Ustedes son la protagonista….vivan cada palabra, sientan como retumban en su cuerpo, pues ustedes son las dueñas de esta.

Shingeki no Kyojn no me pertenece, Es propiedad de su desalmado autor y su corazón de piedra :´(

(***)- tu nombre

*Drablee*

.

(Mi pequeño cascarrabias)

.

.

.

Historia desarrollada en algun lugar de Tokio

El frio se sentía en cada centímetro de tus sabanas, estornudaste sonoramente y abriste los ojos, malditos resfriados no te dejaban y ya era la tercera semana que te encuentras enferma. Miraste a tu alrededor, como de costumbre tu habitación estaba bastante ordenada, cosa que para ti era un poco raro, pues no recordabas haberla dejado así.

Miraste el reloj 4:45 a.m. "bastante temprano" pensaste así que cerraste los ojos nuevamente e intentaste dormir. Pero unas pequeñas pisadas en el pasillo alertaron tus sentidos, y te cubriste nuevamente con tus mantas. El sonido de tu puerta abrirse te hizo querer reír, seguramente el mocoso te venía a buscar para que lo bañaras.

Pero sentiste un peso extra en el lado derecho de tu cama, las sabanas se abrieron y cerraron rápidamente, sentiste el pequeño cuerpo de un niño acurrucarse a tu lado, abrazando tu costado y acurrucando su cabecita en tu hombro- No que podías dormir solo?- te giraste quedando de frente a él.

-Cállate, tengo sueño- una pequeña voz malhumorada de ese pequeño tan tierno..- Y hace mucho frio….solo será esta noche, no te ilusiones pervertida- si, pequeño desgraciado!

-Tranquilo, no te hare nada, aun eres pequeño para mí- dijiste en tono pícaro, con una sonrisa en tu rostro. El cuerpo del pequeño se tensó y subió hasta quedarse a mirando frente a frente.

-Yo soy lo suficientemente alto, y ya soy un hombre- el rostro sonrojado de un pequeño te miro desafiante, sus ojos eran pequeños y grises, su cabellera era tan negra como el plumaje de un cuervo y tenía la tierna edad de 7 años.

-Si, claro, claro, lo que tú digas pequeño gruñón- tomaste su carita y dejaste 2 besitos en cada una de sus mejillas sonrojadas- Ya. A dormir, mañana nos espera un largo día- acurrucaste su cabeza en tu brazo y cerraste los ojos- descansa Levi-kun.

-Tsk, buenas noches…(***)-san-

El pequeño cerro los ojos, tu sonreíste victoriosa, como habías terminado en esa situación?, como era posible que fueran tan cercanos cuando hacía algún tiempo querías ponerlo en una catapulta y lanzarlo lejos, muy lejos de aquí?

Pero las cosas eran asi ahora. Tu vida dedicada a niños, ahora tenía como co-protagonista a un niño como ningún otro.

Ese dia, el sol salio con naturalidad. Mientras ambos luchaban por no despertar de aquellos sueños en donde nada ni nadie los molestaba.

Donde vivir en un país extraño no los hacia diferentes. Donde eran aceptados. Pero con ligeras diferencias.

Tu soñaban en criarlo como un niño normal, educado y con un futuro brillante. Como una madre…o mínimo una hermana mayor. Un hermoso sueño en donde tu pequeño protegido te veía con respeto, cariño y admiración.

Por otro lado, el pequeño Levi soñaba algo distinto. Un mundo donde tu lo veías con otros ojos. No con los ojos de una una maestra, o una hermana, menos los de una madre.

Lo veías como una mujer ve a un hombre. Lo tratabas como tal. Sin importarte lo que decían los demás. Un hermoso sueño en donde compartías ese sentimiento castigado y mal visto por la ley. Donde no tenían nada que ocultar, del mundo, de sus amigos.

Pero cada sueño termina con la llegada de la conciencia, dejando tras de si un profundo vacío en la mente de quien lo disfrutaba.

Así ambos se pusieron de pie, se miraron un instante, pensando en aquellos sueños, tan parecidos…con deseos tan diferentes.

.

.

FIN

.

Gracias por leer. Este proyecto fue abandonado por mucho tiempo. Pero ya era tiempo de ponerle fin. Lamento no haber alargado más la historia, pero no puedo hacer más. Y temo que no podre más adelante.

Una disculpa y espero que les haya gustado la lectura.

A 9-7-16, se despide, Atzuko-san.