosa y llena de bondad.
¿Cómo lo llamaremos?
Según esto ya tiene nombre.
El fornido hombre cogió una bufanda que el pequeño llevaba a su alrededor, con el bordado de "Natsu".
Pasa Natsu.
La voz de mamá me dio fuerzas para pasar, abrí la puerta dejando entrever mi cabello rosa.
Acércate.
Mamá se veía agotada, parecía que había corrido un maratón, pero su sonrisa me tranquilizaba.
Papá me levantó hasta llegar a la altura de la cama de mi mamá.
Está es tu hermanita, se llama Lucy.
Se trataba de un pequeño bulto arrugado, como una pasa, tenía los ojos cerrados y dormía muy tranquila.
¿Hermanita?
No entendí lo que eso significaba, papá rió y me dijo
Quiere decir que debes cuidar de ella, tú serás su protector.
La explicación se instauró en mi mente.
Yo cuidaré de ti, Luce.
Mamá me sonrió cariñosamente mientras palmeaba mi cabeza.
¿Qué es eso?
La nueva niña no hablaba con nadie, había llegado hace dos días y se mantenía apartada del resto, lo más raro era que tenía una cosa en el ojo.
Es un parche, también vas a burlarte.
Me pareció que estaba triste, su tono era áspero.
No, es muy chulo te hace ver diferente.
Ah, gracias.
Yo soy Natsu Heartfillia, seamos amigos.
Cla..claro, yo soy Erza Scarlet.
Al sonreía su pelo rojo se movió ondeando al viento.
No molestes a Luce.
Le asesté un feroz puñetazo en el rostro haciéndolo chocar contra un árbol.
Devuélvele su mochila.
Aferré un fuerte agarre en cuello.
Lo haré con una condición.
¿Cuál?
Pare de aplicar fuerza para mirarle a los ojos.
Que me des la revancha Salamander
Por supuesto, ¿Qué es eso de Salamander?
No es que no me gustase pero me sorprendió.
Por tu bufanda, parecen escamas de un dragón.
Mola, pero me llamo Natsu.
Yo soy Gajeel, Gajeel Redfox.
Le ayudé a levantarse.
Se limpió el polvo, y me dijo que mañana quedaríamos al parque para la revancha, mientras se marchaba.
Arigato Natsu, eso fue muy valiente.
Me sorprendió el abrazo de Luce y aún más el fugaz beso.
Esa es tu recompensa-me sonrió.
Vamos Gajeel, con fuerza.
Eres duro Salamander.
Natsu-ni deberías parar si Erza se entera te golpeara.
No tiene porque enterarse.
De repente un escalofrió me recorrió, anticipando lo que iba a ocurrir giré mi cabeza, y ahí estaba.
E...Er...Erza.
No me gusta que haya peleas en la escuela.
No estábamos peleando, estábamos jugando, verdad Gajeel.
Porque le mentimos, que puede hacer.
La cagaste cabeza de hierro-pensé.
En un rápido movimiento Erza tenía inmovilizado a Gajeel.
Vamos Erza suéltale, por favor prometo que no lo volveremos a hacer.
Porque tú me lo pides, pero la próxima vez no os salvareis.
Pude ver como sus mejillas se volvían rojas, creí que estaba enferma.
Estaba rodeado por oscuridad, el suelo parecía una especie de charco en el que no te hundías.
¿Dónde estoy?
Mi voz resonó en la infinita estancia.
Bienvenido.
La repentina voz provocó mi sobresalto haciéndome caer y provocar ondulaciones en el agua.
No te alteres, he venido para advertirte.
¿Quién eres?
Eso aún no importa mocoso, escucha y calla.
Oye no te pases.
Pronto tu vida cambiará, recuerda eres diferente, eres superior a un humano, y recuerda cuidado con el dragón negro.
Me levanté en un lecho de sudor, la cabeza me dolía, el sueño se mantenía fresco en mi cabeza.
Natsu-ni, a desayunar o llegaremos tarde.
Luce me sacó de mis pensamientos abriendo la puerta.
Ahora voy Luce.
¿Ocurre algo?
Nada solo he tenido un sueño algo raro.
Luego me lo contarás ahora vamos a desayunar.
Esto está delicioso Luce.
Me alegra que te guste oni-chan.
Sabes cuando vuelven papá y mamá.
Hacía unos dos días que se habían marchado al extranjero en un viaje de negocios.
Llamaron hace poco, dijeron que llegarían mañana o el siguiente.
Estupendo.
Verdaderamente los echaba de menos, nunca me gustó que se marchasen de viaje.
Que te parece si esta tarde vamos al centro comercial.
Lo siento, pero he quedado con Erza, tenía que ordenar unos papeles y le propuse ayudarla.
Últimamente, sales mucho con Erza, eso no es justo yo también quiero estar contigo oni-chan.
Vamos Luce no digas eso, para compensarte hoy haré tu plato preferido para cenar ¿sí?
Aprendí a cocinar de pequeño, y he de admitir que se me da bastante bien.
Arigato Natsu-ni.
Luce se abalanzó sobre mí, dándome un beso.
Esta es tu recompensa.
Deberías dejar de hacer eso, de pequeños estaba bien pero ahora...
Que pasa oni-chan, ¿te gusta?
Un sonrojo se formó en mis mejillas, como odiaba que Luce hiciese eso.
Creo que debemos ir yendo a la academia, no quiero llegar tarde.
El viaje era tranquilo, el sol golpeaba feroz mis ojos y una gota de sudor resbaló de mi rostro.
Eh Luce que...¿Luce?
Se había detenido, observé a mí alrededor viendo a los pájaros los pájaros congelados en el cielo, nada se movía.
¿Qué está pasando?
Hola Natsu
Una figura emergió del oscuro callejón, con dos orbes rojos.
¿Quién eres?
Adapté una pose de pelea, pero el temblor me delataba.
Tranquilo, solo he venido a advertirte.
Otro con las advertencias.
No eres quién crees ser, deberías preguntarles a tus padres de dónde vienes.
El hombre desapareció dejándome asustado e intrigado.
Natsu-ni.
La dulce voz de Luce me sacó de mis pensamientos.
¿Qué ocurre?
Na...nada, vamos llegaremos tarde.
Me apresuré en empezar a andar, pero pude ver en el rostro de Luce que no se tragaba mi excusa.
Las clases se me hicieron largas y pesadas, si normalmente no me concentro, hoy después de lo ocurrido ni te cuento.
Cuando terminó el interminable día, Luce se alejó andando hacia casa, y yo ne dispuse a ir con Erza.
Hola
Abrí la puerta tras golpearla varias veces, Erza había cambiada totalmente exceptuando su cabello, el parche que hizo que nos conociésemos ya no se encontraba allí, y su cuerpo se había vuelto esbelto.
Hola Natsu.
¿En qué quieres que te ayude?
Si no te importa, ve ordenando esos expedientes por fechas.
Por supuesto.
El silencio se hizo presente en la sala, no es que me molestase pero decidí romperlo.
¿Recuerdas cómo nos conocimos Erza?
A qué viene eso.
Nada, solo que últimamente estoy nostálgico.
Por supuesto que lo recuerdo, fuiste el único que me habló, el único que no se burló.
Me pareció ver un sonrojo en su rostro.
No fue para tanto, lo hice porque me parecías interesante-traté de restarle importancia.
Eso es lo que me gusta de tí-le oí susurrar.
¿Qué dices?
Nada, es solo que...eres bueno sin proponértelo, ni siquiera tenías porque venir a ayudarme.
No es para tanto, tú eres más impresionante, puedes hacer todo este papeleo y mantener todo en orden.
Como quieres que no me enamoré de tí.
Er...
Fui interrumpido por un cálido beso, primeramente me sorprendió, pero luego me acomodé.
Nos vemos Natsu, dejaremos esto para mañana.
Sin duda este día estaba siendo extraño, primero el sueño, luego el tipo ese tan raro y para terminar un beso de Erza, aunque lo último no me disgustaba.
Abrí la pesada puerta, el olor de combustible lleno mis fosas nasales.
Ey Salamander.
Hola Gajeel.
El pequeño gamberro, era ahora un joven de larga melena negra con su rostro adornado de pierciengs.
¿Cómo va?-pregunté.
Cada día vienen más ricachones que quieren que les mejore su coche, por lo menos pagan bien, y a ti que tal te va.
Mientras hablaba sacó un trapo para limpiarse las manos.
Si yo te contase, llevo un día de locos.
No me jodas, y a la coneja como le va.
Ah Luce está..., ah es verdad se me hace tarde, tengo que hacer la cena, nos vemos cabeza de tornillo.
Salamander-gritó enfadado.
Ya estoy aquí Luce.
Bienvenido Natsu-ni.
Luce me recibió con un delantal.
¿De qué vas vestida?
Voy a ayudarte a cocinar-hizo un lindo mohín.
Está bien vamos.
Luce sabía cocinar, pero era algo desorganizada.
Toma Luce.
Le serví un gran plato de espaguetis con huevo.
Arigato oni-chan.
No tienes por qué darlas, tú también has ayudado.
En todo caso luego te daré tu recompensa-me guiñó un ojo.
Acabada la cena, yo y Luce nos sentamos a ver una peli de terror, de tanto en tanto me abrazaba producto del miedo, o eso supuse.
Al entrar en mi habitación vi aparecer de entre las sombras al misterioso muchacho que había encontrado hoy.
Hola Natsu.
Tú otra vez, dime quién eres.
Mi nombre es Zeref, y soy un mago inmortal.
Mierda, creo que este tipo está loco.
Comprendo tus pensamientos, pero desconoces mucho de tí, tus padres no son quién crees, tu auténtico padre es Igneel Dragneel, un dragón.
¿Pero qué dices?
Supongo que debe ser difícil de creer, solo te estoy diciendo esto porque se lo prometí a Igneel, esto es todo lo que puedo decirte, nos vemos.
Definitivamente me estoy volviendo loco-pensé.
Lo mejor será que me acueste y puede que mañana sea un día más tranquilo.
Un fuerte sonido me despertó, me levanté rápidamente y fui corriendo a la habitación de Luce.
¿Qué está ocurriendo oni-chan?
Su tono de voz mostraba preocupación, pero mantenía un resquicio de sueño.
No lo sé, alguien ha debido entrar en casa, espera en el cuarto iré a ver.
Bajé las escaleras lentamente, solo para encontrarme con un pequeño anciano, acompañado de...
¿Erza?
No lo podía creer la pelirroja se encontraba delante mía enfundada en una armadura.
Hola Natsu.
Su tono no parecía de sorpresa.
Así que tu eres el hijo de Igneel-dijo el pequeño hombre-Mi nombre es Makarov.
No podía creerlo que hacía Erza aquí.
!Ey mocoso¡-reaccioné.
Comprendo que estés asustado, pero necesito que me acompañes.
Hazle caso Natsu.
Oni-chan.
Noté su peso sobre mi espalda.
¿Qué está pasando?
Pude ver el desconcierto en su rostro.
¿Erza?-preguntó.
No tenías que ver esto niña-dijo el pequeño anciano.
¿Qué queréis?
Cubrí a Luce, tratando de protegerla.
Ya te lo he dicho, quiero que nos acompañes.
Está bien, pero con una condición.
Tú dirás mocoso.
Quiero que Luce nos acompañe.
Eso no es posible Natsu-negó Erza.
Entonces no me moveré de aquí.
Mi mirada seria se clavó en los ojos del anciano.
Tan terco como tu padre, bien trato hecho-aceptó-acercaos.
Cogí a Luce de la mano, reuniéndome con el anciano.
Tranquilo Natsu-habló Erza.
No quiero tu consuelo.
Estaba enfadado con ella, aún no podía asimilar lo ocurrido.
Bien entonces vamos.
El anciano chasqueó los dedos e hizo aparecer un círculo en el suelo.
En un abrir y cerrar de ojos, me encontré en una gran sala en la que el emblema de un hada se encontraba grabado en una gigantesca bandera roja.
Bienvenidos a Fairy Tail-exclamó el desconocido.
¿Cómo ha hecho eso?
Noté en mi tono de voz una emoción infantil.
Bien Natsu, ahora acompáñame.
Pero y Lu...
Tranquilo oni-chan, yo me quedaré aquí con Erza.
Luce parecía encajar lo que estaba pasando, pero el temblor en su cuerpo reflejaba lo contrario.
Tranquila Luce.
Le di un abrazo tratando de calmarla.
Vamos mocoso.
Está bien voy.
El anciano me llevó a una sala y me hizo sentar en una silla enfrente de un gran escritorio detrás del cual se encontraba él.
Bien Natsu, es hora de que te cuente la verdad.
Soy todo oído.
Para empezar no eres humano, tu padre es un dragón llamado...
¿Igneel?
¿Cómo lo...?
Un tipo muy raro se me apareció y me contó eso mismo, creo que se llamaba Zafer o algo así.
!Zeref¡-exclamó.
Exacto.
No esperé que apareciese.
¿Entonces lo que dijo ese muchacho es verdad?
Sí, pero no te lo contó todo, es verdad que tu padre era un dragón, los dragones más poderosos son capaces de convertirse en humanos, él te engendró junto con una humana llamada Grandine, ellos tuvieron qie abandonarte a causa de...
Un dragón negro-farfullé.
¿Eso también te lo dijo Zeref?
No, fue una voz en mis sueños, me dijo que tuviera cuidado con el dragón negro.
...eel-le oí susurrar.
¿Qué?
Nada, bueno como decía, al abandonarte tus padres fuiste a parar en manos de la familia Heartfillia.
Eso quiere decir que mis padres no lo son y Luce no es mi hermana.
Un hilo de tristeza escapó de mi voz.
No te equivoques, puede que no sean de tu misma sangre, pero son tu familia.
Tienes razón.
Me sentí estúpido al pensar esa tontería.
Bien, donde quiero llegar a parar es que eres un híbrido, mitad humano mitad dragón, tú posees magia.
¡Magia!-exclamé.
Si, una de las más poderosas la de dragonslayer.
!Que pasada¡
Y por último, tu eres el elegido para aniquilar al dragón negro Acnologia.
No me jodas.
Salí a un pequeño comedor, con una cascada de información fluyendo por mi cabeza.
¿Qué tal ha ido oni-chan?-preguntó Luce.
Más vale que te sientes-sonreí.
…...
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