¡Yay~!

Mi primer fic usando esta incrible serie como conejillo de indias –coff- digo, inspiración XD.

Complicado de explicar, pero me esforzare :D. Cada cuento estará inspirado, basado, creado entorno de, o como quieran llamarlo, una palabra sacada al azar del diccionario.

Haciendo esto me doy oportunidad de descubrir que no tenía un diccionario propiamente dicho, así que tuve que salir como alma que lleva el diablo a la papelería más cercana y comprarme uno XD –y de paso unas plumas de colores, estampillas de caritas, y pegamento. Ya saben, la inspiración viene y va como si nadie la necesitara cerca -.-

Estoy escuchando: Teeth de Death and Divide. Esta canción es mi nuevo trauma XD


~.:Diccionario:.~


Berilo (del griego beryllos, esmeralda): piedra preciosa cuyas variedades son: aguamarina y esmeralda.


Komui estaba feliz, y el departamento de ciencias temblaba aterrado.

Komui saltaba por toda la habitación, y Komurin lo seguía de cerca.

¿Por qué?

La razón la encerraba una pequeña cajita azul marino, de terciopelo fino y suave como el pelaje de un gatito, y con un elegante estampado dorado con forma de espirales que se retorcían bellamente. Pero la caja no era en si la obra de arte que lo traía feliz y dando brincos, sino su contenido.

Porque dentro descansaba lo que, estaba seguro, devolvería la sonrisa a su linda y dulce hermanita. Porque dentro, acomodado entre seda y satín, estaba el prendedor para cabello más hermoso y perfecto que Komui pudiera encontrar en toda la región, en toda Europa.

Una flor delicada; elegante y brillante, pero discreta y sencilla, enredada a lo largo de un fino palillo de plata que funcionaba como sujetador. La florecilla extendía sus verdes hojas y sus azulados pétalos; hojas de la más pulida esmeralda y pétalos de una finísima aguamarina. Con todo, no era eso lo que más resaltaba en el lujoso objeto, sino la mariposa, pequeña y frágil, que se sujetaba al costado superior de la flor, echa de una delicada piedrecilla llamada berilo.

Y es que, en esencia, no compró el pasador solo por lo hermoso que era, sino porque le recordaba profundamente a su hermanita. El azul y verde se unían tiernamente, igual que en la joven Exorcista. El detalle de la mariposa era perfecto, sin mencionar que el color era exactamente igual al cabello de Lenalee.

Ah, ya se imaginaba lo perfecta que se vería con semejante accesorio para resaltar su belleza… claro, habría que protegerla al doble de los pulpos venenosos y pervertidos que rondaban la Orden.

Pronto estuvo frente a la habitación de la chica –que por razones desconocidas era la más grande en la Orden-, y toco delicadamente a la puerta, siendo recibido con la cálida sonrisa de su hermana.

-¡Para ti, Lenalee-chan~! –exclamo, extendiendo la cajita azul, sonriendo cuando la joven abrió el objeto y encontró el pasador.

Siguieron con lo propio, luego de que Komui acomodara la joya entre el cabello de ella, que por casualidad, estaba suelto. Tan pronto como quedó satisfecho, dejo la habitación, sonriendo por el gesto alegre de su hermana.

Pero en cuanto él se fue, la sonrisa de Lenalee se esfumó, siendo reemplazada por una expresión triste. Se apresuro a quitarse el prendedor y desordenar su larga cabellera.

Miró el objeto contrariada; en efecto, era bellísimo, con tanta piedrecilla brillante y tanta elegancia que desbordaba, pero no era para ella. Porque jamás podría luchar con cosa tan frágil puesta. Jamás podría volar por los aires, como acostumbraba, si usaba algo más que ligas en el cabello. De ser así, se daría el lujo de andar con el pelo suelto y libre.

Porque ella no era la princesa que su hermano creía. Ella era un soldado, en una guerra más. Y esa clase de objetos delicados no eran para ella, aun cuando los deseaba desde pequeña.

Habían destrozado sus sueños infantiles, en los que vestía con ropas llenas de encaje, y usaba ese tipo de accesorios.

Así que, por mucho que le doliera, esa bella joya tendría que irse a la caja que adornaba su tocador –y la única cosa en él-. Un cofre dorado con bordes de madera –también regalo de su hermano- lleno de cosas demasiado propias de una dama.

Una dama que ella ya no era, que no podría ser jamás otra vez, y con la que había aprendido a no soñar más.


Yo en lo personal no sabía de la existencia del berilo XD.

Los hermanitos Lee son la familia más tierna que he visto en anime ^^, por eso los he usado primero.

Pues bien, se acabó la canción, y yo ya me voy.

¿Sabían que dejar review es mas saludable que el ejercicio?

¿No?

Mejor compruébenlo ^^