Capitulo 1: Penumbras
Al caer la noche, sale la Luna y las estrellas, se escuchan los grillos, el viento sopla y todos duermen, pero… está noche, solo se escuchan lamentos, sollozos, gritos ahogados.
Una sombra negra corría desenfrenadamente por las calles sonriendo al llevar a cabo con su plan, con su segundo plan. Secuestrar a los padres y hacer que los niños queden solos, lloren y sufran.
A esta sombra solo le faltaba una casa, solo una y su labor terminaría, era cercano a un bosque, alejado de una ciudad, sonrió al ver la casa, puesto que todos dormían y las luces estaban desde luego apagadas.
Entró sigilosamente, sin hacer el mayor ruido posible, se acercó al primer cuarto que vio, era completamente rosado, pero gracias a la oscuridad no se distinguía, en una cama, dormía plácidamente una niña de no más 7 años, vio sus sueños, los cuales abrazaba a sus padres. Sonrió con malicia para después tocarlo, lo que eran sus padres se convirtieron en unos monstruos. La niña despertaría en poco tiempo, él lo sabía.
Se dirigió al segundo cuarto que vio, donde había dos niños iguales durmiendo en una litera, sonrió nuevamente y al dirigirse toco los sueño de ellos, donde estaban enfrentando a un dragón y ellos eran los caballeros, por ser gemelos, los dos podrían tener el mismo sueño, y está no fue la excepción, sonrió al ver que el dragón iba ganando para luego irse.
Entró el la otra habitación que vio, está debía ser la de los padres, estaba seguro, abrió la puerta y cual fue su sorpresa, de ver a otra niña, no, una joven durmiendo, no le dio importancia alguna y cuando iba a cerrar la puerta, le llamo la atención un brillo amarillo, que estaba en su cabeza, la joven, aun creía y sonrió ante eso, puesto que haría mas daño aun, se acercó y pudo ver que la niña soñaba con… con… ella misma, ayudando a sus hermanos, cerró los ojos y tocó el su sueño para luego ver como un carro se acercaba a ellos, se fue del lugar y por fin, halló a los padres de esos niños, los envolvió en un manto negro y junto a ellos desapareció.
-¡AHHHHHHHHH!-De la casa se escucharon tres gritos, Pitch sonrió satisfecho y se apresuró mas.
La joven que había tenido un sueño horrible, despertó sobresaltada, mas por los gritos que escucho que por su sueño, prendió una luz cerca de ella y fue directo a donde se encontraban sus hermanos, primero a la pequeña, que abrazó muy fuerte a su hermana y después a la de sus hermanos, que hicieron lo mismo.
Se dirigió al cuarto de sus padres con sus hermanos, y al abrir la puerta cual fue su sorpresa al no verlos, bajo a su hermana al suelo y se acercó a la cama vacía, no había nada, ni si quiera las almohadas.
-Mamá, papá-Corearon los tres niños con brotes de lágrimas en los ojos-¡Mamá, papá!-Gritaron creyendo que volverían si lo hacían así, pero nadie respondió.
La joven de ojos verdes y cabello castaño frunció el ceño y lo que temía desde niña, sucedió, quería mucho a sus padres, ¿Pero dejarlos?, ¿Sola?, ¿Con sus hermanos?, no los perdonaría.
Agarró a sus hermanos y se los llevó a su cuarto.
-Hermana-Dijo la pequeña-¿Dónde fueron papá y mamá?
-Nosé Victoria-Dije mientras buscaba una camisa, unos jeans y unas zapatos-Niños vayan a vestirse.
-¿Por qué?-Preguntó uno de los gemelos-Yo no quiero irme, quiero a papi y a mami.
Su hermana mayor suspiró-Papá y mamá están… lejos de aquí-Dijo-Iremos a buscarlos-Inventó-Ahora yo los cuidare-Les sonrió para darle apoyo-Vayan a vestirse, iremos a la ciudad.
Sus hermanos hicieron caso y se fueron de su cuarto, la castaña después de vestirse, preparó dos bolsos, con la suficiente comida, una cuerda, un botiquín de primeros auxilios, ropa, abrigos, su celular y otras pequeñas cosas.
Ya todos listos se fueron de la casa, cada uno con una linterna en mano, fueron al bosque de noche, con miedo de la oscuridad que había.
-Lo mejor será dormir aquí-Dijo mientras dejaba sus bolsos en el suelo, buscó algunas ramas y las junto para prender fuego.
-Tengo miedo-Dijo su hermanita acercándose mas a su hermana.
-Descuida, yo estoy aquí, siempre estaré con ustedes.
Los llantos y gritos, no pudieron ser omitidos por el señor de la Luna, advirtiendo a Norte de aquella trágica noche.
Santa, no pudo dejar pasar esto y como su deber era proteger a los niños del mundo igual que los demás guardianes, volvió a activar aquella llamada de emergencia.
El Hada de los dientes, junto a las pequeñas hadas se dirigieron al lugar volando, no podían evitar esto puesto que también habían escuchado los gritos y llantos cuando las hadas recogían los dientes de los niños.
El Conejo de pascua tocó el suelo con su pata y un agujero apareció, saltó en él y llegó a Norte.
Sandman, al ver los sueños de los niños arruinados, se dirigió lo mas rápido que pudo hacía Norte para dar aviso a este suceso.
Y por último, Jack Frost, quien estaba en un bosque en lo mas alto de un árbol, observaba como cuatro niños dormían con el calor del fuego, sin saber porque, pero alzó la vista, la ciudad estaba muy callada, por decirlo así, Sandman no estaba, hubiera visto sus polvos amarillos, miró a los niños nuevamente, no podían dejarlos solos, no ahí, como su deber era proteger a los niños, no debía dejarlos solos y menos con el mal presentimiento que tenía.
Ya era de día, la castaña abrió sus ojos lentamente al sentir la luz del sol y cual fue su sorpresa al ver nieve, abundante nieve sobre la fogata que había hecho el día anterior, dejó a sus hermanos dormir y se paro justo en medio de aquella nieve, adoraba la nieve, eso era seguro extendió sus brazos olvidándose todo lo ocurrido el día anterior.
-¿Quién eres?-Sintió un voz tras de ella y se giró para ver a un muchacho, de piel pálida, ojos azul cielo y cabello blanco.
-¿Q-Quien eres tú?-Preguntó ella, aquel muchacho la miró curiosa, jamás pensó que le respondería, jamás pensó que una joven de unos 14 o 15 años creyera en él.
-Él que hizo que nevara-Dijo él mientras se elevaba un poco, la castaña ahogó un grito con sus manos, pues ver a una persona volar no es algo que se ve todos los días-¿Puedes verme?
Ella asintió temerosa-¿E-Eres de verdad?-Preguntó curiosa, el asintió mientras acercaba su mano.
-Siente, y dime si soy de verdad o no-Dijo él, ella se acercó a paso lento y, primero trató de tocarlo, pero alejo su mano y después lo hizo, tocó su mano, estaba fría.
-¿Eres…Jack Frost?-Preguntó ella curiosa mirándole a los ojos.
-Así es-Sonrió.
-¡Waaaa!-Corearon unos niños tras la castaña, quien giró su cabeza-¡Es Jack Frost!-Dijeron y se acercaron a él, mientras sonreían, Jack se agacho a su altura mientras era observado.
-¿Q-que haces aquí?-Preguntó la castaña.
-Cuidando-Dijo él mientras se paraba.
-¿Cuidando?-Preguntó ella-¿A quien?
-Ahora, a ustedes, son niños, mi deber es protegerlos.
-¿Niños?-Preguntó la castaña de brazos cruzados-Yo no soy ninguna niña.
-No-Dijo él-Pero tienes mente de una-Dijo con una sonrisa haciendo enfurecer a la castaña-De otro modo, ¿Por qué me estuvieras viendo?
-Ya-Dijo ella-Esta bien, tendré mente de niña, pero eso es porque no quiero olvidar como era al ser niña-Dijo mientras se dirigía a sus bolsos-Nos vamos niños.
-Espera…-Dijo-No me has dicho tú nombre.
-Yo me llamo Victoria-Dijo la más pequeña, era rubia con ojos azules cielo, iguales a los de él, Jack le sonrió.
-Yo Martín-Dijo uno de los gemelos.
-Yo Santiago-Dijo, los dos tenía el cabello marrón y los ojos del mismo color.
-¿Y tú?-Preguntó Jack.
-Es nuestra hermana-Dijo la rubia-Cloe.
-Ya es tiempo de irnos.
-¿A dónde van?-Preguntó Jack.
-¡Vamos en busca de nuestro padres!
-¿Qué?-Preguntó Jack-¿Van por sus padres?
-Sí, ayer desaparecieron después de tener pesadillas-Dijo Martín.
-¿Pesadillas?-Preguntó incrédulo, para luego fruncir el ceño-Pitch…-Susurró.
-¿Pitch?-Dijo la rubia con temor alguno-Ese nombre me da miedo.
-No-Dijo Jack agachándose-No debes tenerle miedo-Le sonrió para darle confianza.
-Es hora, vamos-Dijo la castaña agarrando a sus hermanos-¿Quieres venir?
-Eh… ¿Yo?-Dijo Jack.
-Sí, conoces a ese tal "Pitch"-Dijo ella-Supongo sabes donde pueda estar.
-Supones bien-Dijo sonriendo mientras se elevaba acompañando a los niños en su travesía a lo desconocido.
