Vacaciones, el momento más esperado que todo estudiante de secundaria espera.
Era 3 de Julio, los estudiantes de Raimon habian terminado otro "exitoso" ciclo escolar. El equipo de futbol de la academia habia planeado tener unas vacaciones tranquilar y divertidas en Hawaii, drasticamente solo unos cuantos pudieron asistir ya que los otros tenian planes.
Endo, Kazemaru, Goenji, Fubuki, Hiroto y Midorikawa fueron los unicos que pudieron ir.

A las 4 de la tarde de ese mismo día, se despidieron de sus familas y partieron (en avión) a las maravillosas islas tropicales.

Durante el camino, Hiroto y Reize platicaron, Ichirouta jugaba con su Nintendo DS, Shuuya escuchana música, Shirou pensaba y Mamoru haciendo pendejadas e idioteces. En otras palabras, todos estaban entretenidos.

Pasaron unas cuantas horas durante el transcurso del viaje, hasta que porfin se empezó a divisar las islas, todos emocionados se fueron asomar por la ventana de kazemaru, menos este que hacia un intento desesperado para no afixiarse.

-¡Chicos!, ¡Chicos!, ¡Chicos!-
grito a todo pulmon de peliazul, todos se le quedaron viendo con cara de bicho raro y se le quitaron de enzima.

De repente la voz de piloto se escucho.

- Queridos pasajeros, estamos entrando a una región con mucho aire, habra unas cuantas turbulencias, porfavor todos esten tranquilos, dirigenca a sus respectivos acientos y abrochence el cinturon, Cambio y fuera-

Las famosas turbulencias inciaron, el avión se movia mucho, mejor dicho demaciado. Midorikawa buscaba protección en los brazos de Hiroto, el pelirojo trato de tranquizar a su amado acariciandole la cabeza. Despues de unos cuantos minutos el alboroto desapareció, pero de un tiron el avión cayo... Se le habia acabado el combustible.

Aneroso

El primero en despertar fue Fubuki, pero se dio una gran sorpresa al abrir sus ojos. Goenji se encontraba arriba de el, se sonrojo al 100, no al 1000, su corazón empezo a latir tanto que tenía miedo que el moreno lo escuchara.

-Goenji-kun pesas mucho, porfavor.. - dijo en voz baja, mientras lo intentaba empujar, pero fallo; el nombrado poco a poco fue abriendo los ojos, y con lo primero que se encontro fue a peliplatiado, abajo de el y temblando.

El peliblanco se sonrojo, era la primera vez que tenía tanta cercania con el menor, se le quito de enzima, los dos tenian la cara como un tomate,-l..lo siiento- dijo nervioso.

El chico de ojos grises abrio los ojos como plato, era la primera vez que oia al moreno tartamudiar, se sonrojo (nuevamente), se mantuvieron un tiempo así en silencio, hasta que se dieron cuenta de la situcacion.

Ellos dos solos en una isla desierta, sin sus amigos, eso era muy malo, malisimo.

-Goenji-kun sera mejor que los busquemos a los demás, no creo que esten muy lejos de aquí- dijo rompiendo el silencio.

Mientras tanto, a no se cuantos metros de distancia se encontraban Gran y Reize, todabia inconscientes...

Empezo a llover.

El pelirojo al sentir la lluvia en su rostro se levanto, se encontro al peliverde todabia desmayado, lo cargo y se lo llevo a una cueva, que se encontraba a unos cuantos metros. Lo dejo en el suelo. Unos cuantos minutos pasaron, Midorikawa se desperto.

-Hiroto¿Dónde estamos?, ¿Dónde estan los demás?- pregunto aproximandose al más alto.

-Ya despertaste, menos mal- dijo aliviado,- no lo se, desperte hace rato-

-E...Estamos perdidos- dijo preocupado el ojinegro, la voz se le quebro y se puso a llorar.

Hiroto se sorprendio, abrio los ojos, atrajo al menor hacia el, y agarro su rostro, para mirarlo fijamente a los ojos -No llores porfavor- le susurro,- todo va estar bien, porfavor no llores, cuando termine de llover iremos a buscar a los demás, sale? todo ira bien- dijo dedicandole una calida sonrisa.

Se ruborizo, y se apoyo en el hombro de Xavier.

Con Ichirouta y Mamoru

Esta frio

-maldición, empezo a llover- dijo kazemaru, saliendo del agua. Estornudo, -creo que me voy a enfermar-

- ¡Kazemaru!- grito Endo saliendo del mar, -Mira aya, parece que es una cabaña, vamos-

Los dos se aproximaron a la cabaña, por suerte estaba abierta la puerta, además parecia desabitada, el lugar se encontraba sin muebles, se sentaron en el piso de madera. El peliazul estornudo nuevamente, lo que capto la atención del capitán, cuando dirigio su mirada al otro, estaba temblando.

-¿Tienes frio verdad?- pregunto el castaño, - toma mi chamarra-

El menor se sonrojo, agacho la cabeza, agarro la chamarra y se la puso, siguio estornudando, pasaron un buen rato en silencio.